Living room.

Iba camino al hogar de un cliente que había pedido lo que podría llamarse servicio a domicilio; me había vestido de forma casual para la ocasión, siguiendo al pie de la letra cada una de las instrucciones que me fueron dadas, además de que aún era de día cuando salí de mi habitación.
Llegué a la puerta del lujoso apartamento, el cúal sin duda era hermoso tanto por dentro como por fuera, leí el papel que me habían proporcionado con la dirección, el nombre del cliente y el resto de detalles, para asegurarme que estaba en el lugar y hora indicados.
Decía también que lo esperara en el living, ya que la puerta estaría abierta, mientras él volvía de una junta de negocios.
Hitsugaya-sama, decía para mi mismo el nombre del cliente a quien atendería, leyendo de nuevo el papel que llevaba en mi bolsillo, tratando de no olvidarlo, para después entrar. Empujé la puerta y entre lentamente, admirando la decoración del lugar, tratando de no tirar o romper nada, hasta que llegué a un amplió y cómodo sofá, donde me senté a esperar pacientemente.

Mientras esperaba una pequeña sensación de nerviosismo se hizo presente pues era la primera vez que visitaba a algún cliente en su propia casa, además de no llevar mucho tiempo trabajando en el casino, sin embargo estiré mis manos en el respaldo del sofá mientras miraba toda la bella decoración, dejando el pequeño trozo de papel sobre mis piernas para luego empezar a "tocar" una melodía golpeando mis manos con el respaldo del sofá y mis pies contra el suelo.
Me distraje por unos instantes y no logré escuchar que el dueño de aquel departamento había llegado hasta que escuché el resonar del choque entre la suela de sus zapatos y el suelo cada que daba un paso, deteniendose en uno de los sofás cercanos, por lo que giré mi rostro y lo miré atentamente, paseando mi mirada desde sus pies y su elegante traje, no obstante me fue casi imposible ver su rostro pues no tardo mucho en encontrarse ahora en un sofá frente a mi, lo que me dio la posibilidad de esta vez admirarlo tranquilamente, como muchos otros clientes era muy atractivo, aunque sus ojos fijados en mi, me intimidaban un poco por lo que desvié por unos instantes mi mirada y aclare mi garganta, para después ponerme de pie, dejando resbalar el pequeño papel de mis piernas hacia el suelo, casi debajo del sofá.
-Mi nombre es Jin, un placer-
HIce una reverencia y hasta ese instante repare en lo que me había dicho pues menciono que no habia solicitado ningún servicio, lo que me resultó muy extraño.
-Me dieron esta dirección diciendo que...-
Busqué el papel y cuando lo visualice me agache a recogerlo para leer de nueva cuenta el nombre del cliente pues era un tanto dificil de recordar, además de que quizás haberme equivocado de sitio en mis primeros días de trabajo, no era algo por lo que pudiera estar muy tranquilo pues no sabía realmente que hacer aunque el hombre que estaba frente a mi y que seguro tambien era un cliente del casino no había mostrado ninguna señal de enfado frente a la situación, cosa que me tranquilizaba un poco.
-...Hitsugaya-sama me había solicitado, pero al parecer ese no es usted-
Reí un poco y rasqué una de mis mejillas, para luego ofrecerle el pequeño papelillo, esperando que quizás me dijera si la dirección ahí escrita era la de su departamento.
-Aunque si gusta puedo retirarme y disculpe las molestias-
Sonreí e hice otra reverencia para luego incorporarme con mis manos cruzadas detrás de mi espalda, mirandolo atentamente mientras esperaba alguna indicación.