Drink it down [Privado]
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Imperial Riot :: Imperial Riot :: Bar
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Drink it down [Privado]
¿Quién lo diría? Tenía un cliente en menos de lo que esperaba y por ahora, le agradaba. Era interesante y todo se resumía en que no se quejaba. Después de llamarlo con el dedo y subir los escalones hasta estar frente a la entrada del lujoso casino, esperó tenerlo a un lado antes de entrar. Suponiendo que no era la primera vez que iba a ese lugar, se daba la idea de que Shaura tenía la suficiente memoria de cada lugar del Imperial Riot. A pesar de eso, lo miró de soslayo antes de entrar. —Si me disculpas.—y sin decir nada más, lo tomó de una mano para poder ingresar al lugar. La atmósfera de lujos no se hizo esperar y él, conociendo el lugar de pies a cabeza y de cabeza a pies, no le era difícil manejarse por todo aquello. Lo tomaba de la mano por dos simples motivos. El primero, para que no se le perdiera entre la multitud de clientes y el segundo para que otros empleados supieran que él era quien atendía a ese cliente.
Sin mucha ciencia logró avanzar, pasando por distintas salas, entre ellas la sala de juegos, hasta dar con el bar del lugar. Era espacioso, con varios asientos y muy bien iluminado. Todo cargaba con ese lujo y buen ver que identificaba lo lujoso del burdel con fachada de casino. Tranquilamente lo guió entre los asientos, donde estaba uno que otros empleados junto a sus respectivos clientes, consiguiendo unos un tanto aparte, donde la gente no los pudiera estorbar pero teniendo a la misma vez una vista de lo más amplia y exquisita del bar. Se podía visualizar por completo y lo mejor de todo, ellos no eran los que eran visualizados del todo. De un suave movimiento de mano, soltó la ajena y le mostró el asiento.
—Adelante. —sonrió cortés y mientras el de cabellos platas se acomodaba, él también lo hizo, tomando asiento a su lado. —Espero que te guste este lugar, es mi favorito. —le susurró manteniendo la sonrisa, ahora con cierto aire de misterio. Elevó una mano tras susurrarle, y ello captó rápido la atención de uno de los que atendían el bar. Miró primero al joven y luego a Shaura. — ¿Qué te gustaría tomar?—indagó, esperando que o le dijera qué deseaba tomar a él o en todo caso, al joven que los estaba atendiendo.
Sin mucha ciencia logró avanzar, pasando por distintas salas, entre ellas la sala de juegos, hasta dar con el bar del lugar. Era espacioso, con varios asientos y muy bien iluminado. Todo cargaba con ese lujo y buen ver que identificaba lo lujoso del burdel con fachada de casino. Tranquilamente lo guió entre los asientos, donde estaba uno que otros empleados junto a sus respectivos clientes, consiguiendo unos un tanto aparte, donde la gente no los pudiera estorbar pero teniendo a la misma vez una vista de lo más amplia y exquisita del bar. Se podía visualizar por completo y lo mejor de todo, ellos no eran los que eran visualizados del todo. De un suave movimiento de mano, soltó la ajena y le mostró el asiento.
—Adelante. —sonrió cortés y mientras el de cabellos platas se acomodaba, él también lo hizo, tomando asiento a su lado. —Espero que te guste este lugar, es mi favorito. —le susurró manteniendo la sonrisa, ahora con cierto aire de misterio. Elevó una mano tras susurrarle, y ello captó rápido la atención de uno de los que atendían el bar. Miró primero al joven y luego a Shaura. — ¿Qué te gustaría tomar?—indagó, esperando que o le dijera qué deseaba tomar a él o en todo caso, al joven que los estaba atendiendo.
Hyde- 10 de Corazones
Re: Drink it down [Privado]
Con total diversión empecé a seguir la indicación de su dedo, avanzando lentamente para seguirle el paso hacia dentro del lugar, en espera de averiguar el lugar que había elegido para… servirme.
-Bien, digamos que tienes mi completa atención, Hyde, ansió saber el lugar que haz escogido…-
Murmure bajo y continúe siguiéndole hasta finalmente atravesar la puerta del lugar para entrar en este. Justo antes de entrar, por un breve momento sus ojos se cruzaron con los míos y sus palabras me tomaron por sorpresa ya que, hasta el momento en que tomo mi mano no sabía del porque de ellas, sin embargo ante aquel gesto, una leve risa salió de entre mis labios y dejándome llevar por su mano de guía avance al paso que él llevaba.
Había estado ahí en muchas ocasiones y el camino para todos los lugares estaba en mi memoria claramente marcado y conforme avanzábamos me daba cuenta del lugar a donde íbamos. Ahora podía afirmar lo que había dicho anteriormente el lugar que estaba al final de ese camino ciertamente era uno de los que mas…frecuentaba en mis visitas a aquel casino y por supuesto era también, uno de mis favoritos; el bar.
Después de recorrer un tanto el lugar, guiado aun por su mano, al llegar a ese lugar apartado donde él me guiaba y que no podía agradecer el hecho de que estuviera de cierta manera tan privado; finalmente, cuando su mano se alejo de la mía, tuve nuevamente vista de su rostro y con una leve reverencia en señal de agradecimiento, tome el asiento que me ofrecía, acomodándome en este a manera de que, una vez que ubique el lugar donde él se sentaba, tener una perfecta vista suya.
Asentí con la cabeza, dándole leves vistazos al lugar, que a pesar de haber estado en varias ocasiones en el, aun era por demás llamativo, elegante y era sin duda por ello que me agradaba tanto, además claro del ambiente que corría por aquel lugar.
-También es el mío, Hyde, creo que haz atinado perfectamente al traerme hasta aquí…-
Musite mientras que observaba como llamaba al otro chico encargado del bar para atendernos y de soslayo mire a este antes de volver la vista a la suya. No necesite mucho tiempo para pensar en que deseaba tomar esa noche, tenía muchas bebidas favoritas, sobre todo en ese lugar donde la variedad era tan extensa, pero tampoco iba a elegir al azar. Recargue uno de mis codos sobre la barra y en el dorso de mi mano, mi mejilla, mientras que permanecía con aquella leve sonrisa y con los ojos sobre los suyos.
- Between the sheets…-
Dije en un susurro el nombre del coctel que me apetecía tomar esa noche y finalmente a complete la oración.
-¿Y tú?-
-Bien, digamos que tienes mi completa atención, Hyde, ansió saber el lugar que haz escogido…-
Murmure bajo y continúe siguiéndole hasta finalmente atravesar la puerta del lugar para entrar en este. Justo antes de entrar, por un breve momento sus ojos se cruzaron con los míos y sus palabras me tomaron por sorpresa ya que, hasta el momento en que tomo mi mano no sabía del porque de ellas, sin embargo ante aquel gesto, una leve risa salió de entre mis labios y dejándome llevar por su mano de guía avance al paso que él llevaba.
Había estado ahí en muchas ocasiones y el camino para todos los lugares estaba en mi memoria claramente marcado y conforme avanzábamos me daba cuenta del lugar a donde íbamos. Ahora podía afirmar lo que había dicho anteriormente el lugar que estaba al final de ese camino ciertamente era uno de los que mas…frecuentaba en mis visitas a aquel casino y por supuesto era también, uno de mis favoritos; el bar.
Después de recorrer un tanto el lugar, guiado aun por su mano, al llegar a ese lugar apartado donde él me guiaba y que no podía agradecer el hecho de que estuviera de cierta manera tan privado; finalmente, cuando su mano se alejo de la mía, tuve nuevamente vista de su rostro y con una leve reverencia en señal de agradecimiento, tome el asiento que me ofrecía, acomodándome en este a manera de que, una vez que ubique el lugar donde él se sentaba, tener una perfecta vista suya.
Asentí con la cabeza, dándole leves vistazos al lugar, que a pesar de haber estado en varias ocasiones en el, aun era por demás llamativo, elegante y era sin duda por ello que me agradaba tanto, además claro del ambiente que corría por aquel lugar.
-También es el mío, Hyde, creo que haz atinado perfectamente al traerme hasta aquí…-
Musite mientras que observaba como llamaba al otro chico encargado del bar para atendernos y de soslayo mire a este antes de volver la vista a la suya. No necesite mucho tiempo para pensar en que deseaba tomar esa noche, tenía muchas bebidas favoritas, sobre todo en ese lugar donde la variedad era tan extensa, pero tampoco iba a elegir al azar. Recargue uno de mis codos sobre la barra y en el dorso de mi mano, mi mejilla, mientras que permanecía con aquella leve sonrisa y con los ojos sobre los suyos.
- Between the sheets…-
Dije en un susurro el nombre del coctel que me apetecía tomar esa noche y finalmente a complete la oración.
-¿Y tú?-
Shaura- Cliente
Re: Drink it down [Privado]
—Me agrada saber que escogí el lugar adecuado. —aseguró con un suave asentimiento y es que no fue tan difícil suponerlo. Shaura tenía esa imagen de hombre de negocio, una persona importante, aunque era de suponer que debería ser una persona de esa índole considerando que no cualquiera podía darse el lujo de costearse una noche en el Imperial Riot al ser atendido por los clientes del lugar. Era por eso que tampoco fue difícil suponer que como un hombre así, entre los lugares predilectos para pasar el rato estaría el bar, beber un cóctel y pasar el “buen rato” con los que atendían al cliente. Fue capaz de escuchar la voz del mismo ordenar, mas el chico que tomaba la orden pareció no escucharlo del todo, cosa de lo que Hyde se percató al notar la mueca confundida que se le quedaba en el rostro.
Hizo un puchero inconforme por eso y en parte entendió, pues tantas voces juntas en el bar hacían una odisea el querer escuchar un susurro en medio de la algarabía. Al escuchar como Shaura cuestionaba sobre lo que él pediría, lo pensó por un pequeño lapso de segundo. Entre sus planes no estaba el ordenar un cóctel, pero aprovecharía la ocasión para hacerlo y también disfrutar de una rica bebida como esa de las tantas que ofrecía el bar del casino. Antes de dejarle claro al empleado de nivel uno lo que ambos querían, miró de soslayo al cliente y colocó una mano cerca de la rodilla de éste, como si se sostuviera de ahí, no teniendo todavía la espalda recargada sobre el asiento.
—Between the sheets. —dijo primero la orden de Shaura el cual el muchachito no había podido escuchar, con una voz clara. —Y un Martini de manzana, por favor. —terminó de mencionar las dos órdenes con una sonrisa surcándole los labios. El empleado anotó los dos cócteles, anunció que estarían lo más rápido posible y después de una corta reverencia, se marchó por donde mismo había llegado. Los ojos castaños de éste siguieron el camino del jovencito entre la multitud y de cierto modo, le trajo un deja vú de cuando trabajaba atendiendo el bar, limpiando y demás como empleado de nivel uno. Ahora era uno de nivel diez y estaba atendiendo a un cliente, por lo que no se dio el lujo de distraerse en eso.
Con la mano que tenía en la rodilla de Shaura, comenzó un camino ascendente con la yema de los dedos, subiendo así de forma peligrosa, pasando de la rodilla a los muslos y de los muslos a cierta área, específicamente la entrepierna del hombre. Lo hizo de forma “distraída” como si aquello no fuera nada mientras se acomodaba y recargaba la espalda. Del mismo modo “distraído” dio un certero apretón antes de voltear el rostro y encararlo con una sonrisa pícara formada en los labios. — ¿En dónde nos quedamos?—preguntó de forma amena, dando un suave apretón más antes de volver a descender por el muslo y ascender, buscando al parecer tentarlo antes de detener el provocador toque segundos después.
Hizo un puchero inconforme por eso y en parte entendió, pues tantas voces juntas en el bar hacían una odisea el querer escuchar un susurro en medio de la algarabía. Al escuchar como Shaura cuestionaba sobre lo que él pediría, lo pensó por un pequeño lapso de segundo. Entre sus planes no estaba el ordenar un cóctel, pero aprovecharía la ocasión para hacerlo y también disfrutar de una rica bebida como esa de las tantas que ofrecía el bar del casino. Antes de dejarle claro al empleado de nivel uno lo que ambos querían, miró de soslayo al cliente y colocó una mano cerca de la rodilla de éste, como si se sostuviera de ahí, no teniendo todavía la espalda recargada sobre el asiento.
—Between the sheets. —dijo primero la orden de Shaura el cual el muchachito no había podido escuchar, con una voz clara. —Y un Martini de manzana, por favor. —terminó de mencionar las dos órdenes con una sonrisa surcándole los labios. El empleado anotó los dos cócteles, anunció que estarían lo más rápido posible y después de una corta reverencia, se marchó por donde mismo había llegado. Los ojos castaños de éste siguieron el camino del jovencito entre la multitud y de cierto modo, le trajo un deja vú de cuando trabajaba atendiendo el bar, limpiando y demás como empleado de nivel uno. Ahora era uno de nivel diez y estaba atendiendo a un cliente, por lo que no se dio el lujo de distraerse en eso.
Con la mano que tenía en la rodilla de Shaura, comenzó un camino ascendente con la yema de los dedos, subiendo así de forma peligrosa, pasando de la rodilla a los muslos y de los muslos a cierta área, específicamente la entrepierna del hombre. Lo hizo de forma “distraída” como si aquello no fuera nada mientras se acomodaba y recargaba la espalda. Del mismo modo “distraído” dio un certero apretón antes de voltear el rostro y encararlo con una sonrisa pícara formada en los labios. — ¿En dónde nos quedamos?—preguntó de forma amena, dando un suave apretón más antes de volver a descender por el muslo y ascender, buscando al parecer tentarlo antes de detener el provocador toque segundos después.
Hyde- 10 de Corazones
Re: Drink it down [Privado]
Me concentraba en mirar al otro, ni siquiera prestaba atención al chico que nos atendía, ya que esta, estaba completamente sobre el chico, que ahora, de un momento a otro ya tenia una de sus manos sobre una de mis rodillas, cosa que mas que molestarme o incomodarme, me hacia sonreír divertido. Esperaba paciente la atención por parte del chico del bar y pase por alto el hecho de que hayan tenido que repetirle la orden, para que molestarse con ello, de igual forma las bebidas estarían servidas tarde o temprano y al parecer, cuando la mano de Hyde comenzó a subir por mi rodilla yo tendría mucho con que entretenerme mientras tanto.
No detuve su mano, ni le especifique un lugar hasta donde podía llegar, simplemente le deje seguir el camino hasta donde quisiese llegar siendo el final de este mi entrepierna. Ante aquel reciente rose, mis labios se entreabrieron y de entre estos, casi imperceptiblemente mi lengua se asomo para recorrer únicamente el inferior de ellos. Quizá aquel rose de su parte no había sido tan… sorpresivo como ese repentino apretón que dio su mano y ante el cual, al igual que el respondí con una tenue sonrisa en los labios, mientras que observaba el dejo de picardía que había en la suya.
-En que…-
Comencé a hablar antes de que su mano se alejara, en respuesta a su interrogante, pero dado ese segundo apretón sobre aquella zona, corte voluntariamente mis palabras y antes de que su mano se alejara lleve una de mis manos sobre esta, pegándola completamente a mi muslo, presionándola ligeramente con la propia al mismo tiempo que levantaba mi rostro del dorso de mi mano, para poder llevar aquella, a la vez que mi inclinaba hacia donde él estaba, a su nuca.
Sin cerrar mi mano en torno a la suya, simplemente dejándola encima de esta, comencé a mover la propia hacia arriba, hacia abajo, de la misma forma que él mismo lo había hecho solo que esta vez era con un poco mas de presión sobre mi muslo y al mismo tiempo de aquello, presione mi otra mano sobre su nuca para empujar su rostro contra el mío llevando a que este quedara a escasos centímetros del propio y por ende a que mis labios se acercaran peligrosamente a los suyos, cosa que aprovecharía para continuar hablando…
-…Al parecer, tienes manos inquietas y provocadoras. Y ahora me pregunto, que tan lejos…-
…Dejando que mi aliento chocara sobre sus labios y al mismo tiempo sentía como su respiración se mezclaba dándome pequeños y sutiles roses al hablar sobre los labios. Al mismo tiempo de aquello, su mano guiada por la mía, recorrió una ultima vez hacia abajo, para luego comenzar a subir nuevamente, llevándola a que ese camino ascendente pasara a entre mis muslos, llegando nueva y lentamente a mi entrepierna, donde sin mas, la presione con algo de fuerza logrando arrancarme un pequeño suspiro que cayo directamente sobre sus labios, para seguir a la vez aquel camino hacia arriba haciendo que su mano recorriera por mi vientre bajo, por mi abdomen, mi pecho…
-… se atreverían a llegar por si solas…-
Dije al mismo tiempo que llevaba su mano por mi cuello y de este la pasaba a entre ambos rostros dejando las yemas de sus dedos índice, medio y anular justo sobre mis labios y a las cuales, entre un tenue beso, di un fugaz recorrido con mi lengua antes de ser interrumpido por el chico que regresaba con las bebidas, anunciándolas amablemente pero obligándome a soltar la mano del otro, dejándola caer suavemente mientras que volvía a mi lugar, acomodándome como anteriormente estaba sobre este y de igual manera, sin perder vista de rostro por ningún instante.
No detuve su mano, ni le especifique un lugar hasta donde podía llegar, simplemente le deje seguir el camino hasta donde quisiese llegar siendo el final de este mi entrepierna. Ante aquel reciente rose, mis labios se entreabrieron y de entre estos, casi imperceptiblemente mi lengua se asomo para recorrer únicamente el inferior de ellos. Quizá aquel rose de su parte no había sido tan… sorpresivo como ese repentino apretón que dio su mano y ante el cual, al igual que el respondí con una tenue sonrisa en los labios, mientras que observaba el dejo de picardía que había en la suya.
-En que…-
Comencé a hablar antes de que su mano se alejara, en respuesta a su interrogante, pero dado ese segundo apretón sobre aquella zona, corte voluntariamente mis palabras y antes de que su mano se alejara lleve una de mis manos sobre esta, pegándola completamente a mi muslo, presionándola ligeramente con la propia al mismo tiempo que levantaba mi rostro del dorso de mi mano, para poder llevar aquella, a la vez que mi inclinaba hacia donde él estaba, a su nuca.
Sin cerrar mi mano en torno a la suya, simplemente dejándola encima de esta, comencé a mover la propia hacia arriba, hacia abajo, de la misma forma que él mismo lo había hecho solo que esta vez era con un poco mas de presión sobre mi muslo y al mismo tiempo de aquello, presione mi otra mano sobre su nuca para empujar su rostro contra el mío llevando a que este quedara a escasos centímetros del propio y por ende a que mis labios se acercaran peligrosamente a los suyos, cosa que aprovecharía para continuar hablando…
-…Al parecer, tienes manos inquietas y provocadoras. Y ahora me pregunto, que tan lejos…-
…Dejando que mi aliento chocara sobre sus labios y al mismo tiempo sentía como su respiración se mezclaba dándome pequeños y sutiles roses al hablar sobre los labios. Al mismo tiempo de aquello, su mano guiada por la mía, recorrió una ultima vez hacia abajo, para luego comenzar a subir nuevamente, llevándola a que ese camino ascendente pasara a entre mis muslos, llegando nueva y lentamente a mi entrepierna, donde sin mas, la presione con algo de fuerza logrando arrancarme un pequeño suspiro que cayo directamente sobre sus labios, para seguir a la vez aquel camino hacia arriba haciendo que su mano recorriera por mi vientre bajo, por mi abdomen, mi pecho…
-… se atreverían a llegar por si solas…-
Dije al mismo tiempo que llevaba su mano por mi cuello y de este la pasaba a entre ambos rostros dejando las yemas de sus dedos índice, medio y anular justo sobre mis labios y a las cuales, entre un tenue beso, di un fugaz recorrido con mi lengua antes de ser interrumpido por el chico que regresaba con las bebidas, anunciándolas amablemente pero obligándome a soltar la mano del otro, dejándola caer suavemente mientras que volvía a mi lugar, acomodándome como anteriormente estaba sobre este y de igual manera, sin perder vista de rostro por ningún instante.
Shaura- Cliente
Re: Drink it down [Privado]
Le encantó poder arrancar ese par de reacciones en el otro y claro, haber logrado lo que estaba buscando mediante las descaradas pero de cierto modo, bien calculadas acciones que cometía. No toqueteaba por toquetear, lo hacía para lograr ver reacciones como esas. Por ello mismo no pudo evitar sonreír triunfante sin dejar a un lado esa pisca de picardía, picardía que también pudo percibir en los labios del cliente. Lo vio deseando hablar y en lugar de alejar la mano, la dejó unos segundos más adrede, casi como si supusiera que la tomaría para evitar que la alejara. Ahora el contacto entre su mano y el muslo del contrario era evidente y más directo. Echó un pequeño vistazo a la manera en la que la tomaba y luego, se permitió tomar por la nuca en la suposición de lo que haría, queriendo saber a la vez qué diría en toda la oración sin terminar. Como una guía, su mano era movida por la de Shaura, moviéndose de arriba abajo justo como momentos anteriores ello estuvo haciendo y a la par que esto pasaba, dejó que lo atraerá por la nuca el no oponer resistencia, acortando peligrosamente las distancias entre ambos rostros, sintiendo el aliento de éste chocar contra sus labios.
Se mantuvo viéndolo a los ojos y la mano propia continuó siendo guiada por el cliente. Al principio sin sonreír, lo hizo para los adentros cuando se percató del camino que tomaba su mano guiada por la de Shaura. Primero los muslos, luego más a arriba y un apretón certero en el mismo lugar que lo hacía suspirar. De algún modo, se sintió “retado” por el mismo al escucharlo. ¿Hacia dónde llegarían las manos suyas por sí solas? Oh, eso era a la vez una pregunta como un reto y a pesar de verlo como uno, no lo aceptó, al menos no en esos momentos cuando Shaura aún usaba su mano para recorrer su vientre, abdomen y pecho. Hyde se dedicó a observar cómo lo hacía, divertido y entretenido, como si fuese cosa de todos los días. Vio con notable interés la forma en la que la húmeda lengua de éste se deslizaba por la yema de sus dedos, causando un ligero cosquilleo y que mordiera un poco su labio inferior hasta que el chico de los tragos llegó.
Con una sonrisa amable, el joven entró los tragos. Primero a él, quien tomó su Martini con una mano y luego, a Shaura, tomando él la copa de cóctel junto con la bebida amarillenta para pasársela al susodicho. Una vez el chico se hubo retirado y entregado el cóctel, se dedicó a dar un pequeño sorbo al suyo para probarlo, sabiendo tan bien como lo recordaba. Sin embargo, no se olvidaba del “reto” que le impusieron. Ya que ahora nada los interrumpía, se atrevió a acariciar con su dedo índice y medio la mano libre del abogado, subiendo en un pequeño camino por su brazo a la par que se acercaba algo a éste. Sus labios de forma peligrosa se aproximaron al oído del mismo y se atrevió a susurrar.
—Por sí solas, Shaura, —mencionó el nombre de él, enmarcándolo sin dejar de murmullar y haciendo que su aliento chocara contra su oído. —podrían hacer varias cosas. —la mano libre y que usó para acariciarle anteriormente, volvió a recorrer el muslo, subiendo y pasando sobre la entrepierna de éste y subiendo al vientre bajo, acariciando apenas con las yemas, subiendo y bajando, tentándole y a la vez sin dar a ver qué eran lo que “tanto” podía hacer, quedándose en la intriga. Asomó la punta de la lengua para deslizarla sobre el lóbulo de la oreja, propinando una pequeñísima mordida y succión. Se apartó tras dar un beso en el cuello de Shaura y lo miró con una sonrisa traviesa. — ¿Sabe bien el cóctel?—dio la imagen de no haber hecho nada en lo absoluto malo, o en este caso, que tentara al hombre más alto a su lado.
Se mantuvo viéndolo a los ojos y la mano propia continuó siendo guiada por el cliente. Al principio sin sonreír, lo hizo para los adentros cuando se percató del camino que tomaba su mano guiada por la de Shaura. Primero los muslos, luego más a arriba y un apretón certero en el mismo lugar que lo hacía suspirar. De algún modo, se sintió “retado” por el mismo al escucharlo. ¿Hacia dónde llegarían las manos suyas por sí solas? Oh, eso era a la vez una pregunta como un reto y a pesar de verlo como uno, no lo aceptó, al menos no en esos momentos cuando Shaura aún usaba su mano para recorrer su vientre, abdomen y pecho. Hyde se dedicó a observar cómo lo hacía, divertido y entretenido, como si fuese cosa de todos los días. Vio con notable interés la forma en la que la húmeda lengua de éste se deslizaba por la yema de sus dedos, causando un ligero cosquilleo y que mordiera un poco su labio inferior hasta que el chico de los tragos llegó.
Con una sonrisa amable, el joven entró los tragos. Primero a él, quien tomó su Martini con una mano y luego, a Shaura, tomando él la copa de cóctel junto con la bebida amarillenta para pasársela al susodicho. Una vez el chico se hubo retirado y entregado el cóctel, se dedicó a dar un pequeño sorbo al suyo para probarlo, sabiendo tan bien como lo recordaba. Sin embargo, no se olvidaba del “reto” que le impusieron. Ya que ahora nada los interrumpía, se atrevió a acariciar con su dedo índice y medio la mano libre del abogado, subiendo en un pequeño camino por su brazo a la par que se acercaba algo a éste. Sus labios de forma peligrosa se aproximaron al oído del mismo y se atrevió a susurrar.
—Por sí solas, Shaura, —mencionó el nombre de él, enmarcándolo sin dejar de murmullar y haciendo que su aliento chocara contra su oído. —podrían hacer varias cosas. —la mano libre y que usó para acariciarle anteriormente, volvió a recorrer el muslo, subiendo y pasando sobre la entrepierna de éste y subiendo al vientre bajo, acariciando apenas con las yemas, subiendo y bajando, tentándole y a la vez sin dar a ver qué eran lo que “tanto” podía hacer, quedándose en la intriga. Asomó la punta de la lengua para deslizarla sobre el lóbulo de la oreja, propinando una pequeñísima mordida y succión. Se apartó tras dar un beso en el cuello de Shaura y lo miró con una sonrisa traviesa. — ¿Sabe bien el cóctel?—dio la imagen de no haber hecho nada en lo absoluto malo, o en este caso, que tentara al hombre más alto a su lado.
Hyde- 10 de Corazones
Re: Drink it down [Privado]
No preste alguna atención hacia el chico que servía las bebidas, para mí, ahora con un acompañante por demás peculiar, su presencia no me era relevante por lo que con un leve asentimiento de cabeza en señal de agradecimiento me fue suficiente antes de que terminara de marcharse. Con el cóctel ahora en mis manos, por un momento me vi en la necesidad de separar la mirada de aquel chico que me acompañaba y postrarla en el licor que se contoneaba dentro del cristal. Con la mirada perdida en aquella bebida, solo sentí entre una leve sonrisa las leves caricias que volvían por parte de esta vez, solo un par de sus dedos.
De la misma manera que la vez anterior, deje con total aprobación que sus dedos fueran hasta donde quisiesen con la única diferencia de aquel acercamiento; aquel acercamiento que termino en un susurro en mi oído y que hizo que si mi sonrisa ya era algo maliciosa, esta vez se detonara claramente el dejo de perversidad que su murmullo había provocado, añadiéndole el hecho de ese pequeño cosquilleo por parte de su aliento, mismo que chocaba claramente con la piel de mi oreja obligándome en una reacción instintiva a dar un casi imperceptible ladeo con el rostro.
-Eso mismo pensaba, Hyde. Pero e de remarcar, que…-
Tras que empezara a hablar su mano no tardo en comenzar a moverse nuevamente, de la misma manera que la vez anterior, en suaves pero… significativos movimientos que al igual que la primera vez, completaba con un movimiento tentador, movimiento que esta vez estaba acompañado por su cálida y húmeda lengua.
-… Las palabras, no son tan relevantes como los hechos…-
Mi ojo, del lado de la oreja que tenia aquella pequeña, casi imperceptible mordida, amenazo con cerrarse, pero quedando solo en ello, en una amenaza que termino en un fugaz pestañeo. Tras aquel beso que dejo en mi cuello como una “despedida” de su reciente acercamiento volví a ladear el rostro para encontrarme con esa sonrisa suya, que estaba seguro seria lo que se quedaría guardado en mi cabeza para recordarle además de su nombre. Después de su interrogante di una fugaz mirada al trago que había permanecido intacto tras aquellos recientes… roses y al contorno de la copa, lleve la yema de mi dedo índice. Empecé a pasear mi dedo por el fino cristal de aquella copa, mientras que le observaba, mientras que seguía con la mirada prendida de su juguetona sonrisa.
-Es de mis favoritos, si lo siguen haciendo como siempre aquí, tengo por seguro de que sabrá bastante bien…-
Había probado ese mismo cóctel muchas veces en el casino y el sabor siempre había sido el mismo, por lo que comenzó a convertirse en una bebida que se quedaba marcada en la memoria de mis papilas gustativas y podía afirmar que era bastante delicioso, pero el que lo asegurara, o que probara en ese momento la bebida para asegurárselo era una manera bastante común, y esa noche entre tantas salidas de rutina, porque darle una respuesta como esa.
Con la mano que mantenía libre, me atreví a tomar su mentón y con total calma y suavidad, atraer este para acercarle hacia mi al mismo tiempo que mi dedo en el filo de la copa se deslizaba lentamente dentro de esta, palpando de apoco la humedad del licor en la yema de este y llevando la misma a cubrir un poco mas de la mitad del mismo. Acomode mi mano en su mentón, a manera de que mi pulgar quedara justo debajo de sus labios y con una leve presión hacia abajo, abrí lentamente su boca, a la vez que llevaba mi dedo a esta. Mi dedo fue resbalando por entre sus labios, llegando rápidamente a chocar con su lengua, lugar en el que le frote ligeramente, hasta sentir como el frio del licor se iba desvaneciendo y se cambiaba por la calidez de su saliva.
Todo ese momento, en aquella simple acción que había sido rápida pero que había parecido ir en cámara lenta, mis ojos estaban sobre los suyos, devolviéndole la sonrisa que él había tenido al tocarme, solo que a la propia le añadía un poco de diversión. Así como mi dedo había llegado a su boca, salió de la misma manera.
-Que dices… ¿Sabe bien?-
Mi dedo, completamente húmedo por su cálida saliva, lo lleve nuevamente al cóctel y como anteriormente, lo humedecí con el licor para llevarlo esta vez a mis labios, atravesando con este los mismos para limpiar el licor mezclado con su saliva en un rápido movimiento. Levante la mirada un poco y una expresión pensativa apareció en mi rostro mientras saboreaba en mi lengua lo que acababa de probar.
-Que raro… para mi, sabe mucho mejor ahora de lo que recuerdo…-
Musite con una leve sonrisa, manteniendo aun el agarre que tenia sobre su mentón y que no había apartado por ningún momento y valiéndome de ello, por este mismo volví a acercarle amenazando con llevar los labios a los ajenos, pero en lugar de ello ladee su rostro para dar solo una fugaz lamida a la comisura de sus labios con el único uso de la punta de mi lengua. Sin alejarme, sin moverme y tras aquella pequeña lamida, me quede en ese lugar sosteniendo su rostro mientras que ahora, mi dedo, mismo que había llevado a su boca y que ahora estaba perlado por mi saliva, lo lleve al lado de su cuello que quedaba accesible para mi al tener su rostro de lado con mi agarre a su mentón y por toda la longitud de la piel de su cuello, deslice mi dedo, dejando un superficial camino mojado sobre el cual, acercándome solo un poco mas, solté un ligero soplido.
De la misma manera que la vez anterior, deje con total aprobación que sus dedos fueran hasta donde quisiesen con la única diferencia de aquel acercamiento; aquel acercamiento que termino en un susurro en mi oído y que hizo que si mi sonrisa ya era algo maliciosa, esta vez se detonara claramente el dejo de perversidad que su murmullo había provocado, añadiéndole el hecho de ese pequeño cosquilleo por parte de su aliento, mismo que chocaba claramente con la piel de mi oreja obligándome en una reacción instintiva a dar un casi imperceptible ladeo con el rostro.
-Eso mismo pensaba, Hyde. Pero e de remarcar, que…-
Tras que empezara a hablar su mano no tardo en comenzar a moverse nuevamente, de la misma manera que la vez anterior, en suaves pero… significativos movimientos que al igual que la primera vez, completaba con un movimiento tentador, movimiento que esta vez estaba acompañado por su cálida y húmeda lengua.
-… Las palabras, no son tan relevantes como los hechos…-
Mi ojo, del lado de la oreja que tenia aquella pequeña, casi imperceptible mordida, amenazo con cerrarse, pero quedando solo en ello, en una amenaza que termino en un fugaz pestañeo. Tras aquel beso que dejo en mi cuello como una “despedida” de su reciente acercamiento volví a ladear el rostro para encontrarme con esa sonrisa suya, que estaba seguro seria lo que se quedaría guardado en mi cabeza para recordarle además de su nombre. Después de su interrogante di una fugaz mirada al trago que había permanecido intacto tras aquellos recientes… roses y al contorno de la copa, lleve la yema de mi dedo índice. Empecé a pasear mi dedo por el fino cristal de aquella copa, mientras que le observaba, mientras que seguía con la mirada prendida de su juguetona sonrisa.
-Es de mis favoritos, si lo siguen haciendo como siempre aquí, tengo por seguro de que sabrá bastante bien…-
Había probado ese mismo cóctel muchas veces en el casino y el sabor siempre había sido el mismo, por lo que comenzó a convertirse en una bebida que se quedaba marcada en la memoria de mis papilas gustativas y podía afirmar que era bastante delicioso, pero el que lo asegurara, o que probara en ese momento la bebida para asegurárselo era una manera bastante común, y esa noche entre tantas salidas de rutina, porque darle una respuesta como esa.
Con la mano que mantenía libre, me atreví a tomar su mentón y con total calma y suavidad, atraer este para acercarle hacia mi al mismo tiempo que mi dedo en el filo de la copa se deslizaba lentamente dentro de esta, palpando de apoco la humedad del licor en la yema de este y llevando la misma a cubrir un poco mas de la mitad del mismo. Acomode mi mano en su mentón, a manera de que mi pulgar quedara justo debajo de sus labios y con una leve presión hacia abajo, abrí lentamente su boca, a la vez que llevaba mi dedo a esta. Mi dedo fue resbalando por entre sus labios, llegando rápidamente a chocar con su lengua, lugar en el que le frote ligeramente, hasta sentir como el frio del licor se iba desvaneciendo y se cambiaba por la calidez de su saliva.
Todo ese momento, en aquella simple acción que había sido rápida pero que había parecido ir en cámara lenta, mis ojos estaban sobre los suyos, devolviéndole la sonrisa que él había tenido al tocarme, solo que a la propia le añadía un poco de diversión. Así como mi dedo había llegado a su boca, salió de la misma manera.
-Que dices… ¿Sabe bien?-
Mi dedo, completamente húmedo por su cálida saliva, lo lleve nuevamente al cóctel y como anteriormente, lo humedecí con el licor para llevarlo esta vez a mis labios, atravesando con este los mismos para limpiar el licor mezclado con su saliva en un rápido movimiento. Levante la mirada un poco y una expresión pensativa apareció en mi rostro mientras saboreaba en mi lengua lo que acababa de probar.
-Que raro… para mi, sabe mucho mejor ahora de lo que recuerdo…-
Musite con una leve sonrisa, manteniendo aun el agarre que tenia sobre su mentón y que no había apartado por ningún momento y valiéndome de ello, por este mismo volví a acercarle amenazando con llevar los labios a los ajenos, pero en lugar de ello ladee su rostro para dar solo una fugaz lamida a la comisura de sus labios con el único uso de la punta de mi lengua. Sin alejarme, sin moverme y tras aquella pequeña lamida, me quede en ese lugar sosteniendo su rostro mientras que ahora, mi dedo, mismo que había llevado a su boca y que ahora estaba perlado por mi saliva, lo lleve al lado de su cuello que quedaba accesible para mi al tener su rostro de lado con mi agarre a su mentón y por toda la longitud de la piel de su cuello, deslice mi dedo, dejando un superficial camino mojado sobre el cual, acercándome solo un poco mas, solté un ligero soplido.
Shaura- Cliente
Re: Drink it down [Privado]
Ameno contrario a la situación, observó con una tranquilidad aparente la forma en la que contorneaba la copa de cóctel. Apenas se dedicó tiempo para probar el propio, como si no tuviera muchas ganas de beber algo de alcohol esa noche. Lo hacía escuchándolo con atención y asintiendo a lo que decía sin divulgar palabra alguna de por medio. Prefería quedarse escuchado a comenzar a hablar, oyendo con sumo interés todo lo que Shaura tenía por decir. Le resultaba divertida la situación y ello causaba que la sonrisa que poseía plasmada en los labios no fuera desapareciendo a medida que los segundos pasaban. Se le quedó mirando y cuando lo tomó del mentón, “obedientemente” se dejó hacer.—Y si sabe tan bien como dices, ¿por qué no lo pruebas?—fue su “turno” de indagar, cosa que pasó a un segundo plano al fijarse en uno de los dedos del abogado introducirse en el cóctel de color amarillento, sintiendo apenas unos segundos después la humedad del líquido contra sus labios. Por mera inercia miró hacia abajo para luego ver a Shaura a la cara, quedándosele viendo fijo a esos ojos claros que poseía aún cuando el dedo del ya mencionado se atrevía a introducirse en su boca, chocando contra su lengua y dándole una probadita del licor. De forma apenas perceptible movió la lengua contra el dedo, más bien dejándolo por ese instante que humedeciera el dedo, reemplazando el cóctel por la saliva.
Tras unos segundos que parecieron eternos, el dedo se alejó y él se relamió los labios, asomando la lengua y pasándola sobre el superior. Vio después a Shaura y ante la pregunta, no pudo evitar que la sonrisa que anteriormente tenía volviera a resurgir. —Si, sabe muy delicioso, bastante. —contestó siguiendo con la vista al dedo humedecido y como éste lo llevaba a empaparlo con licor, formando una mezcla entre la saliva y el mismo para llevárselo a la boca. Aunque raro prefirió no comentar y más bien, ensanchó la sonrisa, viéndolo con la misma diversión. Casi se había olvidado de su cóctel y si era sincero, ahora no le estaba prestando atención a la copa en su mano y sino la soltaba, gracia divina debería ser.—Supongo que debe ser muy extraño, ¿no?—fingió no entender, aunque era obvio que captaba el por qué ahora el licor sabía tan bien como Shaura lo alegaba. En ningún momento despegó la vista de los ojos del cliente, inclusive cuando amenazó con juntar ambos labios en un beso no se alejó ni se retracto. Entrecerró apenas los ojos por la pequeña lamida a la comisura de sus labios y sufrió apenas un pequeño escalofrío y estremecimiento por el enfriamiento repentino de la saliva contra la cálida piel del cuello, causando eso que encogiera un hombro y entrecerrara un ojo.
—Me pregunto qué lo hará saber tan bien. —preguntó, riendo con diversión tras la pregunta. Abriendo el ojo cerrado, aprovechó el hecho de que lo tomara por el mentón y alzó una mano, sujetándolo por la muñeca y ante esta acción causando que de nuevo, el dedo pulgar de Shaura le quedara sobre los labios. Apenas miró el dígito y como pudo, dejó a un lado la copa con el Martini de manzana y en menos de lo que canta un gallo, tenía de nuevo la atención posada en el cliente. Con una mirada penetrante, asomó la lengua hacia el dedo sobre su labio inferior, proporcinando una “tímida” lamida a la cual le siguieron un poco más. Su mano libre sin embargo, no dudó en ascender con la yema de los dedos por el brazo del otro y así bajar por el pecho una vez llegado a los hombros. Dio una lamida mucho más directa sobre el pulgar y una suave mordidita, continuando descendiendo con la mano en forma de bien calculadas caricias, delineando el formado abdomen sobre la ropa. La mano finalizó el recorrido al llegar en juguetonas caricias a la entrepierna de éste, lugar donde antes estuvo “haciendo de las suyas”. A la par que aprisionó el dedo entre sus labios casi de forma sugerente, brindó una caricia y apretón sobre el pantalón. Debió ocultar una sonrisita traviesa y dio apenas una mordidita al dedo después de liberarlo de entre sus labios. —Quizás así de nuevo vuelva a saber muy delicioso ese trago.—comentó dejando notar que captó, propinando con su mano suaves masajes y uno que otro apretón, volviendo a dar una lamida a la yema del dedo y sin soltarlo en algún momento de la muñeca. Al estar cerca el uno del otro, nadie sospecharía sobre lo que Hyde estaba haciendo, aunque a fin de cuentas, nada de eso debería sorprender en un lugar como el Imperial Riot.
Tras unos segundos que parecieron eternos, el dedo se alejó y él se relamió los labios, asomando la lengua y pasándola sobre el superior. Vio después a Shaura y ante la pregunta, no pudo evitar que la sonrisa que anteriormente tenía volviera a resurgir. —Si, sabe muy delicioso, bastante. —contestó siguiendo con la vista al dedo humedecido y como éste lo llevaba a empaparlo con licor, formando una mezcla entre la saliva y el mismo para llevárselo a la boca. Aunque raro prefirió no comentar y más bien, ensanchó la sonrisa, viéndolo con la misma diversión. Casi se había olvidado de su cóctel y si era sincero, ahora no le estaba prestando atención a la copa en su mano y sino la soltaba, gracia divina debería ser.—Supongo que debe ser muy extraño, ¿no?—fingió no entender, aunque era obvio que captaba el por qué ahora el licor sabía tan bien como Shaura lo alegaba. En ningún momento despegó la vista de los ojos del cliente, inclusive cuando amenazó con juntar ambos labios en un beso no se alejó ni se retracto. Entrecerró apenas los ojos por la pequeña lamida a la comisura de sus labios y sufrió apenas un pequeño escalofrío y estremecimiento por el enfriamiento repentino de la saliva contra la cálida piel del cuello, causando eso que encogiera un hombro y entrecerrara un ojo.
—Me pregunto qué lo hará saber tan bien. —preguntó, riendo con diversión tras la pregunta. Abriendo el ojo cerrado, aprovechó el hecho de que lo tomara por el mentón y alzó una mano, sujetándolo por la muñeca y ante esta acción causando que de nuevo, el dedo pulgar de Shaura le quedara sobre los labios. Apenas miró el dígito y como pudo, dejó a un lado la copa con el Martini de manzana y en menos de lo que canta un gallo, tenía de nuevo la atención posada en el cliente. Con una mirada penetrante, asomó la lengua hacia el dedo sobre su labio inferior, proporcinando una “tímida” lamida a la cual le siguieron un poco más. Su mano libre sin embargo, no dudó en ascender con la yema de los dedos por el brazo del otro y así bajar por el pecho una vez llegado a los hombros. Dio una lamida mucho más directa sobre el pulgar y una suave mordidita, continuando descendiendo con la mano en forma de bien calculadas caricias, delineando el formado abdomen sobre la ropa. La mano finalizó el recorrido al llegar en juguetonas caricias a la entrepierna de éste, lugar donde antes estuvo “haciendo de las suyas”. A la par que aprisionó el dedo entre sus labios casi de forma sugerente, brindó una caricia y apretón sobre el pantalón. Debió ocultar una sonrisita traviesa y dio apenas una mordidita al dedo después de liberarlo de entre sus labios. —Quizás así de nuevo vuelva a saber muy delicioso ese trago.—comentó dejando notar que captó, propinando con su mano suaves masajes y uno que otro apretón, volviendo a dar una lamida a la yema del dedo y sin soltarlo en algún momento de la muñeca. Al estar cerca el uno del otro, nadie sospecharía sobre lo que Hyde estaba haciendo, aunque a fin de cuentas, nada de eso debería sorprender en un lugar como el Imperial Riot.
Hyde- 10 de Corazones
Re: Drink it down [Privado]
A pesar de que nuestro contacto era mínimo con esa cercanía entre ambos, el estremecer de su cuerpo fue más que claro para mí y fue el mismo que logro arrancarme una leve sonrisa de los labios. Al igual que él daba el completo permiso para que mis manos le tocasen, para que movieran su rostro y demás con total diversión, como parte de aquel entretenido “juego” por decirle de alguna manera yo daba el completo acceso para que mi mano fuera guida por la suya para que él pudiese llevar acabo cualquier idea que se le viniera a la mente para continuar aquel juego de tentar al otro que estábamos llevando acabo, como si de una pequeña competencia se tratase, buscando como único fin el que una simple caricia, un pequeño rose, lograda despertar la tentación del contrario.
Deje mi dedo pulgar sobre sus labios, sin movimiento, simplemente posado sobre la tibia piel de estos, en una paciente espera por ver, no, por sentir aquella idea suya que había salido de su cabeza después de mis recientes acciones, cosa que no tardo mucho en pasar ya que de un momento a otro ya tenia su cálida saliva humedeciendo la yema de mi dedo dándome ese toque que había hecho saber diferente mi coctel y que con diversión lo cuestionaba. Sus juguetonas manos empezaron a moverse nuevamente, esta vez por si solas y así como lo había interrogado anteriormente, esperaba que ahora se me diera una respuesta para ello, por lo que le dejaría moverse como quisiese, viendo, cuidando, sintiendo hasta donde llegaban esos juguetones movimientos por si solos, mismos que llevaban a que mis labios se entreabriera y de ellos, salieran apenas un par de imperceptibles suspiros en sus movimientos mas certeros dirigidos para con mi entrepierna.
Pero no simplemente me quedaría quieto ante sus roses, y aunque una de mis manos estuviera “atrapada” por una suya, aun contaba con la que sostenía su mentón, misma que le soltó con total suavidad para empezar con su propia labor. Tenía una enorme ventaja, la corta casi inexistente distancia entre ambos y que usaría completamente para mi beneficio, ya que a diferencia suya, yo tomaría un camino diferente con una marcada rapidez ya que de inmediato lleve esta a su abdomen.
Apoye las yemas de mis dedos únicamente en ese lugar con la suficiente presión para que cuando esta comenzara a subir, la tela de su camisa subiera hasta cierto punto junto con el ascender de mis dedos, dejándome ver de un rápido vistazo parte de la piel de su vientre. Cuando mis dedos llegaron a su pecho aleje estos al mismo tiempo que mi pulgar era liberado de la tibieza de estar entre sus labios y con la mirada en la suya y una amplia sonrisa atravesando mis labios afirme.
-Si, estoy seguro de que así será. Pero eso me da una idea para darle un sabor aun mejor…-
Postre nuevamente mi mano en su abdomen al mismo tiempo que llevaba el pulgar a la copa de mi trago, yendo directo al grano y sumergiendo este en el licor para empaparle del mismo y rápidamente llevarle a sus labios, donde de un solo movimiento pasee mi dedo, como si les “coloreara” del licor, dándoles un tono perlado mientras que al mismo tiempo de aquello mi mano en su vientre comenzaba a subir de la misma manera que con anterioridad solo que esta vez, lo hacia abajo su prenda. .Había pasado mis dedos por debajo de su camisa y conforme mi pulgar se movía en sus labios, estos habían hecho un rápido recorrido para llegar a su pecho, donde de un prolongado desliz les acomode del lado derecho de este.
Doble mis dedos, dejando únicamente el índice extendido y con este empecé a hacer ligeros círculos alrededor de uno de sus pezones, mismos que conforme avanzaban se hacían mas pequeños, llegando peligrosamente a la aureola del mismo y así como había llevado mi dedo a sus labios le aleje de ellos para cambiarle por los propios, dejándolos por un breve momento simplemente sobre los suyos con la mirada sobre sus ojos y sin dejar por un momento de mover mi dedo sobre la aureola de su pezón al que finalmente tras unos círculos mas, llego la yema de mi dedo para hacer una leve presión al mismo tiempo que mis labios empezaban a mover sobre los suyos, arrancándole un par de besos mezclados con aquel licor antes de hundirles por completo en el inicio de un vehemente beso.
Por un momento, deje la yema de mi dedo sobre su pezón, simplemente dándole leves presiones como si quisiese hundir aquel pequeño botón de su cuerpo sobre su piel para posteriormente a ello dejar que mi pulgar entrara en aquel peligroso movimiento, para con ahora ambos dedos atrapar su pezón dándole un certero pero suave pellizco al mismo para que con aquella eficaz distracción mi lengua se pudiera dar paso entre sus labios con el único fin de encontrar la suya, misma con la cual empecé a frotar la propia en insistentes movimientos, buscando algunos por parte suya mientras que repetía en constantes ocasiones los pellizcos para con su pezón, hasta dejarle atrapado con un poco de fuerza entre las yemas de mis dedos, para luego, tirar de estos; jalándole levemente hasta hacerle resbalar al mismo tiempo que daba conclusión a aquel beso.
Le mire a los ojos y ante ellos relamí mis labios a la vez que sacaba mi mano de debajo de su prenda para luego llevar la misma a cerca de mis labios y con la punta de mi lengua di una fugaz lamida a las yemas del índice y pulgar para posteriormente susurrar.
-Ciertamente, así sabe mas que delicioso…-
Deje mi dedo pulgar sobre sus labios, sin movimiento, simplemente posado sobre la tibia piel de estos, en una paciente espera por ver, no, por sentir aquella idea suya que había salido de su cabeza después de mis recientes acciones, cosa que no tardo mucho en pasar ya que de un momento a otro ya tenia su cálida saliva humedeciendo la yema de mi dedo dándome ese toque que había hecho saber diferente mi coctel y que con diversión lo cuestionaba. Sus juguetonas manos empezaron a moverse nuevamente, esta vez por si solas y así como lo había interrogado anteriormente, esperaba que ahora se me diera una respuesta para ello, por lo que le dejaría moverse como quisiese, viendo, cuidando, sintiendo hasta donde llegaban esos juguetones movimientos por si solos, mismos que llevaban a que mis labios se entreabriera y de ellos, salieran apenas un par de imperceptibles suspiros en sus movimientos mas certeros dirigidos para con mi entrepierna.
Pero no simplemente me quedaría quieto ante sus roses, y aunque una de mis manos estuviera “atrapada” por una suya, aun contaba con la que sostenía su mentón, misma que le soltó con total suavidad para empezar con su propia labor. Tenía una enorme ventaja, la corta casi inexistente distancia entre ambos y que usaría completamente para mi beneficio, ya que a diferencia suya, yo tomaría un camino diferente con una marcada rapidez ya que de inmediato lleve esta a su abdomen.
Apoye las yemas de mis dedos únicamente en ese lugar con la suficiente presión para que cuando esta comenzara a subir, la tela de su camisa subiera hasta cierto punto junto con el ascender de mis dedos, dejándome ver de un rápido vistazo parte de la piel de su vientre. Cuando mis dedos llegaron a su pecho aleje estos al mismo tiempo que mi pulgar era liberado de la tibieza de estar entre sus labios y con la mirada en la suya y una amplia sonrisa atravesando mis labios afirme.
-Si, estoy seguro de que así será. Pero eso me da una idea para darle un sabor aun mejor…-
Postre nuevamente mi mano en su abdomen al mismo tiempo que llevaba el pulgar a la copa de mi trago, yendo directo al grano y sumergiendo este en el licor para empaparle del mismo y rápidamente llevarle a sus labios, donde de un solo movimiento pasee mi dedo, como si les “coloreara” del licor, dándoles un tono perlado mientras que al mismo tiempo de aquello mi mano en su vientre comenzaba a subir de la misma manera que con anterioridad solo que esta vez, lo hacia abajo su prenda. .Había pasado mis dedos por debajo de su camisa y conforme mi pulgar se movía en sus labios, estos habían hecho un rápido recorrido para llegar a su pecho, donde de un prolongado desliz les acomode del lado derecho de este.
Doble mis dedos, dejando únicamente el índice extendido y con este empecé a hacer ligeros círculos alrededor de uno de sus pezones, mismos que conforme avanzaban se hacían mas pequeños, llegando peligrosamente a la aureola del mismo y así como había llevado mi dedo a sus labios le aleje de ellos para cambiarle por los propios, dejándolos por un breve momento simplemente sobre los suyos con la mirada sobre sus ojos y sin dejar por un momento de mover mi dedo sobre la aureola de su pezón al que finalmente tras unos círculos mas, llego la yema de mi dedo para hacer una leve presión al mismo tiempo que mis labios empezaban a mover sobre los suyos, arrancándole un par de besos mezclados con aquel licor antes de hundirles por completo en el inicio de un vehemente beso.
Por un momento, deje la yema de mi dedo sobre su pezón, simplemente dándole leves presiones como si quisiese hundir aquel pequeño botón de su cuerpo sobre su piel para posteriormente a ello dejar que mi pulgar entrara en aquel peligroso movimiento, para con ahora ambos dedos atrapar su pezón dándole un certero pero suave pellizco al mismo para que con aquella eficaz distracción mi lengua se pudiera dar paso entre sus labios con el único fin de encontrar la suya, misma con la cual empecé a frotar la propia en insistentes movimientos, buscando algunos por parte suya mientras que repetía en constantes ocasiones los pellizcos para con su pezón, hasta dejarle atrapado con un poco de fuerza entre las yemas de mis dedos, para luego, tirar de estos; jalándole levemente hasta hacerle resbalar al mismo tiempo que daba conclusión a aquel beso.
Le mire a los ojos y ante ellos relamí mis labios a la vez que sacaba mi mano de debajo de su prenda para luego llevar la misma a cerca de mis labios y con la punta de mi lengua di una fugaz lamida a las yemas del índice y pulgar para posteriormente susurrar.
-Ciertamente, así sabe mas que delicioso…-
Shaura- Cliente
Re: Drink it down [Privado]
Debía admitir que le seguía encantado poder causar esas reacciones en el cliente. Era divertido, casi como un juego que de manera inconsciente se había formado entre los dos, uno donde lo principal era tentar más y más al contrario a base de al parecer, bien calculados movimientos. En ningún momento dejó de sostener la mano del hombre entre las suyas y tampoco despegó la mirada de la ajena, sólo pudiendo sentir el toque de las yemas de los dedos sobre su plano vientre. Primero un suave movimiento y luego, el suficiente para que la camisa se levantara y se dejara ver la piel de dicha área, junto a la curiosa perforación que adornaba al ombligo. Por acto reflejó pareció contener la respiración por unos segundos y su vientre se “encogió”, erizándosele la piel dado a la diferencia de temperatura entre la misma y el ambiente del bar. El escalofrío cesó una vez la camisa fue bajada de nuevo y no debió ni molestarse en preguntar cuál era la próxima idea de Shaura. La humedad presente en sus labios lo hizo darse una pronta idea de lo que podría ser. Volvió a “encoger” el vientre por el tacto frío contra la piel del pecho, dejándose hacer y en ningún momento dejando de atenderlo con su mano, manteniendo el mismo ritmo. Se tentó a propinar una pequeña mordida al pulgar pero lo dejó a un lado ante la siguiente acción.
No de forma demasiado perceptible, su cuerpo pareció dar un suave respingo por la caricia en forma circular que no vio llegar. Apenas se movió un poco, sintiendo su cuerpo reaccionar con sutileza ante las caricias y a pesar de ello, ni lerdo ni perezoso comenzó a corresponder cada beso que le fue entregado. Cerró los párpados sin importarle el hecho de que Shaura le observara, siendo primero un par antes de que el de cabellos claro iniciara un ritmo vehemente, como si quisiera hundirse en su boca y a la vez entremezclar el sabor del licor entre el medio del beso y ambas bocas. Por cada pellizco parecía esforzarse por no suspirar, fallando en vano y haciéndolo en medio del beso, causando que sus labios se separaran. Lejos de incomodarle, los separó más a cuenta propia y así, enredó y rozó su lengua contra la otra, disfrutando del constante roce entre las dos. Fruncía el cejo con sutileza y apenas jadeaba con suavidad, soltándole la mano de una buena vez. Apegó apenas un poco más su cuerpo hasta que el beso debió ser roto y el contacto ciertamente placentero también. Se separó del otro abriendo los ojos para toparse con la escena en la que se relamía los labios y después, ambos dedos. Ello causó que sonriera del mismo modo y que relamiera los labios propios, deslizando la lengua sobre los mismos de forma lenta y sensual, provocadora.
—Demasiado delicioso. —concordó en lo que le decían. Aún yacía apegado a Shaura y su mano seguía posicionada en el mismo lugar. Quizás por el beso los movimientos que proporcionaba antes se hacían casi torpes, pero ahora que no estaba siendo “distraído” podría “hacer de las suyas” de nuevo. — ¿Has probado el Martini de manzana, Shaura?—una pregunta que daba mucho que pensar en un principio. Con una pequeña sonrisita se alejó del de cabellos claros y se puso de pie, atrapando la copa que yacía en la mesa. Quien lo viera diría que “el servicio había acabado” pero en lugar de eso, lo observó de forma penetrante a los ojos mientras daba un sorbo al Martini. Dejó de un simple movimiento la copa de cóctel en su lugar. —Discúlpame, de nuevo.—sonrió travieso y de manera amena se sentó sobre el regazo del abogado, encarándolo y teniéndolo frente a frente, cosa que hacía a la vez que sus cuerpos estuvieran más apegados.
Sin rodeos de por medio y sin esperar una respuesta del susodicho, lo tomó del rostro con ambas manos para así volver a juntar ambos labios. En un principio un simple roce y luego, tornándose en un beso muy similar al anterior, haciendo que el sabor del Martini quedara impregnado en cada uno de los roces entre ambas bocas. Le soltó el rostro solo para poder colocar una mano en el respaldo del sofá y así poder besarlo con más comodidad, mientras que la otra comenzó a descender por el pecho del cliente, bajando cada vez más hasta esa área que cada vez parecía más y más necesitada. Propinó una sutil e indolora mordida al labio inferior de éste justo cuando su mano brindaba otro apretón. Parecía que haría lo mismo que la vez anterior mas sin embargo, se aventuró a desabrochar el botón del pantalón. La posición en la que estaba sentado impedía que el resto pudiera ver y eso era algo que le agradaba. Siguió besándole hasta que el aire le faltó y con la yema de los dedos, rozó ahora la entrepierna de éste sobre la ropa interior, haciendo el contacto más directo después de haber bajado la cremallera. —Dime…—lamió apenas el labio inferior de Shaura, viéndolo a los ojos, dando apretones con la mano y masajeando, jugando con el borde de la tela de vez en cuando. Desvió sus labios en un camino de besos hasta el cuello del abogado, repartiendo un par de besos. Asomó la punta de la lengua y trazó un camino con ella hasta el lóbulo. — ¿Te gustó el Martini?—susurró contra su oreja.
No de forma demasiado perceptible, su cuerpo pareció dar un suave respingo por la caricia en forma circular que no vio llegar. Apenas se movió un poco, sintiendo su cuerpo reaccionar con sutileza ante las caricias y a pesar de ello, ni lerdo ni perezoso comenzó a corresponder cada beso que le fue entregado. Cerró los párpados sin importarle el hecho de que Shaura le observara, siendo primero un par antes de que el de cabellos claro iniciara un ritmo vehemente, como si quisiera hundirse en su boca y a la vez entremezclar el sabor del licor entre el medio del beso y ambas bocas. Por cada pellizco parecía esforzarse por no suspirar, fallando en vano y haciéndolo en medio del beso, causando que sus labios se separaran. Lejos de incomodarle, los separó más a cuenta propia y así, enredó y rozó su lengua contra la otra, disfrutando del constante roce entre las dos. Fruncía el cejo con sutileza y apenas jadeaba con suavidad, soltándole la mano de una buena vez. Apegó apenas un poco más su cuerpo hasta que el beso debió ser roto y el contacto ciertamente placentero también. Se separó del otro abriendo los ojos para toparse con la escena en la que se relamía los labios y después, ambos dedos. Ello causó que sonriera del mismo modo y que relamiera los labios propios, deslizando la lengua sobre los mismos de forma lenta y sensual, provocadora.
—Demasiado delicioso. —concordó en lo que le decían. Aún yacía apegado a Shaura y su mano seguía posicionada en el mismo lugar. Quizás por el beso los movimientos que proporcionaba antes se hacían casi torpes, pero ahora que no estaba siendo “distraído” podría “hacer de las suyas” de nuevo. — ¿Has probado el Martini de manzana, Shaura?—una pregunta que daba mucho que pensar en un principio. Con una pequeña sonrisita se alejó del de cabellos claros y se puso de pie, atrapando la copa que yacía en la mesa. Quien lo viera diría que “el servicio había acabado” pero en lugar de eso, lo observó de forma penetrante a los ojos mientras daba un sorbo al Martini. Dejó de un simple movimiento la copa de cóctel en su lugar. —Discúlpame, de nuevo.—sonrió travieso y de manera amena se sentó sobre el regazo del abogado, encarándolo y teniéndolo frente a frente, cosa que hacía a la vez que sus cuerpos estuvieran más apegados.
Sin rodeos de por medio y sin esperar una respuesta del susodicho, lo tomó del rostro con ambas manos para así volver a juntar ambos labios. En un principio un simple roce y luego, tornándose en un beso muy similar al anterior, haciendo que el sabor del Martini quedara impregnado en cada uno de los roces entre ambas bocas. Le soltó el rostro solo para poder colocar una mano en el respaldo del sofá y así poder besarlo con más comodidad, mientras que la otra comenzó a descender por el pecho del cliente, bajando cada vez más hasta esa área que cada vez parecía más y más necesitada. Propinó una sutil e indolora mordida al labio inferior de éste justo cuando su mano brindaba otro apretón. Parecía que haría lo mismo que la vez anterior mas sin embargo, se aventuró a desabrochar el botón del pantalón. La posición en la que estaba sentado impedía que el resto pudiera ver y eso era algo que le agradaba. Siguió besándole hasta que el aire le faltó y con la yema de los dedos, rozó ahora la entrepierna de éste sobre la ropa interior, haciendo el contacto más directo después de haber bajado la cremallera. —Dime…—lamió apenas el labio inferior de Shaura, viéndolo a los ojos, dando apretones con la mano y masajeando, jugando con el borde de la tela de vez en cuando. Desvió sus labios en un camino de besos hasta el cuello del abogado, repartiendo un par de besos. Asomó la punta de la lengua y trazó un camino con ella hasta el lóbulo. — ¿Te gustó el Martini?—susurró contra su oreja.
Hyde- 10 de Corazones
Re: Drink it down [Privado]
Aleje mis dedos de mis labios y relamí estos una vez más, formando después en ellos una leve sonrisa por la acción suya de lamer sus propios labios, sobre todo con aquella marcada provocación en esa acción, por lo que dejando mi sonrisa negué levemente con la cabeza para responder su interrogativa. Ciertamente aquello era imposible y una completa mentira ya que si había tenido la oportunidad, en contadas ocasiones, de probar aquella bebida pero en mi respuesta había un gramo de verdad porque estaba seguro de que como él me lo daría a probar no había tenido oportunidad de hacerlo antes. Sin hacer o decir nada por mi parte, le mire levantarse de su asiento, de alguna manera este chico me había provocado un inmensa curiosidad que se presentaba antes de cada acción suya, tras la cual esperaba su siguiente ocurrente idea misma que fue anunciada con aquella disculpa que antes de que pudiese responderle ya tenía su cuerpo sobre el propio.
Entre una pequeña risa me acomode incluso de mejor manera para disfrutar de la cercanía entre ambos y así como no hubo espera para responder su acción de la misma manera, antes de que incluso pudiese reaccionar ya tenía de nueva cuenta sus labios sobre los propios, cosa que tras un segundo pude asimilar, logrando llevarle rápidamente al ritmo del primer beso pero que ahora este me daba un sabor diferente, uno más exquisito mezclado con el de sus labios y saliva, mismos que invadían mi boca.
Las caricias de sus inquietas manos no se hicieron esperar y de nueva cuenta tenía una sobre mi pecho, descendiendo de la misma manera hacia aquella peligrosa y sensible zona que era mí entrepierna y sobre la cual coordinaba los movimientos de su mano con el del ritmo del beso lo que lo hacía aun más perverso. Por supuesto no me quedaría quieto y mis manos se movieron casi por instinto a su cintura; ahí se posaron para apretar un tanto la misma y a la vez para atraer más el cuerpo ajeno contra el mío. Aquella pequeña mordida suya, logro que uno de mis ojos se entrecerrara y en respuesta a ella yo di un leve apretón a su cintura con mis dedos y a la vez de aquello le jale con ese mismo agarre contra mí. Si algo aprendido después de pasar apenas si acaso ¿Una hora? Con él, era que sus caricias además de traviesas llegaban de manera repentina y añadido a eso los movimientos casi imperceptibles, como el reciente, con el que había bajado el cierre de mi pantalón.
Aquello me hizo sonreír internamente, pero ya que aquel “juego” por decirle de alguna manera, se trataba de provocar al contrario, no tarde mucho en saber cuál sería mi siguiente jugada. Por supuesto tenía varias ideas, sus movimientos me llenaban de ellas pero solo había dos que realmente merecían la pena; pero por ahora, solo una seria la que llevaría a cabo. Lleve una de mis manos, directo al grano, la pase de su cintura a entre sus piernas colocándola a una escasa distancia de su entrepierna, simplemente ahí, sin hacer nada solo palpado el calor que emitía tan delicada zona, mientras que la se coló nuevamente bajo su camisa, esta vez subiendo por uno de sus costados con el único uso de la yema de los dedos, paseándose por la piel de su torso y deslizándose peligrosamente a su pecho donde se encontraban sus pezones.
Sobre uno de los pequeños botones de su piel comencé a hacer pequeños círculos, pero a pesar de ser únicamente roses n dejaba de lado esa insistencia que tras cada uno se volvía más marcada orillándome incluso a con la yema de uno de mis dedos, presionar aquella zona contra su cuerpo. Todo eso, era hecho justo al mismo tiempo en que mi mano entre sus piernas comenzaba a moverse, siendo el pulgar quien tendría el contacto con su entrepierna; ese dedo, comenzó a subir y bajar por aquella zona, dando insistentes frotes, tentándole, presionándole con cierta fuerza en ocasiones mientras que mi mano subía y subía buscando que aquello fuera con un poco mas de fuerza, adentrando un dedo mas y otro y otro, hasta que finalmente toda mi mano estaba posada sobre su entrepierna, envolviendo aquella cálida zona solo por un segundo ya que de inmediato comenzó a hacer sugerentes frotes.
Arriba, abajo, caricia, presión y un rápido apretón en aquel lugar, esa era la secuencia que había tomado mi mano en aquella parte de su anatomía que aunque estuviera cubierta por sus prendas, midiendo el nivel de la fuerza de mi mano, bien sabia que aunque superficiales era significativa. Por su parte, como era de esperarse sabia como mover sus manos para lograr que en sus labios murieran algunos suspiros por parte mía y aun después de alejar de mis labios, con aquellos movimientos sobre mi propia entrepierna me hacia tener los labios entreabiertos dejando que los suspiros que aun provocaba salieran junto con el de mi levemente agitada respiración.
Sin detenerme ni un solo momento, levante el rostro a la vez que le hacia un poco hacia un lado para permitirle el total acceso a mi cuello y así sentir sobre la piel de este su cálida saliva y culminar aquel camino que trazaba con ellas con un susurro en mi oído que causo que un pequeño escalofrío corriera por mi espalda, mas por eso que por el frio que causaba su respiración sobre mi piel.
-Si…-
Dije con una leve sonrisa, esa misma que había estado en mis labios desde que lo tope afuera y que ahora relamía una y otra vez.
-Pero, me parece que me inclino más a mi gusto por la “copa” de donde lo he bebido…-
Si bien, había gente en aquel lugar, pero estaba seguro que todos estaban al tanto de lo que se trataba el sitio por lo que mi siguiente movimiento lo hice sin importar las miradas que quizá caerían sobre nosotros, además de que tenía la idea de que si algo no les agradaba podían salir del sitio ya que por mi parte no me iría, e incluso podía recurrir a la idea de que pagaría por un servicio y podría tomarlo como yo así lo deseara. Por lo que lleve mis manos a sus caderas alejando la que estaba en su entrepierna y sacando la que estaba bajo su prenda para esa acción y de un solo movimiento de mis manos, le baje de mis piernas para seguir por ponerle delante de mío a la vez que abría las piernas un poco para luego, jalar un poco su cuerpo y acomodarle a él entre ellas.
-Si me disculpas~…-
Dije con diversión recordando lo primero que había dicho al entrar al lugar y de sus caderas deslice mis manos, pasando por su espalda baja, dándoles un fugaz rose con las manos a sus glúteos hasta finalmente llegar a la parte trasera de sus muslos donde poniendo algo de fuerza levante su cuerpo al mismo tiempo que abría sus piernas para sentarle nuevamente sobre las propias, con la única diferencia que ahora le tenia de frente y con sus piernas a mis costados, y por supuesto su rostro justo frente al mío. Le mire a los ojos por un breve instante mostrándole un pequeño dejo de lasciva y de inmediato lleve mi rostro a uno de los recovecos de su cuello donde imite el mismo camino de saliva que él había hecho en el propio llegando de igual manera a su lóbulo el cual tome entre mis labios para darle repetidos apretones y una que otra succión, justo al mismo tiempo que mis manos comenzaban lo suyo, moviéndose sobre su espalda, descendiendo por la misma.
-El tacto, Hyde, es una de las muchas maneras que existen para tentar, para provocar al cuerpo ajeno, pero dime… si yo deseara que me mostrases otra de esas tantas maneras… ¿Estarías dispuesto, a continuar este pequeño juego de otra manera?...-
Murmure sobre su oreja y di una pequeña mordida a su lóbulo, hasta ver que esa pequeña parte de su piel estaba rojiza y caliente y tras aquellos movimientos de mis manos por su espalda finalmente ahora estaban posadas justo sobre sus glúteos los cuales estruje un poco al mismo tiempo que le empujaba contra mí para que hubiera un leve pero significativo rose entre la entrepierna de ambos.
Entre una pequeña risa me acomode incluso de mejor manera para disfrutar de la cercanía entre ambos y así como no hubo espera para responder su acción de la misma manera, antes de que incluso pudiese reaccionar ya tenía de nueva cuenta sus labios sobre los propios, cosa que tras un segundo pude asimilar, logrando llevarle rápidamente al ritmo del primer beso pero que ahora este me daba un sabor diferente, uno más exquisito mezclado con el de sus labios y saliva, mismos que invadían mi boca.
Las caricias de sus inquietas manos no se hicieron esperar y de nueva cuenta tenía una sobre mi pecho, descendiendo de la misma manera hacia aquella peligrosa y sensible zona que era mí entrepierna y sobre la cual coordinaba los movimientos de su mano con el del ritmo del beso lo que lo hacía aun más perverso. Por supuesto no me quedaría quieto y mis manos se movieron casi por instinto a su cintura; ahí se posaron para apretar un tanto la misma y a la vez para atraer más el cuerpo ajeno contra el mío. Aquella pequeña mordida suya, logro que uno de mis ojos se entrecerrara y en respuesta a ella yo di un leve apretón a su cintura con mis dedos y a la vez de aquello le jale con ese mismo agarre contra mí. Si algo aprendido después de pasar apenas si acaso ¿Una hora? Con él, era que sus caricias además de traviesas llegaban de manera repentina y añadido a eso los movimientos casi imperceptibles, como el reciente, con el que había bajado el cierre de mi pantalón.
Aquello me hizo sonreír internamente, pero ya que aquel “juego” por decirle de alguna manera, se trataba de provocar al contrario, no tarde mucho en saber cuál sería mi siguiente jugada. Por supuesto tenía varias ideas, sus movimientos me llenaban de ellas pero solo había dos que realmente merecían la pena; pero por ahora, solo una seria la que llevaría a cabo. Lleve una de mis manos, directo al grano, la pase de su cintura a entre sus piernas colocándola a una escasa distancia de su entrepierna, simplemente ahí, sin hacer nada solo palpado el calor que emitía tan delicada zona, mientras que la se coló nuevamente bajo su camisa, esta vez subiendo por uno de sus costados con el único uso de la yema de los dedos, paseándose por la piel de su torso y deslizándose peligrosamente a su pecho donde se encontraban sus pezones.
Sobre uno de los pequeños botones de su piel comencé a hacer pequeños círculos, pero a pesar de ser únicamente roses n dejaba de lado esa insistencia que tras cada uno se volvía más marcada orillándome incluso a con la yema de uno de mis dedos, presionar aquella zona contra su cuerpo. Todo eso, era hecho justo al mismo tiempo en que mi mano entre sus piernas comenzaba a moverse, siendo el pulgar quien tendría el contacto con su entrepierna; ese dedo, comenzó a subir y bajar por aquella zona, dando insistentes frotes, tentándole, presionándole con cierta fuerza en ocasiones mientras que mi mano subía y subía buscando que aquello fuera con un poco mas de fuerza, adentrando un dedo mas y otro y otro, hasta que finalmente toda mi mano estaba posada sobre su entrepierna, envolviendo aquella cálida zona solo por un segundo ya que de inmediato comenzó a hacer sugerentes frotes.
Arriba, abajo, caricia, presión y un rápido apretón en aquel lugar, esa era la secuencia que había tomado mi mano en aquella parte de su anatomía que aunque estuviera cubierta por sus prendas, midiendo el nivel de la fuerza de mi mano, bien sabia que aunque superficiales era significativa. Por su parte, como era de esperarse sabia como mover sus manos para lograr que en sus labios murieran algunos suspiros por parte mía y aun después de alejar de mis labios, con aquellos movimientos sobre mi propia entrepierna me hacia tener los labios entreabiertos dejando que los suspiros que aun provocaba salieran junto con el de mi levemente agitada respiración.
Sin detenerme ni un solo momento, levante el rostro a la vez que le hacia un poco hacia un lado para permitirle el total acceso a mi cuello y así sentir sobre la piel de este su cálida saliva y culminar aquel camino que trazaba con ellas con un susurro en mi oído que causo que un pequeño escalofrío corriera por mi espalda, mas por eso que por el frio que causaba su respiración sobre mi piel.
-Si…-
Dije con una leve sonrisa, esa misma que había estado en mis labios desde que lo tope afuera y que ahora relamía una y otra vez.
-Pero, me parece que me inclino más a mi gusto por la “copa” de donde lo he bebido…-
Si bien, había gente en aquel lugar, pero estaba seguro que todos estaban al tanto de lo que se trataba el sitio por lo que mi siguiente movimiento lo hice sin importar las miradas que quizá caerían sobre nosotros, además de que tenía la idea de que si algo no les agradaba podían salir del sitio ya que por mi parte no me iría, e incluso podía recurrir a la idea de que pagaría por un servicio y podría tomarlo como yo así lo deseara. Por lo que lleve mis manos a sus caderas alejando la que estaba en su entrepierna y sacando la que estaba bajo su prenda para esa acción y de un solo movimiento de mis manos, le baje de mis piernas para seguir por ponerle delante de mío a la vez que abría las piernas un poco para luego, jalar un poco su cuerpo y acomodarle a él entre ellas.
-Si me disculpas~…-
Dije con diversión recordando lo primero que había dicho al entrar al lugar y de sus caderas deslice mis manos, pasando por su espalda baja, dándoles un fugaz rose con las manos a sus glúteos hasta finalmente llegar a la parte trasera de sus muslos donde poniendo algo de fuerza levante su cuerpo al mismo tiempo que abría sus piernas para sentarle nuevamente sobre las propias, con la única diferencia que ahora le tenia de frente y con sus piernas a mis costados, y por supuesto su rostro justo frente al mío. Le mire a los ojos por un breve instante mostrándole un pequeño dejo de lasciva y de inmediato lleve mi rostro a uno de los recovecos de su cuello donde imite el mismo camino de saliva que él había hecho en el propio llegando de igual manera a su lóbulo el cual tome entre mis labios para darle repetidos apretones y una que otra succión, justo al mismo tiempo que mis manos comenzaban lo suyo, moviéndose sobre su espalda, descendiendo por la misma.
-El tacto, Hyde, es una de las muchas maneras que existen para tentar, para provocar al cuerpo ajeno, pero dime… si yo deseara que me mostrases otra de esas tantas maneras… ¿Estarías dispuesto, a continuar este pequeño juego de otra manera?...-
Murmure sobre su oreja y di una pequeña mordida a su lóbulo, hasta ver que esa pequeña parte de su piel estaba rojiza y caliente y tras aquellos movimientos de mis manos por su espalda finalmente ahora estaban posadas justo sobre sus glúteos los cuales estruje un poco al mismo tiempo que le empujaba contra mí para que hubiera un leve pero significativo rose entre la entrepierna de ambos.
Shaura- Cliente
Re: Drink it down [Privado]
Aún cuando fuera agarrado de la cintura o apegado a la otra persona, Hyde no se distraía sobre lo que hacía. Las acciones proseguían mientras sentía las manos del hombre recorrerle en caminos bien trazados por su anatomía. La cintura, de la cintura a los muslos y de los muslos a esa sensible zona. Así a la vez sentía las manos más grandes bajo la tela de la camisa de nuevo, recorriendo y trazando, provocando sutiles reacciones a la piel que al tacto reaccionaba estremeciéndose y erizándose en escalofríos para nada molestos que llegaban a extenderse por los costados. Reprimió ligero suspiro por el certero y ciertamente placentero masaje a su pecho mientras que aún era capaz de poder sentir las manos entre medio de sus piernas, en esa área de una forma bastante peligrosa. Sólo soltó un pequeño sonido que no se podría calificar si era un suspiro o una demostración de aprobación cuando, igual de atrevido que él y las otras veces, el dedo comenzaba a moverse creando una para nada mal recibida presión y caricia sobre dicha área que aunque lo tentaban, no lograban hacerlo exasperar ni mucho menos molestarse, más bien le gustaba el que fuese así.
Ya cuando los roces eran más sugerentes y “depravados” fue imposible ahogar los suspiros y pronto, su mano imitó la misma caricia a la que su cuerpo era sometido y lo hacía suspirar al reaccionar. Siguió el mismo patrón que la mano del cliente: arriba, abajo, caricia, presión y una rápida apretada, que en su caso pequeños respingos le lograba arrancar como prueba de que reaccionaba y respondía más a los roces tan provocativos. Le era imposible no sonreír para sus adentros cada vez que un suspiro era ahogados en los labios suyos, pero que ahora que el contacto entre las dos bocas era roto sólo podía escucharlo hablar. Sonrió con entretención cuando lo escuchó asegurar sobre la “copa”, que no era tonto y captaba que esa “copa” era nada más y nada menos que él.
A gusto de Shaura accedió al cambio de posición aunque ello lo tomó por sorprendido al principio. Pensó que lo iba a separar e impedir que volviera a acercarse, pero gustoso sonrió y se dejó de nuevo acercar en una posición que era mucho más cómoda tanto para él como para el cliente. Mantuvo esa expresión hasta que fue levantado, lo que causó una pequeña risa de parte suya hasta quedar muy bien acomodado con cada pierna a un costado de Shaura. En el corto instante en que duró el contacto visual entre los dos, pudo notar cierto dejo de libido en la mirada clara del chico, cosa que era de esperarse después de las clases de caricias a la que los dos se sometían de forma mutua. Igualmente, dicho contacto fue hecho con esas intenciones después de todo, ¿no? Abandonó los pensamientos a un lado cuando sintió toda la piel enchinársele por la húmeda lengua recorrerle el cuello en un camino similar al que él hizo en el cuello del otro.
Uno de sus ojos se cerró al ser sometido a las succiones y lamidas al lóbulo, causando que soltara un pequeño suspiro en señal de satisfacción y a pesar de todo, no dejaba de prestar atención a las palabras de Shaura. Al ofrecimiento hecho no respondió a la primera. Disfrutó de los recorridos tan calculados por las manos de éste, acariciando y apretándole sin nada de pena el trasero y ante el roce, reprimió un pequeño suspiro. Las manos al haber sido apegado contra Shaura, quedaron sobre el pecho de éste y mucho no había hecho desde que fue acariciado y le comenzaron a hablar. Por esa mismísima razón, estás descendieron con mucha suavidad por el pecho hasta posarse sobre los hombros. Lo miraba con una sonrisa cómplice y poco a poco fue reduciendo la distancia entre los dos rostros. Dio la falsa imagen de querer besarlo pero se desvió directo al cuello.
En esa posición pudo besarlo mejor, dar lamidas sobre cada pequeño sendero de beso que formaba. Su cuerpo no tardó en sacar provecho de la posición y por cuenta propia se apegó más contra el ajeno. Se apegó de modo que de nuevo esa sensible área volvió a rozarse de forma más cercana y mientras lo hacía, acariciaba con la punta de la nariz y creó una suave ruta ascendente que causó que ambas mejillas se rozaran y los dos pudieran sentir la suavidad entre las dos pieles. Se movió sólo un poco más y al estar apegado el roce entre su entrepierna y la del otro era inevitable. Suspiró suave contra la piel de éste y se pasó la lengua sobre los labios en un rápido gesto antes de encararlo.
—Si desearas que te mostrara otra de esas maneras…—besó bajo el lóbulo, pasando así en el mismo camino por el ángulo de la mandíbula. Se detuvo justo al darle un beso en el mentón. —Estaría dispuesto a seguir este pequeño juego de otra manera. —contestó viéndole y dejando otro beso sobre el mentón antes de subir, besando hasta la comisura de los labios. Se separó apenas de forma muy suave y volvió a apegarse para repetir el directo roce; se reprimió de nuevo más sonreía un poco viendo fijo el rostro y los ojos de Shaura. — ¿De qué otra manera será que seguiremos este juego, Shaura?—indagó deslizando las manos de los hombros a colocarlas en el respaldo del sofá donde ambos yacían y rozándole los labios al punto de poder sentir así la respiración del de cabellos grises.
Ya cuando los roces eran más sugerentes y “depravados” fue imposible ahogar los suspiros y pronto, su mano imitó la misma caricia a la que su cuerpo era sometido y lo hacía suspirar al reaccionar. Siguió el mismo patrón que la mano del cliente: arriba, abajo, caricia, presión y una rápida apretada, que en su caso pequeños respingos le lograba arrancar como prueba de que reaccionaba y respondía más a los roces tan provocativos. Le era imposible no sonreír para sus adentros cada vez que un suspiro era ahogados en los labios suyos, pero que ahora que el contacto entre las dos bocas era roto sólo podía escucharlo hablar. Sonrió con entretención cuando lo escuchó asegurar sobre la “copa”, que no era tonto y captaba que esa “copa” era nada más y nada menos que él.
A gusto de Shaura accedió al cambio de posición aunque ello lo tomó por sorprendido al principio. Pensó que lo iba a separar e impedir que volviera a acercarse, pero gustoso sonrió y se dejó de nuevo acercar en una posición que era mucho más cómoda tanto para él como para el cliente. Mantuvo esa expresión hasta que fue levantado, lo que causó una pequeña risa de parte suya hasta quedar muy bien acomodado con cada pierna a un costado de Shaura. En el corto instante en que duró el contacto visual entre los dos, pudo notar cierto dejo de libido en la mirada clara del chico, cosa que era de esperarse después de las clases de caricias a la que los dos se sometían de forma mutua. Igualmente, dicho contacto fue hecho con esas intenciones después de todo, ¿no? Abandonó los pensamientos a un lado cuando sintió toda la piel enchinársele por la húmeda lengua recorrerle el cuello en un camino similar al que él hizo en el cuello del otro.
Uno de sus ojos se cerró al ser sometido a las succiones y lamidas al lóbulo, causando que soltara un pequeño suspiro en señal de satisfacción y a pesar de todo, no dejaba de prestar atención a las palabras de Shaura. Al ofrecimiento hecho no respondió a la primera. Disfrutó de los recorridos tan calculados por las manos de éste, acariciando y apretándole sin nada de pena el trasero y ante el roce, reprimió un pequeño suspiro. Las manos al haber sido apegado contra Shaura, quedaron sobre el pecho de éste y mucho no había hecho desde que fue acariciado y le comenzaron a hablar. Por esa mismísima razón, estás descendieron con mucha suavidad por el pecho hasta posarse sobre los hombros. Lo miraba con una sonrisa cómplice y poco a poco fue reduciendo la distancia entre los dos rostros. Dio la falsa imagen de querer besarlo pero se desvió directo al cuello.
En esa posición pudo besarlo mejor, dar lamidas sobre cada pequeño sendero de beso que formaba. Su cuerpo no tardó en sacar provecho de la posición y por cuenta propia se apegó más contra el ajeno. Se apegó de modo que de nuevo esa sensible área volvió a rozarse de forma más cercana y mientras lo hacía, acariciaba con la punta de la nariz y creó una suave ruta ascendente que causó que ambas mejillas se rozaran y los dos pudieran sentir la suavidad entre las dos pieles. Se movió sólo un poco más y al estar apegado el roce entre su entrepierna y la del otro era inevitable. Suspiró suave contra la piel de éste y se pasó la lengua sobre los labios en un rápido gesto antes de encararlo.
—Si desearas que te mostrara otra de esas maneras…—besó bajo el lóbulo, pasando así en el mismo camino por el ángulo de la mandíbula. Se detuvo justo al darle un beso en el mentón. —Estaría dispuesto a seguir este pequeño juego de otra manera. —contestó viéndole y dejando otro beso sobre el mentón antes de subir, besando hasta la comisura de los labios. Se separó apenas de forma muy suave y volvió a apegarse para repetir el directo roce; se reprimió de nuevo más sonreía un poco viendo fijo el rostro y los ojos de Shaura. — ¿De qué otra manera será que seguiremos este juego, Shaura?—indagó deslizando las manos de los hombros a colocarlas en el respaldo del sofá donde ambos yacían y rozándole los labios al punto de poder sentir así la respiración del de cabellos grises.
Hyde- 10 de Corazones
Re: Drink it down [Privado]
Con una sonrisa de diversión en mis labios, ladee mi rostro a manera de darle tanto espacio sobre mi cuello como le fuera necesario, después de todo, se trataba de que ambos disfrutáramos de tan… beneficiosa pose, así que por mi parte mientras disfrutaba de la calidez de sus labios sobre mi cuello y de cómo esos besos se repartían por la piel del recoveco de mi cuello, mis manos, continuaban su labor dándole continuos apretones a sus glúteos aprovechando cada uno de ellos para empezar a mover discretamente su cuerpo sobre el propios causando mas de esos sugerentes roses entre ambos. Sin molestarme en reprimirlos, permití que de entre mis labios pequeños suspiros fueran saliendo ya que cada beso, cada rose, tanto de su parte como de la mía era mas que certero y efectivo para ir despertando de tanto en tanto el calor de la piel de ambos.
En un pequeño reflejo voltee mi rostro contra el suyo para que aquel leve rose que hubo entre ambas mejillas fuera un poco más insistente. Asome un poco mi lengua, para probar de la saliva ajena en mi boca y de entre esta, un suspiro salió, atribuido a aquel rose de su parte. Por cada caricia, cada beso, mis manos daban un apretón a sus glúteos, estrujándoles con algo de fuerza pero sin dejar de ser indoloros, por el contrario mas que apretones eran caricias exigentes sobre aquella zona de su anatomía que no eran mal empleadas por ninguno de los dos, ya que el por su parte daba esos roses en certeros movimientos y con los propios yo los hacia un poco mas fuertes.
Le mire con requiebro y deje los labios entreabiertos. Permití que mis ojos, antes de contestarle vagaran por su rostro, pero por sobre eso, que mi cuerpo disfrutara del calor ajeno y finalmente al cruzar de nueva cuenta miradas, deje que en la mía se mostrara un dejo de requiebro.
-Oh, ten por seguro que lo seguiremos… pero no aquí… tengo una mejor idea y como mencione antes…-
Deje mi oración abierta y de un momento a otro, deje únicamente una de mis manos sobre sus glúteos mientras que la otra subía sin rodeos a su nuca para empujarle con suavidad, acabando con esa innecesaria distancia entre ambos rostros para así, arrebatarle un fugaz pero demandante beso y sobre sus labios termine de hablar.
-Las palabras… no son tan relevantes como los hechos…-
Sonreí sobre sus labios y con el mismo cuidado con el que le había llevado a mis piernas, le baje de estas, con la única diferencia de que ahora, delante de mi le mantenía con uno de mis brazos rodeando su cintura mientras que con la otra hacia un ademan llamando al chico que atendía la barra. Acariciaba la cintura ajena, en leves movimientos que subían y bajaban con calma mientras que la atención de mi vista se encontraba en la del chico de la barra a quien pedía una botella de un exquisito vino tinto. El chico no tardo nada en traer aquella botella y sin decir mas, sosteniendo a Hyde por la cintura me dispuse a abandonar el bar para dirigirnos a una habitación en especial, donde tendríamos total privacidad pero lo mejor, que tendría lo necesario para continuar con aquel entretenido juego.
En un pequeño reflejo voltee mi rostro contra el suyo para que aquel leve rose que hubo entre ambas mejillas fuera un poco más insistente. Asome un poco mi lengua, para probar de la saliva ajena en mi boca y de entre esta, un suspiro salió, atribuido a aquel rose de su parte. Por cada caricia, cada beso, mis manos daban un apretón a sus glúteos, estrujándoles con algo de fuerza pero sin dejar de ser indoloros, por el contrario mas que apretones eran caricias exigentes sobre aquella zona de su anatomía que no eran mal empleadas por ninguno de los dos, ya que el por su parte daba esos roses en certeros movimientos y con los propios yo los hacia un poco mas fuertes.
Le mire con requiebro y deje los labios entreabiertos. Permití que mis ojos, antes de contestarle vagaran por su rostro, pero por sobre eso, que mi cuerpo disfrutara del calor ajeno y finalmente al cruzar de nueva cuenta miradas, deje que en la mía se mostrara un dejo de requiebro.
-Oh, ten por seguro que lo seguiremos… pero no aquí… tengo una mejor idea y como mencione antes…-
Deje mi oración abierta y de un momento a otro, deje únicamente una de mis manos sobre sus glúteos mientras que la otra subía sin rodeos a su nuca para empujarle con suavidad, acabando con esa innecesaria distancia entre ambos rostros para así, arrebatarle un fugaz pero demandante beso y sobre sus labios termine de hablar.
-Las palabras… no son tan relevantes como los hechos…-
Sonreí sobre sus labios y con el mismo cuidado con el que le había llevado a mis piernas, le baje de estas, con la única diferencia de que ahora, delante de mi le mantenía con uno de mis brazos rodeando su cintura mientras que con la otra hacia un ademan llamando al chico que atendía la barra. Acariciaba la cintura ajena, en leves movimientos que subían y bajaban con calma mientras que la atención de mi vista se encontraba en la del chico de la barra a quien pedía una botella de un exquisito vino tinto. El chico no tardo nada en traer aquella botella y sin decir mas, sosteniendo a Hyde por la cintura me dispuse a abandonar el bar para dirigirnos a una habitación en especial, donde tendríamos total privacidad pero lo mejor, que tendría lo necesario para continuar con aquel entretenido juego.
Shaura- Cliente
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