¡Kiss me, Mary! [Libre]

Sintió la mano nuevamente caliente ante la segunda eyaculación de Aoi, sonriendo por el comentario que este había dado- Pero cariño, lo estás haciendo- Le dijo ante la atenta mirada del otro para volver a limpiar su mano con la lengua, comiendo el esperma del empleado- Esta no es tan espesa- Le explico acomodándose nuevamente entre las piernas del otro, abriéndolas un poco más, volviendo a penetrarlo de una sola vez, tomo las piernas de Aoi, colocándolas en su hombro, doblando su cuerpo en una “C” invertida- Es un placer ver cómo te derretís por mi- Y tras decir aquello inicio las embestidas, penetrándolo con fuerza, y dada la posición entraba por completo en él, se hundía hasta llegar al fondo- Has tragado mucho- Sostuvo el pene del otro para continuar masturbándolo, a pesar de que ya había tenido dos orgasmos, se mecía contra él constantemente, recreando los sonidos del chocar de cuerpos y por los líquidos que había en su interior- Aún sigues derramando- Le sonrió con placer, moviendo las caderas de un lado a otro, golpeándolo constantemente y alentando las penetraciones.

Cerró los ojos por el placer de invadirlo nuevamente, por sentir esa calidez rodear su miembro nuevamente- Me pregunto cuántas veces te correrás para mi Aoi- le miro con lujuria y morbo, su cuerpo sudado y manchado, se mordió el labio por todo lo que veía- Mira, estas volviendo a quedar duro- Hizo las penetraciones lentas, pero le golpeaba con fuerza al entrar en él. Golpeando de vez en cuando su próstata

Sonreí un poco más convencido ante sus palabras, viéndolo algo sorprendido en cuanto lamía mi semen, sin creer que llegaría a hacer eso, pero sólo reí suave ante su acción y el comentario posterior.
Me abrí de piernas como me indicó, dejando que se acomodara entre ellas sin ningún problema, quejándome apenas por lo repentino de la embestida, dejándome acomodar una vez más con mis piernas sobre sus hombros, sintiendo su entrepierna llegar considerablemente más profundo en mi interior. - Qué confiado... pero sí me derrito por ti... - Confesé con una leve risa, la cual fue cortada por el nuevo comienzo de sus embestidas de manera bastante fuerte, haciéndome echar mi cabeza hacia atrás con sonoros gemidos, no tan fuertes como los anteriores ya que mi garganta comenzaba a doler un poco.
Asentí ante sus palabras, constantemente sentía restos del champagne y el sake escurrirse cálidamente por mi entrada, pensé que quizás así se sentiría que terminen en tu interior, pero hasta ahora no había dejado a nadie, por lo que no lo sabía.
Vi complacido como cerraba sus ojos con una mueca de satisfacción. - Las veces que lo provoques Uruha... - Respondí algo desafiante con mi voz algo temblorosa, dejando que viera todo lo que quisiera de mi ya, algo demacrado cuerpo. Me sorprendí un poco por sus palabras e incliné mi cabeza para ver mi entrepierna, confirmando sus palabras. - Ah... me excitas tanto... - Comenté lo obvio, mordiendo mi labio inferior y disfruté de aquellas lentas penetraciones, no por eso siendo menos rudas, haciéndome retorcer de placer sobre la tela del sofá. No podía entender cómo este hombre lograba hacerme correr y volverme a poner duro en tan poco tiempo, nunca me había pasado y no podía entenderlo. Uruha debía ser el Dios del sexo, y yo su complacida víctima.

Respiraba aire caliente por las penetraciones, adentrando más su ser a él, manteniendo ese ritmo pausado pero firme, masturbaba el miembro del hombre con suavidad y un ligera presión, sabía de lo sensible que estaría ya por los dos orgasmos, se relamía de vez en cuando por los placeres del cuerpo. Abrió los ojos para observar el cuerpo contorneado, acariciaba los costados del cuerpo de Aoi, tratando de expandirle el placer por todas las áreas de su cuerpo- ¿Lo disfrutas?- Le pregunto con morbo, le gustaba ver al hombre lleno de placer, eso le llenaba a èl también de placer. De vez en cuando se le escapaban jadeos- Pero llevemos este placer hasta el limite- Le sujeto de las caderas con fuerza, aumentando las embestidas, pegando por completo en sus glúteos, moviendose así en círculos, de un lado a otro, saliendo de completo de él y volver a embestirlo con demanda.

-¿Cuántos... cuántos hombres te han probado?- Se inclino más sobre el cuerpo , doblando todavía más el cuerpo de Aoi, sin dejar de embestirlo sin parar, variando el movimiento de la cadera, enterrando las uñas en su piel por todo el placer- Hermoso... es hermoso tu cuerpo- Coloco las manos a los costados de la cabeza del pelirojo, sosteniendo la tela del sofa para empujarse por completo en él.

No podía parar de gemir, esta vez de manera más calmada que antes, pero no por eso sentía menos placer con sus constantes embestidas. Sonreí por la manera en que observaba mi cuerpo, y más cuando comenzó a tocar mis costados, el contraste de sus manos frías era bastante placentero con el de mi piel caliente.
Asentí a su pregunta, modulando mis palabras con bastante dificultad mientras me mantenía en la misma pose, jadeando y jadeando. - S-sí... me... me gusta... - Contraje mi entrada cada vez con más fuerza si era posible, quería verlo gemir al igual que yo aunque notaba que era una tarea casi imposible, sólo alcanzaba a oír pequeños jadeos que eran opacados por los míos. Sonreí con sus palabras, si esto no era el límite de mi placer, ya no se me ocurría que más podría hacer para mejorarlo, era simplemente perfecto lo que sentía en aquél momento, mi entrepierna ya había logrado endurecerse por completo en muy poco tiempo.
Me sostuve de manera fuerte al sofá, ya que el repentino cambio de sus embestidas lograban cambiar mi posición sobre el mueble, moviéndome hacia atrás. Pensé un poco su pregunta, no me era fácil recordarlo por lo mucho que me distraía el cuerpo de aquél hombre - Y-yo... dos... sólo dos... - Lo que me costaba hablar en la situación era increíble, me costaba tanto pensar mis palabras como pronunciarlas luego, estaba realmente cegado de placer y no hacía más que dejarme hacer.
Mordí mi labio inferior y sonreí de lado, sus palabras cada vez me gustaban más, particularmente sus halagos me hacían sentir en el cielo en conjunto con esas salvajes e incesables embestidas.

Le miro con mucho placer al sentirle apretarlo de esa manera, moviéndose sutilmente para salir de él, bajando las piernas de Aoi haciéndolo descansar un momento, pero no lo suficiente dado que volvió a tomar su cuerpo ladeándolo al sofá- Vaya, entonces has llamado más mi atención con tu hermoso cuerpo- Le sostuvo una pierna para alzarla, pasándola por el brazo, se acomodaba nuevamente entre sus glúteos- Me encantaría que me mostrarás…- No termino la frase para volver a invadirlo sin piedad, arremetiendo contra la entrada, fregando la cadera en las d Aoi y volviendo a iniciar el vaivén, pausado, acelerándolo en ocasiones, subiéndose casi por completo en el cuerpo del otro- Si.. Esta expresión- Se relamió los labios con deseo jadeando más fuerte y entrecortado, por sentirle tan angosto, mirando cómo era que el cuerpo del pelirojo se contraía tan eróticamente-Más… más fuerte…- Aumentaba el vaivén, golpeando casi el interior- Déjame oír tan hermosa voz… Aggg…- Un gemido de placer por fin salió de su labio pero volvió a controlarse.

Le estaba fascinando verlo tan expuesto, tan sumiso pero a la vez deseoso de más- Aggg… ya…- Intensifico las penetraciones cuando sintió su cuerpo tensarse, y el calor de la entrepierna comenzaba a aglomerarse- Divino… eres divino Aoi

Suspiré con una mezcla de alivio y molestia en cuanto bajó mis piernas y dejó de penetrarme. Me acomodé justo como él me lo pedía, acostándome de lado, sosteniéndome con uno de mis codos para elevar mi pecho, viendo con atención cada una de sus acciones contra mi cuerpo. Elevé mi pierna, sosteniéndola también con mi mano libre mientras con la otra me aferraba una vez más a la tela del sofá, mordiendo con fuerza mi labio inferior con demasiados deseos de volverlo a sentir en mi interior.
Entrecerré mis ojos y eché mi cabeza hacia atrás, se sentía demasiado delicioso, su grueso miembro friccionándose una y otra vez contra mi entrada con ese ritmo tan decidido y oportuno hacía mis piernas temblar con deseo. Quise complacer su deseo y dejé que mis entreabiertos labios se abrieran aún más, dejando escapar nuevamente mis gemidos como realmente eran, pidiendo por más, gritando su nombre incansablemente como si no pudiese oírme.
Me vi demasiado alegre y aún más excitado cuando lo oí gemir, al fin había podido alcanzar eso en él, y su voz gimiendo era aún más exquisita de lo que pensaba. Gracias a esto solté mi pierna y llevé instintivamente mi mano hacia mi entrepierna, masturbándome de la forma más rápida que pude con mis cansados brazos, viendo la ancha figura de mi cliente de manera borrosa, estaba cegado de placer. - Termina... termina d-dentro... - Rogué por sentir su semen en mi interior, no sabía por qué pero lo quería y en exceso, necesitaba sentirlo todo de él dentro de mi, lo quería todo. Sentía que me volvería adicto a su cuerpo por el resto de mi vida.

Gemía de placer ante el orgasmo que se acercaba, tratando de parar esos sonidos de su boca pero siendo inevitable, más al escucharlo rogar porque terminara dentro, y si más se adentro por completo en Aoi frotando por dentro el miembro, apretando la tela del sofá con fuerza y sin poder retrasarlo más tiempo eyaculo dentro del hombre, un sonoro gemido de placer inundo la habitación cuando todo su cuerpo se tensó en absoluto, curvando la columna, sentía que se estaba derritiendo dentro del pelirrojo, moviéndose apenas dentro de este para prolongar el orgasmo, su cuerpo tenía pequeñas convulsiones del placer, jadeaba un poco cansado- Dios… hermoso…- Le susurro saliendo de él, sentándose en el sofá tomando apenas nada de aire, mirando con morbo la entrada del menor y como era que escurría su semen combinado con los licores- Aún no terminamos amor- Le sonrió de medio lado.

Se levanto entonces para volver a tomarlo, obligando que se arrodillara en el sofá, de espaldas a él- Ofréceme tan hermoso trasero- Coloco las manos del pelirojo en el respaldo del asiento, mientras con su mano libre acariciaba los glúteos, apretándolos y masajeándolo- ¿Te has corrido otra vez?- Le pregunto con mofa ligera, pasando su miembro nuevamente erecto por las nalgas del otro- Espero aún tengas más- beso su cuello

Sus gemidos me hacían disfrutar tanto como si pudiesen tocar mi piel con su aliento. Me mantuve masturbándome de aquella manera tan desesperada, contrayéndome con fuerza por el exquisito placer que recorría cada parte de mi cuerpo, haciéndome estremecer.
Sentí de repente mi interior aún más cálido de lo que estaba, supe que se había corrido, sentía la misma sensación de líquido en mi interior pero esta vez de una manera mucho más espesa. Mi cuerpo tembló con algo de exageración, que se hubiese corrido dentro de mi me causaba demasiado morbo, y el calor de su esencia se expandió hasta mi vientre. Masajeé mis testículos con desesperación mientras el más alto daba las últimas embestidas en mi cuerpo, y no pude evitar correrme por tercera vez en la noche sobre el sofá y parte de mi pecho, manchándome una vez más. Gemí complacido, mientras la sonrisa casi permanente de mi rostro crecía.
Me quejé apenas audible con el pequeño dolor que me causó su salida, y observé divertido cómo miraba entre mis piernas, disfrutando de lo que había hecho con mi cuerpo. - Eres insaciable... - Mordí mi labio inferior deseoso, no sabía qué más esperar de aquél hombre que me había sorprendido tanto en el transcurso de los minutos.
Me dejé llevar con completa tranquilidad, casi como si fuera un muñeco de trapo, arrodillándome en el sofá y sosteniéndome del respaldar de este mientras miraba de reojo hacia atrás, suspirando leve en cuanto masajeaba de forma tan experta mis glúteos, sintiéndome cada vez más sensible por la cantidad de orgasmos que había logrado en mi. - Sí... lo siento... - Respondí casi en un susurro, fingiendo pena al mirar hacia abajo, evitando su mirada, pero sin poder evitar jadear su nombre cuando sentí nuevamente su entrepierna erecta entre mis glúteos. - Tengo más Uruha... sácalo todo de mi... - Sonreí y eché mi cabeza hacia atrás, dejándola sobre su hombro mientras esperaba ansioso que empezase de nuevo con su arte.

Comenzó a acariciar el cuerpo de Aoi, extendiendo la mancha del orgasmo de este por todo el estomago, subiendo al pecho para acariciarle los pezones, llenando el cuerpo del empleado con su propia semilla, besaba el cuello, lo labia subiendo en busca de la oreja- No dudes…- Le dijo al oído, lamiéndolo por dentro, mordiendo el lóbulo para saborearlo sin lastimarlo mucho; frotaba con deseo la virilidad entre los glúteos, pasando por la entrada para hacer el intento de penetrarlo, pero no lo hacía- Que sacare todo lo que tengas- Sonrió con malicia estirando la mano con un poco de trabajo por sostener el cuerpo de Aoi, y tomo su corbata que había dejado a un lado-Pero debemos estar equilibrados cariño- Le sonrió con sadismo, atando la corbata con un poco de fuerza en el miembro del joven, besando la piel descubierta- Así que solo te correrás hasta que yo haya alcanzado mi tercer orgasmo- Le advirtió, y poco a poco se fue arrodillando nuevamente- Y como te darás cuenta…- Lamio los glúteos, pasando por la cavidad abierta y punzante del joven- Me tomo mi tiempo-Fue limpiando la entrada del menor con la lengua, succionando, besando y hasta pasando los dientes en un intento de mordida por el anillo. Acariciando los testículos con suavidad, consciente de lo sensible que estarían.

-Lo sabía…- Dijo con mucha diversión, metiendo la lengua en la cavidad, tratando d atraer las delicias del interior- Tu cuerpo sabe aún mejor con el licor- Le halago de forma sensual, pasando la cabeza entre los muslos, limpiando todo el cuerpo del joven con suma calma y paciencia, tratando de dejarlo lo más limpio

Dejé que repartiera mi aún cálido semen por todo mi pecho, moviéndome con tranquilidad, aunque desesperado en mi interior, contra la cadera del más alto, bufando en los momentos que parecía que iba a embestirme y no lo hacia. Aparentemente disfrutaba mucho de ver mi cuerpo gritando con gestos por más.
Su aliento en mi oído me hacía morder con más fuerza su labio inferior, si ya evidentemente su voz causaba efectos en mi, en mi oído sólo aumentaba las sensaciones de manera deliciosa, estaba comenzando a amar esa gruesa voz llamándome con cariñosos apodos.
Oí sorprendido sus palabras, viendo cómo ataba su corbata al rededor de mi intimidad, incrédulo. - ¿Q-qué? ¡No estarás hablando en serio! - Me quejé con una mueca de frustración, sabía muy bien que retener un orgasmo era una sensación bastante fea. Sólo pude suspirar resignado, sin dejar de ver con algo de odio hacia mi entrepierna. - Espero te corras rápi.... ahh... - Mis palabras se interrumpieron por la suavidad extrema de su lengua recorriendo mi entrada de distintas maneras, siempre placenteras, sintiendo cómo me endurecía una vez más ante el tacto con mis testículos, esta vez no pude estar demasiado contento de volver a excitarme. Sólo respondí con jadeos a sus palabras, sin prestarles demasiada atención por el leve enojo que cargaba encima, abriendo mis piernas para que pudiese pasar con tranquilidad, dejando mis ojos cerrados con suavidad, sin decidirme si quería o no más de sus atenciones a causa de la corbata.

Amor, ¿No te gusta este juego?- le cuestiono con una sonrisa placentera, metiendo un dedo con suavidad en su interior, acariciando las paredes anales con mucha tranquilidad y suavidad para no lastimarlo, pasando a propósito por la próstata ya bastante estimulada, siendo aún más cuidadoso de la forma en que le tocaba. Comió los testículos , chupándolos en la boca, pasando la lengua por todo el contorno de este, acariciando el miembro que nuevamente comenzaba a despertar de Aoi- Pero si ya has reaccionado bastante bien- Se excuso de manera fingida, sacando el dedo para comenzar a penetrarlo con tres, dando vueltas en su mano como queriendo hacer un hoyo, estirando los dedos en el interior, adentrándose cada vez más- Ya se… hagamos un juego cariño- Se levanto fregando todo su cuerpo en la del pelirojo, pasando el miembro por la piel desnuda de este. Besando la piel en el camino , masturbaba el falo lenta y suavemente, tocando la punta con los dedos apenas- Ahora, que aún conservas un poco de fuerzas…- Le dejo drásticamente de acariciarlo, alejándose un poco del cuerpo para sentarse en el sofá, mirándolo con mucha diversión por la expresión de Aoi- Móntame- Le ordeno ofreciendo su mano para ayudarlo a que se acomodara entre las caderas.

-Si haces que me corra- Te quitare tan linda corbata- Le tomo de las caderas, acomodándolo con suavidad entre las cuyas, mirando el rostro con suma lujuria- Claro… siempre hay una condición- Le advirtió acomodándose el miembro en la cavidad del otro, pero sin penetrarlo- Yo no debo tomarte, tú solo debes hacer que me corra, porque si te tomo…- Lo fue invadiendo lentamente- Si soy yo quien debo moverme entonces esperaras hasta mi tercer orgasmo para ser liberado

Gruñí con sus palabras, más allá de lo molesto que estaba me lo recordaba con ellas, pero simplemente no podía enojarme, lo que hacía era demasiado placentero, enviando cosquillas a toda la parte baja de mi abdomen. Comencé a gemir una vez más, mis testículos eran demasiado sensibles, y su lengua demasiado movediza y juguetona. Su solo dedo no hizo demasiado efecto en mi, pero tres de ellos lograron hacerme agitar, moviendo mis caderas con ansias hacia ellos, queriendo que entraran más y más, aún si ya sentía sus nudillos tocar la piel de mi entrada, hasta estirándola un poco más. Bufé cuando se apartó de mi, y bajé una de mis manos, acariciando mis húmedos testículos por su saliva con una de mis manos, prestándole atención a sus palabras, mostrando bastante más interés que antes a pesar de las caricias que me daba a mi mismo, la idea que proponía era buena, y me veía capaz de cumplirla. - ¿Montarte hasta que te corras? Mh... será fácil... -Me acomodé sobre sus piernas, dejando las mías a los lados de su cadera, sintiendo de manera rápida su miembro ya rozar con mi entrada, por lo que me relamí, deseoso. - Acepto... - Sentí a penas pequeña parte de su intimidad penetrar mi interior y aparté sus manos de mi cadera, dejándolas sobre el respaldar para hacerlo completamente solo. Bajé muy poco, hasta sentir por completo su glande dentro de mi, y me atreví a inclinarme hacia adelante, buscando sus labios con lujuria, dedicándoles más lamidas que besos mientras contraía mi interior con algo de esfuerzo, tratando de hacerlo lo más que podía.
Dejé una de mis manos detrás de su cuello y la restante sobre una de sus rodillas, y finalmente comencé a descender de manera lenta por su miembro, hasta sentir mis glúteos completamente pegados a sus piernas fue que me levanté de manera rápida, volviendo a bajar por su intimidad de manera más brusca, simplemente dejándome caer sobre ella, esperando que le gustara el comienzo de mi acto.

Entrecerré los ojos por los besos, dejando que le apretara con la fuerza que le quedaba, un leve jadeo salió de los labios de Uruha con una sonrisa muy segura- Créeme cariño, desearas que te toque- Se relamió los labios para morderse el inferior, comenzó a pasar los dedos por la espalda de Aoi, apenas tocando la piel con estos, pasando las uñas, mirando fijamente los ojos de placer del otro, paso solo un dedo en la punta del miembro, relamiendo con placer el labio, entonces le sujeto de la nuca para besarlo, abriendo más las piernas para que el trasero del hombre cayera más profundo, sintiendo como llegaba más a fondo, como se contraía el interior del empleado- Recuerda como me movía en ti- Lamió los labios del hombre, mordiendo el inferior para succionarlo, estirándolo a penas sin lastimarlo, paso las manos a las rodillas de Aoi, acariciando solo esa parte- Recuerda mi lengua jugar en tus partes- Le tomo de la nuca para profundizar el beso, metiendo la lengua para probar esa cavidad que se le hacía tan exquisita, enredando con la de él, succionándola-Saca tu lengua para que recuerdes como comía tu falo- lamía y succionaba la lengua que se asomaba por la boca, probándola como si fuera el falo.

Así… me gusta que te muevas con deseo- Bajo a besos hasta el mentón, mordiendo con suavidad, llenando de besos su mejilla, hasta el oído, depositando el aliento en la piel desnuda y expuesta de Aoi- ¿Aún crees que será fácil mi querido Aoi?- Rió a lo bajo, divertido por las sensaciones placenteras que le provocaba, mordiendo el cuello para marcarlo apenas

Arqueé mi espalda en cuanto pasó sus dedos por ella, a la vez que comenzaba a moverme con un lento vaivén de arriba hacia abajo, sin dejar de ejercer constante fuerza en su miembro, subiendo y bajando de manera lenta para que pudiese apreciar con la precisión que lo rodeaba. Solté su rodilla y rodeé su cuello con mis brazos, sin hacerlo demasiado fuerte para permitirle moverse, sin dejar de mirarlo de manera fija a sus ojos, con mis labios entreabiertos que dejaban escapar varios jadeos, oyendo con atención tanto a sus palabras como su tono de voz, deleitándome. - Me excita... me excita mucho que me hables... - Confesé en un susurro contra sus labios, riendo suave luego por mis propias palabras, ya que nunca me había ocurrido que la voz de alguien me causara sensaciones en mi cuerpo.
Mordí mi labio inferior ahora al hacer caso a su pedido, entrecerrando mis ojos, imaginándome al más alto entre mis piernas, lamiéndome, penetrándome y gimiendo tanto como lo hacía yo. Mi entrepierna explotaría si seguía con aquellos pensamientos, pero abrir los ojos y encontrarme con su misma persona no ayudaba. Saqué mi lengua como me lo pedía y dejé que la lamiera, sin quedarme atrás a los pocos segundos, probando la suya y aferrándome más al abrazo para saborear también el interior de su boca, deseoso, mientras movía mis caderas de manera más brusca contra él, brincando con fuerza y dejándome caer con mi propio peso, gimiendo dentro del húmedo beso. Me separé luego de sus labios y no respondí a su pregunta, no lo sabía, sólo dejé que me besara, moviéndome con frenesí sobre él.

Sonrió muy complacido por lo que veía con la respiración un poco entrecortada y caliente, sentía esa suavidad única del interior de Aoi, como le succionaba, tratando de no moverse para que él hiciera el trabajo, aunque caís brusco sobre sus piernas aún así sentía el placer, por momentos para la respiración relamiéndose los labios para captar el sabor que le habían dejado los besos de Aoi- No has respondido mi pregunta cariño- Le advirtió muy seguro, pasando un dedo en el miembro, tallando ese único dedo en el glande para ir bajando hasta los testículos, masajeándolos mientras pasaba la otra mano al pezón, jadeando por el placer, obligando con trabajo a su cadera para que no se movieran contra él- ¿Crees poder lograrlo?- Se inclino sobre el cuerpo del joven para ir lamiendo el cuello, mordiendo el hombro, probando la piel desnuda del joven- Si ya estas más duro que una piedra- Comentó en una ligera risa, entonces tomo el miembro con un poco de fuerza comenzando a masturbarle, lenta, muy lentamente, besando la clavícula y comenzando a dejar marca de los besos y succiones a la piel.

-Tienes un cuerpo muy erótico Aoi- Susurro el nombre en el oído, con lascivo, en una formal sensual, ahora que sabía que hablarle le provocaba utilizaría ello- Siento tus paredes tan suaves, y llenas de mi que me excitas más- Acariciaba su espalda, continuando con la masturbación- Hazlo más rápido cariño, recuerda mi lengua en tu miembro- Beso su cuello- Apuesto que desearías correrte en mi boca

Fruncí el ceño en cuanto me recordó que debía contestar a su pregunta, pero cambié mi rostro con uno de un semblante seguro, mirándole a los ojos mientras respondía - Podré hacerlo... - Reí leve, bajando y moviendo mis caderas en círculos, sintiéndole rozar con fuerza mis paredes, de manera exquisita. Pasé una mano por detrás de mi cuerpo y alcancé sus testículos, los cuales comencé a acariciar con algo de desesperación, masajeándolos incansablemente mientras brincaba una y otra vez sobre sus piernas, alternando la velocidad. - Creo que tú estás más duro que yo... - Reí de manera algo burlona entre incesables jadeos, pero mis palabras eran más que verdaderas, su intimidad en mi interior se sentía por demás de dura, se sentía delicioso.
Aproveché mis pequeños brincos para dirigir mi cadera hacia su mano, logrando a penas que aumentara la velocidad con la que sentía su mano casi lo suficiente para conformarme.
Me relamí con sus palabras, y tenía la necesidad de arquear mi espalda con su voz en mi oído, sabía que me estaba provocando, pero no podía contenerme, sus palabras eróticas lograban excitarme más y más. Obedecí a su propuesta y salté con más rapidez que antes, sintiendo su miembro entrar y salir con fuerza una y otra vez a pesar de que mis piernas comenzaran a cansarse, e imaginarme su lengua en mi entrepierna sólo empeoraba la situación, queriéndome moverme más rápido aún. - ¡Ahg, sí! Me... me encantaría... -

Le tomaba de la cadera para hacerlo bajar y subir en forma demandante, jadeando por el placer que le producía el invadirle y la forma tan tosca, por el vaivén, en que Aoi le tomaba de los testículos, pero sonreía con victoria, se contralaba, se obligaba a controlarse a sí mismo para no venirse, beso el cuello, jadeando cerca del oído para que lo escuchara mientras le masturbaba con deseo, lento a comparación de cómo hacia el otro que le penetrara- La calidez de mi boca…- Le seguía hablando describiendo la escena, provocándole- Mi lengua tocar tu punta, succionando y relamiendo…aggggmmmmm….- Dejo salir un gemido de placer a propósito, impulsando las caderas a las del empleado , alzando la cadera de su acompañante ante los choques, golpeando directamente la próstata, haciendo que moviera las caderas en círculos al bajar sin dejar de atender la hombría- ¿Lo imaginas? Lo meterías todo en mi, mientras succiono incluso muerdo apenas tu glande- Frotaba el pulgar en el glande, por el orificio.

Besaba la piel, seguía hablándole al oído en susurros, gemidos y jadeos, llenándolo de sonidos erótico mientras se abalanzaba contra el cuerpo del joven- Cariño…- Le advirtió con una sonrisa, deslizando una mano a la cavidad de Aoi, delineando el anillo estirado por donde le penetraba- Estas dejando que tome el control… estás perdiendo divinamente

Me dejé llevar por el momento, permitiendo que tomara parte del control de la situación, sólo dedicándome a gemir y mover mis caderas con su ayuda, dejando que besara mi cuello y me hablara de esa manera tan erótica, imaginándome cada descripción del acto que relataba, casi sintiendo su lengua recorrer de la manera en que lo describía mi propia piel, y aguantando con todas mis fuerzas para no correrme a la vez que lo hacía, sintiéndome temblar con su dedo en mi glande, acariciándolo de manera tan deliciosa, como si conociera mi cuerpo como la palma de su mano.

Reaccioné finalmente con sus últimas palabras, fruncí el ceño, pensando que hacía trampa ya que él también debería contenerse de tocarme, pero no protesté, sólo levanté mis caderas, haciendo que saliese por completo de mi interior para aferrar una de mis manos a su cabello, atreviéndome a tirar de este para dejarlo recostado sobre el sofá, donde me volví a acomodar sobre él con mis piernas a los lados de mi cadera, tomando con una de mis manos su glande para acomodarlo en mi entrada, bajando sólo para que éste entrara, moviendo mis caderas en círculos de aquella manera a la vez que tomaba sus manos, sosteniéndolas con fuerza a los lados de su cabeza para luego bajar con brusquedad mis caderas, comenzando un fuerte vaivén en el que oía el chocar de mis glúteos contra sus muslos. - Pondré todo mi esfuerzo para ganar... cariño... - Imité el apodo que usaba conmigo y reí suave, aprovechando para contraerme con fuerza, bajando y subiendo de manera lenta para luego hacerlo con frenesí, alternando de manera constante las velocidades de mi cadera, inclinándome hacia adelante para ser yo quien ahora besara su cuello, entre mordidas y lamidas, gimiendo con intensidad contra este.

Le miro enfurecido por haberlo tomado de esa forma, por usar la violencia contra él pero trataba de calmarse, respirando agitado por la forma en que le tomaba y le dejaba solo sentir un poco dl placer- No vuelvas a tratar de someterme con la fuerza- le advirtió con enfado, apretó las manos del joven tratando de relajarse, respirando pesado por ese placer de los movimientos tan certeros que daba el joven- O la usare contigo- Tras decir aquello le tomo de la cintura y la espalda para darle la vuelta y acostarlo en el piso alcanzo el cinturón del pantalón y ato con rapidez las manos de Aoi en la confusión al tubo y sonriso con malicia- Lo siento, tu castigo- Beso su labio con deseo, metiendo la lengua en su interior, probándola mientras le penetraba, le tome entonces de las caderas para aumentar el vaivén, golpeando las paredes anales, haciendo que sintiera como es que el glande presionaba una de las paredes hasta el fondo- Niño malo, muy malo- Se relamió los labios alejándose de él un poco sin dejar de penetrarlo, recargo todo el peso en una rodilla embistiéndolo, de esas manera, de lado, volviendo a retomar el falo, masturbando solo el glande, llenándolo de caricias y apretones

Tomo los testículos de Aoi masajeándolos con delicadeza- Ahora me escucharas gemir para ti, pero no podrás venirte- Le advirtió, acercando el rostro al pecho de empleado, tomando el pezón con sus dientes, degustándolo de forma erótica- Suave y esponjoso- le miro desde lo bajo con una sonrisa- ¿Te escuchare gritar de placer?

Noté la furia que poseían sus ojos y sólo pude reír, no creía que fuese tan grave, hasta que oí sus palabras y bajé mi mirada como disculpándome con vergüenza, estaba siendo un mal empleado sin dudas.
No me hubiese desagradado para nada que usase fuerza conmigo, sin embargo no objeté y me dejé llevar hasta el piso, viendo curioso cómo ataba mis manos al tubo del salón, sin querer impedirlo en ningún momento, realmente estaba avergonzado y quería portarme sumiso con él a partir de eso. Asentí tranquilamente con la aclaración de mi castigo, sin levantar la mirada para verlo, cerrando mis ojos en cuanto besó mis labios, correspondiendo con la misma efusividad, buscando su lengua incansablemente, tratando de succionarla sin ejercer demasiada demanda.
Gemí con fuerza en cuanto comenzó a embestirme, y oculté mi cabeza entre mis brazos, dejándome hacer con mis caderas levantadas en alto, sintiendo con precisión cada una de aquellas estocadas y la presión que ejercían en mí. - L-lo sé... soy malo... ¡Nhh... lo siento! - Me disculpaba entre gemidos que luchaban en mi garganta por salir, teniendo bastante éxito.
Sentí impotencia por sus palabras, sabría que no podía aguantar mucho más hasta que quisiera correrme, teniendo varios espasmos por sus dientes apretando mi miembro. - S-sí... - Respondí algo desganado, queriendo correrme en ese mismo instante, sin poder hacerlo, removiéndome con odio.

Le miro entonces por el cambio repentino en la actitud de Aoi, le tomo del rostro para que le mirara- Eres aburrido así- Le confesó deteniendo las embestidas a su cuerpo, pero sin salir de él. Le masturbaba con la mano y apretaba el pezón, masajeando, estirándolo y tratando de hundirlo en el pecho- Te has equivocado es cierto- Le comentaba con un suspiro- Cambiar tan drástico tu actitud…- Tomo la corbata para desatarla de un solo tirón, dejando que se corriera por completo, guiando el miembro al cuerpo del otro para que no le manchara mucho el cuerpo, paso las manos nuevamente por el semen caliente, manchando todo el cuerpo del hombre, entonces comenzó a moverse suave, inclinadose para lamer el pecho, mordiendo los pezones, la piel- Una disculpa era suficiente- lamía toda la esencia, tratando de limpiarlo, succionando la piel para también dejar marcas- Pero no un cambio de actitud completo- Se detuvo por completo otra vez

-Vez, no me provocas de esta manera- Le miro con un poco de decepción, saliendo del interior ya sin una erección, se sentó en el sofá mirando el cuerpo recostado en el tubo, manchado y atado, le miro al rostro un momento en silencio, sin decir nada porque no se le venía algo a la mente-Si hubiera querido a alguien sumiso y que escondiera el rostro la hubiera elegido a ella mejor- Se recargo decepcionado en el respaldo del sillón –Bien, tendrás que volver a animarme o tendrá que venir un empleado a desatarte porque me iré

Oí sus palabras atento, mirando a su rostro mientras hablaba, moviendo mis caderas contra las suyas, teniendo la sensación de venirme una y otra vez sin poder hacerlo y sin dejar de suspirar una y otra vez. Gemí con fuerza una vez quitó la corbata de mi intimidad, arqueándome bastante por el placer que me había causado correrme tan repentinamente, sintiendo lo cálido de mi esencia en mi pecho y cómo se expandía gracias a sus dedos mientras temblaba suave a causa del reciente orgasmo, sonriendo mientras seguía penetrándome sin parar, notando con curiosidad su miembro ya no tan duro como antes moviéndose en mi interior.
Lo vi molesto en cuanto salió de mi, quería que siguiera y me hiciese acabar mil veces más, pero noté su entrepierna completamente flácida, lo que me frustró, sintiéndome algo despreciado y viéndome aún más frustrado por sus palabras. - Ya... lo siento... - me disculpé entredientes, gruñendo leve. - Atado de este modo no puedo hacer mucho más que sólo pedirte que vuelvas y me penetres como antes... -Hablé con algo de desesperación, tratando de zafarme del cinturón sin éxito - No sé cómo animarte así... -Me senté con algo de dificultad, quejándome por la sensación de vacío de mi interior, viéndolo atento, con mis piernas abiertas y flexionadas, recargando mi cabeza en el tubo. - ¡Agh, qué impotencia! -Volví a remover mis ataduras, sin obtener nada una vez más. - Uruha... te deseo tanto dentro de mí... - Mordí mi labio inferior - Desátame o vuélveme a penetrar por favor... Vamos, quiero que acabes dentro de mi una vez más.. ¿No quieres? -Rogué, con algo de desespero, queriendo continuar a pesar de mis múltiples orgasmos, era simplemente adictivo.

Le miro apenas, escuchando los ruegos que le daba, suspiro cansado apenas para levantarse acercándose al joven, le miraba a los ojos sin expresión alguna, le abrazo , o hizo la simulación de hacerlo para desatar las manos del tubo y volver atarlas en la espalda del joven; beso el cuello, lamiendo hasta llegar a la manzana de adan, la cual devoraba con deseo, paso la mano por el miembro cansado de Aoi, masajeando la punta, pasando la yema del dedo en esta- Ya estas desatado- le dijo al oído, le tomo entonces de las piernas abriéndolas con un poco de rudeza y le sonrió- Entonces… ¿Qué harás cariño?- Le cuestiono un poco entusiasmado, besándolo en la boca, metiendo la lengua en esta, succionando los besos suavemente, ladeando el rostro para profundizarlo. Acaricio los muslos con un poco de fuerza, pasando entre la hombría para tomar los testículos con suavidad, sabia de lo sensible que estaban- ¿Cuánto crees que quede?- le pregunto con morbo, despegándose casi nada de los labios- Házmelo con tu boca y hare que te corras en la mía por el placer.

Se relamió los labios, frotando los testículos uno con otro, acariciando la piel de la cadera, dejando salir su respiración en la piel húmeda y manchada por el semen del propio Aoi- Es lo que deseabas, mi boca- Beso su mejilla y se separo de él, dejándolo en el suelo para sentarse en sofá nuevamente, mirándolo atado por la espalda- Ven- Abrió las piernas en espera del joven, aún sin erección pero divertido- Házmelo como quieres que te lo haga y te lo hare aun mejor

Suspiré complacido en cuanto me desató, a pesar de mantener mis brazos atados entre sí en mi espalda al menos tenía más libertad que antes. Dejé que lamiera mi cuello y comenzara a acariciarme, sintiendo que comenzaba a excitarme de nuevo a pesar de no tener una erección aún, notando que no faltaba mucho para que se comenzase a formar por la manera en la que pasaba sus dedos por mi glande, como ya casi se le había hecho costumbre hacer.
Abrí mis piernas y estuve a punto de responder su pregunta pero en aquél momento me besó, y sólo pude corresponder con gusto, casi devorando sus labios con ansias, saboreando su cavidad.
Suspiré con las caricias en mis muslos, abriendo instintivamente más mis piernas, esperando que en cualquier momento me penetrase de sorpresa, cosa que no pasó. Mordí mi labio inferior con las caricias en mis testículos y me relamí, riendo suave ante sus palabras, en cualquier momento me vaciaría de todo lo que llevaba dentro. - Lo haré... - Reí leve entusiasmado por la idea, hacía bastante que no le daba sexo oral a nadie pero iba a dar lo mejor de mi de todos modos, confiaba en que lograría que pudiese correrse.
Lo miré levantarse y sentarse en el sofá, lo vi con una sonrisa al notar como abría sus piernas, sin demorar en acercarme a él de rodillas, acomodándome entre sus piernas, comenzando a darle leves lamidas a todo su largo, esperando que comenzara a ponerse duro mientras miraba con atención su rostro desde abajo.

Le miro con deseo, observando el rostro entre sus piernas, sintiendo la calidez y humedad de la boca, paso una mano por los cabellos teñidos, acariciando la cabeza con calma con una sonrisa, tenerlo hincado entre sus piernas, atado y goteando de su cavidad le llenaba de morbo, cosa que demostró al volver a despertar lentamente-¿Tanto lo deseas?- pregunto con diversión pasando los dedos por la boca de Aoi, delineando los labios con suavidad fue introduciendo un dedo, haciendo que abriera la boca, Uruha observo el interior de esta con morbosidad - ¿Podrás tragarlo todo? – Le miro a los ojos en complicidad, relamiéndose los labios- A mi aun me queda mucho que dar cariño- le advirtió, le llevo con suavidad al miembro ya erecto, a los labios, haciendo que la punta delineara los labios del pelirojo, metiéndola a la boca apenas y volviendo a sacarla- Tienes una boca hermosa- le soltó el rostro, recargándose en el respaldo del sillón espero que continuara solo, ya había conseguido una erección muy satisfactoria, por lo que le dejo continuar ahora completamente solo- Sabes, en nuestra siguiente noche, podemos hacernos los dos un dulce oral- Le platico la idea relamiéndose los labios- A menos que quieras hacerlo ahora- Le sugirió divertido.

Se inclino para verle directamente al rostro con suma lujuria- Lo que tú me hagas yo te lo hare a ti- Rio a lo bajo para acomodarse en el asiento otra vez- No, no te lo has ganado aún, mejor así- Recargo la cabeza en uno de los brazos que se posaban en el respaldo- Te quiero vaciar esta noche, tendremos otras para divertirnos mas