Flying High -Libre-

Después de un día agotador decidí salir a conocer la playa, me parecía fascinante el lugar tan grande y lujoso y a pesar de ser de noche la marea estaba calmada apenas la brisa rozaba mis mejillas, me quede parado frente a el mar mirando su majestuosidad sonriendo ocasionalmente al mirar tanta belleza.

Me senté a pocos metros de el mar jugando con la arena, comencé a hacer figuras y luego de un rato termine casi acostado terminando un pequeño castillo de arena que adornaba con algunas conchas que me encontré al rededor, un ruido me distrajo un momento un grupo de personas pasaron cerca de donde estaba yo, realmente no sabia si podía estar en la playa o no así que guarde silencio permaneciendo quieto ocultando la cara con los brazos, supongo que eso me daba un cierto aire de seguridad si no podían ver mi cara podía correr rápidamente y ocultarme así no sabrían quien era, comencé a ponerme nervioso, al notar que se iban me levante notando que mi sombrero volaba por los aires, lo perseguí pisando mi castillo cayendo a el suelo, solo una cosa lo pudo empeorar mire mi sombrero aterrizar finalmente a el pie de el mar, me apresure a tomarlo aventandome sobre el sin notar una inminente ola que me empapo por completo. Me levante como pude sintiéndome un poco tonto y mirando alguien aproximarse a mi, en ese momento ya era tarde para correr, solo espere a que llegara mas a mi aceptando lo que pudiera pasar.

Se encontraba descansando en uno de los sillones, que daba a una de las ventanas con vista al mar, no tenía mucho que hacer realmente ese día, acababa de llegar de un viaje, deteniéndose en tan famoso lugar solo para descansar y pasarla bien un rato. Su vista se entretuvo en las de un joven que se encontraba, aparentemente jugando en la playa cuando observo, después de un rato, como unos hombres comenzaron a acercarse a él, se levanto entonces con calma para ir con ellos, llamando su atención con un llamado, tras hablar con los sujetos se encamino al menor, y no pudo evitar reír al ver toda la odisea que hizo para huir- Vaya, parece que tu intento de fuga no ha salido nada bien- Le comento bromista, acercándose al menor para ayudarlo a salir del agua, ofreciéndole una mano.

-A menos que tu intención haya sido el querer nadar- Le bromeo tomando su mano y ayudándolo a estar de pie, quitando con cuidado la arena de su cuerpo, solo los hombros y el pecho para no incomodarlo, se encontró con la mirada del menor y revolvió los cabellos con diversión para hacer que se tranquilizara – Vamos, no pongas esa cara que no es como si fuera a comerte- Rió a lo bajo

Mis nervios aumentaron al escuchar la voz de el hombre frente a mi- Di...sculpe, mi sombrero era el que quería huir y esa ola me mojo -señala a el mar de forma un poco infantil -gracias por su ayuda- hace una reverecia -Me llamo Koudai hay algo que pueda hacer por usted- sabia que en ese momento no podía hacer mucho pero aun así intente clamar mis nervios y respirar profundo mirando disimuladamente a ese hombre intentando no ser muy obvio, su conducta conmigo me sorprendió un poco no estaba acostumbrado a tanta amabilidad asi que preferí andar con cautela-

Una sonrisa evidente se dibujo en el rostro del hombre tras escuchar lo último, una palabras que a su oído fueron muy agradables, entonces tomo el mentón del joven , haciendo que este le mirara a los ojos, detallo en silencio el rostro del joven, acariciando con suavidad la comisura de los labios- Mucho gusto Koudai- Hablo en un tono bajo, casi susurrante al pronunciar el nombre del joven- Mi nombre es...- Ladeo el rostro para retroceder unos pasos en silencio, observando sin vergüenza el cuerpo mojado y lleno de arena que tenia delante suyo - Puedes llamarme Uruha, y debo suponer por tu tono de voz que ...- Hizo un silencio un momento, sin durar mucho - Debo suponer que trabajar aquí ¿Verdad? - Tomo la mano del menor, besando el dorso de este, apenas haciendo que los labios tocaran la piel tersa de Koudai.

-Bien, he venido a distraerme un rato después de unos negocio- Acerco el rostro, invadiendo el espacio personal, susurrando en el oído - ¿Qué servicios puedes ofrecerme?- Hablo tocando la piel del joven, entonces le miro a los ojos con una sonrisa- Para hacer mi estancia en el casino más agradable

-Su forma de dirigirse a mi cambio un poco al decir su nombre, suspire un poco con una evidente preocupación en el rostro, mas aun al sentir su mirada recorrerme eso me pareció un tanto denigrante pero mi deber era ser bueno- Mucho gusto señor Uruha -hace una reverencia leve- Si señor yo trabajo aquí -sentí que un bochorno subió a mi rostro al sentir sus labios en mi mano.

Lo escuchaba atentamente a pesar de notar que lo que buscaba era otra cosa, apretó una de sus manos detrás de su espalda sin hacer muy evidente sus nervios -Bueno señor mi deber es hacer su estancia en este lugar lo mas grata posible, así que siéntase libre de pedirme lo que necesite, puedo ofrecerle lo que quiera- Su conducta al hablarme y acercarse así me hizo temblar a ratos, sentí la necesidad de huir de nuevo, pero no tenia el valor de hacerlo tenia que permanecer en ese lugar rogando por que ese hombre no me lastimara. El frió de mis ropas comenzaba a apoderarse de mi haciéndome temblar mas y la arena sobre mi me incomodaba, rogué en ese momento poder ir a cambiarme a casa.

Sonrió ante la respuesta condicionada que ofreció el joven y se quito el saco con calma, tomándose el tiempo en hacerlo, y tras hacer aquello le cubrió el cuerpo a Koudai, colocando este sobre los hombros blancos- ¿Tienes frío?- le cuestiono con una sonrisa, acariciando la comisura de los labios, delineándolos tanto con el dedo como con la mirada; observando los ojos del menor le sonrió- Pero…- Miro el castillo de arena que había sido derribado cuando el menor corrió al rescate de su sombrero- ¿Qué se hará con el hermoso castillo que tan bellamente habías adornado con las conchas?- Me incline en cuquillas para que él también lo hiciera- Vamos, nos tomara menos de lo que te tomo a ti si lo hacemos los dos- Se remango la camisa para comenzar a trabajar- Que valga la pena tu trabajo y que las olas del mar lo borre.

Le encanto la expresión de desconcierto del menor y alzo la mano para que este le tomara, invitándole así a ayudarle armar el castillo, juntaba un poco de arena con las manos-Después de esto- Alzó la mirada topándose con la del pelirojo- Podemos ir a tu habitación para quitarte las marcas de la playa- Dijo en un tono sugerente

Lo miro atentamente mientras colocaba el saco en sus hombros -Oh gracias señor si tengo frió pero no quisiera arruinar su saco - aun que a pesar de mi respuesta tome el saco entre mis manos aferrándome un poco a el debido a los temblores de mi cuerpo, sus palabras me hicieron ver mi castillo desmejorado, regresando después la mirada a sus ojos, poniéndome aun mas nervioso cuando lo vi agacharse, si manchaba su ropa o algo seria mi culpa... mis pensamientos me acosaban pero por supuesto sonreí - Si si señor gracias por preocuparse por mi pequeño castillo-

Me agache con el aceptando su mano, suspire un poco dudando de sus acciones, realmente era amable o solo quería lo obvio que le prestara mis servicios por esa noche y que lo hiciera con gusto... llego un leve sonrojo a mi mientras acomodaba conchitas y aplanaba la arena con las manos, mirándolo de pronto por su pregunta -Si... si señor como usted guste, sera un gusto llevarlo a mi habitación, así podría prepararle algo de tomar o de comer si gusta- Me sentía morir por su propuesta, respire profundo ya sin tanto frió mirando mi pequeño castillo siendo armado una vez mas quedando un poco mas grande y detallado -Gracias por ayudarme ahora mi castillo quedo mejor- le dedique una pequeña sonrisa poniéndome de pie un momento esperando a que el hiciera lo mismo.

Se pudo percatar que ante cada respuesta que le daba iba acompañado de un "sí señor" le observaba las manos que se movían en la arena para volver a construir el castillo, cuando termino de hacerlo se levanto después del menor sacudiendo las manos y limpiando un poco el pantalón- No tienes que llamarme "señor" siempre, Koudai- Le dedico una sonrisa de agradecimiento ante ello- Ya te he dicho que puedes llamarme Uruha, así de simple- Le pidió de manera amable, entonces se encamino para estar cerca del joven y susurrar a su oído- ¿Y tu habitación... Koudai?- Le insinuó sutilmente, pasando los dedos por las manos del otro, tocando la piel de la mano, que a pesar de la arena en esta la suavidad se hacia eminente- No querrás resfriarte ¿verdad?

Le tomo de la mano esperando que el otro le encaminara, estaba calmado y apacible- Es menor que entres en calor para no tener que lamentarlo después- Le comento de forma muy sugerente, observando sin descaro alguno la entrepierna del menor- Entonces...

De nuevo lo observaba al hablar -Di..sculpa Uruha no volverá a pasar- Al verlo acercarse suspire una vez mas, ya no me podia safar de esta solo me quedaba atenderlo aun no estaba conforme aparte... era mi descanso, intente no hacer puchero aun que por momentos sentia mis mejillas inflarse un poco.

-Sígueme Uruha te llevare con gusto- Ya que sentí su mano la tome para caminar con el jalándolo un poco -No realmente no quiero resfriarme, gracias por preguntar- Para mi pesar sus insinuaciones eran cada vez peor esa mirada a mi entrepierna me subió el rubor a el rostro, volteandome un poco a un lado y aprovechando la falta de luz para que no se diera cuenta.

-Mi habitación esta por aca sigueme en un momento llegaremos-

Habitación Koudai