Una pequeña escapada~ [PRIV]
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Una pequeña escapada~ [PRIV]
Era una noche perfecta para pasear sin embargo a mi no se me permitía hacerlo en otro lugar que no fuera el casino o de camino a la casa de algún cliente… pero… esa noche yo quería salir y eso haría. Me puse un vestido de los tantos que tenia y en la mano me lleve conmigo un pequeño abrigo en color rosa pastel que me encantaba; Usaba mi cabello recogido en dos coletas bastante altas y el fleco que normalmente llevaba. Salí de mi habitación caminando despacio ya que no quería ser percibido por algún otro cliente y el tacón de los zapatos que llevaba era demasiado ruidoso, por lo que tarde bastante en llegar a la entrada del casino; claro entre escondite y escondite iba más lento que un caracol. Llevaba en la mano una notita escrita con letra pulcra y lo más parecida que se podía a la escritura de uno de los dueños del lugar; algo que me había costado uno que otro favor. La nota llevaba escrito una dirección; lugar al que se suponía tenía que ir a atender a un cliente sin embargo los trabajadores del casino y de mi nivel no iban a ningún lado si no les llevaba el cliente o si no te llevaba alguno de los choferes del casino, razón por la cual necesite de aquella nota.
A unos metros de la entrada, me enderece para caminar normalmente y con confianza buscando que nadie se diera cuenta de mi maléfico plan y al llegar a la entrada uno de los guardias del lugar me detuvo; sin dirigirle una sola palabra ni él a mi solo levante la nota y al parecer había caído en la “trampa” y había terminado creyendo que esa nota era de uno de los dueños; me condujo hasta uno de los coches donde le dio la notita al chofer y el mismo se dispuso a adentrarse al coche y manejar hasta aquella dirección.
En el camino me quede tranquilo recargando una de mis manos sobre la ventana más cercana e iba viendo a través de esta a las personas de fuera, justo en aquel momento que ansiaba tanto un respiro me pregunte a mí mismo “habrá sido una buena decisión convertirme en lo que soy…?”, justo en ese momento lo dudaba, tenía tantas ganas de pasear como la gente normal entre las calles, tener tal vez una pareja y salir de vez en cuando a tomar un helado… porque eso era lo que hacían las parejas… o al menos eso era lo que yo sabía ya que en realidad no conocía otra cosa que no fuera tener sexo con otra persona solo por dinero.
Suspire pensando en lo triste que podía resultar mi vida si pensaba en ella, si la reflexionaba… pero gracias a dios o lo que fuera el que el carro se estacionara me saco de mis pensamientos ya que había llegado al lugar donde mi ficticio servicio se llevaría a cabo. Como era costumbre el chofer me ayudo a bajar del auto sin embargo el no se iría hasta que yo entrara a aquel lugar o alguien saliera a recibirme, lo que claramente no pasaría, así que pensando lo más rápido que pude me voltee para “agradecerle” al chofer.
M-muchas gracias por haberme traído.
Le dedique una tímida sonrisa, jugando al juego que a todos les gustaba… la inocencia y… la debilidad, cuando de repente forme mi mejor gesto preocupado y casi horrorizado, levantando una de mis manos y señalando a espaldas del chofer.
Por dios una mujer es atacada… no deberías ayudarla!?.
Contuve mi risa lo que pude y en cuanto el chofer se volteo eche a correr, notando como la idiotez del otro se hacía presente y en lugar de perseguirme optaba por subir al auto. Reí fuertemente mientras corría y me metí por uno de los angostos callejones donde sabia que el coche del idiota del chofer no entraría y camine por pequeños callejones perdiéndome un poco pero al final llegando a la parada de un bus, los carteles decían llevarme al lugar donde quería ir y de una pequeña y escondida bolsita en mi vestido; saque un pequeño monedero en el cual tenía bastante dinero que había ganado con propinas en el bar y demás, subí al bus y al llegar a unas calles del centro comercial, me baje para ir directo al mismo optando por perder mi tiempo paseando en el mismo.
Observaba los escaparates, maravillándome con las luces tan llamativas que poseían y finalmente llegue a uno que estaba lleno de varios osos de peluche tan tiernos y hermosos que no pude evitar sacar ese lado infantil que tenía bastante guardado cuando esos depravados hombres me tocaban y demás. Recargue mis manos sobre el vidrio del escaparate, dejando mi abrigo colgado a mitad de uno de mis brazos mientras miraba todos los ositos hasta que uno llamo mi atención, no era muy grande pero era bonito y parecía pedirme a gritos que me lo llevara, por lo que entusiasmado entre a comprarlo y Salí con el osito en uno de mis brazos. La noche se había pasado bastante rápido y ciertamente no sabía qué horas eran pero al notar que las luces de los escaparates se apagan supuse que ya era bastante noche. Salí del lugar colocándome mi abrigo y la capucha del mismo, buscando cubrir el llamativo color de mi cabello que en aquella oscuridad podría representarme un problema.
Caminaba lentamente para no hacer ruido con mis zapatos sin embargo cuando vi un pequeño perro dando vueltas como loco y jugueteando con una vieja pelota me distraje y me acerque a jugar con él un rato hasta que el perrito empezó a correr de la nada y como si fuera un niño me fui tras el, terminando por perderme y sin reconocer alguna de las calles en las que estaba. Ahora estaba perdido y había perdido al perro; no llevaba tanto dinero como para pagar un taxi y seguramente me regañarían al regresar al casino. Suspire de forma profunda preguntándome cómo demonios me había perdido y finalmente opte por caminar entre las solitarias calles, buscando una avenida transitada o la parada de cualquier bus; cuidando cada uno de mis pasos ya que en el casino nadie se sobrepasaba conmigo si no lo deseaba, ya que siempre encontraba la forma de esconderme o escabullirme, pero en la calle no había lugar seguro donde esconderme de cualquier idiota al que se le ocurriera atacarme, abrace fuertemente al osito y seguí caminando cautelosamente tratando de no pensar en lo que me podría pasar.
A unos metros de la entrada, me enderece para caminar normalmente y con confianza buscando que nadie se diera cuenta de mi maléfico plan y al llegar a la entrada uno de los guardias del lugar me detuvo; sin dirigirle una sola palabra ni él a mi solo levante la nota y al parecer había caído en la “trampa” y había terminado creyendo que esa nota era de uno de los dueños; me condujo hasta uno de los coches donde le dio la notita al chofer y el mismo se dispuso a adentrarse al coche y manejar hasta aquella dirección.
En el camino me quede tranquilo recargando una de mis manos sobre la ventana más cercana e iba viendo a través de esta a las personas de fuera, justo en aquel momento que ansiaba tanto un respiro me pregunte a mí mismo “habrá sido una buena decisión convertirme en lo que soy…?”, justo en ese momento lo dudaba, tenía tantas ganas de pasear como la gente normal entre las calles, tener tal vez una pareja y salir de vez en cuando a tomar un helado… porque eso era lo que hacían las parejas… o al menos eso era lo que yo sabía ya que en realidad no conocía otra cosa que no fuera tener sexo con otra persona solo por dinero.
Suspire pensando en lo triste que podía resultar mi vida si pensaba en ella, si la reflexionaba… pero gracias a dios o lo que fuera el que el carro se estacionara me saco de mis pensamientos ya que había llegado al lugar donde mi ficticio servicio se llevaría a cabo. Como era costumbre el chofer me ayudo a bajar del auto sin embargo el no se iría hasta que yo entrara a aquel lugar o alguien saliera a recibirme, lo que claramente no pasaría, así que pensando lo más rápido que pude me voltee para “agradecerle” al chofer.
M-muchas gracias por haberme traído.
Le dedique una tímida sonrisa, jugando al juego que a todos les gustaba… la inocencia y… la debilidad, cuando de repente forme mi mejor gesto preocupado y casi horrorizado, levantando una de mis manos y señalando a espaldas del chofer.
Por dios una mujer es atacada… no deberías ayudarla!?.
Contuve mi risa lo que pude y en cuanto el chofer se volteo eche a correr, notando como la idiotez del otro se hacía presente y en lugar de perseguirme optaba por subir al auto. Reí fuertemente mientras corría y me metí por uno de los angostos callejones donde sabia que el coche del idiota del chofer no entraría y camine por pequeños callejones perdiéndome un poco pero al final llegando a la parada de un bus, los carteles decían llevarme al lugar donde quería ir y de una pequeña y escondida bolsita en mi vestido; saque un pequeño monedero en el cual tenía bastante dinero que había ganado con propinas en el bar y demás, subí al bus y al llegar a unas calles del centro comercial, me baje para ir directo al mismo optando por perder mi tiempo paseando en el mismo.
Observaba los escaparates, maravillándome con las luces tan llamativas que poseían y finalmente llegue a uno que estaba lleno de varios osos de peluche tan tiernos y hermosos que no pude evitar sacar ese lado infantil que tenía bastante guardado cuando esos depravados hombres me tocaban y demás. Recargue mis manos sobre el vidrio del escaparate, dejando mi abrigo colgado a mitad de uno de mis brazos mientras miraba todos los ositos hasta que uno llamo mi atención, no era muy grande pero era bonito y parecía pedirme a gritos que me lo llevara, por lo que entusiasmado entre a comprarlo y Salí con el osito en uno de mis brazos. La noche se había pasado bastante rápido y ciertamente no sabía qué horas eran pero al notar que las luces de los escaparates se apagan supuse que ya era bastante noche. Salí del lugar colocándome mi abrigo y la capucha del mismo, buscando cubrir el llamativo color de mi cabello que en aquella oscuridad podría representarme un problema.
Caminaba lentamente para no hacer ruido con mis zapatos sin embargo cuando vi un pequeño perro dando vueltas como loco y jugueteando con una vieja pelota me distraje y me acerque a jugar con él un rato hasta que el perrito empezó a correr de la nada y como si fuera un niño me fui tras el, terminando por perderme y sin reconocer alguna de las calles en las que estaba. Ahora estaba perdido y había perdido al perro; no llevaba tanto dinero como para pagar un taxi y seguramente me regañarían al regresar al casino. Suspire de forma profunda preguntándome cómo demonios me había perdido y finalmente opte por caminar entre las solitarias calles, buscando una avenida transitada o la parada de cualquier bus; cuidando cada uno de mis pasos ya que en el casino nadie se sobrepasaba conmigo si no lo deseaba, ya que siempre encontraba la forma de esconderme o escabullirme, pero en la calle no había lugar seguro donde esconderme de cualquier idiota al que se le ocurriera atacarme, abrace fuertemente al osito y seguí caminando cautelosamente tratando de no pensar en lo que me podría pasar.
Hina- 5 de Corazones
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Había sido uno de esos fastidiosos días en los que ni siquiera mi suerte me ayudaba en el juego. Toda la noche me la había llevado perdiendo en aquel casino, no es como si realmente me importara el hecho de perder el dinero que tenia, era lo que menos me importaba pero perder era algo que si no podía tolerar por lo que esa noche abandone por demás temprano el lugar.
Ni siquiera me moleste en desahogar mi frustración con alguno de los empleados, siempre eran los mismos rostros, los mismos halagos, y yo me limitaba a darles la misma cantidad de dinero por ellos y peor aun, después de estar yendo durante tres noches seguidas no me había podido topar con el nuevo empleado del lugar que se rumoreaba era menor de edad, lo que era por demás atrayente para mi. Fastidiado, salí de allí y tome mi auto para regresar a casa, agradeciendo que no hubiera el tráfico nocturno a pesar de ser fin de semana, añadiéndole que a pesar de que no era muy tarde, bien pudieron estar mas concurridas las calles, de gente que iba y venia de los clubes nocturnos.
Por un momento se me ocurrió ir a uno de esos lugares, si bien no eran de la misma categoría que aquel casino pero quizá me encontraría con algo nuevo para distraerme de mi enfado, por lo que sin mas, doble unas calles para poder dirigirme a uno que no visitaba hacia mucho tiempo.
Aquel sitio estaba bastante oculto entre las calles y tenia que atravesar unos extensos callejones para llegar a este, porque estaba por demás decir que lo que ahí sucedía no era legal, por lo que doble una calle mas para adentrarme en los callejones que estaban antes de ese sitio. A partir de ahí, avance con lentitud ya que los perro callejeros abundaban en ese lugar y lo que menos deseaba era que alguno se atravesara en mi camino y acabase embarrado en mi preciado auto.
Al avanzar un poco más logre distinguir una pequeña silueta que avanzaba entre la escasa luz que daban los postes de luz. Inmediatamente por mi mente cruzo la idea de que era alguna pelandusca de baja categoría, así que había decidido pasarla por alto de no haber sido porque me di cuenta de lo que llevaba en los brazos. Aquel enorme juguete y una vez que avance un poco mas iluminándole con las luces de mi auto, pude distinguir el atuendo que llevaba. Bien la idea de la pelandusca estaba descartada, pero, que hacia una jovencita caminando por esos lugares a esas horas. Una leve risa perversa salió de entre mis labios y cualquier intención de aun ir hacia aquel club nocturno estaba botada; ya me había topado con algo mucho mejor y por demás divertido.
En mi auto, me acerque un poco mas a la calle por donde caminaba y baje, tanto las luces como la velocidad para avanzar a su paso, y seguí por bajar el vidrio del coche para poder hablarle, no necesitaría hacerlo muy alto, ya que aquel lugar estaba tranquilo.
-Ptss Que haces tan sola por estos lugares… alguien te podría robar lindura…-
Una vez que tuve su atención, aproveche que llegábamos al final de la calle y cuando sus pasos llegaban a la esquina, doble en esta para dejar el coche justo delante suyo, atravesando su paso con este, para luego, abrir la puerta del copiloto que quedaba en su dirección.
-Si estas perdida yo te llevo, estaba justo volver al centro de la ciudad y quizá tu casa me quede paso…-
Le hable en un tono suave y calmado, y agradecía en haberme vestido algo formal en comparación a lo que solía usar, sin embargo no pude evitar darle un pequeño recorrido con la mirada, observando ese infantil atuendo, que añadiéndole su dulce cara le daban un aspecto por demás atrayente.
-Anda sube, antes de que te topes con algún ladrón y te quiten tu bonita pertenencia…-
Musite señalando con la mirada el oso que llevaba entre los brazos mientras que mantenía una mano sobre el volante y con la otra palmeaba el asiento libre, indicándole que subiera, tratando de que esa perversidad en mi sonrisa no fuera tan notoria.
Ni siquiera me moleste en desahogar mi frustración con alguno de los empleados, siempre eran los mismos rostros, los mismos halagos, y yo me limitaba a darles la misma cantidad de dinero por ellos y peor aun, después de estar yendo durante tres noches seguidas no me había podido topar con el nuevo empleado del lugar que se rumoreaba era menor de edad, lo que era por demás atrayente para mi. Fastidiado, salí de allí y tome mi auto para regresar a casa, agradeciendo que no hubiera el tráfico nocturno a pesar de ser fin de semana, añadiéndole que a pesar de que no era muy tarde, bien pudieron estar mas concurridas las calles, de gente que iba y venia de los clubes nocturnos.
Por un momento se me ocurrió ir a uno de esos lugares, si bien no eran de la misma categoría que aquel casino pero quizá me encontraría con algo nuevo para distraerme de mi enfado, por lo que sin mas, doble unas calles para poder dirigirme a uno que no visitaba hacia mucho tiempo.
Aquel sitio estaba bastante oculto entre las calles y tenia que atravesar unos extensos callejones para llegar a este, porque estaba por demás decir que lo que ahí sucedía no era legal, por lo que doble una calle mas para adentrarme en los callejones que estaban antes de ese sitio. A partir de ahí, avance con lentitud ya que los perro callejeros abundaban en ese lugar y lo que menos deseaba era que alguno se atravesara en mi camino y acabase embarrado en mi preciado auto.
Al avanzar un poco más logre distinguir una pequeña silueta que avanzaba entre la escasa luz que daban los postes de luz. Inmediatamente por mi mente cruzo la idea de que era alguna pelandusca de baja categoría, así que había decidido pasarla por alto de no haber sido porque me di cuenta de lo que llevaba en los brazos. Aquel enorme juguete y una vez que avance un poco mas iluminándole con las luces de mi auto, pude distinguir el atuendo que llevaba. Bien la idea de la pelandusca estaba descartada, pero, que hacia una jovencita caminando por esos lugares a esas horas. Una leve risa perversa salió de entre mis labios y cualquier intención de aun ir hacia aquel club nocturno estaba botada; ya me había topado con algo mucho mejor y por demás divertido.
En mi auto, me acerque un poco mas a la calle por donde caminaba y baje, tanto las luces como la velocidad para avanzar a su paso, y seguí por bajar el vidrio del coche para poder hablarle, no necesitaría hacerlo muy alto, ya que aquel lugar estaba tranquilo.
-Ptss Que haces tan sola por estos lugares… alguien te podría robar lindura…-
Una vez que tuve su atención, aproveche que llegábamos al final de la calle y cuando sus pasos llegaban a la esquina, doble en esta para dejar el coche justo delante suyo, atravesando su paso con este, para luego, abrir la puerta del copiloto que quedaba en su dirección.
-Si estas perdida yo te llevo, estaba justo volver al centro de la ciudad y quizá tu casa me quede paso…-
Le hable en un tono suave y calmado, y agradecía en haberme vestido algo formal en comparación a lo que solía usar, sin embargo no pude evitar darle un pequeño recorrido con la mirada, observando ese infantil atuendo, que añadiéndole su dulce cara le daban un aspecto por demás atrayente.
-Anda sube, antes de que te topes con algún ladrón y te quiten tu bonita pertenencia…-
Musite señalando con la mirada el oso que llevaba entre los brazos mientras que mantenía una mano sobre el volante y con la otra palmeaba el asiento libre, indicándole que subiera, tratando de que esa perversidad en mi sonrisa no fuera tan notoria.
Byou- Cliente
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Caminaba tranquilamente por la calle ya que gracias a que era bastante distraído, me ensimisme en mis pensamientos y opte por andar como si fuera un sonámbulo, caminando por puro reflejo.
De forma sorpresiva escuche que alguien me hablaba al girar la vista pude ver como un coche se colocaba justo a mi lado y bajaba la velocidad para andar a mi paso, observe extrañado al hombre y debo admitir que me sonroje notablemente cuando escuche sus palabras pues; me había confundido con una chica y aunque no fuese la primera vez que me pasaba igual me apenaba.
AL llegar a la esquina el hombre metió el carro justo tapando mi paso por lo que no tuve otra opción que detenerme sin embargo en lugar de poner atención a algunos de sus gestos y a lo que me decía, me quede observando su rostro; pensando en que lo conocía o al menos en algún lado lo había visto y entonces me dije a mi mismo “si te la vives en el casino donde mas lo pudiste haber visto!!” mentalmente me reprimía por esa estúpida pregunta que me había hecho y finalmente pude recordar que en una ocasión cuando iba de camino a atender a un cliente le había visto entrando al casino, aunque mas allá de aquello, no le conocía.
Decidí confiar por que el sabría como llevarme a “casa” aunque por alguna razón me sentí algo inseguro, pero la idea de que pudiera querer algo a cambio de llevarme a “casa” rondaba por mi cabeza y peor aun si le decía que trabajaba en aquel casino; seguramente se atrevería a querer mas que un pequeño favor. Tome la decisión de al darle mi dirección dar una a 3 o 4 calles del lugar y aplicar lo mismo que con el torpe chofer de hacía un rato.
Entre al coche un poco dubitativo y con sumo cuidado acomode el vestido de manera que no se me arrugara al igual que el pequeño abrigo; por alguna razón creí que lo mejor era descubrir mi cabello por lo que retire el gorro de el abrigo y deje al descubierto las coletas que llevaba y el inconfundible color de mi cabello.
amm G-gracias por… el ofrecimiento…
Apreté un poco el osito entre mis brazos y desvié la mirada hacia el frente ya que siempre era penoso tener que aclarar mi sexo por lo que con la mirada perdida dije.
Y amm no soy una chica…
Odiaba apenarme y bueno mostrar aquella timidez que de vez en cuando me ganaba era lo que mas odiaba ya que no me gustaba mostrar debilidad o ese tipo de cosas si no estaba en mis planes ya que eso significaba que la situación se me salía de control y esa era otra cosa que odiaba. Baje la mirada como si al no mirarle el hiciera lo mismo sin embargo aun podía sentir sus ojos sobre mi por lo que bajito dije.
Si eso le hace cambiar de opinión puedo… bajar…
De forma sorpresiva escuche que alguien me hablaba al girar la vista pude ver como un coche se colocaba justo a mi lado y bajaba la velocidad para andar a mi paso, observe extrañado al hombre y debo admitir que me sonroje notablemente cuando escuche sus palabras pues; me había confundido con una chica y aunque no fuese la primera vez que me pasaba igual me apenaba.
AL llegar a la esquina el hombre metió el carro justo tapando mi paso por lo que no tuve otra opción que detenerme sin embargo en lugar de poner atención a algunos de sus gestos y a lo que me decía, me quede observando su rostro; pensando en que lo conocía o al menos en algún lado lo había visto y entonces me dije a mi mismo “si te la vives en el casino donde mas lo pudiste haber visto!!” mentalmente me reprimía por esa estúpida pregunta que me había hecho y finalmente pude recordar que en una ocasión cuando iba de camino a atender a un cliente le había visto entrando al casino, aunque mas allá de aquello, no le conocía.
Decidí confiar por que el sabría como llevarme a “casa” aunque por alguna razón me sentí algo inseguro, pero la idea de que pudiera querer algo a cambio de llevarme a “casa” rondaba por mi cabeza y peor aun si le decía que trabajaba en aquel casino; seguramente se atrevería a querer mas que un pequeño favor. Tome la decisión de al darle mi dirección dar una a 3 o 4 calles del lugar y aplicar lo mismo que con el torpe chofer de hacía un rato.
Entre al coche un poco dubitativo y con sumo cuidado acomode el vestido de manera que no se me arrugara al igual que el pequeño abrigo; por alguna razón creí que lo mejor era descubrir mi cabello por lo que retire el gorro de el abrigo y deje al descubierto las coletas que llevaba y el inconfundible color de mi cabello.
amm G-gracias por… el ofrecimiento…
Apreté un poco el osito entre mis brazos y desvié la mirada hacia el frente ya que siempre era penoso tener que aclarar mi sexo por lo que con la mirada perdida dije.
Y amm no soy una chica…
Odiaba apenarme y bueno mostrar aquella timidez que de vez en cuando me ganaba era lo que mas odiaba ya que no me gustaba mostrar debilidad o ese tipo de cosas si no estaba en mis planes ya que eso significaba que la situación se me salía de control y esa era otra cosa que odiaba. Baje la mirada como si al no mirarle el hiciera lo mismo sin embargo aun podía sentir sus ojos sobre mi por lo que bajito dije.
Si eso le hace cambiar de opinión puedo… bajar…
Hina- 5 de Corazones
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Una vez que entro al auto, aun con esos movimientos llenos de duda por parte suya, sonreí victorioso ya que había aceptado mi oferta y de paso, no tendría que llegar hasta mi primer destino. Me incline un poco sobre mi lugar para poder llevar una de mis manos a la puerta del coche y cerrar la misma, colocándole el pequeño seguro para luego volver a acomodarme en mi asiento, dirigiendo la mirada de soslayo para observarle y ver como descubría su cabello.
Dos coletas, un vestido y un oso en sus brazos, no podía tener mejor… compañía en ese momento. Una inevitable risa salió de entre mis labios y sobre el borde del volante recargue el codo de uno de mis brazos para poder seguir por apoyar una de mis mejillas en la palma de mi mano.
-No tienes por que agradecer, al menos no ahora, eso hazlo cuando… lleguemos a tu casa.-
Concentre la mirada en su rostro que ya por si solo detonaba un aire de inocencia que no podía pasar por alto, ahora mucho menos cuando me había contradicho mi pequeño error. Solté una pequeña risa y negué con la cabeza, eso sin dejar de observarle y me atreví a levantar mi otra mano para llevar a su rostro, apoyando un par de dedos en la mejilla contraria a la que me mostraba para presionando un poco esta, hacerle girar lentamente su rostro para que se encontrara con el mío.
-No hay necesidad de eso, que seas un chico no cambia el hecho de que desee… ayudarte, al contrario.-
Sonreí de costado y mientras que le mantenía con el rostro fijo en el mío deslice mi otra mano hasta debajo del volante donde había un pequeño seguro que ponía un pestillo mas a todas las puertas del auto, el cual era muy independiente del que se ponía manualmente y únicamente se podía abrir desde el mismo lugar de donde se aseguraba.
-Pero antes, yo iba a un lugar no muy lejos de aquí, será rápido y no me tomara mucho tiempo atender el asunto. Así que, primero paso por lo que pedí y luego me dices donde queda tu casa para llevarte ¿De acuerdo?-
Sin esperar su respuesta, di vuelta a las llaves del coche para arrancarlo de nuevo, avanzando por la misma calle donde había dado vuelta para interceptarle y seguí derecho por esta para poder llegar a lo que eran unas calles aun mas profundas y oscuras que donde estábamos, ya que los postes de luz escaseaban ahí.
Era mas que obvio que no tenia nada mas que hacer en aquel lugar, ya que ni siquiera tenia idea de adonde llegaban esas calles; el único propósito de eso era avanzar hacia un lugar lo suficientemente, escondido.
-Cierto, tu te vez de la clase que les gustan los dulces…-
Dije al mismo tiempo que me aparcaba en una calle que me pareció adecuada y de uno de los compartimentos del panel de coche, saque una pequeña aspirina de un vistoso color rojo. Sonreí de medio lado y con la pastilla entre mis dedos, avance mi mano hasta sus labios para poner entre ellos la pequeña pastilla y empujarla levemente con mi dedo pulgar. Inclinándome un poco acabe con algo de la distancia entre nosotros y acerque peligrosamente su rostro al mío.
-Oye…-
Murmure cerca de sus labios y cuando tuve su atención y antes de que pudiese sacar la pastilla de su boca, lleve mis labios a los suyos, para arrebatarle un beso de estos, con la única intención de regular su respiración para que no le quedara de otra más que tragar la pastilla.
Una vez que esto ocurrió me aleje lentamente de sus labios, observando divertido su reacción de sorpresa ante mi reciente acción.
-Disculpa, pero eres muy lindo como para desaprovechar esa oportunidad…-
Susurre entre una leve risa y volví a mi asiento. Ahora solo tenia que esperar, fingía que el coche no arrancaba, daba giros en falso a la llave y maldecía de a ratos, esperando únicamente a que mi pequeño “dulce” hiciera efecto, ya que no se trataba de otra cosa que un pequeño pero potente afrodisiaco, que se encargaba de llevar la temperatura del cuerpo a grandes rasgos además de despertar de manera casi inmediata el deseo sexual de quien la tomase. Agradecía ese pequeño “obsequio” que me había dado un empresario que conocía en aquel casino y que se encargaba de distribuir estos de manera ilegal, ya que era la segunda vez que lo usaba, y había probado que era realmente efectivo, ya que quien fuera la victima de esa pequeña pastilla, no podía reprimir el potente deseo sexual que esta le provocaba sin importar en la situación en la que estuviese; así que solo era cuestión de algunos minutos mas para que empezara a trabajar.
Dos coletas, un vestido y un oso en sus brazos, no podía tener mejor… compañía en ese momento. Una inevitable risa salió de entre mis labios y sobre el borde del volante recargue el codo de uno de mis brazos para poder seguir por apoyar una de mis mejillas en la palma de mi mano.
-No tienes por que agradecer, al menos no ahora, eso hazlo cuando… lleguemos a tu casa.-
Concentre la mirada en su rostro que ya por si solo detonaba un aire de inocencia que no podía pasar por alto, ahora mucho menos cuando me había contradicho mi pequeño error. Solté una pequeña risa y negué con la cabeza, eso sin dejar de observarle y me atreví a levantar mi otra mano para llevar a su rostro, apoyando un par de dedos en la mejilla contraria a la que me mostraba para presionando un poco esta, hacerle girar lentamente su rostro para que se encontrara con el mío.
-No hay necesidad de eso, que seas un chico no cambia el hecho de que desee… ayudarte, al contrario.-
Sonreí de costado y mientras que le mantenía con el rostro fijo en el mío deslice mi otra mano hasta debajo del volante donde había un pequeño seguro que ponía un pestillo mas a todas las puertas del auto, el cual era muy independiente del que se ponía manualmente y únicamente se podía abrir desde el mismo lugar de donde se aseguraba.
-Pero antes, yo iba a un lugar no muy lejos de aquí, será rápido y no me tomara mucho tiempo atender el asunto. Así que, primero paso por lo que pedí y luego me dices donde queda tu casa para llevarte ¿De acuerdo?-
Sin esperar su respuesta, di vuelta a las llaves del coche para arrancarlo de nuevo, avanzando por la misma calle donde había dado vuelta para interceptarle y seguí derecho por esta para poder llegar a lo que eran unas calles aun mas profundas y oscuras que donde estábamos, ya que los postes de luz escaseaban ahí.
Era mas que obvio que no tenia nada mas que hacer en aquel lugar, ya que ni siquiera tenia idea de adonde llegaban esas calles; el único propósito de eso era avanzar hacia un lugar lo suficientemente, escondido.
-Cierto, tu te vez de la clase que les gustan los dulces…-
Dije al mismo tiempo que me aparcaba en una calle que me pareció adecuada y de uno de los compartimentos del panel de coche, saque una pequeña aspirina de un vistoso color rojo. Sonreí de medio lado y con la pastilla entre mis dedos, avance mi mano hasta sus labios para poner entre ellos la pequeña pastilla y empujarla levemente con mi dedo pulgar. Inclinándome un poco acabe con algo de la distancia entre nosotros y acerque peligrosamente su rostro al mío.
-Oye…-
Murmure cerca de sus labios y cuando tuve su atención y antes de que pudiese sacar la pastilla de su boca, lleve mis labios a los suyos, para arrebatarle un beso de estos, con la única intención de regular su respiración para que no le quedara de otra más que tragar la pastilla.
Una vez que esto ocurrió me aleje lentamente de sus labios, observando divertido su reacción de sorpresa ante mi reciente acción.
-Disculpa, pero eres muy lindo como para desaprovechar esa oportunidad…-
Susurre entre una leve risa y volví a mi asiento. Ahora solo tenia que esperar, fingía que el coche no arrancaba, daba giros en falso a la llave y maldecía de a ratos, esperando únicamente a que mi pequeño “dulce” hiciera efecto, ya que no se trataba de otra cosa que un pequeño pero potente afrodisiaco, que se encargaba de llevar la temperatura del cuerpo a grandes rasgos además de despertar de manera casi inmediata el deseo sexual de quien la tomase. Agradecía ese pequeño “obsequio” que me había dado un empresario que conocía en aquel casino y que se encargaba de distribuir estos de manera ilegal, ya que era la segunda vez que lo usaba, y había probado que era realmente efectivo, ya que quien fuera la victima de esa pequeña pastilla, no podía reprimir el potente deseo sexual que esta le provocaba sin importar en la situación en la que estuviese; así que solo era cuestión de algunos minutos mas para que empezara a trabajar.
Byou- Cliente
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Ladee el rostro tal como su mano me lo demandaba y le observe mientras escuchaba sus palabras queriendo sentirme aliviado pero por alguna razón no pudiendo hacerlo. Pase por alto aquel movimiento que había hecho con su mano sin saber exactamente que había hecho ya que no sabía en absoluto sobre coches o esas cosas… los detestaba.
Escuche sus palabras y aunque él no espero demasiado mi respuesta alcance a hacer un pequeño movimiento con la cabeza, asintiendo a su pregunta… Me quede abrazando al osito supuestamente con la mirada al frente pero en realidad estaba perdido en mis pensamientos, preguntándome por que desconfiaba tanto de alguien que solo quería ayudarme o eso creía yo. Debido a que iba distraído no notaba por dónde íbamos o el hecho de que las luces fueran escaseando y de repente escuche su comentario sobre los dulces y justo cuando entreabría los labios para decirle algo una pequeña pastilla se deslizo por entre mis labios, dejándome perplejo ante su acción y aun mas sorprendido me quede al sentir sus labios sobre los míos, arrebatándome un beso que causo que mi falta de aire terminara por hacerme tragar aquel “dulce”.
Opo…opo.. Oportunidad?
Pregunte trabajosamente y de forma distraída, mirándole desconcertado desde mi lugar apenas dándome cuenta d que nos habíamos detenido y que parecía que aquel extraño tenía problemas con el carro y si, ahora era yo el que parecía estúpido, ya que en lugar de reaccionar y tratar de salir del carro mi primer instinto fue mirar a través de la ventana, notando la oscuridad del lugar donde el coche se había detenido. Su acción me había asustado de un modo que no podía pensar ni siquiera sabía que debía hacer, estar afuera me daba miedo y estar adentro también.
Deje al otro diciendo no se qué tantas cosas que denotaban un enfado pero ese pequeño ensimismamiento en el que había caído me hacía no poder reaccionar y mucho menos ponerle atención al otro. De un momento a otro empecé a sentir una extraña sensación y temía que fuera a causa de aquella pastilla y lo peor es que no podía identificar exactamente que me pasaba o sentía solo… tenia la sensación de extrañeza. Me aferre con más fuerza al osito y lentamente empecé a sentir como mi rostro ardía sin aparente razón y no era el único lugar que se sentía así, cada parte de mi cuerpo parecía irse encendiendo poco a poco como pequeñas bombillas por todo mi cuerpo. De repente me empecé a sentir avergonzado por que esas pequeñas sensaciones en mi cuerpo me hacían comenzar a suspirar lo más bajito que podía y debido a ello opte por poner el oso del lado de donde el estaba, tapando mi rostro de su mirada y escondiéndome de lo que fuera; tratando de evitar que esas sensaciones crecieran o se volvieran más intensas.
Por dentro empezaba a rogar que el estúpido coche arrancara, sentía esa viva necesidad por irme o salir de el auto lo que fuera y mi desesperación se hizo mucho más grande cuando sentí que la ligera fricción entre mi ropa interior y mi miembro provocaran que sintiera la necesidad de tocarme de otra manera y junto con aquel sentimiento un pequeño suspiro más profundo y audible se escapo de mis labios por lo que para disimularlo susurre.
M-me … ya … me… quiero ir…
Me había costado bastante trabajo decirlo y conforme el tiempo pasaba; de manera inconsciente movía lo más tenue que podía mis piernas frotándolas entre sí, buscando aliviar esa sensación de… ¿excitación?. Si aunque pareciera estúpido, tuve miedo de sentirme así con el extraño a mi lado, maldiciéndole mentalmente por aquella estúpida pastilla. En un mal movimiento apreté con demasiada fuerza al osito entre mis brazos por lo que este se empujo contra mi entrepierna, presionando el vestido en aquella zona y obligándome a morder mi labio inferior con demasiada fuerza para conseguir ahogar un vergonzoso gemido producto de aquel accidental roce.
Con mis ojos entrecerrados me dedique a fijar mi mirada en aquel callejón, esperando que en cualquier momento el auto empezara a moverse y mientras hacía esto pude sentir el cálido liquido carmesí que se esparcía dentro de mi boca y provenía de una herida en mi labio provocada por mis dientes y la fuerza que había usado al morderle para reprimir aquel vergonzoso sonido. Sentía como mi frente y el resto de mi cuerpo empezaba a transpirar y me moría de ganas por al menos quitarme el pequeño abrigo que llevaba o algo que me redujera el calor sin embargo este solo aumentaba. No miraba al otro por vergüenza y de un momento a otro sin poder evitarlo empecé a jadear de manera ligeramente pesada.
Yo…ahm ne…ne…
Con una de mis manos golpee exasperado la puerta del carro mientras que inclinaba mi cuerpo hacia adelante y empezaba a jadear con más pesadez y de forma mucho más audible.
ne..ce..sito… sa…lir…
Sin más ladee mi cuerpo contra la puerta y empecé a tratar de quitar con mis temblorosas manos el seguro de la puerta y una y otra vez intente abrir la misma o tratar de girar la pequeña palanca que bajaba el vidrio de la puerta sin embargo, no cedía ni un poco y con aquella desesperación y ansiedad creciendo empecé a golpear el vidrio mientras entre los jadeos seguía pidiendo que me dejara salir al mismo tiempo que mis piernas se apretaban con más fuerza y los movimientos en los que frotaba el interior de mis muslos entre si se hacían más notables obligándome a entre jadeos soltar uno que otro gemido que no había sido capaz de soportar.
Escuche sus palabras y aunque él no espero demasiado mi respuesta alcance a hacer un pequeño movimiento con la cabeza, asintiendo a su pregunta… Me quede abrazando al osito supuestamente con la mirada al frente pero en realidad estaba perdido en mis pensamientos, preguntándome por que desconfiaba tanto de alguien que solo quería ayudarme o eso creía yo. Debido a que iba distraído no notaba por dónde íbamos o el hecho de que las luces fueran escaseando y de repente escuche su comentario sobre los dulces y justo cuando entreabría los labios para decirle algo una pequeña pastilla se deslizo por entre mis labios, dejándome perplejo ante su acción y aun mas sorprendido me quede al sentir sus labios sobre los míos, arrebatándome un beso que causo que mi falta de aire terminara por hacerme tragar aquel “dulce”.
Opo…opo.. Oportunidad?
Pregunte trabajosamente y de forma distraída, mirándole desconcertado desde mi lugar apenas dándome cuenta d que nos habíamos detenido y que parecía que aquel extraño tenía problemas con el carro y si, ahora era yo el que parecía estúpido, ya que en lugar de reaccionar y tratar de salir del carro mi primer instinto fue mirar a través de la ventana, notando la oscuridad del lugar donde el coche se había detenido. Su acción me había asustado de un modo que no podía pensar ni siquiera sabía que debía hacer, estar afuera me daba miedo y estar adentro también.
Deje al otro diciendo no se qué tantas cosas que denotaban un enfado pero ese pequeño ensimismamiento en el que había caído me hacía no poder reaccionar y mucho menos ponerle atención al otro. De un momento a otro empecé a sentir una extraña sensación y temía que fuera a causa de aquella pastilla y lo peor es que no podía identificar exactamente que me pasaba o sentía solo… tenia la sensación de extrañeza. Me aferre con más fuerza al osito y lentamente empecé a sentir como mi rostro ardía sin aparente razón y no era el único lugar que se sentía así, cada parte de mi cuerpo parecía irse encendiendo poco a poco como pequeñas bombillas por todo mi cuerpo. De repente me empecé a sentir avergonzado por que esas pequeñas sensaciones en mi cuerpo me hacían comenzar a suspirar lo más bajito que podía y debido a ello opte por poner el oso del lado de donde el estaba, tapando mi rostro de su mirada y escondiéndome de lo que fuera; tratando de evitar que esas sensaciones crecieran o se volvieran más intensas.
Por dentro empezaba a rogar que el estúpido coche arrancara, sentía esa viva necesidad por irme o salir de el auto lo que fuera y mi desesperación se hizo mucho más grande cuando sentí que la ligera fricción entre mi ropa interior y mi miembro provocaran que sintiera la necesidad de tocarme de otra manera y junto con aquel sentimiento un pequeño suspiro más profundo y audible se escapo de mis labios por lo que para disimularlo susurre.
M-me … ya … me… quiero ir…
Me había costado bastante trabajo decirlo y conforme el tiempo pasaba; de manera inconsciente movía lo más tenue que podía mis piernas frotándolas entre sí, buscando aliviar esa sensación de… ¿excitación?. Si aunque pareciera estúpido, tuve miedo de sentirme así con el extraño a mi lado, maldiciéndole mentalmente por aquella estúpida pastilla. En un mal movimiento apreté con demasiada fuerza al osito entre mis brazos por lo que este se empujo contra mi entrepierna, presionando el vestido en aquella zona y obligándome a morder mi labio inferior con demasiada fuerza para conseguir ahogar un vergonzoso gemido producto de aquel accidental roce.
Con mis ojos entrecerrados me dedique a fijar mi mirada en aquel callejón, esperando que en cualquier momento el auto empezara a moverse y mientras hacía esto pude sentir el cálido liquido carmesí que se esparcía dentro de mi boca y provenía de una herida en mi labio provocada por mis dientes y la fuerza que había usado al morderle para reprimir aquel vergonzoso sonido. Sentía como mi frente y el resto de mi cuerpo empezaba a transpirar y me moría de ganas por al menos quitarme el pequeño abrigo que llevaba o algo que me redujera el calor sin embargo este solo aumentaba. No miraba al otro por vergüenza y de un momento a otro sin poder evitarlo empecé a jadear de manera ligeramente pesada.
Yo…ahm ne…ne…
Con una de mis manos golpee exasperado la puerta del carro mientras que inclinaba mi cuerpo hacia adelante y empezaba a jadear con más pesadez y de forma mucho más audible.
ne..ce..sito… sa…lir…
Sin más ladee mi cuerpo contra la puerta y empecé a tratar de quitar con mis temblorosas manos el seguro de la puerta y una y otra vez intente abrir la misma o tratar de girar la pequeña palanca que bajaba el vidrio de la puerta sin embargo, no cedía ni un poco y con aquella desesperación y ansiedad creciendo empecé a golpear el vidrio mientras entre los jadeos seguía pidiendo que me dejara salir al mismo tiempo que mis piernas se apretaban con más fuerza y los movimientos en los que frotaba el interior de mis muslos entre si se hacían más notables obligándome a entre jadeos soltar uno que otro gemido que no había sido capaz de soportar.
Hina- 5 de Corazones
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Su voz entrecortada pidiéndome salir, fue la música mas dulce que pude haber escuchado en toda la noche. Justo en ese momento, deje de fingir que el coche no arrancaba y sobre el volante apoye mis ante brazos; recostando una de mis mejillas en ellos para poder verle. Era mas que excitante ver como poco a poco su cuerpo empezaba a perder control sobre si, como sus labios se entreabrían para suspirar y como su piel se perlaba por su transpiración que emanaba cada vez mas intensamente debido a la temperatura de su cuerpo que subía cada vez mas. Su gemido hizo que mi lengua saliera a relamer mis labios, marcando la excitación que aquella escena me causaba, sobre todo cuando veía como se esforzaba por contenerse, como entre pequeños jadeos me pedía que le dejase salir y ante los cuales solo lograba que mi sonrisa se ampliara aun más.
Finalmente y tras ver como sus pequeñas manos golpeaban la puerta y movían una y otra vez el seguro de esta en un vano intento por abrirle para salir, me incline hacia él para poder tomar sus manos por las muñecas y con ese mismo agarre medio gire su cuerpo para dejar su rostro frente al mío, dejando sus manos sometidas por las muñecas a los lados de su cabeza.
-Shhh… Si sales será peor… aquí al menos, yo puedo… calmar eso que sientes…-
Sonreí con malicia y solté sus manos para luego pasar las propias a sus muslos. Por encima de su vestido gire su cuerpo un poco mas para llevar sus piernas por el agarre de sus muslos, acomodándome de mejor manera para ello; llevarles a los lados de mi cuerpo, dejándome así una muy exquisita vista del interior de su vestido. Me relamí los labios un par de veces al observar la manera tan sugerente en que su falda se había corrido al mover sus piernas, dándome una mas clara vista de la desnudez de sus muslos.
Me incline aun mas, llevando de manera amenazadora mi rostro a entre sus piernas y ladeando un poco este, alcance a frotar mis labios en el interior de uno de sus muslos, para luego susurrar contra la piel de este.
-¿Aquí esta caliente?...-
Entre un ligero rose mas subí mis labios por su muslo, acariciando con suavidad la piel de este y por el otro lado de ellos, mis manos subían con lentitud, corriendo un poco mas su falda dejándola casi un poco mas debajo de su cadera, dándome completa vista de su prenda interior y de cómo en esta despertaba lentamente ese bulto que era su miembro.
-¿Oh aquí?-
Murmure dándole un beso mas y finalmente mis manos llegaron al borde de sus interiores, el cual enganche entre un par de dedos de ambas manos y separando mi rostro por un momento empecé a deslizar esa prenda por sus piernas, las cuales tuve que levantar un poco para sacarle de ellas, dejándola solo pendiendo de uno de sus tobillos, para luego regresarlas a su posición una a cada lado de mi cuerpo.
Me incline nuevamente, no sin antes darle un pequeño vistazo a su rostro que lucia por demás encantador, lleno de gestos de placer y esos deseos que aun trataba de reprimir pero que ante ellos, me moví mas rápido para acercarme dejando esta vez mi rostro justo sobre su entre pierna y a pesar de que sostenía encima suyo aquel juguete tenia seguro de que sus ojos seguían cada uno de mis movimientos por lo que sin pensarlo mas asome mi lengua para recorrer toda la longitud de su miembro con ella hasta detenerme justo sobre su glande donde di de igual manera que sus muslos un pequeño beso, solo que esta vez le siguió una pequeña succión sobre esa sensible zona.
-¿Oh es… aquí, donde arde?-
Le mire completamente lleno de libido y con una amplia sonrisa de perversidad mientras que mis manos ahora recorrían toda la desnudez de sus piernas en pequeñas caricias con las yemas de mis dedos, subiendo y bajando lentamente por ellos, y dando apenas leves apretones en ciertas partes de ellos, donde con los sobre saltos de su cuerpo me había demostrado era mas sensible.
-Dime donde… pídeme que lo haga y acabare con todas esas sensaciones que llenan tu cuerpo ahora… señálame el lugar…-
Empecé a decir en un murmullo y lleve una de mis manos ofrecerla para que la tomara con una de las suyas.
-Pon mi mano justo donde desees que toque para calmar el arder de tu cuerpo…-
Di un apretón a su muslo con mi otra mano y busque su mirada, fijando los ojos en los suyos mientras que dejaba mi otra mano al alcance de una de las suyas, observándole, esperando cualquier reacción ante lo que decía y ante las caricias con las que siguió mi mano sobre su pierna.
Finalmente y tras ver como sus pequeñas manos golpeaban la puerta y movían una y otra vez el seguro de esta en un vano intento por abrirle para salir, me incline hacia él para poder tomar sus manos por las muñecas y con ese mismo agarre medio gire su cuerpo para dejar su rostro frente al mío, dejando sus manos sometidas por las muñecas a los lados de su cabeza.
-Shhh… Si sales será peor… aquí al menos, yo puedo… calmar eso que sientes…-
Sonreí con malicia y solté sus manos para luego pasar las propias a sus muslos. Por encima de su vestido gire su cuerpo un poco mas para llevar sus piernas por el agarre de sus muslos, acomodándome de mejor manera para ello; llevarles a los lados de mi cuerpo, dejándome así una muy exquisita vista del interior de su vestido. Me relamí los labios un par de veces al observar la manera tan sugerente en que su falda se había corrido al mover sus piernas, dándome una mas clara vista de la desnudez de sus muslos.
Me incline aun mas, llevando de manera amenazadora mi rostro a entre sus piernas y ladeando un poco este, alcance a frotar mis labios en el interior de uno de sus muslos, para luego susurrar contra la piel de este.
-¿Aquí esta caliente?...-
Entre un ligero rose mas subí mis labios por su muslo, acariciando con suavidad la piel de este y por el otro lado de ellos, mis manos subían con lentitud, corriendo un poco mas su falda dejándola casi un poco mas debajo de su cadera, dándome completa vista de su prenda interior y de cómo en esta despertaba lentamente ese bulto que era su miembro.
-¿Oh aquí?-
Murmure dándole un beso mas y finalmente mis manos llegaron al borde de sus interiores, el cual enganche entre un par de dedos de ambas manos y separando mi rostro por un momento empecé a deslizar esa prenda por sus piernas, las cuales tuve que levantar un poco para sacarle de ellas, dejándola solo pendiendo de uno de sus tobillos, para luego regresarlas a su posición una a cada lado de mi cuerpo.
Me incline nuevamente, no sin antes darle un pequeño vistazo a su rostro que lucia por demás encantador, lleno de gestos de placer y esos deseos que aun trataba de reprimir pero que ante ellos, me moví mas rápido para acercarme dejando esta vez mi rostro justo sobre su entre pierna y a pesar de que sostenía encima suyo aquel juguete tenia seguro de que sus ojos seguían cada uno de mis movimientos por lo que sin pensarlo mas asome mi lengua para recorrer toda la longitud de su miembro con ella hasta detenerme justo sobre su glande donde di de igual manera que sus muslos un pequeño beso, solo que esta vez le siguió una pequeña succión sobre esa sensible zona.
-¿Oh es… aquí, donde arde?-
Le mire completamente lleno de libido y con una amplia sonrisa de perversidad mientras que mis manos ahora recorrían toda la desnudez de sus piernas en pequeñas caricias con las yemas de mis dedos, subiendo y bajando lentamente por ellos, y dando apenas leves apretones en ciertas partes de ellos, donde con los sobre saltos de su cuerpo me había demostrado era mas sensible.
-Dime donde… pídeme que lo haga y acabare con todas esas sensaciones que llenan tu cuerpo ahora… señálame el lugar…-
Empecé a decir en un murmullo y lleve una de mis manos ofrecerla para que la tomara con una de las suyas.
-Pon mi mano justo donde desees que toque para calmar el arder de tu cuerpo…-
Di un apretón a su muslo con mi otra mano y busque su mirada, fijando los ojos en los suyos mientras que dejaba mi otra mano al alcance de una de las suyas, observándole, esperando cualquier reacción ante lo que decía y ante las caricias con las que siguió mi mano sobre su pierna.
Byou- Cliente
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Mientras golpeaba aquel vidrio pidiendo salir, me distraje de las acciones del otro que en ese momento poco me importaban y de manera repentina sentí mis manos siendo detenidas por las ajenas obligándome a mediante aquel agarre a voltearme en dirección al rostro del otro.
C-cal…mar…?
Pregunte tras escucharle y me asuste un poco al sentir sus manos en mis muslos; no es como si no estuviera acostumbrado a que me tocaran de forma pervertida pero nunca lo habían hecho en el estado en el que estaba y no tener el control de mi cuerpo me molestaba y claro que me asustaba. Aunque quisiera tratar de quitarlo de su posición, mis movimientos bueno más bien los de mis piernas eran bastante torpes ya que conforme iba pasando el tiempo sentía mis músculos mas relajados por lo que “pesaban”. De forma inevitable solté un par de gemidos cuando su mano recorrió uno de mis muslos al mismo tiempo que sus labios hacían lo mismo en el contrario; a pesar de que no había una gran cantidad de aire que entrara en aquel coche, cuando mis piernas quedaron descubiertas sentí como si una fresca brisa golpeara la piel de las mismas, provocando que la piel se me erizara y un gemido un tanto más audible se me escapara.
No puse atención a sus preguntas; solo pude escucharlas como un eco lejano y apenas y las había alcanzado a comprender pero opte por no contestar ninguna y como pude tras sentir el suave y lento deslice de mi ropa interior, trate de fijar la mirada en sus acciones, de pedirle que se detuviera pero el otro parecía no escuchar y lo peor fue que en aquel momento en el que su lengua recorrió la longitud de mi miembro y al succionar la parte de mi glande no pude evitar soltar un audible y vergonzoso gemido entre el cual echaba mi cabeza hacia atrás sintiendo esta restregarse contra la ventana.
Desvié la mirada de sus acciones aunque aun podía sentir el recorrido de una de sus manos sobre mi muslo, lentamente la transpiración de mi cuerpo empezó a ser mayor y empezaba a fastidiarme el calor que no paraba de subir, pero no es como si fuera a quitarme el abrigo para darle gusto al otro pervertido. Lleve mis manos a rodear el osito con fuerza presionándolo contra mí y no queriendo soltarlo y una vez que la mano del otro se encontró al alcance de las mías esperando que le enseñara donde me gustaba que me tocaran~~, le mire con un dejo de molestia ya que no podía creer que el pensara que sería tan sencillo que cooperara después de su abuso, porque eso había sido; un abuso de su parte meter drogas en mi boca y obligarme a tragarlas.
Sin importar la atención que mi cuerpo pedía mientras aun tuviera un poco de juicio me iba a negar rotundamente a entrar en su juego; desafiaría los límites hasta los que podía llegar antes de sucumbir al ficticio placer… Levante una de mis manos aparentando tomar la suya y como pude golpee su mano haciéndola a un lado para que retirara su ofrecimiento y ya que no encontré otro modo de quitármelo de “encima”, tome al osito por los costados de su pancita y lo levante para golpear varias veces el rostro del otro mientras le decía que no se me acercara, lo cual le obligo a quedar sentado sobre su asiento medio enderezado; olvidando por completo esa posición entre mis piernas.
Acerque el osito a mi cuerpo con uno de mis brazos y con el libre; lleve mi mano a mi falda la cual baje, cubriendo la desnudez de mis muslos y como pude me voltee para quedar de lado en la posición en la que estaba y lentamente con el empuje de mis piernas y la ayuda de mis manos me fui recorriendo en el asiento para quedar lo mas que podía pegado a la puerta, hecho bolita y mirando hacia la ventana sin querer mirar al otro tramposo pervertido.
Apreté fuertemente el osito entre mis manos aunque aun soltaba pequeños y tenues gemidos por el roce de la tela de mi vestido con mi entrepierna y pude notar que debido a la sensación de necesidad mi cuerpo había empezado a temblar como si tuviera frio sin embargo no era eso… era la ansiedad que se producía en mi interior por ser tocado; la misma que trataba de nublar mi juicio y de convencerme de ceder ante el otro.
C-cal…mar…?
Pregunte tras escucharle y me asuste un poco al sentir sus manos en mis muslos; no es como si no estuviera acostumbrado a que me tocaran de forma pervertida pero nunca lo habían hecho en el estado en el que estaba y no tener el control de mi cuerpo me molestaba y claro que me asustaba. Aunque quisiera tratar de quitarlo de su posición, mis movimientos bueno más bien los de mis piernas eran bastante torpes ya que conforme iba pasando el tiempo sentía mis músculos mas relajados por lo que “pesaban”. De forma inevitable solté un par de gemidos cuando su mano recorrió uno de mis muslos al mismo tiempo que sus labios hacían lo mismo en el contrario; a pesar de que no había una gran cantidad de aire que entrara en aquel coche, cuando mis piernas quedaron descubiertas sentí como si una fresca brisa golpeara la piel de las mismas, provocando que la piel se me erizara y un gemido un tanto más audible se me escapara.
No puse atención a sus preguntas; solo pude escucharlas como un eco lejano y apenas y las había alcanzado a comprender pero opte por no contestar ninguna y como pude tras sentir el suave y lento deslice de mi ropa interior, trate de fijar la mirada en sus acciones, de pedirle que se detuviera pero el otro parecía no escuchar y lo peor fue que en aquel momento en el que su lengua recorrió la longitud de mi miembro y al succionar la parte de mi glande no pude evitar soltar un audible y vergonzoso gemido entre el cual echaba mi cabeza hacia atrás sintiendo esta restregarse contra la ventana.
Desvié la mirada de sus acciones aunque aun podía sentir el recorrido de una de sus manos sobre mi muslo, lentamente la transpiración de mi cuerpo empezó a ser mayor y empezaba a fastidiarme el calor que no paraba de subir, pero no es como si fuera a quitarme el abrigo para darle gusto al otro pervertido. Lleve mis manos a rodear el osito con fuerza presionándolo contra mí y no queriendo soltarlo y una vez que la mano del otro se encontró al alcance de las mías esperando que le enseñara donde me gustaba que me tocaran~~, le mire con un dejo de molestia ya que no podía creer que el pensara que sería tan sencillo que cooperara después de su abuso, porque eso había sido; un abuso de su parte meter drogas en mi boca y obligarme a tragarlas.
Sin importar la atención que mi cuerpo pedía mientras aun tuviera un poco de juicio me iba a negar rotundamente a entrar en su juego; desafiaría los límites hasta los que podía llegar antes de sucumbir al ficticio placer… Levante una de mis manos aparentando tomar la suya y como pude golpee su mano haciéndola a un lado para que retirara su ofrecimiento y ya que no encontré otro modo de quitármelo de “encima”, tome al osito por los costados de su pancita y lo levante para golpear varias veces el rostro del otro mientras le decía que no se me acercara, lo cual le obligo a quedar sentado sobre su asiento medio enderezado; olvidando por completo esa posición entre mis piernas.
Acerque el osito a mi cuerpo con uno de mis brazos y con el libre; lleve mi mano a mi falda la cual baje, cubriendo la desnudez de mis muslos y como pude me voltee para quedar de lado en la posición en la que estaba y lentamente con el empuje de mis piernas y la ayuda de mis manos me fui recorriendo en el asiento para quedar lo mas que podía pegado a la puerta, hecho bolita y mirando hacia la ventana sin querer mirar al otro tramposo pervertido.
Apreté fuertemente el osito entre mis manos aunque aun soltaba pequeños y tenues gemidos por el roce de la tela de mi vestido con mi entrepierna y pude notar que debido a la sensación de necesidad mi cuerpo había empezado a temblar como si tuviera frio sin embargo no era eso… era la ansiedad que se producía en mi interior por ser tocado; la misma que trataba de nublar mi juicio y de convencerme de ceder ante el otro.
Hina- 5 de Corazones
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Con una clara sonrisa llena de perversión en mi rostro, esperaba que tomase mi mano para hacer lo que le había indicado, pero por el contrario de ello, su pequeña mano empujo la mía, negándose a acatar lo que había… ordenado, por que cualquier cosa que yo pedía era eso, una orden que sin importar quien o que fuera, debía ser cumplida pero aquel chico había cometido quizá el peor error de la noche al golpear mi mano y no solo eso, al atreverse a golpearme con aquel juguete que sostenía en sus manos y que dado la fuerza de aquellos golpes que obviamente no eran para lastimar en absoluto, me senté nuevamente en mi asiento observándole, viendo como se cubría y se protegía con ayuda de aquel oso.
Solté una sonora carcajada y me quite con total calma el abrigo que llevaba, arrojando este al asiento trasero del coche para quedarme únicamente con mi delgada camisa, la cual estaba abierta hasta la mitad de mi pecho. Me relamí los labios y en suaves caricias subí con solo la yema de algunos de mis dedos por sus costados, contorneado la forma de su cuerpo en aquella divertida posición hasta llegar finalmente hasta su cabeza, donde entre mis dedos, girándoles un poco enrede de sus largos y rubios cabellos.
-Es una lastima que un chico tan lindo como tu no sepa comportarse obedientemente, si te soy sincero me abría gustado que esto continuara con tu total cooperación, así quizá, no hubiera tenido que lastimarte…-
Termine de hablar, poniéndole énfasis a mi ultima palabra al mismo tiempo que tiraba de sus cabellos para levantarle, llevando con este fuerte agarre su rostro frente al mío para fijar la mirada en la suya mostrándole la amplia sonrisa que tenia sobre mis labios.
-Aunque debo decir que mejor para mí, me das un motivo para hacerlo y me haces mas divertido mi juego…-
Me acerque a dar una descarada lamida a una de sus mejillas y di un fuerte tirón de sus cabellos para que aquel dolor le distrajera un poco y con mi mano libre tome el juguete de sus brazos para arrancarlo de estos.
-Y ya que al parecer tu “amigo” es algo agresivo, te lo voy a regresar solo si te portas bien…-
Solté sus cabellos con brusquedad arrojándole contra la puerta del coche y antes de que reaccionase ante aquel golpe, de mi bolsillo saque una pequeña navaja multiusos. De entre las cosas que tenia aquel objeto, me limite a sacar únicamente unas pequeñas tijeras que lleve directamente al cuello de aquel juguete donde había un pequeño listón.
-Te daré una orden mas, estas de suerte, me estoy divirtiendo y no suelo darle segundas oportunidades a quien no me obedece…-
Comencé a hablar mientras que le recorría con la mirada y relamía mis labios un par de veces y mientras aquello, me acomodaba en mi asiento, recargándome cómodamente en y de mejor manera para observarle mientras que continuaba hablando.
-Ya que no aceptaste la gran oportunidad que te di para que yo te tocara… pues ahora lo harás tu solo y pobre de tu “amigo” si te llegas a negar o haces algo que no me guste porque…-
Pase aquellas pequeñas tijeras por debajo del listón de aquel oso y sin pensarlo mucho, importándome poco que tan importante fuese para él corte el mismo de un solo movimiento, para luego tomar el pequeño listón y arrojárselo al rubio.
-“Él” lo va a pagar mas caro que tu y creo que te gusta mucho abrazarle ¿No? No creo que desees hacerlo con el en varias y pequeñas… partes…-
Solté una fuerte risa y con las tijeras empecé a recorrer la cabeza del juguete hasta posar estas sobre una de sus orejas donde mientras esperaba que aquel chico empezara con lo que había ordenado, hacia leves ademanes amenazando con cortar la pequeña oreja de su juguete.
Solté una sonora carcajada y me quite con total calma el abrigo que llevaba, arrojando este al asiento trasero del coche para quedarme únicamente con mi delgada camisa, la cual estaba abierta hasta la mitad de mi pecho. Me relamí los labios y en suaves caricias subí con solo la yema de algunos de mis dedos por sus costados, contorneado la forma de su cuerpo en aquella divertida posición hasta llegar finalmente hasta su cabeza, donde entre mis dedos, girándoles un poco enrede de sus largos y rubios cabellos.
-Es una lastima que un chico tan lindo como tu no sepa comportarse obedientemente, si te soy sincero me abría gustado que esto continuara con tu total cooperación, así quizá, no hubiera tenido que lastimarte…-
Termine de hablar, poniéndole énfasis a mi ultima palabra al mismo tiempo que tiraba de sus cabellos para levantarle, llevando con este fuerte agarre su rostro frente al mío para fijar la mirada en la suya mostrándole la amplia sonrisa que tenia sobre mis labios.
-Aunque debo decir que mejor para mí, me das un motivo para hacerlo y me haces mas divertido mi juego…-
Me acerque a dar una descarada lamida a una de sus mejillas y di un fuerte tirón de sus cabellos para que aquel dolor le distrajera un poco y con mi mano libre tome el juguete de sus brazos para arrancarlo de estos.
-Y ya que al parecer tu “amigo” es algo agresivo, te lo voy a regresar solo si te portas bien…-
Solté sus cabellos con brusquedad arrojándole contra la puerta del coche y antes de que reaccionase ante aquel golpe, de mi bolsillo saque una pequeña navaja multiusos. De entre las cosas que tenia aquel objeto, me limite a sacar únicamente unas pequeñas tijeras que lleve directamente al cuello de aquel juguete donde había un pequeño listón.
-Te daré una orden mas, estas de suerte, me estoy divirtiendo y no suelo darle segundas oportunidades a quien no me obedece…-
Comencé a hablar mientras que le recorría con la mirada y relamía mis labios un par de veces y mientras aquello, me acomodaba en mi asiento, recargándome cómodamente en y de mejor manera para observarle mientras que continuaba hablando.
-Ya que no aceptaste la gran oportunidad que te di para que yo te tocara… pues ahora lo harás tu solo y pobre de tu “amigo” si te llegas a negar o haces algo que no me guste porque…-
Pase aquellas pequeñas tijeras por debajo del listón de aquel oso y sin pensarlo mucho, importándome poco que tan importante fuese para él corte el mismo de un solo movimiento, para luego tomar el pequeño listón y arrojárselo al rubio.
-“Él” lo va a pagar mas caro que tu y creo que te gusta mucho abrazarle ¿No? No creo que desees hacerlo con el en varias y pequeñas… partes…-
Solté una fuerte risa y con las tijeras empecé a recorrer la cabeza del juguete hasta posar estas sobre una de sus orejas donde mientras esperaba que aquel chico empezara con lo que había ordenado, hacia leves ademanes amenazando con cortar la pequeña oreja de su juguete.
Byou- Cliente
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Me estremecí al escuchar su sonora carcajada resonar dentro del coche y sin mirarle me quede quieto; bueno en si temblado pero esos movimientos no eran intencionales. Ya que no ponía atención a sus acciones si no a el delicioso roce que la tela de mi vestido tenia con mi miembro y la cual me hacia ahogar gemidos… De forma repentina sentí unas punzadas de dolor en mi cabeza, provocadas por el fuerte agarrar de una de sus manos en mi cabello. Solté un vergonzoso quejido por que así como el placer, el dolor se volvía mucho más perceptible ya que cada parte de mi cuerpo se encontraba en su punto máximo de sensibilidad.
Trataba de escuchar y entender sus palabras pero las únicas palabras que comprendí y alcance a escuchar claramente fueron “tu total cooperación” y “no hubiera tenido que lastimarte” y debido a que la ultima de aquellas palabras estaba remarcada de tal manera que me daba a entender que eso era precisamente lo que deseaba, temblé de forma notable de solo pensar en que un simple extraño tuviera como primer instinto el de lastimarme. Sentí su respiración chocar contra mi rostro y pude ver su rostro borroso frente al mío ya que tenía los ojos empapados de lagrimas por la ansiedad que sentía mi cuerpo. Otra vez las palabras se escuchaban como ecos lejanos que apenas y alcance a entender y de forma repentina sentí su lengua sobre mi mejilla, a lo cual intente ladear mi rostro evitando que esta siguiera “tocándome” sin embargo el dolor que me causo su mano al tirar con más fuerza de mi cabello me hizo distraerme y soltar un quejido mas al tiempo que aflojaba el agarre que tenia sobre el osito por lo que el otro se aprovecho de ello para arrancarlo de mis brazos.
De forma repentina sentí el golpear de mi espalda contra la puerta del coche al mismo tiempo del de mi cabeza contra el vidrio; lo cual me causo un fuerte dolor y un breve aturdimiento del cual tarde un poco en recuperarme, me acomode sobre el asiento a manera de quedar arrodillado en el mismo mientras sobaba la parte trasera de mi cabeza. Observe al otro cortar aquel listón que el oso llevaba en el cuello y estuve a punto de sollozar para que me lo devolviera ya que, si, yo recibía muchos regalos… vestidos, zapatos, joyas y demás pero jamás alguien me había regalado algo de… mi edad. Por lo que ese oso era especial pero yo tenía una dignidad y temperamento que no se doblegaban ante quien no querían. Pensé la petición del otro durante unos instantes y seguí con mis ojos atentamente el movimiento de sus tijeras. Como siempre si quería algo iba a tener que ganármelo e igualmente como siempre mi cuerpo era quien me daría eso que yo quería.
Me quede arrodillado sobre el asiento sin embargo note como para mis acciones el abrigo me estorbaba además de que sentía mucho calor a pesar de estar sudando frio. Lleve mis temblorosas manos a los tres grandes botones del abrigo y los desabroche para poder retirar este con bastante trabajo ya que cada parte de mi cuerpo temblaba en necesidad y yo aun no era capaz de calmar la misma. Avente mi abrigo a la parte trasera del auto dejando a la vista el hermoso vestido que llevaba, claramente una mala elección para tal día. Abrí las piernas cuanto el asiento me lo permitió ya que necesitaba estar recargado sobre algo y por una de mis piernas empecé a subir una de mis manos acariciando la piel desnuda de mi muslo y al ir subiendo mi mano por este, el vestido también se fue levantando, hasta dejar una clara vista de mi entrepierna, lugar en el cual toma mi miembro y empecé a masturbar este lentamente mientras mi otra mano se paseaba por mi pecho, acariciando mis pezones por sobre la delgada y fina tela de la parte superior del vestido. La ansiedad crecía cada vez mas y esa necesidad de contacto fue tan grande que sin dudarlo lleve mi mano a desabotonar la parte superior del vestido abriéndole todo lo que podía sin desfajar la blusa para seguido de ello meter mis dedos entre la abertura de la misma y tocar directamente uno de mis pezones, presionándole entre mis dedos y tirando suavemente del mismo sin dejar los movimientos sobre mi miembro… y ahora que ya calmaba tan solo un poco mi ansiedad ponía más atención a las acciones de el otro, notando como su mirada estaba más concentrada en mis manos que en mi mirada que le vigilaba.
De un momento a otro entre mis pequeños gemidos note la distracción del otro momento en el que retire mis manos de golpe de mi cuerpo y recargue una de ellas sobre la cabeza del asiento para con la misma empujarme hacia adelante y aplastar al otro obligando a que el oso y las tijeras se fueran contra su pecho, metí las manos lo más rápido que pude y arranque el oso de su brazo para lanzarle a la parte trasera del auto justo debajo de la ventana trasera del mismo y con mi otra mano tome la del hombre que tenia las tijeras en la mano y debido a que se aferraba a ellas con fuerza lleve su mano a mi boca para propinarle una fuerte mordida consiguiendo que el artefacto saliera de su mano y le tome con la mía para aventarle también hacia el asiento trasero dejándola perdida por el suelo o alguna parte de este. Tome al otro por la camisa, jaloneándole para obligarle a enderezarse ya que no me convenía que el ir hacia atrás fuera una posibilidad o al menos no una sencilla y sin pensarlo me subí sobre el dejando mis rodillas a los costados de sus caderas e inevitablemente sentándome sobre sus muslos para mas tarde con mis manos empezar a golpear su pecho mientras decía con una voz temblorosa y entrecortada.
-Pervertido!!! Sucio!!!Depravado!!! Degenerado!!!Sin ahhhh!!-
Las palabras se me cortaron en un estruendoso gemido que fue a dar al oído del otro ya que mis manos se habían sentido débiles y se habían dejado caer recargadas sobre su pecho mientras mi cabeza se inclinaba hacia un costado de la suya; un roce de mi vestido había bastado para provocarme aquel gemido ya que ahora después de mis caricias estaba desesperado por el tacto de quien fuera. Me deje caer de lleno sobre el cuerpo del otro sin querer reduciendo el espacio entre nuestros cuerpos y al sentir su calor un gemido mas fue a dar contra su odio.
-Sin… sin..vergüen..za…-
Termine de pronunciar en casi un susurro que parecía como una súplica que terminaba convertida en intento de insulto y sin poder evitarlo mi cuerpo se había empezado a mover sobre el suyo restregándose contra el mismo mientras que mas gemidos iban a dar contra su oído y al tiempo que pequeñas lagrimas resbalaban por mis ojos anunciando que mis acciones finalmente se vencían ante la necesidad de calmar todas aquellas atenciones que pedía mi cuerpo, cosa que estaba seguro el otro no iba a complacer después de tanta “rebeldía” de mi parte.
Trataba de escuchar y entender sus palabras pero las únicas palabras que comprendí y alcance a escuchar claramente fueron “tu total cooperación” y “no hubiera tenido que lastimarte” y debido a que la ultima de aquellas palabras estaba remarcada de tal manera que me daba a entender que eso era precisamente lo que deseaba, temblé de forma notable de solo pensar en que un simple extraño tuviera como primer instinto el de lastimarme. Sentí su respiración chocar contra mi rostro y pude ver su rostro borroso frente al mío ya que tenía los ojos empapados de lagrimas por la ansiedad que sentía mi cuerpo. Otra vez las palabras se escuchaban como ecos lejanos que apenas y alcance a entender y de forma repentina sentí su lengua sobre mi mejilla, a lo cual intente ladear mi rostro evitando que esta siguiera “tocándome” sin embargo el dolor que me causo su mano al tirar con más fuerza de mi cabello me hizo distraerme y soltar un quejido mas al tiempo que aflojaba el agarre que tenia sobre el osito por lo que el otro se aprovecho de ello para arrancarlo de mis brazos.
De forma repentina sentí el golpear de mi espalda contra la puerta del coche al mismo tiempo del de mi cabeza contra el vidrio; lo cual me causo un fuerte dolor y un breve aturdimiento del cual tarde un poco en recuperarme, me acomode sobre el asiento a manera de quedar arrodillado en el mismo mientras sobaba la parte trasera de mi cabeza. Observe al otro cortar aquel listón que el oso llevaba en el cuello y estuve a punto de sollozar para que me lo devolviera ya que, si, yo recibía muchos regalos… vestidos, zapatos, joyas y demás pero jamás alguien me había regalado algo de… mi edad. Por lo que ese oso era especial pero yo tenía una dignidad y temperamento que no se doblegaban ante quien no querían. Pensé la petición del otro durante unos instantes y seguí con mis ojos atentamente el movimiento de sus tijeras. Como siempre si quería algo iba a tener que ganármelo e igualmente como siempre mi cuerpo era quien me daría eso que yo quería.
Me quede arrodillado sobre el asiento sin embargo note como para mis acciones el abrigo me estorbaba además de que sentía mucho calor a pesar de estar sudando frio. Lleve mis temblorosas manos a los tres grandes botones del abrigo y los desabroche para poder retirar este con bastante trabajo ya que cada parte de mi cuerpo temblaba en necesidad y yo aun no era capaz de calmar la misma. Avente mi abrigo a la parte trasera del auto dejando a la vista el hermoso vestido que llevaba, claramente una mala elección para tal día. Abrí las piernas cuanto el asiento me lo permitió ya que necesitaba estar recargado sobre algo y por una de mis piernas empecé a subir una de mis manos acariciando la piel desnuda de mi muslo y al ir subiendo mi mano por este, el vestido también se fue levantando, hasta dejar una clara vista de mi entrepierna, lugar en el cual toma mi miembro y empecé a masturbar este lentamente mientras mi otra mano se paseaba por mi pecho, acariciando mis pezones por sobre la delgada y fina tela de la parte superior del vestido. La ansiedad crecía cada vez mas y esa necesidad de contacto fue tan grande que sin dudarlo lleve mi mano a desabotonar la parte superior del vestido abriéndole todo lo que podía sin desfajar la blusa para seguido de ello meter mis dedos entre la abertura de la misma y tocar directamente uno de mis pezones, presionándole entre mis dedos y tirando suavemente del mismo sin dejar los movimientos sobre mi miembro… y ahora que ya calmaba tan solo un poco mi ansiedad ponía más atención a las acciones de el otro, notando como su mirada estaba más concentrada en mis manos que en mi mirada que le vigilaba.
De un momento a otro entre mis pequeños gemidos note la distracción del otro momento en el que retire mis manos de golpe de mi cuerpo y recargue una de ellas sobre la cabeza del asiento para con la misma empujarme hacia adelante y aplastar al otro obligando a que el oso y las tijeras se fueran contra su pecho, metí las manos lo más rápido que pude y arranque el oso de su brazo para lanzarle a la parte trasera del auto justo debajo de la ventana trasera del mismo y con mi otra mano tome la del hombre que tenia las tijeras en la mano y debido a que se aferraba a ellas con fuerza lleve su mano a mi boca para propinarle una fuerte mordida consiguiendo que el artefacto saliera de su mano y le tome con la mía para aventarle también hacia el asiento trasero dejándola perdida por el suelo o alguna parte de este. Tome al otro por la camisa, jaloneándole para obligarle a enderezarse ya que no me convenía que el ir hacia atrás fuera una posibilidad o al menos no una sencilla y sin pensarlo me subí sobre el dejando mis rodillas a los costados de sus caderas e inevitablemente sentándome sobre sus muslos para mas tarde con mis manos empezar a golpear su pecho mientras decía con una voz temblorosa y entrecortada.
-Pervertido!!! Sucio!!!Depravado!!! Degenerado!!!Sin ahhhh!!-
Las palabras se me cortaron en un estruendoso gemido que fue a dar al oído del otro ya que mis manos se habían sentido débiles y se habían dejado caer recargadas sobre su pecho mientras mi cabeza se inclinaba hacia un costado de la suya; un roce de mi vestido había bastado para provocarme aquel gemido ya que ahora después de mis caricias estaba desesperado por el tacto de quien fuera. Me deje caer de lleno sobre el cuerpo del otro sin querer reduciendo el espacio entre nuestros cuerpos y al sentir su calor un gemido mas fue a dar contra su odio.
-Sin… sin..vergüen..za…-
Termine de pronunciar en casi un susurro que parecía como una súplica que terminaba convertida en intento de insulto y sin poder evitarlo mi cuerpo se había empezado a mover sobre el suyo restregándose contra el mismo mientras que mas gemidos iban a dar contra su oído y al tiempo que pequeñas lagrimas resbalaban por mis ojos anunciando que mis acciones finalmente se vencían ante la necesidad de calmar todas aquellas atenciones que pedía mi cuerpo, cosa que estaba seguro el otro no iba a complacer después de tanta “rebeldía” de mi parte.
Hina- 5 de Corazones
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Con una amplia sonrisa de satisfacción, me di el lujo de ver como se deshacía de su abrigo y empezaba con lo que había ordenado. Claro, era obvio que en mis manos estaba su juguete y lo hacia por eso, pero poco me importaba realmente el hecho, o las acciones que tuviera que hacer para obtener lo que quería si tenia que darle un par de las piezas de su oso, mutiladas por mis tijeras, así seria. Me relamí los labios un par de veces y entre ellas, deje que mi lengua quedara asomándose por entre mis labios mientras que mi rostro y ojos se movían junto con sus manos, siguiéndoles a detalle para no perder de vista ninguno de sus movimientos; los cuales, me aseguraban que a pesar su apariencia no era ningún… inexperto.
Aquello me facilitaba las cosas, tenia a alguien a mi merced y no a alguien que tendría que enseñarle como moverse por la verdad no lo estaba haciendo nada mal, añadiéndole el hecho de que aquella pastilla no le dejaba muchas opciones ya que por mas forzados que fuesen sus movimientos, estaba seguro de que todos eran casi innecesarios y se convertían en inútiles contra el calor y la excitación que seguramente sentía.
Concentrado en tan… placentero espectáculo, distraído observando las reacciones de su cuerpo al tocarse y confiado de que no haría nada que no le pidiera dado mi pequeño “rehén” el repentino empuje de su cuerpo contra el mío me tomo por sorpresa y fue por esta misma que sin quererlo, permití que su juguete fuera arrancado de mis manos y lo que era peor aun, que se atreviera a morder una de estas para quitarme mi navaja y con ella, las pequeñas tijeras que se añadían a la misma. Bufe completamente molesto por aquello, ignorando la marca que habían dejado sus dientes en mi mano, solo para seguir por soltar apenas un quejido por ese sentón sobre mis muslos.
Un claro mohín deformo mi rostro mientras que le escuchaba y recibía esos insignificantes golpes en mi pecho de sus pequeñas manos, los cuales me hicieron cambiar mi semblante molesto por uno de total diversión, ya que eso no me hacia mas difícil la diversión, al contrario la hacia mas grande y provechosa sobre todo cuando ese gemido salió de entre sus labios directamente en mi oído. Sin necesidad de ninguna acción por parte mía su cuerpo empezó a moverse sobre el mío, era más que obvio que este ya estaba sucumbiendo ante los efectos de mi pequeño dulce y eso me lo aseguraba con cada delicioso gemido que soltaba en mi oído.
-Oh~~Parece que alguien ya se va a portar bien para… jugar…-
Musite contra su oído dada la posición que teníamos y sobre el filo de su oreja pase solo la punta de mi lengua mientras que mis manos iban directamente a sus glúteos. Le di un par de fuertes apretones a estos, antes de tomar entre mis dedos la falda de su vestido para levantarla hasta poder pasar mis manos por debajo de esta y dar un contacto más directo a su trasero con mis manos. Entre cada una de ellas, tome sus glúteos y comencé a abrirles con fuerza, a empujarle contra mi por medio de ese agarre para que su entrepierna fuera a refregarse con la propia de manera insistente, a sabiendas de lo despierto que ya estaba su miembro.
-Pero no voy a pasar por alto, las veces que te portaste mal, lindura, la mordida y tus golpes, además de que no completaste mi primera orden….-
Empecé a negar con la cabeza mientras hablaba y no dejaba de empujar su cuerpo contra el mío, sin dejar de apretar sus glúteos entre mis dedos, clavando en la blanquecina piel de estos mis uñas y entre aquellos movimientos baje mis labios a su cuello para dar pequeños besos en este, acompañados de un par de lamidas y algunas succiones que marcaban la piel del mismo.
-Por eso tendrás un castigo…-
Susurre divertido contra su piel y alzando la mirada mientras que me empujaba contra él, manteniendo sus glúteos abiertos, ubique la palanca de velocidades y así como él lo había hecho hacia un momento, de un momento a otro y antes de que pudiese reaccionar, acomode esta en su entrada y le deje caer de un sentón llevando a que esta entrara en él de un solo golpe. La palanca de mi coche, no era de un ancho muy grande, si acaso pasaba por si acaso uno o medio centímetro el de un miembro promedio, pero lo interesante de esta era que toda su longitud era algo curveada, por lo que estaba seguro de que si no era la intromisión de esta de golpe lo que le lastimara, seguramente su forma si lo haría en su interior.
Sin esperar a que siquiese se acostumbrara a aquella repentina penetración, acomode uno de mis brazos para poder rodear su cintura y aferrando esta con fuerza empecé a subir y bajar su cuerpo por aquella palanca, embistiéndole con ella mientras que llevaba mi mano suelta a entre ambos, por debajo de su falda, para tomar su palpitante miembro entre ella y empezar a masturbarle de manera frenética, llenado rápidamente mis dedos de su pre seminal mientras que continuaba maniobrando su cuerpo con mi brazo en su cintura para que continuara dándose sentones sobre la palanca de velocidades, yendo cada vez mas rápido, mientras que mis labios atacaban su cuello entre mordidas y succiones.
Aquello me facilitaba las cosas, tenia a alguien a mi merced y no a alguien que tendría que enseñarle como moverse por la verdad no lo estaba haciendo nada mal, añadiéndole el hecho de que aquella pastilla no le dejaba muchas opciones ya que por mas forzados que fuesen sus movimientos, estaba seguro de que todos eran casi innecesarios y se convertían en inútiles contra el calor y la excitación que seguramente sentía.
Concentrado en tan… placentero espectáculo, distraído observando las reacciones de su cuerpo al tocarse y confiado de que no haría nada que no le pidiera dado mi pequeño “rehén” el repentino empuje de su cuerpo contra el mío me tomo por sorpresa y fue por esta misma que sin quererlo, permití que su juguete fuera arrancado de mis manos y lo que era peor aun, que se atreviera a morder una de estas para quitarme mi navaja y con ella, las pequeñas tijeras que se añadían a la misma. Bufe completamente molesto por aquello, ignorando la marca que habían dejado sus dientes en mi mano, solo para seguir por soltar apenas un quejido por ese sentón sobre mis muslos.
Un claro mohín deformo mi rostro mientras que le escuchaba y recibía esos insignificantes golpes en mi pecho de sus pequeñas manos, los cuales me hicieron cambiar mi semblante molesto por uno de total diversión, ya que eso no me hacia mas difícil la diversión, al contrario la hacia mas grande y provechosa sobre todo cuando ese gemido salió de entre sus labios directamente en mi oído. Sin necesidad de ninguna acción por parte mía su cuerpo empezó a moverse sobre el mío, era más que obvio que este ya estaba sucumbiendo ante los efectos de mi pequeño dulce y eso me lo aseguraba con cada delicioso gemido que soltaba en mi oído.
-Oh~~Parece que alguien ya se va a portar bien para… jugar…-
Musite contra su oído dada la posición que teníamos y sobre el filo de su oreja pase solo la punta de mi lengua mientras que mis manos iban directamente a sus glúteos. Le di un par de fuertes apretones a estos, antes de tomar entre mis dedos la falda de su vestido para levantarla hasta poder pasar mis manos por debajo de esta y dar un contacto más directo a su trasero con mis manos. Entre cada una de ellas, tome sus glúteos y comencé a abrirles con fuerza, a empujarle contra mi por medio de ese agarre para que su entrepierna fuera a refregarse con la propia de manera insistente, a sabiendas de lo despierto que ya estaba su miembro.
-Pero no voy a pasar por alto, las veces que te portaste mal, lindura, la mordida y tus golpes, además de que no completaste mi primera orden….-
Empecé a negar con la cabeza mientras hablaba y no dejaba de empujar su cuerpo contra el mío, sin dejar de apretar sus glúteos entre mis dedos, clavando en la blanquecina piel de estos mis uñas y entre aquellos movimientos baje mis labios a su cuello para dar pequeños besos en este, acompañados de un par de lamidas y algunas succiones que marcaban la piel del mismo.
-Por eso tendrás un castigo…-
Susurre divertido contra su piel y alzando la mirada mientras que me empujaba contra él, manteniendo sus glúteos abiertos, ubique la palanca de velocidades y así como él lo había hecho hacia un momento, de un momento a otro y antes de que pudiese reaccionar, acomode esta en su entrada y le deje caer de un sentón llevando a que esta entrara en él de un solo golpe. La palanca de mi coche, no era de un ancho muy grande, si acaso pasaba por si acaso uno o medio centímetro el de un miembro promedio, pero lo interesante de esta era que toda su longitud era algo curveada, por lo que estaba seguro de que si no era la intromisión de esta de golpe lo que le lastimara, seguramente su forma si lo haría en su interior.
Sin esperar a que siquiese se acostumbrara a aquella repentina penetración, acomode uno de mis brazos para poder rodear su cintura y aferrando esta con fuerza empecé a subir y bajar su cuerpo por aquella palanca, embistiéndole con ella mientras que llevaba mi mano suelta a entre ambos, por debajo de su falda, para tomar su palpitante miembro entre ella y empezar a masturbarle de manera frenética, llenado rápidamente mis dedos de su pre seminal mientras que continuaba maniobrando su cuerpo con mi brazo en su cintura para que continuara dándose sentones sobre la palanca de velocidades, yendo cada vez mas rápido, mientras que mis labios atacaban su cuello entre mordidas y succiones.
Byou- Cliente
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Un tembloroso y tenue gemido se escapo de mis labios tras escuchar sus palabras tan cerca de mi oído y a pesar de que parecía una burla no pude detener esos movimientos que mi cuerpo hacia sobre el de el otro, un escalofrió recorrió mi espalda tras sentir la punta de su lengua en el filo de mi oreja y me atrevía a cerrar mis manos en forma de puño, tomando un par de trozos de la tela de su camisa entre mis manos y arrugándoles al cerrar las mismas.
Quejidos entrecortados no tardaron en salir con continuidad de mis labios mientras sus manos jugaban con mis glúteos entre las mismas, primero por encima de la falda de mi vestido y mas tarde levantando la misma para deshacerse de aquel “estorbo”. Mientras los pequeños roces de mi miembro con la entrepierna del otro me distraían apenas y logre escuchar sus palabras que nuevamente apenas y había logrado entender y aquello que había comprendido no me agradaba demasiado. Quejidos mucho más agudos y por sobre todo infantiles salían de mis labios al sentir aquellas uñas clavándose en mi piel, pero justo en ese momento me sentía más frustrado por los sonidos proferidos por mi boca que por las acciones del otro; ya que me apenaba tanto en esos instantes ese dejo de infantilidad que a pesar de mi “experiencia” no desaparecía de entre los gemidos. Levante el rostro mientras aquellos besos eran repartidos en mi cuello y me asuste un poco cuando la palabra castigo resonó en mis oídos por lo que trate de enfocar mi mirada en su rostro pero mi cuerpo no hacía nada que no le diera placer, por lo que obedecía muy pocas de las “ordenes” que le daba.
De un momento a otro sentí que por medio del agarre mantenido en mis glúteos fui acomodado de manera que de improvisto fui dejado caer bruscamente sobre la palanca de velocidades del coche, soltando un fuerte grito de entre dolor y placer aunque claramente más dolor ya que la figura irregular de aquel objeto me había hecho daño y aparte de todo no estaba preparado para una intromisión tan brusca. Debido al movimiento del otro me vi obligado a soltar su camisa de entre mis manos y deje las mismas en el aire, como si estuviesen rasguñando el mismo o intentaran encontrar algo en que apoyarse. Debido a mi posición me era muy complicado encontrar en donde recargar mis rodillas por lo que todo mi peso se dejaba caer sobre aquella palanca y el único que podía controlar los movimientos de mi cuerpo era aquel extraño que ahora rodeaba mi cintura para empezar a moverme sobre aquel objeto, obligándome a caer violentamente sobre el una y otra vez.
Levantaba mi rostro dejando mi vista sobre el techo del carro mientras que los besos y mordidas de sus labios y dientes eran repartidos por la piel de mi cuello, seguramente dejando un par de visibles marcas.
Ya que debido a la droga el placer y el dolor se sentían tan intensos los quejidos de dolor y los gemidos de placer eran endemoniadamente audibles y casi imposibles de callar, asemejándose a gritos descontrolados… Entre el coraje con el otro, el dolor y si tenía que aceptarlo el placer que podía sentir, varias lagrimas corrían desde mis ojos hasta mis mejillas y aunque ya no hacía nada para negarme a aquel “castigo” aun tenía unas ganas inmensas de golpearle, pero temblaba de una manera que no podía controlarme y lo mismo pasaba con los gritos y movimientos de mi cuerpo.
Odiaba no tener el control de mí, no poderme mover a gusto y ser solo la marioneta del otro, sentía su mano masturbar mi miembro y aunque fuese demasiado pronto igual le sentía palpitar entre su mano, ya que cada roce, cada apretón, cada ir y venir de su mano por mi longitud causaba cientos si no es que miles de choques eléctricos por todo mi cuerpo además de aquel objeto penetrándome que no era nada despreciable la sensación que causaba. El contraer de mis paredes se hacía tan continuo que parecía pedir acoplarse a la figura de aquella palanca y aunque para mi fuera ciertamente un tanto “increíble” esta también parecía tener pequeñas palpitaciones entre contracción y contracción… Mi espalda se arqueaba de manera brusca en repetidas ocasiones y mis manos habían conseguido recargarse sobre los hombros del otro clavando mis uñas ahí para desahogar tantas sensaciones que parecían no caber en mi. Pronto sentí esas palpitaciones en mi miembro empezar a ser mucho más continuas y sin pensarlo e incluso sin desearlo sentí el brusco salir de mi semilla a través de mi miembro mientras un casi alarido se escapaba de mis labios y mi orgasmo terminaba por llenar la mano del otro.
Baje la mirada para observarle con un dejo de reproche pero no dije nada porque en realidad no podía hacerlo, por lo que simplemente me quede jadeante esperando que sus movimientos cesaran aunque a pesar de haberme corrido no entendía porque seguía tan duro… o bueno mas bien no quería entender…
Quejidos entrecortados no tardaron en salir con continuidad de mis labios mientras sus manos jugaban con mis glúteos entre las mismas, primero por encima de la falda de mi vestido y mas tarde levantando la misma para deshacerse de aquel “estorbo”. Mientras los pequeños roces de mi miembro con la entrepierna del otro me distraían apenas y logre escuchar sus palabras que nuevamente apenas y había logrado entender y aquello que había comprendido no me agradaba demasiado. Quejidos mucho más agudos y por sobre todo infantiles salían de mis labios al sentir aquellas uñas clavándose en mi piel, pero justo en ese momento me sentía más frustrado por los sonidos proferidos por mi boca que por las acciones del otro; ya que me apenaba tanto en esos instantes ese dejo de infantilidad que a pesar de mi “experiencia” no desaparecía de entre los gemidos. Levante el rostro mientras aquellos besos eran repartidos en mi cuello y me asuste un poco cuando la palabra castigo resonó en mis oídos por lo que trate de enfocar mi mirada en su rostro pero mi cuerpo no hacía nada que no le diera placer, por lo que obedecía muy pocas de las “ordenes” que le daba.
De un momento a otro sentí que por medio del agarre mantenido en mis glúteos fui acomodado de manera que de improvisto fui dejado caer bruscamente sobre la palanca de velocidades del coche, soltando un fuerte grito de entre dolor y placer aunque claramente más dolor ya que la figura irregular de aquel objeto me había hecho daño y aparte de todo no estaba preparado para una intromisión tan brusca. Debido al movimiento del otro me vi obligado a soltar su camisa de entre mis manos y deje las mismas en el aire, como si estuviesen rasguñando el mismo o intentaran encontrar algo en que apoyarse. Debido a mi posición me era muy complicado encontrar en donde recargar mis rodillas por lo que todo mi peso se dejaba caer sobre aquella palanca y el único que podía controlar los movimientos de mi cuerpo era aquel extraño que ahora rodeaba mi cintura para empezar a moverme sobre aquel objeto, obligándome a caer violentamente sobre el una y otra vez.
Levantaba mi rostro dejando mi vista sobre el techo del carro mientras que los besos y mordidas de sus labios y dientes eran repartidos por la piel de mi cuello, seguramente dejando un par de visibles marcas.
Ya que debido a la droga el placer y el dolor se sentían tan intensos los quejidos de dolor y los gemidos de placer eran endemoniadamente audibles y casi imposibles de callar, asemejándose a gritos descontrolados… Entre el coraje con el otro, el dolor y si tenía que aceptarlo el placer que podía sentir, varias lagrimas corrían desde mis ojos hasta mis mejillas y aunque ya no hacía nada para negarme a aquel “castigo” aun tenía unas ganas inmensas de golpearle, pero temblaba de una manera que no podía controlarme y lo mismo pasaba con los gritos y movimientos de mi cuerpo.
Odiaba no tener el control de mí, no poderme mover a gusto y ser solo la marioneta del otro, sentía su mano masturbar mi miembro y aunque fuese demasiado pronto igual le sentía palpitar entre su mano, ya que cada roce, cada apretón, cada ir y venir de su mano por mi longitud causaba cientos si no es que miles de choques eléctricos por todo mi cuerpo además de aquel objeto penetrándome que no era nada despreciable la sensación que causaba. El contraer de mis paredes se hacía tan continuo que parecía pedir acoplarse a la figura de aquella palanca y aunque para mi fuera ciertamente un tanto “increíble” esta también parecía tener pequeñas palpitaciones entre contracción y contracción… Mi espalda se arqueaba de manera brusca en repetidas ocasiones y mis manos habían conseguido recargarse sobre los hombros del otro clavando mis uñas ahí para desahogar tantas sensaciones que parecían no caber en mi. Pronto sentí esas palpitaciones en mi miembro empezar a ser mucho más continuas y sin pensarlo e incluso sin desearlo sentí el brusco salir de mi semilla a través de mi miembro mientras un casi alarido se escapaba de mis labios y mi orgasmo terminaba por llenar la mano del otro.
Baje la mirada para observarle con un dejo de reproche pero no dije nada porque en realidad no podía hacerlo, por lo que simplemente me quede jadeante esperando que sus movimientos cesaran aunque a pesar de haberme corrido no entendía porque seguía tan duro… o bueno mas bien no quería entender…
Hina- 5 de Corazones
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Le escuchaba completamente satisfecho, cada tiemble de su cuerpo lo sentía entre mis brazos y cada queja y gemido resonaba delicioso en mis oídos, todo aquello me obligaba a ir mas rápido para tener mas de ello, levantaba su cuerpo hasta casi sacar por completo la palanca de su interior y cuando sentía que esta le abandonaba volvía a dejarle caer sobre ella penetrándole de una sola para arrancarle mas quejidos de sus rosados labios. Mi mano sobre su miembro continuaba moviéndose velozmente y entre ella apretujaba su glande sintiendo como lentamente todo su tronco empezaba a palpitar con mas fuerza anunciando su limite por lo que empecé a masturbarle rápidamente, corriendo por toda su longitud su caliente pre seminal al mismo tiempo que continuaba maniobrando su cuerpo para que este no dejara de moverse sobre aquella palanca.
Correspondí su mirada, con la única diferencia de que la mía era completamente divertida para con sus gestos contra mi, ya que eso mas que afectarme me daba mas motivos para hacer mas bruscos mis movimientos, a pesar de que los suyos como único desahogo fueran las presiones de sus manos en mis hombros, cosa que no me afectaba en lo mas mínimo. Las palpitaciones de su miembro empezaron a ser mas consecutivas y fuertes y dado el movimiento de su cuerpo y la agitación de su respiración, sabia que su idílico final estaba cerca y tras un par de movimientos mas por parte de mi mano, esta se vio completamente llena de su semilla que empezaba a escurrir entre mis dedos.
Sin embargo a pesar de su reciente orgasmo su miembro no sedería aun, este permanecería completamente erecto durante un rato mas gracias a aquel ‘dulce’ tan provechoso. Solté su miembro y lleve mi mano completamente llena de su semilla a mis labios donde con un total descaro limpie esta de entre mis dedos con mi lengua, hasta no dejar ninguna huella de su esencia en la misma y antes de que esta resbalara de mi garganta empuje mi rostro contra el suyo para arrebatarle un profundo y fogoso beso de sus labios, obligándole a probar de su propio orgasmo el cual se mezclaba entre las salivas de ambos mientras que también se encargaba de terminar con lo poco que le quedaba de respiración. Le deje completamente sentado sobre la palanca por un momento, permitiendo que aquel beso fuera en lo que cabía, tranquilo, pero así como me había encargado de penetrarle sorpresivamente con ella también me encargue de sacarla de la misma manera dándole un fuerte jalón hacia arriba a su cuerpo para que esta saliera de una sola de él.
-Esperemos que hayas aprendido la lección bonito…-
Susurre en sus labios y le di una rápida lamida a su mejilla por donde rodaba una pequeña lagrima y misma que limpie con mi lengua hasta acabar con un pequeño beso cerca de su ojo.
Con algo de trabajo comencé a empuja su cuerpo para que este avanzara hacia el asiento trasero del coche, pasando por entre los dos de adelante y sabiendo que su cuerpo estaría por demás tembloroso y de cierta manera, débil por su reciente orgasmo, le empuje con un poco de fuerza para que terminara de rodillas delante del asiento trasero, con su cara contra este y sus piernas apoyadas en el suelo del coche dejando su trasero ligeramente en alto. Al ver aquella excitante escena con una de mis manos empecé a acariciar de manera descarada el bulto de mi pantalón que era mi erecto miembro mientras que con la otra me encargaba de abrir mi pantalón para seguir por bajarle con todo y mis interiores y así dejar que mi miembro quedara libre. Me acomode ligeramente de rodillas, ya que aunque el espacio del coche era bastante sobre todo en la parte trasera, para dos era algo difícil, pero no por ello me daba la oportunidad de acomodarme de una manera beneficiosa, ya que mis caderas quedaban perfectamente a la altura de su trasero.
Con mis manos tome sus caderas y levante mas estos para darles descarados refriegues, sin importarme que fueran por encima de su falda, misma que comencé a jalonear para levantarle y así sus glúteos quedaran expuestos y entre los cuales con una de mis manos acomode mi miembro para empezar a “pasearlo” por entre los mismos, rosando en ocasiones su entrada con la punta de este. Con mi mano libre tome una fuerte cantidad de sus cabellos y levante su rostro para que este se recargara casi en mi pecho y así poder simplemente agachar el propio para poder susurrar en su oreja.
-Ahora te vas a mover para mi, pequeño y lo harás como me gusta, y vas a gemir mi nombre pidiendo por más o…-
Deje mi oración abierta y le di una lamida al filo de su oreja mientras con mi mano libre tomaba ambas suyas para someterles por las muñecas tras su espalda mientras que asegurando por sus cabellos que su cabeza quedara en esa posición, añadiéndole el hecho de que mis dientes se habían prensado de su oreja para que no alejar su rostro de donde le tenia, con mi ahora mano libre rebusque por debajo del asiento, en dirección de donde había caído mi navaja y para mi suerte no estaba muy lejos de mi mano, solo me basto el estírame un poco hacia abajo para alcanzarle y seguir por guardar las pequeñas tijeras y dar paso a que la navaja se asomara de entre los compartimentos.
Sosteniendo con fuerza sus muñecas con el uso de toda mi fuerza, además de que no tendría muchas oportunidades de forcejear dado lo tembloroso de su cuerpo y el hecho de que la pastilla comenzaba a avanzar mas en sus efectos por lo que seguramente estaba mas deseoso de que le penetrase que de tratar de liberarse; así que empecé a cortar a diestra y siniestra su vestido, dejando libre la piel de sus espalda y en esta fugaces cortes que dejaban líneas rojas sobre su blanquecina piel. De forma repentina y sin siquiera avisar con algún movimiento abalance mis caderas en su contra para dar una sola estocada a su entrada y así mi miembro entrara de lleno en él al mismo tiempo que me inclinaba sobre él llevando la navaja directamente a su cuello.
-…De nada habrá servido que salves a tu “amigo” si tú no estarás más para cuidarlo…-
Solté una leve risa con mofa en su oído y di una lamida a su mejilla antes de terminar de susurrar.
-Así que tendrás el honor de escuchar mi nombre, el mismo que debes usar para pedir mas pequeño, entre cada uno de tus gemidos…-
Lleve la navaja de su cuello, dándole un pequeño desliz en este antes de retirarla, amenazando con cortarle pero sin llegar a ello, simplemente tentando su miedo, para simplemente llevar a sus espaldas, donde puse la punta de la navaja y mientras agarraba con fuerza sus manos, continuaba.
-B.Y.O.U…~-
Hacia una pausa tras cada letra, dibujándola en su piel con ayuda de la navaja, para que mi nombre quedara arañado sobre esta y de las pequeñas líneas que formaban las letras comenzaran a salir pequeñas gotitas de sangre. Levante y deje la navaja en el cenicero del coche ubicado en la puerta, para con mi mano ahora libre empezar a dar severas nalgadas en uno de sus glúteos, una tras otra, dejaba caer mi mano con fuerza observando con diversión como la piel de este comenzaba a ponerse completamente roja mientras que yo me quedaba completamente quieto, con mi miembro completamente dentro de él.
-Anda, muévete…-
Dije en tono de orden mientras que sin importar cuanto ardiera mi mano tras esos severos golpes, continuaba dejándoles caer sobre su glúteo.
Correspondí su mirada, con la única diferencia de que la mía era completamente divertida para con sus gestos contra mi, ya que eso mas que afectarme me daba mas motivos para hacer mas bruscos mis movimientos, a pesar de que los suyos como único desahogo fueran las presiones de sus manos en mis hombros, cosa que no me afectaba en lo mas mínimo. Las palpitaciones de su miembro empezaron a ser mas consecutivas y fuertes y dado el movimiento de su cuerpo y la agitación de su respiración, sabia que su idílico final estaba cerca y tras un par de movimientos mas por parte de mi mano, esta se vio completamente llena de su semilla que empezaba a escurrir entre mis dedos.
Sin embargo a pesar de su reciente orgasmo su miembro no sedería aun, este permanecería completamente erecto durante un rato mas gracias a aquel ‘dulce’ tan provechoso. Solté su miembro y lleve mi mano completamente llena de su semilla a mis labios donde con un total descaro limpie esta de entre mis dedos con mi lengua, hasta no dejar ninguna huella de su esencia en la misma y antes de que esta resbalara de mi garganta empuje mi rostro contra el suyo para arrebatarle un profundo y fogoso beso de sus labios, obligándole a probar de su propio orgasmo el cual se mezclaba entre las salivas de ambos mientras que también se encargaba de terminar con lo poco que le quedaba de respiración. Le deje completamente sentado sobre la palanca por un momento, permitiendo que aquel beso fuera en lo que cabía, tranquilo, pero así como me había encargado de penetrarle sorpresivamente con ella también me encargue de sacarla de la misma manera dándole un fuerte jalón hacia arriba a su cuerpo para que esta saliera de una sola de él.
-Esperemos que hayas aprendido la lección bonito…-
Susurre en sus labios y le di una rápida lamida a su mejilla por donde rodaba una pequeña lagrima y misma que limpie con mi lengua hasta acabar con un pequeño beso cerca de su ojo.
Con algo de trabajo comencé a empuja su cuerpo para que este avanzara hacia el asiento trasero del coche, pasando por entre los dos de adelante y sabiendo que su cuerpo estaría por demás tembloroso y de cierta manera, débil por su reciente orgasmo, le empuje con un poco de fuerza para que terminara de rodillas delante del asiento trasero, con su cara contra este y sus piernas apoyadas en el suelo del coche dejando su trasero ligeramente en alto. Al ver aquella excitante escena con una de mis manos empecé a acariciar de manera descarada el bulto de mi pantalón que era mi erecto miembro mientras que con la otra me encargaba de abrir mi pantalón para seguir por bajarle con todo y mis interiores y así dejar que mi miembro quedara libre. Me acomode ligeramente de rodillas, ya que aunque el espacio del coche era bastante sobre todo en la parte trasera, para dos era algo difícil, pero no por ello me daba la oportunidad de acomodarme de una manera beneficiosa, ya que mis caderas quedaban perfectamente a la altura de su trasero.
Con mis manos tome sus caderas y levante mas estos para darles descarados refriegues, sin importarme que fueran por encima de su falda, misma que comencé a jalonear para levantarle y así sus glúteos quedaran expuestos y entre los cuales con una de mis manos acomode mi miembro para empezar a “pasearlo” por entre los mismos, rosando en ocasiones su entrada con la punta de este. Con mi mano libre tome una fuerte cantidad de sus cabellos y levante su rostro para que este se recargara casi en mi pecho y así poder simplemente agachar el propio para poder susurrar en su oreja.
-Ahora te vas a mover para mi, pequeño y lo harás como me gusta, y vas a gemir mi nombre pidiendo por más o…-
Deje mi oración abierta y le di una lamida al filo de su oreja mientras con mi mano libre tomaba ambas suyas para someterles por las muñecas tras su espalda mientras que asegurando por sus cabellos que su cabeza quedara en esa posición, añadiéndole el hecho de que mis dientes se habían prensado de su oreja para que no alejar su rostro de donde le tenia, con mi ahora mano libre rebusque por debajo del asiento, en dirección de donde había caído mi navaja y para mi suerte no estaba muy lejos de mi mano, solo me basto el estírame un poco hacia abajo para alcanzarle y seguir por guardar las pequeñas tijeras y dar paso a que la navaja se asomara de entre los compartimentos.
Sosteniendo con fuerza sus muñecas con el uso de toda mi fuerza, además de que no tendría muchas oportunidades de forcejear dado lo tembloroso de su cuerpo y el hecho de que la pastilla comenzaba a avanzar mas en sus efectos por lo que seguramente estaba mas deseoso de que le penetrase que de tratar de liberarse; así que empecé a cortar a diestra y siniestra su vestido, dejando libre la piel de sus espalda y en esta fugaces cortes que dejaban líneas rojas sobre su blanquecina piel. De forma repentina y sin siquiera avisar con algún movimiento abalance mis caderas en su contra para dar una sola estocada a su entrada y así mi miembro entrara de lleno en él al mismo tiempo que me inclinaba sobre él llevando la navaja directamente a su cuello.
-…De nada habrá servido que salves a tu “amigo” si tú no estarás más para cuidarlo…-
Solté una leve risa con mofa en su oído y di una lamida a su mejilla antes de terminar de susurrar.
-Así que tendrás el honor de escuchar mi nombre, el mismo que debes usar para pedir mas pequeño, entre cada uno de tus gemidos…-
Lleve la navaja de su cuello, dándole un pequeño desliz en este antes de retirarla, amenazando con cortarle pero sin llegar a ello, simplemente tentando su miedo, para simplemente llevar a sus espaldas, donde puse la punta de la navaja y mientras agarraba con fuerza sus manos, continuaba.
-B.Y.O.U…~-
Hacia una pausa tras cada letra, dibujándola en su piel con ayuda de la navaja, para que mi nombre quedara arañado sobre esta y de las pequeñas líneas que formaban las letras comenzaran a salir pequeñas gotitas de sangre. Levante y deje la navaja en el cenicero del coche ubicado en la puerta, para con mi mano ahora libre empezar a dar severas nalgadas en uno de sus glúteos, una tras otra, dejaba caer mi mano con fuerza observando con diversión como la piel de este comenzaba a ponerse completamente roja mientras que yo me quedaba completamente quieto, con mi miembro completamente dentro de él.
-Anda, muévete…-
Dije en tono de orden mientras que sin importar cuanto ardiera mi mano tras esos severos golpes, continuaba dejándoles caer sobre su glúteo.
Byou- Cliente
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Observe la forma en la que limpiaba mi semilla de sus dedos para más tarde de forma repentina recibir un beso de sus labios que tenía como propósito compartirme el sabor de mi orgasmo; a penas y logre medio corresponder el mismo ya que estaba más interesado en recuperar mi aliento que nada y sus labios sobre los míos solo me dificultaban aquello. Así como ese objeto había entrado en mí de manera sorpresiva, de igual manera fue su salida; la cual me obligo a soltar un quejido tanto por la forma en la que mi cuerpo fue removido de aquella cosa como por la sensación de vacío que aquella palanca había dejado.
Escuche sus palabras que poco me importaron ya que para mí eso no había parecido del todo un castigo. Deje que su lengua reemplazara con su saliva el camino de agua salada que una de mis lagrimas había trazado y al verme empujado hacia el asiento trasero, sin ninguna otra opción me moví de manera que pudiera pasarme sin problemas hacia el mismo, dejando mis manos recargadas sobre el asiento y acomodando mis rodillas en el suelo, buscando que el espacio no fuera un problema al acomodar mi cuerpo. Aproveche mi posición para reposar un rato así que al tener recargadas mis manos en el asiento trasero solo tuve que inclinar un poco mi cabeza para recargar la misma en mis brazos y cerrar los ojos por unos instantes, descansando de la agitación anterior y pensando que aquello podría calmar mi tembloroso cuerpo si quiera un poco.
De un momento a otro sentí su entrepierna restregarse en mi trasero en primera instancia por sobre mi falda para más tarde a base de jalones levantar la misma de manera que la piel desnuda de mis glúteos se frotara con la desnudez de su miembro. Aun así permanecí recargado sobre mis manos con los ojos cerrados, tan solo soltando pequeños suspiros que no podía evitar pero daba igual ya que no estaba en posición de gastar energías en algo tan inútil como reprimir los sonidos proferidos por mi boca. De manera repentina sentí un fuerte dolor en mi cabeza y que al misma era jalada hacia atrás por lo que al instante lleve mis manos a mi cabeza para tratar de que su mano aflojara su agarre; dedicándome a enterrar mis uñas sobre aquella mano que me lastimaba.
Ya que el dolor me distraía no puse mucha atención a sus palabras ni a sus demás acciones por lo que su mano apresando las mías fue algo que me tomo por sorpresa, no me movía por que sentía sus dientes en una de mis orejas y ya que no quería más dolor del que aquel tipejo ya me causaba solo decidí quedarme quieto eso además de que pasara lo que pasara me encontraba a su merced sin poder hacer nada para evitarlo. A pesar de que trataba de mantenerme quieto, cuando el filo de su navaja empezó a cortar la piel de mi espalda junto con mi vestido; trate de mover mis manos como me fuera posible para zafarles pero entre mas movimiento hacia mas apretaba mis muñecas y me provocaba mucho más dolor, empecé a mover ligeramente mi cuerpo, forcejeando bastante molesto por que amaba ese vestido y tenía que habérmelo puesto ese día… sinceramente de haber podido me habría puesto colérico pero en ese momento no tenia caso y así sin mas de manera sorpresiva entre mis pensamientos sentí el rudo entrar de su miembro en mi interior sacándome un grito de entre dolor y el dichoso placer causado por su pastillita y aunque mi vida “peligrara” me importo mas el primer movimiento que había hecho que las palabras que le siguieron después y hasta el lugar o los roces que daba la navaja sobre mi piel. Nuevamente aquello de no poner atención había sido un error ya que de manera repentina sentí como el otro marcaba su nombre con la navaja en la piel de mi espalda y si, realmente me estaba reprimiendo demasiado con aquel tipo de imbécil, pero yo necesitaba al menos desahogar un poco de aquellos síntomas por su estúpida pastilla y sin él no podría al menos recuperar algo de mi cordura para devolverle todas y cada una de las cosas que hacía.
Cerré uno de mis ojos al sentir los golpes sobre uno de mis glúteos y mordí fuertemente mi labio inferior para evitar el quejarme ante semejante bestialidad, ladee mi rostro para observarle por sobre mi hombro sin mirar su rostro solo la forma en la que estaba acomodado y note que el espacio entre los asientos delanteros no era muy grande por lo que cada asiento alcanzaba a cubrir por lo menos la parte trasera de sus hombros y mas del costado de su espalda; solo dejando un espacio vacío en el centro de su espalda y lo que era su cabeza y cuello.
Recargue mis manos nuevamente sobre el asiento e incline mi cabeza hacia adelante para mirar el asiento sin que mi vista se fuera a ningún otro lado y tras escucharle solo susurre un pequeño.
-De acuerdo-
Y por medio del apoyo en mis manos empuje mi cuerpo lentamente hacia adelante para sacar parte de su miembro de mi interior para más tarde empujarme fuerte y bruscamente hacia atrás de manera que se escucho el golpe de algunas partes de su cuerpo contra los respaldos de los asientos delanteros y seguramente dichos golpes habían provocado un zangoloteo brusco a su cabeza lo cual le daría al menos un pequeño mareo y sin importarme que aun no se hubiera recuperado de aquello, repetí el movimiento anterior haciéndole chocar nuevamente contra aquellos asientos y al notar que funcionaba para desahogarme empecé a moverme de adelante hacia atrás con tal brusquedad que en mis oídos escuchaba los inevitables golpes de su cuerpo los cuales se opacaban con el tiempo por aquellos gemidos que empezaba a soltar, ya que a pesar de los golpes que se daba el otro, el moverme así implicaba que el otro entrara de forma tan profunda que incluso había empezado a tener roces con mi próstata, los cuales básicamente me hacían gritar.
No tuve que pedirle nada ya que quien controlaba aquellos movimientos era yo, ya cuando el los manejara tendría algo que pedir y hasta eso me la pensaría pero de momento me quede callado moviendo mis caderas de manera descontrolada, empujándome de adelante hacia atrás; sacando y metiendo su miembro con rapidez ya poniendo menos atención a los golpes que el otro se daba y contrayendo mis paredes con fuerza para apretarle en mi interior.
Mi propio placer era lo que tenía que buscar y eso era lo que hacía, de un momento a otro empuje mi cuerpo hacia atrás fuertemente y no deje de empujar a pesar de que sentía que el cuerpo del otro no podía hacerse más para atrás ni el mío y así nos mantuve con el en mi interior de una forma que superaba la definición de lo profundo y en ese momento cambie el movimiento de mis caderas por uno que en esa posición se entendía como de arriba hacia abajo, restregando mis glúteos contra la zona de su pubis y pelvis, moviéndome con tanta ansiedad que podía sentir esos choques eléctricos por todos lados en mi cuerpo haciéndome gemir y además de todo ahora aprovechaba para llevar una de mis manos a mi miembro para comenzar a masturbarme de forma rápida y frenética haciendo lo mismo con el movimiento de mis caderas, aun sin comenzar de nuevo con las embestidas solo moviendo su miembro en mi interior de manera que hiciera mas presión en las paredes de mi entrada dependiendo la dirección hacia donde me empujara, incluso un par de veces cambie aquellos movimientos por circulares pero el placer de restregarme de aquella manera contra la pelvis del otro me hacia regresar a los movimientos de arriba a abajo.
Escuche sus palabras que poco me importaron ya que para mí eso no había parecido del todo un castigo. Deje que su lengua reemplazara con su saliva el camino de agua salada que una de mis lagrimas había trazado y al verme empujado hacia el asiento trasero, sin ninguna otra opción me moví de manera que pudiera pasarme sin problemas hacia el mismo, dejando mis manos recargadas sobre el asiento y acomodando mis rodillas en el suelo, buscando que el espacio no fuera un problema al acomodar mi cuerpo. Aproveche mi posición para reposar un rato así que al tener recargadas mis manos en el asiento trasero solo tuve que inclinar un poco mi cabeza para recargar la misma en mis brazos y cerrar los ojos por unos instantes, descansando de la agitación anterior y pensando que aquello podría calmar mi tembloroso cuerpo si quiera un poco.
De un momento a otro sentí su entrepierna restregarse en mi trasero en primera instancia por sobre mi falda para más tarde a base de jalones levantar la misma de manera que la piel desnuda de mis glúteos se frotara con la desnudez de su miembro. Aun así permanecí recargado sobre mis manos con los ojos cerrados, tan solo soltando pequeños suspiros que no podía evitar pero daba igual ya que no estaba en posición de gastar energías en algo tan inútil como reprimir los sonidos proferidos por mi boca. De manera repentina sentí un fuerte dolor en mi cabeza y que al misma era jalada hacia atrás por lo que al instante lleve mis manos a mi cabeza para tratar de que su mano aflojara su agarre; dedicándome a enterrar mis uñas sobre aquella mano que me lastimaba.
Ya que el dolor me distraía no puse mucha atención a sus palabras ni a sus demás acciones por lo que su mano apresando las mías fue algo que me tomo por sorpresa, no me movía por que sentía sus dientes en una de mis orejas y ya que no quería más dolor del que aquel tipejo ya me causaba solo decidí quedarme quieto eso además de que pasara lo que pasara me encontraba a su merced sin poder hacer nada para evitarlo. A pesar de que trataba de mantenerme quieto, cuando el filo de su navaja empezó a cortar la piel de mi espalda junto con mi vestido; trate de mover mis manos como me fuera posible para zafarles pero entre mas movimiento hacia mas apretaba mis muñecas y me provocaba mucho más dolor, empecé a mover ligeramente mi cuerpo, forcejeando bastante molesto por que amaba ese vestido y tenía que habérmelo puesto ese día… sinceramente de haber podido me habría puesto colérico pero en ese momento no tenia caso y así sin mas de manera sorpresiva entre mis pensamientos sentí el rudo entrar de su miembro en mi interior sacándome un grito de entre dolor y el dichoso placer causado por su pastillita y aunque mi vida “peligrara” me importo mas el primer movimiento que había hecho que las palabras que le siguieron después y hasta el lugar o los roces que daba la navaja sobre mi piel. Nuevamente aquello de no poner atención había sido un error ya que de manera repentina sentí como el otro marcaba su nombre con la navaja en la piel de mi espalda y si, realmente me estaba reprimiendo demasiado con aquel tipo de imbécil, pero yo necesitaba al menos desahogar un poco de aquellos síntomas por su estúpida pastilla y sin él no podría al menos recuperar algo de mi cordura para devolverle todas y cada una de las cosas que hacía.
Cerré uno de mis ojos al sentir los golpes sobre uno de mis glúteos y mordí fuertemente mi labio inferior para evitar el quejarme ante semejante bestialidad, ladee mi rostro para observarle por sobre mi hombro sin mirar su rostro solo la forma en la que estaba acomodado y note que el espacio entre los asientos delanteros no era muy grande por lo que cada asiento alcanzaba a cubrir por lo menos la parte trasera de sus hombros y mas del costado de su espalda; solo dejando un espacio vacío en el centro de su espalda y lo que era su cabeza y cuello.
Recargue mis manos nuevamente sobre el asiento e incline mi cabeza hacia adelante para mirar el asiento sin que mi vista se fuera a ningún otro lado y tras escucharle solo susurre un pequeño.
-De acuerdo-
Y por medio del apoyo en mis manos empuje mi cuerpo lentamente hacia adelante para sacar parte de su miembro de mi interior para más tarde empujarme fuerte y bruscamente hacia atrás de manera que se escucho el golpe de algunas partes de su cuerpo contra los respaldos de los asientos delanteros y seguramente dichos golpes habían provocado un zangoloteo brusco a su cabeza lo cual le daría al menos un pequeño mareo y sin importarme que aun no se hubiera recuperado de aquello, repetí el movimiento anterior haciéndole chocar nuevamente contra aquellos asientos y al notar que funcionaba para desahogarme empecé a moverme de adelante hacia atrás con tal brusquedad que en mis oídos escuchaba los inevitables golpes de su cuerpo los cuales se opacaban con el tiempo por aquellos gemidos que empezaba a soltar, ya que a pesar de los golpes que se daba el otro, el moverme así implicaba que el otro entrara de forma tan profunda que incluso había empezado a tener roces con mi próstata, los cuales básicamente me hacían gritar.
No tuve que pedirle nada ya que quien controlaba aquellos movimientos era yo, ya cuando el los manejara tendría algo que pedir y hasta eso me la pensaría pero de momento me quede callado moviendo mis caderas de manera descontrolada, empujándome de adelante hacia atrás; sacando y metiendo su miembro con rapidez ya poniendo menos atención a los golpes que el otro se daba y contrayendo mis paredes con fuerza para apretarle en mi interior.
Mi propio placer era lo que tenía que buscar y eso era lo que hacía, de un momento a otro empuje mi cuerpo hacia atrás fuertemente y no deje de empujar a pesar de que sentía que el cuerpo del otro no podía hacerse más para atrás ni el mío y así nos mantuve con el en mi interior de una forma que superaba la definición de lo profundo y en ese momento cambie el movimiento de mis caderas por uno que en esa posición se entendía como de arriba hacia abajo, restregando mis glúteos contra la zona de su pubis y pelvis, moviéndome con tanta ansiedad que podía sentir esos choques eléctricos por todos lados en mi cuerpo haciéndome gemir y además de todo ahora aprovechaba para llevar una de mis manos a mi miembro para comenzar a masturbarme de forma rápida y frenética haciendo lo mismo con el movimiento de mis caderas, aun sin comenzar de nuevo con las embestidas solo moviendo su miembro en mi interior de manera que hiciera mas presión en las paredes de mi entrada dependiendo la dirección hacia donde me empujara, incluso un par de veces cambie aquellos movimientos por circulares pero el placer de restregarme de aquella manera contra la pelvis del otro me hacia regresar a los movimientos de arriba a abajo.
Hina- 5 de Corazones
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Un ronco gemido abandono mis labios cuando un fuerte y brusco movimiento por parte suya empujo mi cuerpo e inevitablemente este me llevo a chocar contra los asientos delanteros de mi coche. Una marcada mueca de molestia apareció en mi rostro ya que estaba seguro que aquello lo hacía para molestarme cosa me desagrado en su totalidad pero que a pesar de ello no podía hacerme contener los gemidos, casi bramidos que aquellos bruscos movimientos le daban a mi cuerpo sobre todo porque en repetidas ocasiones mi miembro atinaba con su próstata cosa que daba leves roses a la punta de mi miembro que añadidos con el apretar sus paredes alrededor de este me hacían gemir en demasía.
Aun así, no podía pasar por alto los constantes golpes de mi cuerpo con los asientos, acción que me provocaba un leve sacudimiento en la cabeza y entre aquellas placenteras embestidas me destanteaba un poco al grado de llevar mis manos a sus caderas para aferrar estas con fuerza midiendo un poco la brusquedad de sus empujes que seguían siendo bastante fuertes. Al ver como su mano pasaba a su miembro para masturbarse, me di cuenta de su idea, era imposible que su pequeño cuerpo resistiera los efectos de aquella poderosa pastilla y seguramente el calor que sentía era incontenible por lo que buscaba cualquier medio de desahogo y por supuesto únicamente el placer propio, cosa que no estaba dispuesto a permitir, por lo que lleve una de mis manos a la suya que le masturbaba para luego tomar la otra por la muñeca y someter ambas tras su espalda con todo la fuerza que tenía en mi brazo, llevándolas al grado de incuso doblarlas contra su espalda para lastimarle y que cesara un poco con aquellas fuertes embestidas que ahora yo me encargaría de controlar.
-Te crees muy lista ¿No? Pequeña pelandusca…-
Murmure enfadado y di una fuerte nalgada más en la piel roja y caliente de su glúteo donde anteriormente me había encargado de marcar, para luego darle un fuerte apretón, llevando a que mis uñas se enterraran en su piel al grado de sentir como esta entraba entre mis uñas pero sin importarme aquello comencé a arrastrarlas por la piel de su glúteo dejándole en este profundos rasguños, llevándome en las uñas pequeñas porciones de su piel para luego, sobre esa piel lacerada, dejar ir de lleno un golpe más con todo el peso de la palma de mi mano.
Gustoso, me relamí los labios al escuchar sus quejas de dolor y comencé con lento y pausado vaivén de embestidas, ahora yo las controlaba y las haría lo más beneficiosas posibles únicamente para mi, ya que yo podía aguantar un poco más, a diferencia de él tenía completo control sobre mi cuerpo, pero él, para él mis movimientos lentos y pausados deberían ser una tortura para su cuerpo que pedía mas para calmar el infinito calor que seguramente sentía y aquello era una tortura más que placentera para mí. Apreté sus muñecas entre mi mano con fuerza para por estas comenzar a jalarle contra mi siendo este el agarre que usaría para continuar embistiéndole, sin aumentar el ritmo o la fuerza, por el contrario lo hacía más lento y tortuoso mientras que por su parte, mi mano libre se dirigió a su miembro para con pequeños impulsos, ayudado por mi pulgar mi dedo índice comenzó a dar pequeños golpeteos sobre su glande.
Sin detener ninguno de esos movimientos incline mi rostro para llegar a una de sus orejas, misma que tome entre mis dientes para mordisquearle con fuerza hasta dejarle caliente, roja e incluso logre de una mordida un poco más fuerte que pequeñas gotitas de sangre se asomaran por su carne y mis labios se abalanzaron sobre esa herida, succionándole con fuerza, para luego pasar a su cuello donde proseguí de igual manera, dejándole varios chupetones marcados en su pálida piel. Aleje mi mano de su miembro y esta la lleve directamente a sus cabellos los cuales enrede en mis dedos al mismo tiempo que me levantaba para ahora, con el agarre de sus muñecas y con el de sus cabellos, jalar su cuerpo hacia mí, sin importarme cuan fuerte jalara de sus cabellos o la presión que hacían mis dedos sobre la piel de sus muñecas que seguramente comenzaba a quemarle por los movimientos que hacía para tratar de liberarse inútilmente de mi mano.
Así, con sus cabellos y muñecas aferrados con mis manos comencé a jalarle contra mí, sin hacer ninguna acción con mis caderas únicamente embistiéndole con los movimientos obligados por mis agarres así como él lo hacía anteriormente solo que ahora, yo tenía el completo control sobre la brusquedad de cada embestida y si sentía algún movimiento que contradijera tiraba de sus cabellos con fuerza para levantar un tanto su cabeza y llevar la mía a uno de sus hombros para dejar fuertes mordidas por toda la piel de este.
Aun así, no podía pasar por alto los constantes golpes de mi cuerpo con los asientos, acción que me provocaba un leve sacudimiento en la cabeza y entre aquellas placenteras embestidas me destanteaba un poco al grado de llevar mis manos a sus caderas para aferrar estas con fuerza midiendo un poco la brusquedad de sus empujes que seguían siendo bastante fuertes. Al ver como su mano pasaba a su miembro para masturbarse, me di cuenta de su idea, era imposible que su pequeño cuerpo resistiera los efectos de aquella poderosa pastilla y seguramente el calor que sentía era incontenible por lo que buscaba cualquier medio de desahogo y por supuesto únicamente el placer propio, cosa que no estaba dispuesto a permitir, por lo que lleve una de mis manos a la suya que le masturbaba para luego tomar la otra por la muñeca y someter ambas tras su espalda con todo la fuerza que tenía en mi brazo, llevándolas al grado de incuso doblarlas contra su espalda para lastimarle y que cesara un poco con aquellas fuertes embestidas que ahora yo me encargaría de controlar.
-Te crees muy lista ¿No? Pequeña pelandusca…-
Murmure enfadado y di una fuerte nalgada más en la piel roja y caliente de su glúteo donde anteriormente me había encargado de marcar, para luego darle un fuerte apretón, llevando a que mis uñas se enterraran en su piel al grado de sentir como esta entraba entre mis uñas pero sin importarme aquello comencé a arrastrarlas por la piel de su glúteo dejándole en este profundos rasguños, llevándome en las uñas pequeñas porciones de su piel para luego, sobre esa piel lacerada, dejar ir de lleno un golpe más con todo el peso de la palma de mi mano.
Gustoso, me relamí los labios al escuchar sus quejas de dolor y comencé con lento y pausado vaivén de embestidas, ahora yo las controlaba y las haría lo más beneficiosas posibles únicamente para mi, ya que yo podía aguantar un poco más, a diferencia de él tenía completo control sobre mi cuerpo, pero él, para él mis movimientos lentos y pausados deberían ser una tortura para su cuerpo que pedía mas para calmar el infinito calor que seguramente sentía y aquello era una tortura más que placentera para mí. Apreté sus muñecas entre mi mano con fuerza para por estas comenzar a jalarle contra mi siendo este el agarre que usaría para continuar embistiéndole, sin aumentar el ritmo o la fuerza, por el contrario lo hacía más lento y tortuoso mientras que por su parte, mi mano libre se dirigió a su miembro para con pequeños impulsos, ayudado por mi pulgar mi dedo índice comenzó a dar pequeños golpeteos sobre su glande.
Sin detener ninguno de esos movimientos incline mi rostro para llegar a una de sus orejas, misma que tome entre mis dientes para mordisquearle con fuerza hasta dejarle caliente, roja e incluso logre de una mordida un poco más fuerte que pequeñas gotitas de sangre se asomaran por su carne y mis labios se abalanzaron sobre esa herida, succionándole con fuerza, para luego pasar a su cuello donde proseguí de igual manera, dejándole varios chupetones marcados en su pálida piel. Aleje mi mano de su miembro y esta la lleve directamente a sus cabellos los cuales enrede en mis dedos al mismo tiempo que me levantaba para ahora, con el agarre de sus muñecas y con el de sus cabellos, jalar su cuerpo hacia mí, sin importarme cuan fuerte jalara de sus cabellos o la presión que hacían mis dedos sobre la piel de sus muñecas que seguramente comenzaba a quemarle por los movimientos que hacía para tratar de liberarse inútilmente de mi mano.
Así, con sus cabellos y muñecas aferrados con mis manos comencé a jalarle contra mí, sin hacer ninguna acción con mis caderas únicamente embistiéndole con los movimientos obligados por mis agarres así como él lo hacía anteriormente solo que ahora, yo tenía el completo control sobre la brusquedad de cada embestida y si sentía algún movimiento que contradijera tiraba de sus cabellos con fuerza para levantar un tanto su cabeza y llevar la mía a uno de sus hombros para dejar fuertes mordidas por toda la piel de este.
Byou- Cliente
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Sentía como sus manos trataban de hacer más suave las embestidas pero no por ello detenida la manera brusca en la que me movía, hasta que de manera repentina, me vi obligado a cesar mis movimientos pues mis manos yacían apresadas entre una de las de el otro y sometidas contra mi espalda; doblando mis brazos de manera que tenía que reprimir un par de quejidos dolorosos ante sus acciones.
Escuche sus palabras y el notable enfado con el que las había dicho sin embargo demasiado tiempo para reaccionar no tuve pues su mano libre azotaba una nalgada mas sobre uno de mis glúteos y nuevamente me veía forzado a morder mis labios hasta el punto de dejar convertidos lo que hubieran sido gritos en tan solo pequeños quejidos. Seguí soltando solo quejidos entrecortados incluso cuando sus uñas se clavaron en la piel de mi glúteo y empezaron a rasguñar el mismo, en todo un acto de bestialidad.
Un nuevo golpe fue atinado sobre aquel lugar que ya estaba lo suficientemente lastimado y aun así yo no cambie de quejidos a gritos, simplemente trataba de controlarme cuanto pudiera; de perder la poca cordura que me quedaba en algo “productivo”.
De momento me quede “quieto” y a disposición del otro, esperando que aquella tortura ; porque eso era lo que sus acciones significaban para mí, acabara o se volviera en un punto “rutinaria”. Después de soportar sus labios marcando mi piel, su mano presionando mis muñecas y por ultimo aquel brusco agarre de una de sus manos en mis cabellos, Finalmente llegamos a la parte donde ya no se movía diferente, solo me embestía y movía mi cuerpo a disposición y de manera predecible.
Sin que se diera cuenta y optando en principio por dejar que me moviera a su gusto fui levantando lentamente una de mis piernas, moviéndole de manera que mi pie quedara recargado en el suelo y mi pierna quedara flexionada, como si estuviese sentado en cuclillas; aunque levantaba un poco mi trasero para que el otro no lo notara muy pronto aunque sabía que más tarde que temprano lo notaria. Entonces ya sabiendo que si era posible mover mis piernas lo suficiente para acomodarlas así, levante la otra y le puse de igual manera que la primera, quedando medio de cuclillas y de un momento a otro sin esperar a que aquel que ahora mordía uno de mis hombros se diera cuenta de aquella posición, hice un ademan de levantarme; haciéndolo, si, pero teniendo cuidado de no golpearme con el techo del carro, ocasionando que por este movimiento su miembro saliera de mi interior.
Sin embargo sus manos no me había soltado y ya teniendo en cuenta todo el dolor que ya sentía, no me importo sumarle algunos más intensos con tal de librarme de sus manos. Por lo que así ya medio levantado y con el rostro a tope contra el techo bruscamente me di la vuelta para dejarme caer sobre el asiento trasero, logrando que al voltearme sus manos necesitaran de cierta flexibilidad que no tenían y por consiguiente obteniendo la libertad tanto de mis manos como de mi cabello aunque no sin antes llevarme un par de fuertes punzadas de dolor en mis muñecas y en parte de mi cabeza; suponiendo que lo más probable era que el otro se habría quedado con un par de mis cabellos en su mano.
Observe como se había quedado ahí enfrente de mí algo sorprendido y casi entre mis piernas pero ya que no quería darle demasiado tiempo para reaccionar, levante mi pierna izquierda hasta que la punta del mismo estuviera casi contra el techo del coche y con la derecha; usando la fuerza de mi pierna golpee con la rodilla una de sus mejillas, haciendo que por el golpe su cuerpo se fuera de lado y su cabeza alcanzara a estamparse contra el vidrio de la puerta del coche. Claramente pude escuchar aquel fuerte golpe por lo que sabía que tenía entre 5 o 6 minutos antes de que se recuperara por completo de semejantes golpes.
Moví mi cuerpo hasta el extremo del asiento, de lado contrario al que aquel hombre se encontraba medio aturdido y pensando que ya no tenía caso conservar la parte de la falda del vestido no dude en con mis manos temblorosas retirarla ya que solo aumentaba el calor que mi cuerpo sentía. Me encogí en el asiento y a pesar de saber que era una mala idea, me quede de espaldas a aquel hombre y con la cabeza recargada sobre el vidrio de la puerta, respirando con cierta dificultad y jadeando de manera bastante audible, pero sin importar aquello y mientras sobaba mis muñecas dije los suficientemente alto para que pudiera escucharme.
-Como es que… una… pequeña pelandusca… como usted dice… debe soportar sus… bestialidades… si… un supuesto… hombre… prefiere “chillar”… ante un par de… golpes que… quedarse con el… placer por el… que gemía...?-
Solté una pequeña risa apenas audible que de pronto se vio opacada por un par de quejidos de dolor, la molestia y necesidad por llegar al orgasmo se presentaba de nuevo sin embargo el comportamiento de ambos no nos iba a facilitar mucho la tarea de “jugar” y mucho menos me ayudaría a mí a calmar esa ansiedad que el otro se había encargado de sembrar en mi. Había perdido bastante tiempo peleando y batallando para quitarme a ese hombre de encima y alejarle de mi, sin pensar que llegado el momento mis manos, mi cuerpo y músculos; se contraerían y temblarían hasta el punto de que ni siquiera yo mismo podría pensar en una sola caricia para aliviar la ansiedad y desesperación que mi cuerpo sentía.
Me quede completamente distraído, encogiendo mi cuerpo y temblando, sintiendo como mi calor corporal llegaba a ser terriblemente alto, movía mis manos de un lado a otro en torpes movimientos presionado diferentes partes de mi cuerpo de manera distraída sin poder concentrarme en algún lugar que me pidiera atención ya que prácticamente esa necesidad la sentía en cada parte de mi tembloroso cuerpo.
Escuche sus palabras y el notable enfado con el que las había dicho sin embargo demasiado tiempo para reaccionar no tuve pues su mano libre azotaba una nalgada mas sobre uno de mis glúteos y nuevamente me veía forzado a morder mis labios hasta el punto de dejar convertidos lo que hubieran sido gritos en tan solo pequeños quejidos. Seguí soltando solo quejidos entrecortados incluso cuando sus uñas se clavaron en la piel de mi glúteo y empezaron a rasguñar el mismo, en todo un acto de bestialidad.
Un nuevo golpe fue atinado sobre aquel lugar que ya estaba lo suficientemente lastimado y aun así yo no cambie de quejidos a gritos, simplemente trataba de controlarme cuanto pudiera; de perder la poca cordura que me quedaba en algo “productivo”.
De momento me quede “quieto” y a disposición del otro, esperando que aquella tortura ; porque eso era lo que sus acciones significaban para mí, acabara o se volviera en un punto “rutinaria”. Después de soportar sus labios marcando mi piel, su mano presionando mis muñecas y por ultimo aquel brusco agarre de una de sus manos en mis cabellos, Finalmente llegamos a la parte donde ya no se movía diferente, solo me embestía y movía mi cuerpo a disposición y de manera predecible.
Sin que se diera cuenta y optando en principio por dejar que me moviera a su gusto fui levantando lentamente una de mis piernas, moviéndole de manera que mi pie quedara recargado en el suelo y mi pierna quedara flexionada, como si estuviese sentado en cuclillas; aunque levantaba un poco mi trasero para que el otro no lo notara muy pronto aunque sabía que más tarde que temprano lo notaria. Entonces ya sabiendo que si era posible mover mis piernas lo suficiente para acomodarlas así, levante la otra y le puse de igual manera que la primera, quedando medio de cuclillas y de un momento a otro sin esperar a que aquel que ahora mordía uno de mis hombros se diera cuenta de aquella posición, hice un ademan de levantarme; haciéndolo, si, pero teniendo cuidado de no golpearme con el techo del carro, ocasionando que por este movimiento su miembro saliera de mi interior.
Sin embargo sus manos no me había soltado y ya teniendo en cuenta todo el dolor que ya sentía, no me importo sumarle algunos más intensos con tal de librarme de sus manos. Por lo que así ya medio levantado y con el rostro a tope contra el techo bruscamente me di la vuelta para dejarme caer sobre el asiento trasero, logrando que al voltearme sus manos necesitaran de cierta flexibilidad que no tenían y por consiguiente obteniendo la libertad tanto de mis manos como de mi cabello aunque no sin antes llevarme un par de fuertes punzadas de dolor en mis muñecas y en parte de mi cabeza; suponiendo que lo más probable era que el otro se habría quedado con un par de mis cabellos en su mano.
Observe como se había quedado ahí enfrente de mí algo sorprendido y casi entre mis piernas pero ya que no quería darle demasiado tiempo para reaccionar, levante mi pierna izquierda hasta que la punta del mismo estuviera casi contra el techo del coche y con la derecha; usando la fuerza de mi pierna golpee con la rodilla una de sus mejillas, haciendo que por el golpe su cuerpo se fuera de lado y su cabeza alcanzara a estamparse contra el vidrio de la puerta del coche. Claramente pude escuchar aquel fuerte golpe por lo que sabía que tenía entre 5 o 6 minutos antes de que se recuperara por completo de semejantes golpes.
Moví mi cuerpo hasta el extremo del asiento, de lado contrario al que aquel hombre se encontraba medio aturdido y pensando que ya no tenía caso conservar la parte de la falda del vestido no dude en con mis manos temblorosas retirarla ya que solo aumentaba el calor que mi cuerpo sentía. Me encogí en el asiento y a pesar de saber que era una mala idea, me quede de espaldas a aquel hombre y con la cabeza recargada sobre el vidrio de la puerta, respirando con cierta dificultad y jadeando de manera bastante audible, pero sin importar aquello y mientras sobaba mis muñecas dije los suficientemente alto para que pudiera escucharme.
-Como es que… una… pequeña pelandusca… como usted dice… debe soportar sus… bestialidades… si… un supuesto… hombre… prefiere “chillar”… ante un par de… golpes que… quedarse con el… placer por el… que gemía...?-
Solté una pequeña risa apenas audible que de pronto se vio opacada por un par de quejidos de dolor, la molestia y necesidad por llegar al orgasmo se presentaba de nuevo sin embargo el comportamiento de ambos no nos iba a facilitar mucho la tarea de “jugar” y mucho menos me ayudaría a mí a calmar esa ansiedad que el otro se había encargado de sembrar en mi. Había perdido bastante tiempo peleando y batallando para quitarme a ese hombre de encima y alejarle de mi, sin pensar que llegado el momento mis manos, mi cuerpo y músculos; se contraerían y temblarían hasta el punto de que ni siquiera yo mismo podría pensar en una sola caricia para aliviar la ansiedad y desesperación que mi cuerpo sentía.
Me quede completamente distraído, encogiendo mi cuerpo y temblando, sintiendo como mi calor corporal llegaba a ser terriblemente alto, movía mis manos de un lado a otro en torpes movimientos presionado diferentes partes de mi cuerpo de manera distraída sin poder concentrarme en algún lugar que me pidiera atención ya que prácticamente esa necesidad la sentía en cada parte de mi tembloroso cuerpo.
Hina- 5 de Corazones
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Continúe jalándole por las muñecas, atrayendo su cuerpo hacia mi con brusquedad, buscando únicamente que esas deliciosas palpitaciones de mi miembro fueran aun mas intensas, buscando únicamente saciar el placer propio con el cuerpo de aquel chico que de una u otra manera buscaba la manera de sacarme de mis casillas y justamente lo que hizo mientras que me concentraba en aquella… labor fue lo que finalmente acabo con ese gramo de paciencia que me quedaba. Con algo de desconcierto observe como terminaba, o mejor dicho me obligaba a salir de él sacándome un pequeño gemido de inconformidad y molestia pero antes de que si quisiese pudiera quejarme de ello, de un momento a otro sentí el fuerte golpe en mi mejilla que si bien quizá por si solo no me hubiera hecho mucho daño pero me llevo directamente al vidrio de la puerta del auto lo que atino un severo golpe en mi sien que casi me ocasiona un momento de inconsciencia pero afortunadamente fue simplemente un fuerte aturdimiento que me llevo a estar un momento inmóvil y sin la certeza de lo que haría aquel chico.
Ni siquiera me tome la molestia de poner atención alguna a lo que parloteaba, estaba mas ocupado revisando el lado que me había golpeado ya que sentía un enorme calor que comenzaba a correr y efectivamente como lo sospechaba, cuando lleve una de mis manos hacia el lugar del golpe, sentí la humedad del espeso y húmedo liquido que era mi sangre. Si bien, estaba realmente molesto por el golpe, pero ahora estaba más que furioso con el chico con el que me encontraba y de ninguna manera iba a dejar que eso se quedara como así. Sin importar todas las jodidas punzadas que sentía en mi cabeza, me levante como pude, evitando algún nuevo golpe en el techo del auto y avance a donde se había quedado.
Basto con alzar nuevamente una de mis manos para atrapar nuevamente sus cabellos entre mis dedos y con total brusquedad y fuerza, jale de estos para atraer su rostro hacia mi y a base de tirones y jalones de su cabello acomode su rostro para poder verle, pero antes de que si quiera me viera a los ojos deje ir mi mano libre en una fuerte bofetada que ladeo con brusquedad su rostro y antes que reaccionara volví a darle una mas, con la misma fuerza para voltear su rostro hacia el otro lado y comencé a repetir este movimiento varias veces hasta que finalmente vi como de la comisura de sus labios resbalaba un pequeño hilo de sangre.
-Es una lastima que tengas un rostro tan bonito pequeña puta…es lo primero que lo ínsita a uno a deformar…-
Dije con mofa y me aproveche totalmente de su aturdimiento por los fuertes golpes propinados a sus mejillas y me senté sobre el asiento del auto para luego jalar de sus cabellos para sentarle en mis piernas para así rápidamente con mi mano libre llevar mi miembro a entre sus glúteos, ubicando su entrada para de un solo jalón por parte de sus cabellos obligarle a sentarse en mi entrepierna. Un gemido abandono mis labios y con la mano que tenia suelta afiance su cadera para empezar a hacerle “brincar” sobre mi miembro, empezando un rápido y frenético vaivén de embestidas buscando el idílico final de aquello. Empecé a bombear mis caderas hacia su trasero con brusquedad sintiendo ya como por la velocidad en la que iba, mi miembro empezaba a palpitar con fuerza aproximándose rápidamente al orgasmo.
Jadee con fuerza y no me detuve ningún momento a pensar en atender su desesperado miembro que daba pequeños respingos por todo el placer que contenía, por el contrario empecé a embestirle mas rápido buscando únicamente mi placer y una vez que finalmente sentí ese hormigueo en las piernas acompañado de los constantes choques eléctricos a mi espalda tire de sus cabellos para obligarle a levantarse y seguido de ello volví a tironear de sus cabellos para hacer le ponerse de rodillas entre mis piernas mientras que con la otra mano tomaba mi miembro para empezar a masturbarme rápidamente al tiempo que maniobraba su cabeza para acercarle hacia mi entrepierna y justo tras jalar de mi miembro un momento mas, arquee un tanto mi espalda y ronco gemido abandono mis labios justo en el momento en que mi miembro descargaba por completo mi semilla, dejando que esta llenara su rostro y parte de sus labios.
Relaje mi cuerpo y con una sonrisa socarrona en mis labios aleje su rostro de mi entrepierna para luego soltar con brusquedad sus cabellos, empujando su cuerpo así como el había hecho con el mío, para atinar un severo golpe en uno de los vidrios. Sin demora y seguro de que aquel golpe propinado había sido aun más severo que el que me había dado yo me moví rápidamente para tomar las tiras de sus prendas. Lleve sus manos tras su espalda y partiendo desde sus muñecas comencé a atar sus manos con fuerza, ascendiendo por la longitud de sus brazos hasta llegar a un poco mas arriba de sus codos donde hice un fuerte nudo para evitar cualquier intento por liberarse y seguido de ello, tome su falda que para mi fortuna se había quitado para romperla de la misma manera y seguir por atar sus piernas estas, afianzándolas fuertemente con las tiras de sus prendas hasta un poco mas arriba de la mitad de sus pantorrillas.
Me relamí los labios un par de veces y antes de que dijera algo, me moví para alcanzar el lugar de donde había obtenido aquella pequeña pastilla para de ahí sacar un pequeño juguete que tenía guardado. Se trataba de un pequeño vibrador con forma ovalada, con la forma de un pequeño y delgado huevo que mediante un pequeño cable, se unía a un cinturón que iba justamente en las piernas. Con este objeto en las manos volví a donde le había dejado para rápidamente colocarle en su muslo derecho el pequeño cinturón y seguido de ello, con mi mano libre tome uno de sus glúteos para abrir este con brusquedad y adentrar de una sola el vibrador en su entrada. Hecho esto, busque un pequeño botón en su cinturón, una pequeña perilla que media la intensidad con la que vibraba el objeto a la cual me encargue de acomodarle solo en el primero de los tres niveles que tenia.
-Ahora te voy a enseñar a comportarte un poco mejor…-
Dije y rodee su cuerpo del asiento del auto que era donde le tenia para que cayera al suelo del auto y seguí por sentarme en donde él estaba para llevar rápidamente uno de mis pies a su cabeza.
-Y pues, como al parecer tienes aun muchos huevos para hablar, pues espero ansioso una disculpa, una buena disculpa por la estupidez que hiciste…-
Dije refiriéndome al golpe en mi cabeza que aun resentía y empecé a dar descuidados golpes en su cabeza con mi pie mientras que le observaba con diversión y de vez en cuando dejaba que todo el peso de mi pie presionara su cabeza en el suelo.
Ni siquiera me tome la molestia de poner atención alguna a lo que parloteaba, estaba mas ocupado revisando el lado que me había golpeado ya que sentía un enorme calor que comenzaba a correr y efectivamente como lo sospechaba, cuando lleve una de mis manos hacia el lugar del golpe, sentí la humedad del espeso y húmedo liquido que era mi sangre. Si bien, estaba realmente molesto por el golpe, pero ahora estaba más que furioso con el chico con el que me encontraba y de ninguna manera iba a dejar que eso se quedara como así. Sin importar todas las jodidas punzadas que sentía en mi cabeza, me levante como pude, evitando algún nuevo golpe en el techo del auto y avance a donde se había quedado.
Basto con alzar nuevamente una de mis manos para atrapar nuevamente sus cabellos entre mis dedos y con total brusquedad y fuerza, jale de estos para atraer su rostro hacia mi y a base de tirones y jalones de su cabello acomode su rostro para poder verle, pero antes de que si quiera me viera a los ojos deje ir mi mano libre en una fuerte bofetada que ladeo con brusquedad su rostro y antes que reaccionara volví a darle una mas, con la misma fuerza para voltear su rostro hacia el otro lado y comencé a repetir este movimiento varias veces hasta que finalmente vi como de la comisura de sus labios resbalaba un pequeño hilo de sangre.
-Es una lastima que tengas un rostro tan bonito pequeña puta…es lo primero que lo ínsita a uno a deformar…-
Dije con mofa y me aproveche totalmente de su aturdimiento por los fuertes golpes propinados a sus mejillas y me senté sobre el asiento del auto para luego jalar de sus cabellos para sentarle en mis piernas para así rápidamente con mi mano libre llevar mi miembro a entre sus glúteos, ubicando su entrada para de un solo jalón por parte de sus cabellos obligarle a sentarse en mi entrepierna. Un gemido abandono mis labios y con la mano que tenia suelta afiance su cadera para empezar a hacerle “brincar” sobre mi miembro, empezando un rápido y frenético vaivén de embestidas buscando el idílico final de aquello. Empecé a bombear mis caderas hacia su trasero con brusquedad sintiendo ya como por la velocidad en la que iba, mi miembro empezaba a palpitar con fuerza aproximándose rápidamente al orgasmo.
Jadee con fuerza y no me detuve ningún momento a pensar en atender su desesperado miembro que daba pequeños respingos por todo el placer que contenía, por el contrario empecé a embestirle mas rápido buscando únicamente mi placer y una vez que finalmente sentí ese hormigueo en las piernas acompañado de los constantes choques eléctricos a mi espalda tire de sus cabellos para obligarle a levantarse y seguido de ello volví a tironear de sus cabellos para hacer le ponerse de rodillas entre mis piernas mientras que con la otra mano tomaba mi miembro para empezar a masturbarme rápidamente al tiempo que maniobraba su cabeza para acercarle hacia mi entrepierna y justo tras jalar de mi miembro un momento mas, arquee un tanto mi espalda y ronco gemido abandono mis labios justo en el momento en que mi miembro descargaba por completo mi semilla, dejando que esta llenara su rostro y parte de sus labios.
Relaje mi cuerpo y con una sonrisa socarrona en mis labios aleje su rostro de mi entrepierna para luego soltar con brusquedad sus cabellos, empujando su cuerpo así como el había hecho con el mío, para atinar un severo golpe en uno de los vidrios. Sin demora y seguro de que aquel golpe propinado había sido aun más severo que el que me había dado yo me moví rápidamente para tomar las tiras de sus prendas. Lleve sus manos tras su espalda y partiendo desde sus muñecas comencé a atar sus manos con fuerza, ascendiendo por la longitud de sus brazos hasta llegar a un poco mas arriba de sus codos donde hice un fuerte nudo para evitar cualquier intento por liberarse y seguido de ello, tome su falda que para mi fortuna se había quitado para romperla de la misma manera y seguir por atar sus piernas estas, afianzándolas fuertemente con las tiras de sus prendas hasta un poco mas arriba de la mitad de sus pantorrillas.
Me relamí los labios un par de veces y antes de que dijera algo, me moví para alcanzar el lugar de donde había obtenido aquella pequeña pastilla para de ahí sacar un pequeño juguete que tenía guardado. Se trataba de un pequeño vibrador con forma ovalada, con la forma de un pequeño y delgado huevo que mediante un pequeño cable, se unía a un cinturón que iba justamente en las piernas. Con este objeto en las manos volví a donde le había dejado para rápidamente colocarle en su muslo derecho el pequeño cinturón y seguido de ello, con mi mano libre tome uno de sus glúteos para abrir este con brusquedad y adentrar de una sola el vibrador en su entrada. Hecho esto, busque un pequeño botón en su cinturón, una pequeña perilla que media la intensidad con la que vibraba el objeto a la cual me encargue de acomodarle solo en el primero de los tres niveles que tenia.
-Ahora te voy a enseñar a comportarte un poco mejor…-
Dije y rodee su cuerpo del asiento del auto que era donde le tenia para que cayera al suelo del auto y seguí por sentarme en donde él estaba para llevar rápidamente uno de mis pies a su cabeza.
-Y pues, como al parecer tienes aun muchos huevos para hablar, pues espero ansioso una disculpa, una buena disculpa por la estupidez que hiciste…-
Dije refiriéndome al golpe en mi cabeza que aun resentía y empecé a dar descuidados golpes en su cabeza con mi pie mientras que le observaba con diversión y de vez en cuando dejaba que todo el peso de mi pie presionara su cabeza en el suelo.
Byou- Cliente
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
De manera repentina sentí nuevamente unas punzadas de dolor en mi cabeza, lugar que ya estaba bastante adolorido después de tanto jaloneo. Ya que mi cuerpo no respondía como yo quería debido a la droga y a que mis “necesidades” no eran calmadas; deje mi cuerpo completamente a merced de los jaloneos hechos por el otro. Mantenía mis ojos fuertemente cerrados y aunque hubiese sido provechoso ver al mayor para predecir alguna de sus acciones, ni siquiera trate de abrir mis ojos luego de aquellos tirones a mi cabello. De forma repentina sentí el ardor en una de mis mejillas causado por el golpe de una de las manos ajenas y después de este vino un segundo en la mejilla contraria que como la anterior me obligo a voltear mi rostro. Apenas y pude escuchar sus palabras entre el aturdimiento por aquellos golpes y como pude levante una de mis manos para así poder limpiar el hilo de sangre que escurría de una de las comisuras de mis labios para luego de ello sentir como con brusquedad me acomodaba sobre sus piernas. Me sentía algo mareado, estaba temblando por completo y casi no tenía control de mi cuerpo. Mi cuerpo se balanceaba un poco sobre el ajeno ya que apenas y podía mantenerse enderezado y entre aquel estado como de medio inconsciencia el repentino entrar del miembro ajeno en mi entrada me hizo soltar un fuerte gemido y como si eso no fuera suficiente de inmediato mi cuerpo comenzó a ser manipulado por las manos del contrario. Sin poder reprimirme empecé a soltar una ola de quejas y gemidos mientras llevaba mis manos a recargarse en el respaldo de uno de los asientos de enfrente, apretando con mis manos lo que alcanzaba del mismo y clavando mis uñas en la tela del asiento.
El ritmo al que me penetraba era rápido, bestial aunque para mi estado no era lo suficiente como para lograr que me corriera ya que de momento no habia ninguna atención sobre mi miembro quien era el que más lo pedía. Mis piernas se cerraban con fuerza sintiendo dolor en aquella parte de mi cuerpo, quería soltar aquel asiento y atender mi miembro yo mismo pero me era imposible, necesitaba un apoyo, algo de desahogo y justamente en esos momentos en los que me sentía tan frustrado fue cuando comencé a sentir el palpitar del miembro ajeno en las paredes de mi entrada y seguido de ello, la repentina salida del mismo de mi interior y un nuevo jaloneo de mis cabellos que me obligaba a medio levantarme como podía, siguiendo obedientemente aquellos tirones de mi cabello para no resultar lastimado más de la cuenta. Arrodillado en el suelo del auto sentía el sudor recorriendo mi frente, mis mejillas y escurrir por mi cuello hasta perderse en mi pecho. Tanto temblor y movimiento de mi cuerpo habia provocado el mismo, mantenía mis ojos entrecerrados y tenía la mirada algo borrosa por lo que con certeza no pude ver lo que el otro hacia hasta que, repentinamente sentí aquel cálido liquido manchando parte de mi rostro, el cual fue fácil deducir que era después de aquel gemido que abandono los labios ajenos.
Ni siquiera pude reaccionar a ello, estaba tan perdido en aquellas sensaciones que controlaban mi cuerpo que aquello no me habia importado más que por qué pensaba en que yo también estaba deseando correrme en ese momento. De manera sorpresiva después de que el otro consiguiese su orgasmo sentí el empuje de mi cuerpo hacia uno de mis costados y seguido de ello el fuerte dolor en uno de los costados de mi cabeza, aquella zona se calentó rápidamente y una sensación de cosquilleo sentí en mi rostro al momento que mi sangre empezó a escurrir por el mismo. Habia soltado una pequeña queja entre el golpe y ahora me habia quedado quieto sobre el asiento, sintiendo algunas nauseas por lo mareado que estaba debido al golpe, sentía como si el carro se estuviese moviendo y por unos instantes no pude escuchar o sentir lo que el otro hacia.
Me sentía incomodo ya que al parecer habia sido inmovilizado con algunos fuertes amarres en mis brazos y piernas, me era tedioso el tratar de moverme y no poder hacerlo. Mis ojos se abrieron de golpe al sentir que de nueva cuenta algo era introducido en mi entrada aunque de primer instancia se habia sentido frio lo que me indicaba que no era ninguna parte del mayor. Luego de aquello sentí las vibraciones en las paredes de mi entrada y empecé a removerme un poco sobre el asiento, a soltar débiles quejas e incluso opte por cerrar de nuevo mis ojos, manteniéndoles así, sin tener la fuerza para abrirles. Una queja mas se escapo de mis labios al sentir el golpe de mi cuerpo contra el suelo del coche y sin poder evitarlo me removí sobre el mismo, jalando de mis manos y piernas. Las siguientes palabras del mayor no fueron muy claras para mi debido al peso que sentía sobre mi cabeza pero al menos una de sus palabras resonó en mi cabeza y fue… “disculpa”. Algo a lo que mi mente se negó rotundamente a aceptar. De manera intempestiva una serie de golpes propinados a mi cabeza por parte del pie ajeno me hicieron comenzar a gemir dolorosamente y por otro lado ese molesto vibrador en mi entrada solo me provocaba mas y aumentaba ese condenado dolor que empezaba a sentir en mi entrepierna. Empezaba a creer que ambos dolores iban a volverme loco así que aunque la desesperación no siempre era buena consejera, en mi caso esperaba que lo fuera. No podía pensar en mucho debido a que mi cabeza dolía… bueno más bien iba mucho mas allá de un simple dolor y cada golpe me aturdía más.
Empecé a retorcerme en el suelo como una lombriz, sin saber si de algo serviría aquel esfuerzo y como todo humano cuando tiene un problema, trate de resolverlo como me fuera posible. Empecé por aquella tortura del vibrador, bruscamente arquee mi espalda y estire mis brazos por completo alcanzando con mis dedos ese pequeño cable sobresaliendo desde la orilla de mi ano, tome el cable entre mis dedos medio e índice y tire de él con toda la fuerza que ahora me quedaba logrando sacar aquel huevo de mi interior y procurando ser lo más rápido posible encorve de nuevo mi cuerpo pero esta vez moviendo el mismo hasta conseguir acercarme por completo a los asientos frontales, librándome de poco a poco de su pie, sabiendo que bastaría con empujar un poco mi cuerpo hacia adelante para esconder mi rostro debajo del asiento delantero. Una vez con mi cabeza y cuello refugiados debajo del asiento delantero, ya que mis manos no estaban del todo inmovilizadas, podía perfectamente mover mis dedos y en si las manos por el amarre que solo abarcaba parte de mis muñecas, acomode el vibrador en una de mis manos y en la otra aun mantenía el cable sostenido.
Tire con un poco de fuerza de ambos, enrollando el cable en uno de mis dedos para crear más tensión sin necesitar que mis manos se separaran demasiado; cosa que no podía hacer. Y con un poco de esfuerzo logre que el cable se zafara del vibrador, encogí un poco mis piernas sintiendo un poco de alivio después de deshacerme de aquella cosa y finalmente avente el huevo en cualquier dirección y con toda la fuerza que pude usar mientras aprovechaba un gemido proveniente del dolor que sentía mi miembro para decir en un tono algo alto.
-ahí tienes tu disculpa…-
Habia dicho aquello tan rápido que ni siquiera estaba seguro de que el otro me hubiera entendido aunque esperaba que así hubiese sido. Mi cuerpo ya se sentía algo cansado más que nada por aquella necesidad que sentía que no estaba siendo calmada, mi cabeza dolía, me sentía mareado e incluso empezaba a pensar que en cualquier momento caería inconsciente aunque por otro lado, el temblor de mi cuerpo, la ansiedad corriendo por el mismo y la desesperación que se manifestaba en ese dolor sobre mi miembro parecía advertirme que pasara lo que pasara me mantendría despierto…
El ritmo al que me penetraba era rápido, bestial aunque para mi estado no era lo suficiente como para lograr que me corriera ya que de momento no habia ninguna atención sobre mi miembro quien era el que más lo pedía. Mis piernas se cerraban con fuerza sintiendo dolor en aquella parte de mi cuerpo, quería soltar aquel asiento y atender mi miembro yo mismo pero me era imposible, necesitaba un apoyo, algo de desahogo y justamente en esos momentos en los que me sentía tan frustrado fue cuando comencé a sentir el palpitar del miembro ajeno en las paredes de mi entrada y seguido de ello, la repentina salida del mismo de mi interior y un nuevo jaloneo de mis cabellos que me obligaba a medio levantarme como podía, siguiendo obedientemente aquellos tirones de mi cabello para no resultar lastimado más de la cuenta. Arrodillado en el suelo del auto sentía el sudor recorriendo mi frente, mis mejillas y escurrir por mi cuello hasta perderse en mi pecho. Tanto temblor y movimiento de mi cuerpo habia provocado el mismo, mantenía mis ojos entrecerrados y tenía la mirada algo borrosa por lo que con certeza no pude ver lo que el otro hacia hasta que, repentinamente sentí aquel cálido liquido manchando parte de mi rostro, el cual fue fácil deducir que era después de aquel gemido que abandono los labios ajenos.
Ni siquiera pude reaccionar a ello, estaba tan perdido en aquellas sensaciones que controlaban mi cuerpo que aquello no me habia importado más que por qué pensaba en que yo también estaba deseando correrme en ese momento. De manera sorpresiva después de que el otro consiguiese su orgasmo sentí el empuje de mi cuerpo hacia uno de mis costados y seguido de ello el fuerte dolor en uno de los costados de mi cabeza, aquella zona se calentó rápidamente y una sensación de cosquilleo sentí en mi rostro al momento que mi sangre empezó a escurrir por el mismo. Habia soltado una pequeña queja entre el golpe y ahora me habia quedado quieto sobre el asiento, sintiendo algunas nauseas por lo mareado que estaba debido al golpe, sentía como si el carro se estuviese moviendo y por unos instantes no pude escuchar o sentir lo que el otro hacia.
Me sentía incomodo ya que al parecer habia sido inmovilizado con algunos fuertes amarres en mis brazos y piernas, me era tedioso el tratar de moverme y no poder hacerlo. Mis ojos se abrieron de golpe al sentir que de nueva cuenta algo era introducido en mi entrada aunque de primer instancia se habia sentido frio lo que me indicaba que no era ninguna parte del mayor. Luego de aquello sentí las vibraciones en las paredes de mi entrada y empecé a removerme un poco sobre el asiento, a soltar débiles quejas e incluso opte por cerrar de nuevo mis ojos, manteniéndoles así, sin tener la fuerza para abrirles. Una queja mas se escapo de mis labios al sentir el golpe de mi cuerpo contra el suelo del coche y sin poder evitarlo me removí sobre el mismo, jalando de mis manos y piernas. Las siguientes palabras del mayor no fueron muy claras para mi debido al peso que sentía sobre mi cabeza pero al menos una de sus palabras resonó en mi cabeza y fue… “disculpa”. Algo a lo que mi mente se negó rotundamente a aceptar. De manera intempestiva una serie de golpes propinados a mi cabeza por parte del pie ajeno me hicieron comenzar a gemir dolorosamente y por otro lado ese molesto vibrador en mi entrada solo me provocaba mas y aumentaba ese condenado dolor que empezaba a sentir en mi entrepierna. Empezaba a creer que ambos dolores iban a volverme loco así que aunque la desesperación no siempre era buena consejera, en mi caso esperaba que lo fuera. No podía pensar en mucho debido a que mi cabeza dolía… bueno más bien iba mucho mas allá de un simple dolor y cada golpe me aturdía más.
Empecé a retorcerme en el suelo como una lombriz, sin saber si de algo serviría aquel esfuerzo y como todo humano cuando tiene un problema, trate de resolverlo como me fuera posible. Empecé por aquella tortura del vibrador, bruscamente arquee mi espalda y estire mis brazos por completo alcanzando con mis dedos ese pequeño cable sobresaliendo desde la orilla de mi ano, tome el cable entre mis dedos medio e índice y tire de él con toda la fuerza que ahora me quedaba logrando sacar aquel huevo de mi interior y procurando ser lo más rápido posible encorve de nuevo mi cuerpo pero esta vez moviendo el mismo hasta conseguir acercarme por completo a los asientos frontales, librándome de poco a poco de su pie, sabiendo que bastaría con empujar un poco mi cuerpo hacia adelante para esconder mi rostro debajo del asiento delantero. Una vez con mi cabeza y cuello refugiados debajo del asiento delantero, ya que mis manos no estaban del todo inmovilizadas, podía perfectamente mover mis dedos y en si las manos por el amarre que solo abarcaba parte de mis muñecas, acomode el vibrador en una de mis manos y en la otra aun mantenía el cable sostenido.
Tire con un poco de fuerza de ambos, enrollando el cable en uno de mis dedos para crear más tensión sin necesitar que mis manos se separaran demasiado; cosa que no podía hacer. Y con un poco de esfuerzo logre que el cable se zafara del vibrador, encogí un poco mis piernas sintiendo un poco de alivio después de deshacerme de aquella cosa y finalmente avente el huevo en cualquier dirección y con toda la fuerza que pude usar mientras aprovechaba un gemido proveniente del dolor que sentía mi miembro para decir en un tono algo alto.
-ahí tienes tu disculpa…-
Habia dicho aquello tan rápido que ni siquiera estaba seguro de que el otro me hubiera entendido aunque esperaba que así hubiese sido. Mi cuerpo ya se sentía algo cansado más que nada por aquella necesidad que sentía que no estaba siendo calmada, mi cabeza dolía, me sentía mareado e incluso empezaba a pensar que en cualquier momento caería inconsciente aunque por otro lado, el temblor de mi cuerpo, la ansiedad corriendo por el mismo y la desesperación que se manifestaba en ese dolor sobre mi miembro parecía advertirme que pasara lo que pasara me mantendría despierto…
Hina- 5 de Corazones
Re: Una pequeña escapada~ [PRIV]
Mi pie continuaba presionando su cabeza con diversión y en esas ocasiones en que únicamente le dejaba estático sobre esta, haciéndole presión para aplastarla con pie, hacia medios círculos de un lado a otro con la planta de ellos. Le miraba con diversión y lentamente el dolor de mi cabeza ya se iba disipando aunque en ocasiones me veía forzado a entrecerrar los ojos por los aun repentinos mareos que se hacían un poco menos constantes.
Sacudí rápidamente mi cabeza y al acomodar de nueva cuenta mi vista sobre el rubio; este, ya se encontraba torciéndose en el suelo del coche bruscamente. Levante mi pie por mera inercia, tratando de alejarme de tan bruscos movimientos y aquello fue bien aprovechado por el rubio, ya que en poco tiempo que fue de aquello, ya observaba como aquel vibrador era prácticamente desmantelado. Suspire con fastidio y aunque realmente lo que había hecho no era la gran cosa y raramente no había atentado en mi contra el contrario, aun así aquello iba completamente contra mis planes. Levante una de mis manos y la coloque en mi frente para echarla hacia atrás arrastrando la humedad de mis cabellos que se pegaban a mi frente.
-Te empiezas a tornar aburrido…-
Dije con una mueca de fastidio y me incline un poco, lo suficiente para que bastara con el estirar de una de mis manos para alcanzar los mechones de sus rizados cabellos que se asomaban por debajo del asiento donde se ocultaba. Empuñe aquellos cabellos e hice un ovillo con ellos para luego jalar con fuerza de los mismos arrastrando así su rostro por lo que había de suelo en el coche y con ese agarre, sin importarme cuanto mas le lastimara o que tan fuerte tuviera que jalar, le hice ponerse de rodillas de nuevo mientras aquel agarre, presionando su cuerpo contra el suelo y jalándole.
-Así que… haré, mejor dicho, harás que vuelva a ser divertido…-
Dije y me relamí los labios a la vez que jalaba de sus cabellos para levantarle. Tenia la venta de tener limitado el movimiento de sus manos y con el mismo tirar de su cabello, le hice que se sentara justamente en mi regazo. Solté finalmente sus cabellos y empecé a pasear mis manos con descaro por toda su piel expuesta para mí. Mis manos iban y venían, subían, bajaban, pero no en caricias suaves, si no que apretujaban cada lugar al alcance y al mismo tiempo me aprovechaba para mover su cuerpo sobre el mío, obligando a que su trasero desnudo chocara directamente sobre mi miembro, aprisionándolo de manera deliciosa en constantes frotes para con aquella parte de su cuerpo.
-Veras… me gusta jugar… y mucho… no soy de estar enojado todo el tiempo y seguir maltratándote me llevara a lo mismo y terminare aburrido… y de ti, aun no quiero aburrirme…-
Dije con diversión sin dejar de lado aquellas “caricias” de mis manos que atacaban y en ciertos lugares donde mis dedos se presionaban, la marcaban por ese momento en que se acumulaba la sangre por la presión de mis dedos.
-Y la verdad es que si me aburres simplemente te arrojare fuera de aquí así como estas en algún lugar publico… ¿Te gustaría eso? ¿Que te arrojara a la calle donde hubiera mucha gente y te viera así? Desnudo, expuesto y claro que hare notar a lo que te dedicas pequeña pelandusca… y que todos se enteren…-
Advertí y solté una sonora carcajada para luego apoyar el mentón en uno de sus hombros y así hablar ahora contra su oído mientras mis manos ahora subían directamente a su pecho, donde las yemas de pulgares e índices de mis manos, se encargaron de atrapar sus pezones para comenzar a pellizcarles sin un ápice de delicadeza.
-De que tu inocente rostro solo sirve de pantalla para ocultar que eres una puta….-
Dije nuevamente sin olvidar ese dejo de diversión y aprovechando la cercanía en aquel lugar, atrape el lóbulo de su oreja entre mis dientes para propinarle una fuerte mordida hasta sentir que mis dientes atravesaban aquel pedacito de su piel y apenas un color rojizo mas oscuro se manifestaba en su piel, anunciando estar a nada de hacerle sangrar, pero antes de ello jale mi rostro haciendo su lóbulo resbalar de entre mis dientes.
-Pero, claro, no seré tan malo contigo…-
Mencione con sorna entre una leve risa y di un beso a su mejilla que estaba a mi alcance.
-Así que te daré una última opción, cosa que realmente no hago con cualquiera y menos si se han pasado de listos como tú lo haz hecho en tantas ocasiones hoy…-
Lleve mis manos a su cintura y clave mis dedos en esta para bajarle de aquel sitio y manipular su cuerpo para así, acomodarle entre mis piernas, las cuales se abrían para que él quedara entre ellas. Con el mismo agarre de su cintura jale su cuerpo hacia abajo, haciéndole ponerse de rodillas.
-Anda, evita que me aburra… sin pasarte de listo… por que la más mínima mordida intencional, hará que te arroje fuera de aquí…-
Ordene y no necesitaba dar mas explicaciones mas que el hecho de abrir mis piernas, empujándole solo un poco mis caderas mientras que le señalaba mi entrepierna con la mirada.
Sacudí rápidamente mi cabeza y al acomodar de nueva cuenta mi vista sobre el rubio; este, ya se encontraba torciéndose en el suelo del coche bruscamente. Levante mi pie por mera inercia, tratando de alejarme de tan bruscos movimientos y aquello fue bien aprovechado por el rubio, ya que en poco tiempo que fue de aquello, ya observaba como aquel vibrador era prácticamente desmantelado. Suspire con fastidio y aunque realmente lo que había hecho no era la gran cosa y raramente no había atentado en mi contra el contrario, aun así aquello iba completamente contra mis planes. Levante una de mis manos y la coloque en mi frente para echarla hacia atrás arrastrando la humedad de mis cabellos que se pegaban a mi frente.
-Te empiezas a tornar aburrido…-
Dije con una mueca de fastidio y me incline un poco, lo suficiente para que bastara con el estirar de una de mis manos para alcanzar los mechones de sus rizados cabellos que se asomaban por debajo del asiento donde se ocultaba. Empuñe aquellos cabellos e hice un ovillo con ellos para luego jalar con fuerza de los mismos arrastrando así su rostro por lo que había de suelo en el coche y con ese agarre, sin importarme cuanto mas le lastimara o que tan fuerte tuviera que jalar, le hice ponerse de rodillas de nuevo mientras aquel agarre, presionando su cuerpo contra el suelo y jalándole.
-Así que… haré, mejor dicho, harás que vuelva a ser divertido…-
Dije y me relamí los labios a la vez que jalaba de sus cabellos para levantarle. Tenia la venta de tener limitado el movimiento de sus manos y con el mismo tirar de su cabello, le hice que se sentara justamente en mi regazo. Solté finalmente sus cabellos y empecé a pasear mis manos con descaro por toda su piel expuesta para mí. Mis manos iban y venían, subían, bajaban, pero no en caricias suaves, si no que apretujaban cada lugar al alcance y al mismo tiempo me aprovechaba para mover su cuerpo sobre el mío, obligando a que su trasero desnudo chocara directamente sobre mi miembro, aprisionándolo de manera deliciosa en constantes frotes para con aquella parte de su cuerpo.
-Veras… me gusta jugar… y mucho… no soy de estar enojado todo el tiempo y seguir maltratándote me llevara a lo mismo y terminare aburrido… y de ti, aun no quiero aburrirme…-
Dije con diversión sin dejar de lado aquellas “caricias” de mis manos que atacaban y en ciertos lugares donde mis dedos se presionaban, la marcaban por ese momento en que se acumulaba la sangre por la presión de mis dedos.
-Y la verdad es que si me aburres simplemente te arrojare fuera de aquí así como estas en algún lugar publico… ¿Te gustaría eso? ¿Que te arrojara a la calle donde hubiera mucha gente y te viera así? Desnudo, expuesto y claro que hare notar a lo que te dedicas pequeña pelandusca… y que todos se enteren…-
Advertí y solté una sonora carcajada para luego apoyar el mentón en uno de sus hombros y así hablar ahora contra su oído mientras mis manos ahora subían directamente a su pecho, donde las yemas de pulgares e índices de mis manos, se encargaron de atrapar sus pezones para comenzar a pellizcarles sin un ápice de delicadeza.
-De que tu inocente rostro solo sirve de pantalla para ocultar que eres una puta….-
Dije nuevamente sin olvidar ese dejo de diversión y aprovechando la cercanía en aquel lugar, atrape el lóbulo de su oreja entre mis dientes para propinarle una fuerte mordida hasta sentir que mis dientes atravesaban aquel pedacito de su piel y apenas un color rojizo mas oscuro se manifestaba en su piel, anunciando estar a nada de hacerle sangrar, pero antes de ello jale mi rostro haciendo su lóbulo resbalar de entre mis dientes.
-Pero, claro, no seré tan malo contigo…-
Mencione con sorna entre una leve risa y di un beso a su mejilla que estaba a mi alcance.
-Así que te daré una última opción, cosa que realmente no hago con cualquiera y menos si se han pasado de listos como tú lo haz hecho en tantas ocasiones hoy…-
Lleve mis manos a su cintura y clave mis dedos en esta para bajarle de aquel sitio y manipular su cuerpo para así, acomodarle entre mis piernas, las cuales se abrían para que él quedara entre ellas. Con el mismo agarre de su cintura jale su cuerpo hacia abajo, haciéndole ponerse de rodillas.
-Anda, evita que me aburra… sin pasarte de listo… por que la más mínima mordida intencional, hará que te arroje fuera de aquí…-
Ordene y no necesitaba dar mas explicaciones mas que el hecho de abrir mis piernas, empujándole solo un poco mis caderas mientras que le señalaba mi entrepierna con la mirada.
Byou- Cliente
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