Libido [PRIV]

Tal y como lo había supuesto, fue Kamijo-san quién entro por esa puerta tomando de inmediato su rumbo hacia mi. -Por supuesto, una de las cosas que más recuerdo de usted es su...buen gusto.- sonreí de costado, acariciando discretamente la tela del corset, bajando mis dedos por un costado hasta llegar a la descubierta piel de mi vientre, mismo lugar donde él había colocado sus dedos.
No fue necesario responder a lo siguiente que dijo, dejando solo una ligera sonrisa de costado, no permitiendo que se notara demasiado la ansiedad ni mucho un cierto grado de nerviosismo que tenía al haber sido elegido por él una vez más. Pero deje todo eso atrás para notar con atención cada movimiento de su cuerpo, desde la posición en la que se había colocado a mis espaldas, hasta esa brusca vuelta que había dado mi cuerpo para quedar casi de frente a él, con nuestros ojos fijos en el otro.
Por instinto ladee mi cuello para permitir que su boca vagara por ahí, mientras que colocaba mis dos manos en su pecho, notando lo fácil que era sentir la calidez de su piel por esa suave tela, pero justo antes de que mis labios llegaran a decir algo...una voz más grave pero conocida a mis oídos me interrumpió, haciendo que diera un leve salto en brazos de Kamijo-san, mientras que mi cabeza giraba para poder ver al dueño de esa voz...Masashi-san.

En un par de veces tuve la oportunidad de verlo, aunque realmente me sorprendía...de una grata manera por supuesto, que también se uniera a la "diversión". -Oh que grosero de mi parte el no recibirlo como se debe, pero entenderá que no se me fue mencionado que esperabamos a alguien más.- sonreí de costado, volviendo a mirar a Kamijo con un ligero rostro de reproche fingido sin abandonar mi traviesa sonrisa, sobre todo al momento en el cual ladee mi cabeza para que pudiera tomar entre mis dientes aquella cadena con una cruz que colgaba de su cuello, dándole una ligera lamida para darle una húmeda sensación a su piel. Al hacer esto aproveché para soltarme un poco de su agarre, consiguiendo así darme la vuelta en sus brazos y poder ponerme de pie pero teniendo la precaución de que al levantarme...yo me rozara por completo con el cuerpo de Masashi, subiendo delicadamente por su torso hasta culminar cerca de sus labios. -Estoy seguro de que...-susurré haciendo que mi respiración chocara con la del más alto, mientras que mi mano derecha de colocaba en el cuello de la playera que portaba, haciendo que la tela cayera un poco más y así su pecho fuera más visible. -nos divertiremos...al triple.- reí y antes de que alguno de los hiciera algo más, atiné a dar un divertido giro que provocó que mi falda se levantara un poco dejando ver la pequeñez de ropa interior que portaba debajo. Pero además de eso, también me permito escapar de en medio de los dos, llegando de vuelta a aquel "tubo" del centro.
Con elegancia me pare de frente a ellos, dejando una pierna bien apoyada al piso, mientras que la otra se cruzaba por detrás del tubo, haciendo que mi cuerpo quedara balanceado hacia el frente, sin embargo, gracias a la "practica" que había llegado a realizar en mis tiempos libres en ese lugar, sabía que podía mantener el equilibrio a la perfección, sin importar que tanto mi cuerpo se doblará hacia el frente, tan solo sería necesario el apoyo de ese pie para sostenerme.
Mi mano izquierda señaló el asiento vacío junto a Kamijo-san, esperando que el otro se sentara para así observarlos fijamente a ambos, analizando sus facciones y su forma tan diferente de comportarse, sabiendo que lo más seguro sería que ambos tuvieran gustos...exigencias diferentes que tenían que ser complacidas por igual. -Y díganme...- me incliné por completo, dejando mi cuerpo muy cerca de ellos gracias a la cercanía del tubo con el sillón. -caballeros...- continué hablando, esta vez al colocar ambas manos bajo sus mentones, dándoles una ligera caricia para luego romper cualquier contacto con ellos al incorporarme de nuevo, quedando con mi espalda bien colocada contra el tubo.
Ahí desenrede mi pierna de dicho objeto, esta vez utilizándolo para dar un par de vueltas completas, culminando la ultima muy cerca de la barra, donde solo fue necesario soltarme y dar un leve salto para quedar sentado en esta. -En qué puedo servirles esta noche?- culminé al fin, acomodándome un poco más atrás en esa barra con mis piernas ligeramente abiertas, aunque no permitía que mi entrepierna fuera expuesta ya que coloqué ambas manos justo en medio de estas, bloqueandoles la visibilidad a la parte interna de mis muslos.-

Mis ojos vagaban entre ellos dos, viajando ocasionalmente por sus torsos para notar las diferentes reacciones que tenía cada uno, pero sin llegar a perderle la pista a sus palabras siendo las de Kamijo-san las primeras que se dejaron escuchar. Estas parecían una especie de acertijo al mencionar dos tipos de licores tan diferentes que sin duda iban a juego con dos personalidades tan contrarias como las de ellos.
De pronto abrí más mis ojos cuando una botella de vino fue tomada por él para guiarla hasta el torso de Masashi-san el cual en un abrir y cerrar de ojos fue convenientemente mojado por dicho alcohol causando que sin discreción alguna yo lamiera mis labios ansioso por probar de la piel que se había expuesto a mis ojos, sin importarme que dicha acción fuera vista por alguno de los dos ya que estaba más entretenido en observarlos que en preocuparme por detalles.
Pero pronto y antes de que pudiera acercarme, una nueva "orden" me era dada, que si consiguió que de mis labios saliera un suspiro en modo de queja, no podía negar que la diversión de estar a "prueba" era por demás interesante. Esto a pesar de que mis manos se apretaban ansiosamente por querer estirarme y tocar la botella que yacía en medio de las piernas de Kamijo de la misma forma que el otro lo hacía y de que mis labios no se habían podido contener y dejaron escapar un notable ruido casi como un gemido en el momento en el cual ambos cuerpos quedaron impregnados por dos licores tan contrastantes pero con un fuerte sabor.

Notando que las acciones de ellos dos habían culminado, fue como me puse de pie con solo un salto para bajarme de aquella barra y quedar a nada del tubo, así que solo fue necesario estirar mi mano para agarrarme de este y quedar colgado solo con ayuda de ese brazo, mientras que el otro se estiraba para tomar una botella rosa del bar la cual acerqué a mi para comprobar el contenido de la misma...un suave pero delicioso licor de fresa, que al compararlo con el vino y sobre todo el whisky resultaba ser bastante débil. - Supongo que yo también escogeré mi licor entonces...- susurre más para mi que para ellos, esto mientras que me colocaba totalmente pegado al tubo, de forma que continuara de frente a ellos siendo cubierto solo un poco por el largo tubo. Levante discretamente mi mirada al igual que levantaba aquella botella por encima de mi cabeza, ladeando la misma para dejar caer ligeros hilos rosas por el tubo mismo que permitía que el licor se resbalara con rapidez, así que antes de que el licor se perdiera en el piso levanté mi pierna derecha y la enrede por el tubo para que esta quedara de frente a ellos y así vieran como se mojaba de igual manera con el liquido que continuaba su inevitable camino pero esta vez por mi piel.
Deje la botella a un lado y volví a centrar mi mirada en ellos en el momento en el cual, sin bajar la pierna, me inclinaba hasta quedar doblado y que fueran mis propios labios los que recogieran el licor de mi piel al permitir que mi lengua se asomara sin dejar de observarlos fijamente, alternando de vez en cuando entre ellos y mi pierna, notando como las gotas que había podido atrapar ya habían desaparecido casi en su totalidad, siendo reemplazadas por mi saliva...pero que una que otra mancha había caído en mi bota, cosa que tenía que ocultar de ellos, así que sin dudarlo me flexione un poco más para con mis dientes bajar poco a poco el cierre de la bota, dejándola en instantes colgada de mi pie. Por lo cual solo fue necesario dar una ligera patada para que la bota volara hacia el frente y chocara con la pared que tenía frente a mi, haciendo un estrepitoso pero sin importancia ruido al caer.

Observaba de reojo como los ojos de ambos alcanzaban a mirar la piel desnuda que había quedado expuesta, detalle que desde el principio de la velada había notado que les era atrayente, lo cual no pensaba desperdiciar en lo más mínimo, así que dando una ligera vuelta en el tubo fue como conseguí volver a quedar de frente a ellos y con mi espalda apoyada en el tubo.
Apoye mi pierna descalza en el suelo, mientras que la otra se elevaba solo un poco, quedando justo a la altura de la entrepierna de Masashi-san, donde me estire para simular que me atrevería a tocar esa zona directamente con el tacón de la bota, aunque solo me detuve en seco antes de llegar a tocarlo y me apoyé en el espacio de sillón que sus piernas abiertas dejaba a mi alcance. De nuevo solo tuve que flexionarme para dejar mi cara cerca de mi rodilla, permitiéndome dejar mis labios en esa zona siendo esta vez mis manos las que se encargaron de bajar el cierre, aprovechando a la vez eso para crear ligeras caricias sobre la piel que iba quedando al descubierto al enrollar la bota hacia abajo.
Mis ojos no estaban centrados en ninguno de los dos, si no más bien vagaban de mi pierna a las dos botellas que alcohol, una junto a la pierna de Masashi y la otra...entre las piernas de Kamijo, siendo esta la que más llamo mi atención por el momento.
Habiendo terminado con aquello, baje mi pierna del lugar solo para dejar caer mi bota al piso, ahora si quedando descalzo pero sobre todo con ambas piernas totalmente expuestas.

Antes de que cualquiera de los dos pudiera decir algo, aproveche lo distraídos que seguramente estaban para dar un leve salto y caer justo con una pierna sobre la de Masashi y la otra sobre de la de Kamijo, quedando sentado así encima de los dos. Desde ahí apoyé mi mano derecha en la playera del más alto, jalándola sin delicadeza para tener un soporte el cual aproveché para ladearme por completo hacia la derecha y así alcanzar a rozar al fin con mis labios la botella de vino entre las piernas de Kamijo-san, comenzando así a delinear con mi lengua la estrecha boca de la botella, llegando a adentrarla algunas veces por dentro hasta probar ligeramente del vino. Me separe de la botella para dejar un suave "beso" en la punta de esta, solo para luego bajar por completo mi boca por todo el cuello, apretando mis labios con fuerza en torno a esta y luego succionando con algo de fuerza creando una clara alusión a...algo más. Mientras tanto mi mano que permanecía en la ropa de Masashi-san, se había adentrado a ciegas por la prenda, rozando solo con mis largas uñas sus pectorales, llegando a hacer algún rasguño "accidental" cuando mi cuerpo se ladeaba de más.

Debido a lo incomodo de la posición no tarde mucho en incorporarme y quedar de nuevo frente a frente con los dos, manteniendome sobre una pierna de cada uno y relamiendome los labios como si acabara de hacer una travesura. -No puedo negar que probar el licor de sus pieles resulte extremadamente...exquisito, pero supongo que habrá un inconveniente...- susurré y solté el cuello de la playera que sostenía para guiar esa misma mano al cuello del otro, dándole tan solo una superficial caricia con el único afán de recoger ahora el whisky y llevarlo a mis labios, consiguiendo probar de ambos licores por si solos. -sus pieles deben de tener un sabor diferente entre si...cosa que afectara el sabor natural del licor.- continué hablando mientras que mantenía aquel dedo en mis labios, tan solo dándole una ligera mordida a la punta en medio de una leve risa traviesa por la idea que acababa de tener.
Misma por la cual tuve que inclinarme un poco de nuevo hacia el lado, pero esta vez para tomar las dos botellas en ambas manos, jugueteando con ellas de un lado a otra, cambiando la mano que las sostenía hasta quedar de lado contrario, teniendo la botella de whisky frente a Masashi-san y la de vino frente a Kamijo-san.- Por lo cuál lo más justo sería que yo pudiera probar de ambos licores...- sin previo aviso, ladee las botellas para dejar caer licor desde el costado de sus cuellos, viéndole desaparecer por sus clavículas, hasta su pecho, donde la ropa me cubría en parte la visibilidad ya que era notable tan solo como esta se humedecía. -de ambas pieles...- culminé al fin con mis palabras, soltando una ligera risa mientras que detenía aquel flujo de líquidos al incorporar la botella y rápidamente llevar las mismas a sus entrepiernas, dejando que la base ancha de estas hiciera una directa presión en esa sensible zona, para luego comenzar a moverlas de arriba a abajo, estimulándolos al mismo tiempo y con la misma intensidad, dejando siempre instalada aquella coqueta sonrisa la cual relamía de vez en cuando por sus interesantes facciones.