Episode [PRIV]
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Era la segunda o tercera vez que estaba ahí, la verdad poco me importaba cuánto tiempo pasara, dado a que, nunca había sentido aquella necesidad que sentía en ese justo momento de tocar el piano.
Me encantaba tocar diferentes melodías en el, sintiendo como cada tecla presionada emitía sonidos maravillosos que combinados hacían diferentes y lindas melodías, conocía muchas, y sabía interpretar la mayoría de ellas, pero había una en particular que quería interpretar aquella noche; había terminado mi turno en el casino, y sabía que en aquel lugar había un salón con varios pianos, sin embargo no quería ser molestada por ningún otro cliente de aquel lugar, dado a que ya no estaba en servicio, por lo que, a sabiendas de que era peligroso, salí del hotel con un vestido blanco pegado al cuerpo que cubría hasta mis tobillos, con un ligero velo negro enredado en mi cuello así como en mis brazos, quería disimular que yo, era una de las empleadas del lugar, por lo que elegí cuidadosamente mi ropa y así salí del hotel.
Sabía que tal vez no debía hacerlo, pero conocía perfectamente que en la mansión donde habitaban los dueños de aquel casino había una sala de piano con la privacidad que yo quería en ese momento, por lo que a paso rápido me dirigí hasta donde pudiese tomar un taxi e indicar el lugar a donde quería ir. Una vez que llegué a la entrada de aquella mansión, bajé del auto y caminé a paso rápido hasta quedar de frente a la puerta misma que abrí sin titubear para encaminarme hasta aquel salón.
Caminando a paso lento por los pasillos de aquella enorme casa me topé con una puerta entreabierta la cual solo bastó dar un pequeño empujón a la misma para que esta se abriera por completo dejándome ver que había llegado a mi destino.
Con una sonrisa en mis labios me adentré en el lugar suspirando de alivio porque nadie se dio cuenta de mi presencia, por lo que cerré la puerta tras de mí para empezar a caminar, con mi vista fija en aquel piano al fondo de la habitación.
Una vez que llegué al mismo quité la tapa que cubría las teclas y comencé a acariciar cada una con delicadeza así mismo presionando varias de ellas combinando un par de sonidos agudos pero melodiosos de las mismas.
Quité aquel velo que cubría mi espalda dejándolo sobre el banquillo para seguido de ello sentarme en el mismo comenzando a presionar varias teclas al azar, como si quisiese que mis manos “calentaran” antes de comenzar a tocar. Relajé mis brazos así como todo mi cuerpo empezando a interpretar aquella melodía que tanto me fascinaba y que hacía que varias imágenes de aquella persona dueña de la maravillosa canción, pasaran por mi mente.
Así, atreviéndome a cantar también aquella canción, continué tocando el piano distraídamente, cerrando mis ojos, simplemente disfrutando de aquella melodía que resonaba en mis oídos y que hacía que mi mente volara con las imágenes y el rostro de aquella persona, así como con su voz.
Me encantaba tocar diferentes melodías en el, sintiendo como cada tecla presionada emitía sonidos maravillosos que combinados hacían diferentes y lindas melodías, conocía muchas, y sabía interpretar la mayoría de ellas, pero había una en particular que quería interpretar aquella noche; había terminado mi turno en el casino, y sabía que en aquel lugar había un salón con varios pianos, sin embargo no quería ser molestada por ningún otro cliente de aquel lugar, dado a que ya no estaba en servicio, por lo que, a sabiendas de que era peligroso, salí del hotel con un vestido blanco pegado al cuerpo que cubría hasta mis tobillos, con un ligero velo negro enredado en mi cuello así como en mis brazos, quería disimular que yo, era una de las empleadas del lugar, por lo que elegí cuidadosamente mi ropa y así salí del hotel.
Sabía que tal vez no debía hacerlo, pero conocía perfectamente que en la mansión donde habitaban los dueños de aquel casino había una sala de piano con la privacidad que yo quería en ese momento, por lo que a paso rápido me dirigí hasta donde pudiese tomar un taxi e indicar el lugar a donde quería ir. Una vez que llegué a la entrada de aquella mansión, bajé del auto y caminé a paso rápido hasta quedar de frente a la puerta misma que abrí sin titubear para encaminarme hasta aquel salón.
Caminando a paso lento por los pasillos de aquella enorme casa me topé con una puerta entreabierta la cual solo bastó dar un pequeño empujón a la misma para que esta se abriera por completo dejándome ver que había llegado a mi destino.
Con una sonrisa en mis labios me adentré en el lugar suspirando de alivio porque nadie se dio cuenta de mi presencia, por lo que cerré la puerta tras de mí para empezar a caminar, con mi vista fija en aquel piano al fondo de la habitación.
Una vez que llegué al mismo quité la tapa que cubría las teclas y comencé a acariciar cada una con delicadeza así mismo presionando varias de ellas combinando un par de sonidos agudos pero melodiosos de las mismas.
Quité aquel velo que cubría mi espalda dejándolo sobre el banquillo para seguido de ello sentarme en el mismo comenzando a presionar varias teclas al azar, como si quisiese que mis manos “calentaran” antes de comenzar a tocar. Relajé mis brazos así como todo mi cuerpo empezando a interpretar aquella melodía que tanto me fascinaba y que hacía que varias imágenes de aquella persona dueña de la maravillosa canción, pasaran por mi mente.
Así, atreviéndome a cantar también aquella canción, continué tocando el piano distraídamente, cerrando mis ojos, simplemente disfrutando de aquella melodía que resonaba en mis oídos y que hacía que mi mente volara con las imágenes y el rostro de aquella persona, así como con su voz.
Mika Nakashima- 10 de Corazones
- Edad : 32
Re: Episode [PRIV]
Ese día me había desatendido por completo del casino, me podía dar digamos un día libre por semana pero siempre ocurría una u otra cosa que me llamaba para ir al lugar y ahí terminaba mi descanso, pero ese día ya lo tenia todo acordado con los demás para pasar todo el día en casa.
Sabía que los demás no estarían y que tendría la mansión de lleno para mí, por lo que además de levantarme tarde, no me tome la molestia de arreglarme, estaba lo mas Cómodo posible y como era mi gusto andar por la casa. Había estado en mi habitación la mayor parte de la mañana y como lo había solicitado, había dado a todos los sirvientes del lugar el día libre para tener total calma en el lugar, pero ya estaba algo aburrido y decidí salir en busca de una botella de vino para volver a acostarme un rato mas. Baje con calma las escaleras, avance un par de pasillo para ir hasta el bar y una vez que obtuve la botella y una copa iba de regreso por el pasillo cuando una melodía, una familiar melodía comenzó a resonar en el sitio.
No estaba muy lejos y estaba mas que seguro de que habitación venia, lo raro era que siendo que no había nadie mas que yo el piano estuviera siendo usado. Con esa intriga me dirigí al lugar con calma ya que de alguna manera la melodía me relajaba en demasía y no quería perturbar de alguna manera a la persona que estuviese tocando así se tratara de un intruso. Al llegar al lugar me coloque en el marco de la puerta y observe a la delgada silueta femenina que se encontraba al pie del piano. Me quede en silencio simplemente apoyado en aquel lugar, escuchándola, tanto la melodía como su exquisita voz que ahora acompañaba la misma.
Como autor de tal melodía, sabía por ende el momento exacto en que esta acabaría por lo que antes de que esto ocurriera avance hasta el sitio colocándome a espaldas de ella con total cautela a sabiendas de que con la concentración requerida se tardaría en darse cuenta de mi presencia ahí, así que, sostuve en una sola de mis manos la copa y la botella de vino para que una vez que finalizara la melodía y antes de que retirara sus manos del piano, colocar la yema de dos de mis dedos en uno de sus hombros desnudos y con total suavidad les fui deslizando por toda la extensión de su brazo hasta llevar mi mano sobre la suya.
-No recuerdo haber solicitado tal bello… espectáculo a domicilio… ya que de haberlo sabido, me hubiera vestido, más… adecuadamente… -
Comencé a murmurar con voz suave y me incline apenas un poco para que mi rostro quedara a la altura de su hombro pero sin llegar a hacer algún contacto más que el de mi respiración chocando contra la piel desnuda de su cuello.
-Pero, de haber sido así, me gustaría saber el nombre de tan bella… acompañante…-
Susurre casi contra su oído y me levante para rodear el banco donde se encontraba sentada y sobre la tapa del piano deje la copa, para seguir por destapar la copa de vino, misma de la cual vertí en la copa hasta solo la mitad y mientras que le miraba sostuve esta a la altura de su silueta para ver su figura a través del cristal de la misma, dedicándole apenas una leve sonrisa faldera.
Sabía que los demás no estarían y que tendría la mansión de lleno para mí, por lo que además de levantarme tarde, no me tome la molestia de arreglarme, estaba lo mas Cómodo posible y como era mi gusto andar por la casa. Había estado en mi habitación la mayor parte de la mañana y como lo había solicitado, había dado a todos los sirvientes del lugar el día libre para tener total calma en el lugar, pero ya estaba algo aburrido y decidí salir en busca de una botella de vino para volver a acostarme un rato mas. Baje con calma las escaleras, avance un par de pasillo para ir hasta el bar y una vez que obtuve la botella y una copa iba de regreso por el pasillo cuando una melodía, una familiar melodía comenzó a resonar en el sitio.
No estaba muy lejos y estaba mas que seguro de que habitación venia, lo raro era que siendo que no había nadie mas que yo el piano estuviera siendo usado. Con esa intriga me dirigí al lugar con calma ya que de alguna manera la melodía me relajaba en demasía y no quería perturbar de alguna manera a la persona que estuviese tocando así se tratara de un intruso. Al llegar al lugar me coloque en el marco de la puerta y observe a la delgada silueta femenina que se encontraba al pie del piano. Me quede en silencio simplemente apoyado en aquel lugar, escuchándola, tanto la melodía como su exquisita voz que ahora acompañaba la misma.
Como autor de tal melodía, sabía por ende el momento exacto en que esta acabaría por lo que antes de que esto ocurriera avance hasta el sitio colocándome a espaldas de ella con total cautela a sabiendas de que con la concentración requerida se tardaría en darse cuenta de mi presencia ahí, así que, sostuve en una sola de mis manos la copa y la botella de vino para que una vez que finalizara la melodía y antes de que retirara sus manos del piano, colocar la yema de dos de mis dedos en uno de sus hombros desnudos y con total suavidad les fui deslizando por toda la extensión de su brazo hasta llevar mi mano sobre la suya.
-No recuerdo haber solicitado tal bello… espectáculo a domicilio… ya que de haberlo sabido, me hubiera vestido, más… adecuadamente… -
Comencé a murmurar con voz suave y me incline apenas un poco para que mi rostro quedara a la altura de su hombro pero sin llegar a hacer algún contacto más que el de mi respiración chocando contra la piel desnuda de su cuello.
-Pero, de haber sido así, me gustaría saber el nombre de tan bella… acompañante…-
Susurre casi contra su oído y me levante para rodear el banco donde se encontraba sentada y sobre la tapa del piano deje la copa, para seguir por destapar la copa de vino, misma de la cual vertí en la copa hasta solo la mitad y mientras que le miraba sostuve esta a la altura de su silueta para ver su figura a través del cristal de la misma, dedicándole apenas una leve sonrisa faldera.
Kamijo- Rey de Corazones
- Localización : Dentro de tu más perversa fantasía...
Re: Episode [PRIV]
Continuaba perdida en la melodía, y en las múltiples imágenes que pasaban por mi cabeza, faltaba poco para que terminara aquella canción y apenas pude sentir un leve roce sobre uno de mis hombros, así como un delicioso perfume, sin embargo creyendo que esto era producto de mi imaginación continúe tocando hasta que finalizara la melodía, y solo hasta entonces abrí mis ojos, dándome cuenta de que en verdad alguien se encontraba detrás mío y con una de sus manos cerca de la mía; me quede completamente inmóvil mientras escuchaba aquella voz, y justo al darme cuenta de quien se trataba aquella presencia, solo hasta ese momento una sonrisa nerviosa se dibujo en mi rostro mientras esperaba a que terminase de hablar, observando de reojo aquella figura que antes había pasado por mi cabeza, solo que esta vez, era real.
Un ligero escalofrío recorrió mi espalda al sentir aquella cercanía que de cierta manera más que asustarme el hecho de haber sido descubierta, me agradaba saber que había sido justamente él quien me había encontrado ahí, tocando aquel piano el cual estaba segura que solamente él utilizaba.
Una vez que termino de hablar y se coloco delante de mi, le observe con atención y un ligero sonrojo aprecio en mi rostro al ver como sus ojos me observaban en espera de alguna respuesta de mi parte, ciertamente tarde un poco en volver en mi, en ese momento varias emociones invadían mi cuerpo, sin embargo y pese a ello aclare un poco mi garganta observando su rostro a través del delgado cristal de la copa que sostenía en su mano.
-Mi nombre es Mika Nakashima, y lamento haber venido aquí sin ser invitada, pero quería tocar el piano.-
Dije con algo de nerviosismo sin agachar la mirada en algún momento simplemente llevando mis manos a mis piernas tomando un poco de la tela de mi vestido entre las mismas.
-Mi interpretación se que no es muy buena, sin embargo, me encanta esta canción.-
Volví a hablar dado a que él se encontraba en silencio frente a mi, y en el momento en que termine de hablar, me levante de aquel banquillo y me puse frente a él para hacer una leve reverencia y seguido de ello extender una de mis manos hacia él viéndole a los ojos con una sonrisa en mis labios.
Un ligero escalofrío recorrió mi espalda al sentir aquella cercanía que de cierta manera más que asustarme el hecho de haber sido descubierta, me agradaba saber que había sido justamente él quien me había encontrado ahí, tocando aquel piano el cual estaba segura que solamente él utilizaba.
Una vez que termino de hablar y se coloco delante de mi, le observe con atención y un ligero sonrojo aprecio en mi rostro al ver como sus ojos me observaban en espera de alguna respuesta de mi parte, ciertamente tarde un poco en volver en mi, en ese momento varias emociones invadían mi cuerpo, sin embargo y pese a ello aclare un poco mi garganta observando su rostro a través del delgado cristal de la copa que sostenía en su mano.
-Mi nombre es Mika Nakashima, y lamento haber venido aquí sin ser invitada, pero quería tocar el piano.-
Dije con algo de nerviosismo sin agachar la mirada en algún momento simplemente llevando mis manos a mis piernas tomando un poco de la tela de mi vestido entre las mismas.
-Mi interpretación se que no es muy buena, sin embargo, me encanta esta canción.-
Volví a hablar dado a que él se encontraba en silencio frente a mi, y en el momento en que termine de hablar, me levante de aquel banquillo y me puse frente a él para hacer una leve reverencia y seguido de ello extender una de mis manos hacia él viéndole a los ojos con una sonrisa en mis labios.
Mika Nakashima- 10 de Corazones
- Edad : 32
Re: Episode [PRIV]
Me perdí al igual que ella un breve momento en sus delicadas y atractivas facciones, tenia por seguro que la conocía del casino. Ahí, teníamos a muchas empleadas, pero ciertamente eran pocas las que lograban atrapar mi atención por su belleza que por otra cosa y esta chica era una de ellas. Deje la copa de lado para observar con más claridad aquel bello rostro y con mi total atención le escuche presentarse.
-Mika…-
Repetí su nombre con suavidad y como si fuese la esencia de su nombre lo que había en la copa, di un pequeño sorbo de esta antes de dejarla sobre la tapa del piano al igual que la botella para de nueva cuenta, caminar hasta posicionarme a sus espaldas no sin antes corresponder aquella sonrisa que esbozaban sus deseables labios. Una vez tras de ella me atreví a tomar sus manos para alejarlas de la delicada tela de su blanco vestido para llevarlas de nueva cuenta a sobre las teclas del piano, las cuales, ante el peso de sus dedos tocaron un pequeño sonido.
-Dejemos de lado… que no fuiste invitada… para mi, eso ahora no es relevante, preferiría que…-
Comencé a hablar y dejando sus manos sobre el piano, las propias empezaron a ascender por sus brazos con lentitud, acariciando suavemente la piel de estos con las yemas de los dedos hasta llegar casi a sus hombros donde me detuve por completo al mismo tiempo que soplaba ligeramente sobre su oído.
-Tocaras un poco más… si es posible claro…-
Hable casi contra su oído, dejando que mi aliento chocara completamente sobre su oreja y deslice con total calma mis manos de sus hombros a los costados de su cuerpo donde lentamente comenzaron a bajar por su torso, aventurándose por su cintura, la cual me di el tiempo de apretar un poco apenas para palpar la calidez de su piel a través de su ropa antes de continuar descendiendo en busca de sus atractivas caderas donde les deje posadas, en apenas un ligero apretón mientras que mi rostro se encargaba de lo propio, pasando de su oreja hacia su nuca dándome la oportunidad de aspirar el perfume de sus negros cabellos antes de llevar mi nariz hacia su nuca donde partiendo desde esa delicada y sensitiva zona comencé a bajar lentamente frotando mi nariz y un tanto mis labios contra la piel que me permitía su cabello y un pequeño zigzag paseaba los mismos por su espalda.
-Mika…-
Repetí su nombre con suavidad y como si fuese la esencia de su nombre lo que había en la copa, di un pequeño sorbo de esta antes de dejarla sobre la tapa del piano al igual que la botella para de nueva cuenta, caminar hasta posicionarme a sus espaldas no sin antes corresponder aquella sonrisa que esbozaban sus deseables labios. Una vez tras de ella me atreví a tomar sus manos para alejarlas de la delicada tela de su blanco vestido para llevarlas de nueva cuenta a sobre las teclas del piano, las cuales, ante el peso de sus dedos tocaron un pequeño sonido.
-Dejemos de lado… que no fuiste invitada… para mi, eso ahora no es relevante, preferiría que…-
Comencé a hablar y dejando sus manos sobre el piano, las propias empezaron a ascender por sus brazos con lentitud, acariciando suavemente la piel de estos con las yemas de los dedos hasta llegar casi a sus hombros donde me detuve por completo al mismo tiempo que soplaba ligeramente sobre su oído.
-Tocaras un poco más… si es posible claro…-
Hable casi contra su oído, dejando que mi aliento chocara completamente sobre su oreja y deslice con total calma mis manos de sus hombros a los costados de su cuerpo donde lentamente comenzaron a bajar por su torso, aventurándose por su cintura, la cual me di el tiempo de apretar un poco apenas para palpar la calidez de su piel a través de su ropa antes de continuar descendiendo en busca de sus atractivas caderas donde les deje posadas, en apenas un ligero apretón mientras que mi rostro se encargaba de lo propio, pasando de su oreja hacia su nuca dándome la oportunidad de aspirar el perfume de sus negros cabellos antes de llevar mi nariz hacia su nuca donde partiendo desde esa delicada y sensitiva zona comencé a bajar lentamente frotando mi nariz y un tanto mis labios contra la piel que me permitía su cabello y un pequeño zigzag paseaba los mismos por su espalda.
Kamijo- Rey de Corazones
- Localización : Dentro de tu más perversa fantasía...
Re: Episode [PRIV]
Al notar como simplemente repetía mi nombre, volví a tomar asiento en el banquillo llevando de nueva cuenta mis manos a la tela de mi vestido agachando solo un poco la cabeza, no podía negar que el tenerle tan cerca hacía que me pusiera nerviosa, sin embargo, esperaba poder ocultarlo.
Comencé a jugar un poco con la tela de mi vestido antes de que las mismas se vieran separadas por las de él, logrando sentir la calidez de sus manos sobre el dorso de las mías así como su aliento demasiado cerca de mi rostro, al tiempo en que mis manos eran colocadas nuevamente sobre el piano provocando que al quedar ahí varias teclas se presionaran dejando salir combinados sonidos. Escuché con atención su grave, pero a la vez suave voz, un pequeño escalofrío recorrió mi espalda al sentir como las suaves yemas de sus dedos ascendían sobre mis brazos provocando que la piel de los mismos se erizara un poco, llevándolas hasta mis hombros donde por unos instantes se quedaron inmóviles al tiempo que pedía que tocara una vez más. Una sonrisa invadió mi rostro y asentí un par de veces con la cabeza mientras presionaba un par de teclas al azar como si quisiese adivinar cuál era la siguiente melodía que tocaría para él.
Una vez que supe cual sería, apreté apenas las notas iniciales cuando sus manos comenzaron a moverse nuevamente sobre mi cuerpo, provocando que este temblara un poco debido a la suavidad con la que se movían delineando cada parte de mi cuerpo, sintiendo a la vez su respiración por mi espalda llevándome a arquear ligeramente la misma; ciertamente tenerle detrás mío, proporcionándome aquellas carias, me ponía nerviosa, y quizá ansiosa; pero aun debía tocar una vez más, por lo que, cerré mis ojos y deje escapar un quedo suspiro de mis labios antes de comenzar a tocar la melodía.
Mientras tocaba sus manos descendían desde mis costados hasta mi cintura, delineando y casi presionando la misma, mi piel se erizaba ante cada contacto de sus manos, mis manos además de presionar las teclas de aquel piano, las acariciaban como si se tratara de sus rubios cabellos. Mis pies se movían al ritmo de la música que interpretaba, mi cuerpo se contraía de manera suave, mis manos temblaban un poco, pero no me impedían continuar tocando. Sin darme cuenta, nuevamente estaba perdida en los suaves sonidos del piano, pero ahora, más que los sonidos del piano, me encontraba perdida en la suavidad de su perfume, en sus caricias, pero sobre todo en el tono de su voz, aquella que tanto me gustaba. Continuaba con mis ojos cerrados avanzando la melodía de manera suave, llevando a recargar un poco mi espalda sobre lo que alcanzaba de su pecho, llevando incluso mi cabeza hacia un lado dejando la piel de mi cuello así como de uno de mis hombros al descubierto; mientras mi cuerpo se movía de manera natural por estar tocando el piano, así, sin pronunciar palabra alguna, simplemente concentrándome en tocar, y en percibir aquel aliento que chocaba contra mi piel así como las caricias que recibía de sus manos.
Comencé a jugar un poco con la tela de mi vestido antes de que las mismas se vieran separadas por las de él, logrando sentir la calidez de sus manos sobre el dorso de las mías así como su aliento demasiado cerca de mi rostro, al tiempo en que mis manos eran colocadas nuevamente sobre el piano provocando que al quedar ahí varias teclas se presionaran dejando salir combinados sonidos. Escuché con atención su grave, pero a la vez suave voz, un pequeño escalofrío recorrió mi espalda al sentir como las suaves yemas de sus dedos ascendían sobre mis brazos provocando que la piel de los mismos se erizara un poco, llevándolas hasta mis hombros donde por unos instantes se quedaron inmóviles al tiempo que pedía que tocara una vez más. Una sonrisa invadió mi rostro y asentí un par de veces con la cabeza mientras presionaba un par de teclas al azar como si quisiese adivinar cuál era la siguiente melodía que tocaría para él.
Una vez que supe cual sería, apreté apenas las notas iniciales cuando sus manos comenzaron a moverse nuevamente sobre mi cuerpo, provocando que este temblara un poco debido a la suavidad con la que se movían delineando cada parte de mi cuerpo, sintiendo a la vez su respiración por mi espalda llevándome a arquear ligeramente la misma; ciertamente tenerle detrás mío, proporcionándome aquellas carias, me ponía nerviosa, y quizá ansiosa; pero aun debía tocar una vez más, por lo que, cerré mis ojos y deje escapar un quedo suspiro de mis labios antes de comenzar a tocar la melodía.
Mientras tocaba sus manos descendían desde mis costados hasta mi cintura, delineando y casi presionando la misma, mi piel se erizaba ante cada contacto de sus manos, mis manos además de presionar las teclas de aquel piano, las acariciaban como si se tratara de sus rubios cabellos. Mis pies se movían al ritmo de la música que interpretaba, mi cuerpo se contraía de manera suave, mis manos temblaban un poco, pero no me impedían continuar tocando. Sin darme cuenta, nuevamente estaba perdida en los suaves sonidos del piano, pero ahora, más que los sonidos del piano, me encontraba perdida en la suavidad de su perfume, en sus caricias, pero sobre todo en el tono de su voz, aquella que tanto me gustaba. Continuaba con mis ojos cerrados avanzando la melodía de manera suave, llevando a recargar un poco mi espalda sobre lo que alcanzaba de su pecho, llevando incluso mi cabeza hacia un lado dejando la piel de mi cuello así como de uno de mis hombros al descubierto; mientras mi cuerpo se movía de manera natural por estar tocando el piano, así, sin pronunciar palabra alguna, simplemente concentrándome en tocar, y en percibir aquel aliento que chocaba contra mi piel así como las caricias que recibía de sus manos.
Mika Nakashima- 10 de Corazones
- Edad : 32
Re: Episode [PRIV]
Tome tanto como pude del delicioso aroma de su piel e impregne mis labios tanto como pude de la tibieza de esta antes de escuchar el sonido de las teclas del piano comenzar a sonar; fue ahí donde corte cualquier movimiento mío y me retire para crear cierta distancia entre ambos para impedir cualquier nuevo tacto de momento, ya que ahora mi vista estaba completamente centrada en sus dedos que se movían sobre el piano, haciendo sonar una bella melodía por aquella habitación. Sin poder evitarlo mis ojos empezaron a contornear su figura, como si con la mirada le dibujase una y otra vez perdiéndome en cada marcada línea de su anatomía la cual me resultaba por demás atractiva y esos ligeros movimientos que hacia al tocar tenían cierto toque de sensualidad que me invitaban a perturbar aquella canción proveniente del piano.
El silencio, a pesar de la melodía, iba y venia entre ambos ya que así yo pensaba, las palabras estaban de mas, era el momento de dejar que la melodía de ella hablara por su cuenta pero, me veía en una situación de desventaja ya que no tenia como expresarme sin tocarla, pero obviamente no desaprovecharía tan hermosa presencia por lo que rápidamente fui por aquella copa de vino y bebí de esta para dar por terminado el contenido del vino para nuevamente servir un poco mas del mismo en la copa. Una vez hecho esto, camine lentamente no sin antes dar un fugaz vistazo a los gestos de su rostro al tocar y como estos expresaban cada emoción que sentía al interpretar.
Volví a colocarme a sus espaldas, contoneando aquella copa entre mis dedos para que el líquido dentro de esta bailase al ritmo de la melodía y una vez que estuve en un lugar del que podría sacar buen provecho, lleve un par de dedos dentro de la copa para impregnarles con el vino. Cumpliría mi promesa auto impuesta y no seria yo quien le tocase, ni perturbara su interpretación, pero mi cabeza y su cuerpo tenían muchas ideas que atacaba mis actos por lo que con esos dedos llenos del vino me acerque a uno de sus oídos. Sin la necesidad de nada, por su propio peso un par de pequeñas gotas cayo por sobre su oreja y se deslizo por el filo de esta hacia su lóbulo, colgándose ahí como un pequeño pendiente. El quedarse quieto no era realmente lo mío sobre todo con tan hermosa piel impregnada en el delicioso liquido que representaba el vino, pero quería ver ese temblor de su cuerpo y como este se acoplaba al sonido, por lo que deje aquella gota de vino en su oreja y lleve de nueva cuenta mis dedos a dentro de la copara llenarles de aquel liquido.
Esta vez, lleve mis mojados dedos hacia su hombro desnudo y de igual manera que en su oreja deje que por su propio peso el licor cayera sobre su piel y se deslizara suavemente por esta en un camino de color carmín que pintaba tentadoramente su piel. Me relamí los labios, una, dos, tantas veces, saboreando en mi cabeza el exquisito sabor que seguramente tendría su piel mezclada con el vino, pero de momento, debía esperar a que fuera el momento justo que no tardaba mucho en llegar así que por lo pronto me encargaría de tentarme a mi mismo dejando caer mas gotas del vino por sobre diferentes partes de su piel; siguiendo por su cuello, uno de sus brazos, su espalda y finalmente una que deje caer sobre su sien y que tentadoramente se deslizo por su mejilla hacia su mentón. Pero había un lugar que aun quería ver teñido de aquel atrayente carmín y ese era uno mas difícil de alcanzar sin tener un rose pero tenia una pequeña idea, una perversa idea en mi cabeza, así que sin mas, bebí de la copa de vino con un descuido hecho apropósito para el vino empezara a correr por la comisura de mis labios y antes de que terminara de rodar por ese lugar lleve mi rostro hacia uno de sus hombros evitando a toda costa el contacto, y con un simple ladeo de este, las gotas de vino que se deslizaban por mi mentón fueron directamente hacia su escote en donde partieron del inicio de sus pechos para adentrarse a aquel sensual lugar yendo mas allá de lo que mis ojos alcanzaban a divisar.
El silencio, a pesar de la melodía, iba y venia entre ambos ya que así yo pensaba, las palabras estaban de mas, era el momento de dejar que la melodía de ella hablara por su cuenta pero, me veía en una situación de desventaja ya que no tenia como expresarme sin tocarla, pero obviamente no desaprovecharía tan hermosa presencia por lo que rápidamente fui por aquella copa de vino y bebí de esta para dar por terminado el contenido del vino para nuevamente servir un poco mas del mismo en la copa. Una vez hecho esto, camine lentamente no sin antes dar un fugaz vistazo a los gestos de su rostro al tocar y como estos expresaban cada emoción que sentía al interpretar.
Volví a colocarme a sus espaldas, contoneando aquella copa entre mis dedos para que el líquido dentro de esta bailase al ritmo de la melodía y una vez que estuve en un lugar del que podría sacar buen provecho, lleve un par de dedos dentro de la copa para impregnarles con el vino. Cumpliría mi promesa auto impuesta y no seria yo quien le tocase, ni perturbara su interpretación, pero mi cabeza y su cuerpo tenían muchas ideas que atacaba mis actos por lo que con esos dedos llenos del vino me acerque a uno de sus oídos. Sin la necesidad de nada, por su propio peso un par de pequeñas gotas cayo por sobre su oreja y se deslizo por el filo de esta hacia su lóbulo, colgándose ahí como un pequeño pendiente. El quedarse quieto no era realmente lo mío sobre todo con tan hermosa piel impregnada en el delicioso liquido que representaba el vino, pero quería ver ese temblor de su cuerpo y como este se acoplaba al sonido, por lo que deje aquella gota de vino en su oreja y lleve de nueva cuenta mis dedos a dentro de la copara llenarles de aquel liquido.
Esta vez, lleve mis mojados dedos hacia su hombro desnudo y de igual manera que en su oreja deje que por su propio peso el licor cayera sobre su piel y se deslizara suavemente por esta en un camino de color carmín que pintaba tentadoramente su piel. Me relamí los labios, una, dos, tantas veces, saboreando en mi cabeza el exquisito sabor que seguramente tendría su piel mezclada con el vino, pero de momento, debía esperar a que fuera el momento justo que no tardaba mucho en llegar así que por lo pronto me encargaría de tentarme a mi mismo dejando caer mas gotas del vino por sobre diferentes partes de su piel; siguiendo por su cuello, uno de sus brazos, su espalda y finalmente una que deje caer sobre su sien y que tentadoramente se deslizo por su mejilla hacia su mentón. Pero había un lugar que aun quería ver teñido de aquel atrayente carmín y ese era uno mas difícil de alcanzar sin tener un rose pero tenia una pequeña idea, una perversa idea en mi cabeza, así que sin mas, bebí de la copa de vino con un descuido hecho apropósito para el vino empezara a correr por la comisura de mis labios y antes de que terminara de rodar por ese lugar lleve mi rostro hacia uno de sus hombros evitando a toda costa el contacto, y con un simple ladeo de este, las gotas de vino que se deslizaban por mi mentón fueron directamente hacia su escote en donde partieron del inicio de sus pechos para adentrarse a aquel sensual lugar yendo mas allá de lo que mis ojos alcanzaban a divisar.
Kamijo- Rey de Corazones
- Localización : Dentro de tu más perversa fantasía...
Re: Episode [PRIV]
Continuaba moviendo mis manos tocando, acariciando cada tecla con las yemas de mis dedos manteniendo mis ojos cerrados concentrándome ahora en la melodía que interpretaba; lentamente sentí como se alejaba de mi cuerpo sin embargo mantuve mis ojos completamente cerrados sintiendo y casi escuchando sus pasos hasta detenerse a mis espaldas.
Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios y seguí tocando cuando de un momento a otro sentí aquella ligera frialdad recorrer una de mis orejas haciéndome contraer mi hombro de manera instintiva para seguido de ello abrir los ojos de manera lenta, esto claro sin llegar a interrumpir la melodía que había empezado.
Observé de reojo aquellas acciones por parte de él y seguí el movimiento de su mano que ahora se acercaba a mi hombro logrando sentir y ver aquel líquido resbalar en mi hombro; mi cuerpo comenzaba a reaccionar a aquellos ligeros escalofríos que aparecían cuando el vino rozaba con mi piel. Contraje apenas mi hombro y volví a cerrar los ojos continuando con la melodía que ahora llegaba justo a la mitad.
Mi cuerpo se movía conforme aquellas gotas caían sobre mi cuello llegando a ladear levemente mi cabeza dejando aquella zona un poco más a su vista y de un momento a otro remover ligeramente todo mi cuerpo sobre aquel banquillo debido a la ligera sensación de frialdad que recorría mi espalda lentamente haciendo que mi piel se erizara de manera leve. Sentí como una pesada gota de aquel líquido caer sobre mi sien y deslizarse lentamente por mi rostro pasando por mi mejilla lo que me hizo abrir de nueva cuenta los ojos y observarle de reojo ladeando nuevamente mi cabeza al lado contrario de su rostro sintiendo también una gota más resbalar por toda la extensión de mi brazo llegando a una de mis manos mismo lugar en que debido al movimiento que hacían mis dedos y mi cuerpo al tocar esta gota resbalara hasta mi dedo medio llegando a manchar ligeramente una de las teclas del piano. La melodía casi llegaba a su fin y esta vez me mantuve con los ojos abiertos, relamiendo un poco mis labios al percibir el aroma característico del vino tinto combinado con su fragancia corporal.
Tocaba suavemente guiada por las emociones y aquellas sensaciones que poco a poco mi cuerpo experimentaba y justo cuando sentí aquella gota sobre mi piel, haciendo su camino por entre mis senos arquee ligeramente la espalda hacia atrás sin llegar a romper aquella barrera de distancia que él había marcado.
Continúe tocando los últimos compaces de la melodía a la vez que sentía como aquella pequeña gota ahora impregnaba mi vestido de un ligero carmín a la altura de la parte media de mi pecho justo entre mis senos; finalicé la melodía y dejando una de mis manos en el teclado del piano, llevé la otra a tomar un poco del vino que aun resbalaba por mi mentón para con ayuda de mi dedo índice degustar de aquel licor que tanto apreciaba la persona a mis espaldas. Con lentitud logré girar mi cuerpo sobre el banquillo hasta quedar de frente a él sin romper la distancia entre ambos para así poder verle a los ojos con una ligera sonrisa en mis labios mientras ambas de mis manos se iban a sobre mis rodillas.
-Espero haya sido de su agrado la pieza.-
Dije sin despegar mi mirada de su rostro manteniendo aquella sonrisa sobre mis labios logrando percibir el aroma de su perfume así como aquella pequeña parte de su pecho que quedaba al descubierto por la bata que llevaba; no quise hacer un movimiento más y llevé mi mano hacia atrás de manera que pudiese tocar la parte superior del piano, y con esta misma mano tomar de la base de la botella y elevarla en mis manos; no había otra copa, más que la que él aun sostenía en su mano, quería probar más del vino del que él degustaba así que sin intensión de molestarle ni mucho menos incliné la botella hacia la copa que sostenía él logrando verter un poco más de aquel licor en esta y, dejando la botella al costado de uno de mis pies y sin romper la barrera del tacto tomé la base de la copa para así deslizarle de entre su mano y poder llevar esta a mi boca dando apenas un pequeño sorbo a la misma.
Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios y seguí tocando cuando de un momento a otro sentí aquella ligera frialdad recorrer una de mis orejas haciéndome contraer mi hombro de manera instintiva para seguido de ello abrir los ojos de manera lenta, esto claro sin llegar a interrumpir la melodía que había empezado.
Observé de reojo aquellas acciones por parte de él y seguí el movimiento de su mano que ahora se acercaba a mi hombro logrando sentir y ver aquel líquido resbalar en mi hombro; mi cuerpo comenzaba a reaccionar a aquellos ligeros escalofríos que aparecían cuando el vino rozaba con mi piel. Contraje apenas mi hombro y volví a cerrar los ojos continuando con la melodía que ahora llegaba justo a la mitad.
Mi cuerpo se movía conforme aquellas gotas caían sobre mi cuello llegando a ladear levemente mi cabeza dejando aquella zona un poco más a su vista y de un momento a otro remover ligeramente todo mi cuerpo sobre aquel banquillo debido a la ligera sensación de frialdad que recorría mi espalda lentamente haciendo que mi piel se erizara de manera leve. Sentí como una pesada gota de aquel líquido caer sobre mi sien y deslizarse lentamente por mi rostro pasando por mi mejilla lo que me hizo abrir de nueva cuenta los ojos y observarle de reojo ladeando nuevamente mi cabeza al lado contrario de su rostro sintiendo también una gota más resbalar por toda la extensión de mi brazo llegando a una de mis manos mismo lugar en que debido al movimiento que hacían mis dedos y mi cuerpo al tocar esta gota resbalara hasta mi dedo medio llegando a manchar ligeramente una de las teclas del piano. La melodía casi llegaba a su fin y esta vez me mantuve con los ojos abiertos, relamiendo un poco mis labios al percibir el aroma característico del vino tinto combinado con su fragancia corporal.
Tocaba suavemente guiada por las emociones y aquellas sensaciones que poco a poco mi cuerpo experimentaba y justo cuando sentí aquella gota sobre mi piel, haciendo su camino por entre mis senos arquee ligeramente la espalda hacia atrás sin llegar a romper aquella barrera de distancia que él había marcado.
Continúe tocando los últimos compaces de la melodía a la vez que sentía como aquella pequeña gota ahora impregnaba mi vestido de un ligero carmín a la altura de la parte media de mi pecho justo entre mis senos; finalicé la melodía y dejando una de mis manos en el teclado del piano, llevé la otra a tomar un poco del vino que aun resbalaba por mi mentón para con ayuda de mi dedo índice degustar de aquel licor que tanto apreciaba la persona a mis espaldas. Con lentitud logré girar mi cuerpo sobre el banquillo hasta quedar de frente a él sin romper la distancia entre ambos para así poder verle a los ojos con una ligera sonrisa en mis labios mientras ambas de mis manos se iban a sobre mis rodillas.
-Espero haya sido de su agrado la pieza.-
Dije sin despegar mi mirada de su rostro manteniendo aquella sonrisa sobre mis labios logrando percibir el aroma de su perfume así como aquella pequeña parte de su pecho que quedaba al descubierto por la bata que llevaba; no quise hacer un movimiento más y llevé mi mano hacia atrás de manera que pudiese tocar la parte superior del piano, y con esta misma mano tomar de la base de la botella y elevarla en mis manos; no había otra copa, más que la que él aun sostenía en su mano, quería probar más del vino del que él degustaba así que sin intensión de molestarle ni mucho menos incliné la botella hacia la copa que sostenía él logrando verter un poco más de aquel licor en esta y, dejando la botella al costado de uno de mis pies y sin romper la barrera del tacto tomé la base de la copa para así deslizarle de entre su mano y poder llevar esta a mi boca dando apenas un pequeño sorbo a la misma.
Mika Nakashima- 10 de Corazones
- Edad : 32
Re: Episode [PRIV]
Había dejado mis ojos en aquel sitio, permitiéndoles el al menos formar una imagen mental de a donde había ido a parar aquella pequeña gota de vino. Imaginaba el trayecto, la piel que rosaría… y donde llegaría a finalizar su camino su aquellas prendas no le estorbaran.
Enmarque una pequeña sonrisa de medio lado y al tiempo de que mis pensamientos llegaran a su fin, la melodía lo hizo igual. Mis ojos volvieron a concentrarse únicamente en su movimiento y ante sus palabras asentí suave con la cabeza dedicándole una amplia sonrisa.
-Maravillosa…-
Dije únicamente y observe curioso sus siguientes acciones. Realmente no había llevado una copa para mi, en realidad la que sostenía era para ella, solo que yo tenia que preparar la mía antes de poder cedérsela cosa que ella misma se encargo de hacer. Con aquella como en su mano, ahora poseía las dos mías libres me incline a tomar aquella botella que ella había dejado de lado. Una vez que la obtuve me encamine a regresarla hacia la tapa del piano, donde le deje para luego caminar de vuelta con ella, ansioso por obtener esa mínima distancia entre ambos nuevamente y esta vez, alcance una de sus manos entre una propia.
-Ahora, permítame interpretar algo para usted…-
Ofrecí y con suave jalón de su mano entre la propia, la lleve a levantarse de aquel sitio para llevarle hasta un lado del piano.
-Pero tampoco me agradaría que se quedara de pie... así que si me disculpa…-
Dije dedicándole una pequeña reverencia con la cabeza y lleve mis manos apoyarlas a sus costados, un tanto arriba de su cadera y con total lentitud las fui bajando hasta llegar precisamente a sus caderas donde afiance mis dedos y suavemente levante su esbelto cuerpo lo suficiente para sentarle el la tapa de aquel piano, al lado de aquella botella de vino. Le dedique una pequeña sonrisa y tras ello me retire para sentarme en el banquillo frente al piano.
-Dígame Mika, ¿Qué clase de música es la que le gusta…? -
Mis dedos fueron abordando las teclas del piano y empezaron a tocar un sonido aleatorio pero suave y lento…
-Suave ¿Quizá? Oh será que ¿Es amante de algo mas turbio y atrevido?...-
Levante mis ojos en busca de su mirada y mis dedos se movieron por el piano agilizando aquella melodía que corte tras apenas un instante.
-Porque no… toco algo para usted, que sea una leve muestra de ambos y me deja observar como sus manos imitan aquella gota de vino que viajo a un lugar inalcanzable para mi vista y me muestren hasta donde llego o llegaría con el ritmo de la melodía? –
Sonreí de costado, con pequeño dejo malicioso en los labios y sin despegar la mirada de ella, mis manos empezaron a moverse entonando una melodía exclusivamente para ella.
Enmarque una pequeña sonrisa de medio lado y al tiempo de que mis pensamientos llegaran a su fin, la melodía lo hizo igual. Mis ojos volvieron a concentrarse únicamente en su movimiento y ante sus palabras asentí suave con la cabeza dedicándole una amplia sonrisa.
-Maravillosa…-
Dije únicamente y observe curioso sus siguientes acciones. Realmente no había llevado una copa para mi, en realidad la que sostenía era para ella, solo que yo tenia que preparar la mía antes de poder cedérsela cosa que ella misma se encargo de hacer. Con aquella como en su mano, ahora poseía las dos mías libres me incline a tomar aquella botella que ella había dejado de lado. Una vez que la obtuve me encamine a regresarla hacia la tapa del piano, donde le deje para luego caminar de vuelta con ella, ansioso por obtener esa mínima distancia entre ambos nuevamente y esta vez, alcance una de sus manos entre una propia.
-Ahora, permítame interpretar algo para usted…-
Ofrecí y con suave jalón de su mano entre la propia, la lleve a levantarse de aquel sitio para llevarle hasta un lado del piano.
-Pero tampoco me agradaría que se quedara de pie... así que si me disculpa…-
Dije dedicándole una pequeña reverencia con la cabeza y lleve mis manos apoyarlas a sus costados, un tanto arriba de su cadera y con total lentitud las fui bajando hasta llegar precisamente a sus caderas donde afiance mis dedos y suavemente levante su esbelto cuerpo lo suficiente para sentarle el la tapa de aquel piano, al lado de aquella botella de vino. Le dedique una pequeña sonrisa y tras ello me retire para sentarme en el banquillo frente al piano.
-Dígame Mika, ¿Qué clase de música es la que le gusta…? -
Mis dedos fueron abordando las teclas del piano y empezaron a tocar un sonido aleatorio pero suave y lento…
-Suave ¿Quizá? Oh será que ¿Es amante de algo mas turbio y atrevido?...-
Levante mis ojos en busca de su mirada y mis dedos se movieron por el piano agilizando aquella melodía que corte tras apenas un instante.
-Porque no… toco algo para usted, que sea una leve muestra de ambos y me deja observar como sus manos imitan aquella gota de vino que viajo a un lugar inalcanzable para mi vista y me muestren hasta donde llego o llegaría con el ritmo de la melodía? –
Sonreí de costado, con pequeño dejo malicioso en los labios y sin despegar la mirada de ella, mis manos empezaron a moverse entonando una melodía exclusivamente para ella.
Kamijo- Rey de Corazones
- Localización : Dentro de tu más perversa fantasía...
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