¡Kiss me, Mary! [Libre]

Sonreía complacido al ver su miembro despertar de a poco con cada lamida. Asentí a su pregunta, permitiendo que entrara su dedo en mi boca, el cual lamí un poco antes de que lo quitara. - Trataré de hacerlo... estoy seguro de que eres exquisito... - Mantuve mis labios entreabiertos al igual que mis ojos, dejando delineara con la punta de su miembro mis labios, suspirando con el contacto sobre su piel, metiéndola a mi boca para al poco tiempo sacarla, sin que pudiese hacer mucho con mi lengua en la zona.
Sonreí con su alago y proseguí lamiendo el largo de su miembro una vez más, haciéndolo desde la base hasta la punta repetidas veces, sin dejar de prestar atención a sus palabras, viéndome tentado ante la idea, ansiando llegara el día en que eso ocurriera, aunque feliz en la situación en la que me encontraba.
Esperé a que acabara de hablar para meter su glande en mi boca, succionándolo para ir ingresando de a poco más centímetros de su intimidad en mi interior, chupándolo con insistencia cuando estuvo casi completamente dentro para luego comenzar a hacer un vaivén con mi boca, tragando todo lo que podía de su miembro, llegando en algunas ocasiones a tenerlo por completo dentro, aunque me molestara en mi garganta.
Separé su miembro finalmente de mi boca y miré sus ojos de manera fija por unos segundos, para luego, sin dejar de mirarlo, dejar caer algo de saliva sobre su glande, dejándolo de aquél modo para dedicarme ahora a lamer sus testículos, llevándolos en ocasiones dentro de mi boca, aprovechando la cercanía para lamer la base de su entrepierna.

Dejo que hiciera su trabajo, observando y sintiendo sin duda alguna como usaba su boca, las lamidas que le repartía al miembro llenándolo de caricias, respiraba un poco con calmado pero no podía ocultar la sonrisa de placer que le dedicaba al joven , se relamía los labios acariciando la cabeza de Aoi, tratando de descargar en las caricias que le daba y el jugar de los cabellos el deseo que comenzaba a acumularse, no le decía nada solo se dedicaba a observar los ojos fijando a veces la boca que devoraba tan dulcemente el miembro, cuando lamio de esa forma su escroto se inclino hacia adelante tomando con un poco de fuerza los cabellos rojos del otro y tras una leve risa que salió con el jadeo, beso la cabeza del Aoi- Vas bien cariño…- le jadeo al oído, aprovecho entonces esa posición para acariciar le la espalda, pasando las manos y los dedos por la columna húmeda, bajando hasta las manos atadas donde jugó un momento con los dedos, sin dejar de jadear al oído del otro, paso aún más abajo apretando los glúteos del joven, pasando por la entrada manchada-Aquí te ves tan erótico- le decía con una sonrisa.

Se recargo nuevamente en el sofá alzando el rostro, y cerrando los ojos por lo que hacía, sonriendo por el placer, bajo un poco más la cadera para darle más acceso a jugar con el miembro a Aoi- ¿Quién lo diría?- le dijo en broma lamiendo los dedos que rozaron la entrada- Sabes usar tu boca…. Torpe pero eróticamente bien

Seguí lamiendo con paciencia mientras tocaba mi columna, bajando hacia mis manos y finalmente mi entrada, lo que me hizo jadear sobre su húmeda piel un par de veces, sin detener el movimiento de mi lengua en ningún momento.
Oí sus palabras complacido, sonriendo por estas, borrándose mi sonrisa y deteniendo por un momentos mis lamidas con su última frase - ¿Cómo que torpe? Haré que te retractes - Bufé algo molesto y volví a devorar su miembro con mi boca, metiéndolo de manera rápida y mordiendo su extensión de manera suave mientras salía de mis labios de manera lenta, hasta llegar a su glande, al cual le dediqué algunas mordidas de más, pasando detalladamente mi lengua por la división de su piel, saboreándola, tomándome mi tiempo para hacerlo.

Pasé luego con el mismo detenimiento, mi lengua por cada una de las venas que se marcaban al rededor de su pene, haciendo algunos intentos de morderlas, sin mucho éxito pero divirtiéndome en el intento. Bajé ahora con besos por el largo de su miembro, llegando hasta sus testículos, besándolos de igual manera hasta llegar a su muslo, lamiendo el comienzo de este para luego darle una fuerte mordida, de la que probablemente quedaría una marca, la única que había hecho en su cuerpo.
Subí una vez más a su intimidad, besando la punta antes de meter por completo su entrepierna en mi boca y hacer un rápido vaivén en ella, en la que metía y sacaba por completo su pene de mi boca, ladeando en ocasiones mi rostro para hacer que su piel rozara con el interior de mi mejilla, planeando hacerlo hasta que terminara dentro de mi cavidad.

Sonrió complacido por los movimientos de la boca, por la manera en que le comía haciendo que su cadera instintivamente comenzara a moverse , queriendo llegar un poco más a la calidez de la garganta, acomodo sus cabellos hacia atrás, saboreando un poco la boca para tomar la esencia que quedaba de las lamidas- Ahora si eres un experto…- Mordió con fuerza su labio y detuvo por completo la respiración tras sentir esa embestida, obligándose a no dejar salir ningún gemido, y le solto con un ligero temblor de su cuerpo, le miro entonces sumamente complacido, tras una sonrisa, tomo con delicadeza el rostro del joven para volver hacer que comiera su miembro- Sigue así le susurro con deseo, guiando el ritmo que debía seguir en las embestidas, movía incluso su cadera, suspirando aun en un intento de control, sentía como el calor iba nuevamente inundando su cuerpo, estaba un poco sensible por el orgasmo previo- Vas … muy bien mi Aoi- le susurro.

Algunos gemidos se le escaparon, aunque reprimía la mayoría, se inclino nuevamente al joven sosteniendo el cinturón comenzó a liberarlo poco a poco- No te detengas amo, vas…agggg….- Se impulso con un poco de fuerza a la boca sin poder evitarlo, liberando por completo las manos- Muy bien…

- ¿Sí que soy un experto, uhm? - Reí leve ante mis palabras y seguí con el trabajo de atender a su entrepierna una vez más, sentía una especie de punzada en mi miembro con cada uno de los gemidos que escapaban de sus labios, notándome excitado por estos y por sus palabras entrecortadas por jadeos que me demostraban que iba haciendo bien mi trabajo.
Suspiré aliviado al momento que liberó mis manos y sin demorarme llevé una hacia su intimidad, masturbándolo con rapidez y dejando la restante sobre sus testículos, masajeándolos con insistencia.

Metí a mi boca todo lo que pude hasta que me parecía incómodo y succionaba con fuerza en un rápido vaivén, masturbando lo que no entraba en mi boca con la misma rapidez, quizás siendo algo brusco con los movimientos de mi mano.
Apartaba de vez en cuando mi mano para meter por completo su entrepierna en mi boca, así como quitaba por completo mi boca para sólo masturbarlo mientras lo miraba con fijeza, relamiendo mis cansados labios, sin dejar en paz sus testículos de mi mano.
Repetí estas acciones una y otra vez, cuidando de que no se corriera fuera de mi boca, por lo que mantenía ésta siempre cerca de su glande las veces que lo quitaba, deseando que ya tuviera su orgasmo y sentirlo sobre mi lengua.

Gemía un poco más alto por las acciones del hombre, arqueando su espalda por el placer, moviéndose contra la boca y las manos que le masturbaban. Coloco las manos los costados de su cuerpo, empujando mejor, dado la ayuda de las manos, las caderas, haciendo con ello que el hombre engullera todo el miembro- Ya… casi…- Se arqueo por completo por el placer retenido de hace rato, sintiendo el liquido pre seminal subir por el falo, mirando el techo iluminado por la temática de la habitación, le sostuvo de los cabellos con fuerza, obligándolo a seguir con el vaivén únicamente con su boca, sin permitirle que lo retirara de ella, gemía un poco más alto, susurrando el nombre del empleado, para sujetar entonces con fuerza la cabeza del otro hundiéndola por completo en el miembro para correrse en la boca, eyaculando toda su semilla hasta la garganta, tras un ronco gemido, se relamía los labios por el placer producido, obligándolo a tragar lo que le daba, y tras un instante sujetándole la cabeza lo soltó con placer.

Contemplando el rostro manchado y la semilla que le escurría por los labios – Ahora si…- le dijo quitando algunas manchas de los labios para meter los dedos en la boca, haciendo que los limpiara- Eres un completo desastre- Rio a lo bajo, contemplando su labio- Limpia todo muy bien cariño

Cerré mis ojos con algo de fuerza y continué con mi trabajo, apartando mis manos, dejando una sobre su rodilla y la restante sobre su cadera, tragando todo su miembro una y otra vez con ayuda de la fuerza que ejercían las manos del más alto sobre mi cabeza, sin oponerme a esta, emitiendo unos pequeños jadeos por el esfuerzo de sentirlo sobre mi garganta y reprimir las arcadas que me daban.

Mi entrepierna comenzaba a doler más y más con cada uno de sus gemidos, especialmente cuando pronunciaba las letras de mi nombre, haciéndome estremecer. Pensaba perder mi erección en cuanto hacía aquél trabajo, pero sólo empeoró, realmente me excitaba ese hombre.
Comencé finalmente a sentir un sabor distinto al de su falo en mi boca, y luego de unos segundos pude distinguir entre mi saliva el espesor y la calidez de su semen, el cual saboreé por unos segundos entre suspiros agitados, para luego tragar casi todo lo que pude de él, sin poder evitar que algo del líquido se escapara por la comisura de mis labios al momento que quité su pene de mi boca.

Reí leve con sus palabras, dejando que limpiara al rededor de mi boca para luego succionar sus dedos, volviendo a sentir su sabor. - Lo sé... limpiaré, lo siento... - Sonreí por demás de complacido, me alegraba lograr que se hubiese corrido por mis acciones. No me sumí más en mis pensamientos y tomé por la base su intimidad aún erecta, lamiendo las pequeñas porciones de piel que habían quedado manchadas de su propia esencia y un poco más, para luego relamerme, dejando mis labios completamente limpios.

Noto el falo d Aoi erecto otra vez y una sonrisa se formo en la boca, mientras observaba, luego, con atención como era que respondía a su orden gustoso para limpiarlo, aún estaba excitado, sobre todo aguantaría un poco más dado que no se había corrido tantas veces como el otro. Tras un pequeño suspiro tomo de los brazos al empleado y lo recostó en el sillón, mirando la entrepierna de este- Vaya, parce que te has excitado y aun no te he tocado- Le advirtió con una sonrisa complacido, paso un dedo a posar en el glande, sin moverlo- Eres un niño muy erótico e insaciable por lo visto- Tomo una de las piernas del hombre para que la posara en la orilla del respaldo del sillón y la otra hizo que la abriera más, que la sostuviera en el piso- Bien, lo prometido es deuda cariño- Se inclino para besar la punta, llenando de cálidos besos todo el falo, hasta los testículos, quitando los residuos de las eyaculaciones anteriores con únicamente la punta de la lengua, sin tocarlo aún, paso un dedo con suavidad entre el trasero de Aoi, tocando la entrada, delineando el anillo- Dime cariño ¿Quieres que sea rudo o delicado?- le cuestiono con una sonrisa en el rostro, succiono la piel del abdomen, probando su esencia, dado que ya lo había manchado muchas veces.

Lo hacía de forma lenta y suave, llenándolo de caricias, que sintiera únicamente el placer,, paso las manos por los costados del cuerpo, lamiendo la punta, jugando solo con ella, pasando por entre la división, por el orificio, observando la expresión de Aoi, disfrutando de su cuerpo y tomando el tiempo para hacerlo

Me dejé llevar y me recosté cómodamente en el sillón, sonriendo divertido ante las verdades que decía de mí, sin siquiera sentirme avergonzado.
Apoyé como me lo pedía, una de mis piernas sobre el respaldo del sofá y la restante, sosteniéndose en el piso. Sonreí ámpliamente, estaba ansioso por lo que iba a hacer conmigo en los próximos momentos, viéndome más alentado aún por sus palabras.
Me removí un poco con placer mientras repartía aquellos pequeños besos en toda mi entrepierna, sintiendo la particular calidez de la punta de su lengua recorrerme con pequeños roces, que me hacían jadear de manera baja pero inevitablemente, aún más cuando sentí aquél dedo masajeando mi entrada con calma, por lo que me relamí, saboreando aún el gusto de su semen en mis húmedos labios.

Sonreí leve, pensando ante su pregunta, sin encontrar una respuesta definitiva que me convenciera por completo. - Mh... sé los dos estarían más que bien... - Reí suave, sin perder la mirada de sus labios que iban y venían por mi abdomen de manera lenta, casi desesperante, haciéndome sentir placer pero de una manera mucho más moderada a como lo hacía antes, aprovechando el momento para calmarme un poco, acariciando la tela del sofá y mirándolo con ojos entreabiertos al igual que mis labios, de los cuales no dejaban de escapar pequeños jadeos con su nombre.

Le acariciaba con suavidad el cuerpo, subiendo a lamidas hasta los pectorales del joven, saboreando su esencia impregnada en toda la piel, mordió con suavidad uno de los pezones, succionando y lamiendo, queriendo sacar el m{as rico néctar de ahí, mientras una de las manos se encargaba de subir y bajar por todo la extensión del miembro, beso el cuello, acariciando, con la mano libre, los glúteos, mordiendo un poco el hombro, subiendo al oído- Te comeré lentamente- Le susurro, y volvió a bajar despacio, tomo entonces el miembro con un a mano y le sonrió con malicia, saco la lengua por completo para empezar a lamer de arriba abajo, metiendo la lengua entre la piel que cubría el miembro, saboreando la punta como si fuera una paleta de caramelo. Bajo, en un camino de lamidas hasta el escroto, el cual tomo entre los dientes y estiro con cuidado, succionando, bajando más, queriendo llegar hasta la cavidad, pero regreso nuevamente a la punta y se concentro en ello, besándolo, lamiendo y por fin lo metió a la boca, sin pasar del glande, donde jugó con la lengua, pasándolo por los dientes, deslizando entre los labios, lamiendo solo esa zona.

Paso los dedos por la cavidad del joven, manchándolos con los líquidos que había salido de él y volvió a penetrarlo lentamente, extendiendo los dedos en el interior, sacándolos y metiendo lentamente todo; tres de ellos eran los que hurgaban en la cavidad- Trata de no correrte tan rápido, disfruta de esto

No podía dejar de mirarlo con atención, a cada uno de sus movimientos, sintiéndolos con detalle en su piel. Suspiraba con sus mordidas en sus pezones, y ante las lamidas que calmaban el leve dolor que me producían, sólo acariciando su cabello de manera suave, sin interferir en su trabajo. - ¿Me comerás lentamente? - Sonreí y me relamí ante sus palabras, asintiendo. - Suena muy bien... - Confesé, sin dejarme mucho tiempo para hacer otro comentario ya que comencé a sentir su lengua por el largo de mi entrepierna una y otra vez, haciéndome estremecer cada vez que tocaba la punta con la calidez de su lengua, logrando hacerme escapar algunos gemidos, aún más cuando lo sentía succionar mi glande, mordiendo mi labio inferior para reprimir varios de esos sonidos.

Cerré mis ojos y me aferré con fuerza a la tela del sofá una vez más, concentrándome en su lengua y sus caricias únicamente, sin detenerme en lo que podía ver. Sonreí inevitablemente al sentir sus dedos penetrarme de aquella manera tan lenta y moví mis caderas de manera disimulada en dirección a ellos, notando perfectamente cómo se abrían paso en mi interior.
Asentí a su petición, trataría de no correrme en todo el tiempo que podía, por lo que dejé de mover mis caderas, sólo dejando actuar sus dedos, dejándome hacer entre varios jadeos.

Seguía jugando con el glande y lo introdujo por completo en la boca, haciendo que la punta chocara con el paladar en el ir venir de este dentro de la boca, tomando el tiempo de sacarlo, ya que jugaba con la lengua, recorriendo el grosor. Los dedos penetraban hasta los nudillos, abriéndolos y cerrándolos, acariciando el interior, sintiendo esas paredes mucosas, lo tibio que esta por dentro al estar ya lleno, saco el miembro de la boca haciendo un leve sonido, subiendo hasta el pezón, lamiendo todas las manchas que había provocado. Le sonrió notando las miradas, sin dejar de moverse por el interior del joven, y volvió a bajar. Alternaba las caricias de los besos, tratando de llenarlo por completo el cuerpo de ellos. Lamió todo el grosor del pene, lentamente, bajando y subiendo hasta los testículos, metiéndolos en la boca; así saco los dedos de Aoi y volvió a invadirlo repentinamente con cuatro, girándolos para dilatarlos, adentrándose tanto como podía y abriéndolos.

Comió lenta, muy lentamente el miembro nuevamente, e inicio los vaivén, succionando, mordiendo sutilmente, queriendo sacar el más dulce sabor del empleado, lo saco por completo de la boca tras unos minutos de estar así- ¿Lo disfrutas cariño?- se relamió los labios, besando la punta

Alcanzaba a distinguir su paladar sobre mi glande, friccionándose de manera deliciosa contra este repetidas veces en conjunto con sus certeras lamidas. Sentía sus nudillos rozar mi entrada e instintivamente echaba mi cabeza hacia atrás, retorciendo levemente mi cuerpo al sentir sus dedos abrirse en mi con insistencia, acariciándome con dedicación.
Me quejaba apenas cuando notaba que sacaba de su boca mi pene, más no me quejaba y sólo me dejaba hacer ante sus besos y lamidas en el resto de mi cuerpo, disfrutándolos por igual.
Lograba hacerme retorcer aún más y hasta gemir cuando metía mis testículos en su boca, quizás era la parte que se encontraba más sensible de mi cuerpo. Olvidé la idea cuando alcancé a sentir sus cuatro dedos en mi interior dilatándome de manera rápida, haciéndome gemir aún más alto, aguantándome con esmero las ganas de correrme.
Me relamí varias veces mis labios resecos por los gemidos y reí suave ante su pregunta, asintiendo. - Lo disfruto... demasiado... - me estremecí cuando besó la punta de mi miembro. - Quiero correrme... - Musité, algo cansado de aguantarme las ganas.

Imagino que no resistiría tanto como antes, estaba muy sensible, y apretó entonces la base del tronco, con un poco de fuerza para no dejar que lo hiciera- Cariño, disfruta, aún es muy pronto- Le advirtió con una sonrisa, lamiendo el glande, pasando por toda la forma y los dobleces, moviendo más rápido el interior de Aoi, haciendo que los nudillos chocaran contra el anillo, abriendo los dedos con un poco más de fuerza pero sin querer rasgar el interior, solo dilatando, comía por completo el miembro, pasando la lengua, sentía como los labios tocando los dedos que oprimían el pene, saco este de la boca y paso los testículos por los dientes- Oh cariño, estas escurriendo- Apretó aún más, tratando de retrasarlo lo que podía, y volvió a comerlo, succionando con fuerza, bajando y subiendo por completo, haciendo que este sintiera el fondo de la garganta y lo rozaba con esta. Al encontrar la próstata le principio a golpear, apretándola, masajeándola con descaro, mientras intentaba sacar a sorbos algo de él.

Hizo presión en el anillo para tratar de meter un poco más en él, que tragara los nudillos también con suma suavidad, pasándose el falo por entre los dientes, que golpeara las mejillas internas, haciendo todo el trabajo sin sacarlo por completo, ahora, de su boca, le aprisionada en esta, exigiendo cada vez más de él

Sentí con algo de dolor cómo apretaba la base de mi miembro, mas no me quejé, no era demasiado y me ayudaría a aguantarme más. Comencé a recorrer mi pecho con mis manos mientras le veía actuar, sin poder evitar gemir cada vez con más fuerza al sentir sus nudillos querer adentrarse en mi, sintiéndome más dilatado de lo que había estado nunca y con gusto, tratando de mantener mi cadera quieta con mucho esfuerzo a causa del placer que me causaba, queriendo arquear mi espalda una y otra vez al igual que mover mi cuerpo más hacia sus manos, reteniendo todo esto.
- Lo siento... - Sentía que no podía más y mi preseminal escurrirse por la punta de mi miembro, pensando que me correría en ese mismo instante, pero el fuerte agarre que mantenían los dedos de mi cliente sobre el tronco de mi pene lo impidieron. Me quejaba en mi mente por no poder correrme aunque agradecía poder disfrutar más tiempo de sus atenciones.
Sin duda, nunca me habían tratado de esa manera, el placer que sentía con su boca era demasiado y podía admirar a simple vista como engullía por completo mi miembro.
- ¡A-ahh! ¡¡Uruhaa!! -Sentí una vez más que me corría al distinguir mi próstata siendo masajeada de esa manera tan exquisita y certera, haciéndome casi gritar del placer que ocasionaba en mi cuerpo, eché mi cabeza hacia atrás y cerré con fuerza mis ojos, teniendo casi la sensación del orgasmo una y otra vez gracias a sus dedos, podía sentirme casi en el cielo, permitiendo con toda tranquilidad que metiera hasta sus nudillos en mi interior, sólo sintiendo más y más placer.

Su grito le hizo comprender que estaba en medio del orgasmo, introdujo con placer casi toda la mano en él, presionando con más fuerza el pequeño bultito en el interior de Aoi, le quería atrapar en cierta forma y de otra la hundía en la piel blanda de su cavidad anal, tras sentir vibrar con más intensidad el miembro del otro, sonrió en su interior, complacido por la delicia de gemidos que le regalaba. Sintió, a pesar de que le apretaba como un poco de semen salía del miembro del otro, saco por completo el pene mirando con una sonrisa el cuerpo lleno de placer del empleado, lamio la gotita de la semilla- ¿Ya estás listo?- Lamio una vez más el falo, lentamente, presionando la lengua en el glande y de una sola estocada se lo metió por completo el falo, haciendo que pegara con su garganta, entonces le soltó para que se corriera dentro, tragando con delicia todo lo que le daba, que no era mucho como la primera vez que se corrió. Continúo con el vaivén en el interior, empujando más y más las manos para entrar todo lo que pudiera.

Saco de apoco el miembro de la boca, al mismo tiempo que salía de la cavidad, lamia el pene con suavidad, limpiando los restos que habían quedado impregnados en la piel, con una sonrisa abrió la boca ante la mirada de Aoi-Lo he tragado todo- Se relamió los labios- Aunque ahora no ha sido mucho- Se acomodo entre las piernas del joven

Sentía mi entrada doler al mismo tiempo que era placentero, notando mi próstata ser estimulada con mayor precisión que nadie antes había tenido, viendo una vez más de manera nublada a causa de aquél orgasmo retenido, viendo como algo de semen salía de la punta de mi miembro de todas maneras, siendo lamido apenas después por el cliente. Asentí repetidas veces ante su pregunta, queriendo correrme lo más rápido que se pudiera. - ¡S-sí! ¡Por favor! - Gemí con una súplica, se sentía demasiado bien y necesitaba correrme.
Miré casi en shock cómo metía una vez más por completo mi miembro a su boca, y solté el gemido más fuerte de la noche al poder correrme dentro de su boca, arqueando bastante mi espalda y arañando violentamente la tela del sofá, sin dejar de gemir con el vaivén en mi interior, prolongando más aquél delicioso orgasmo.

Suspiré con algo de alivio y disgusto cuando quitó sus dedos de mi interior y quitaba mi pene de su boca, notando que no quedaba nada de semen derramado, apenas algo impregnado sobre la piel de mi entrepierna que lamió rápidamente, haciéndome suspirar de manera algo apagada. - Cinco veces... - sonreí de lado, bastante cansado. - Me hiciste tener cinco orgasmos... no esperes sea mucho... - Me excusé, dejando que se acomodara entre mis piernas. - Jamás me hicieron disfrutar tanto... -

Sonrió complacido por lo que decía, acomodando el miembro en la entrada del hombre para deslizarse sin fuerza en el interior, ya estaba bastante dilatado para entrar en él sin usar mucha presión- Cariño, yo no he terminado aún- Se inclino sobre el cuerpo del joven, colocando el brazo a la altura de la cabeza del hombre, besando los labios secos de Aoi, lamiéndolos para humedecerlos un poco-Pero no llegare a mi limite- Inicio un suave vaivén, lento y delicado para que se fuerza acostumbrando y recuperara un poco de aliento- No creo que hoy puedas conmigo- Le besaba en cortas caricias a los labios con la comisura de los suyos, metiendo un poco la lengua, saboreando la sequedad de su garganta- Otra noche, en una habitación- Beso el cuello, aumentando los vaivén, teniendo el descaro de poder moverse con más libertar en la dilatada entrada- Para que puedas desmayarte de placer- Mordió el hombro del menor, rozando la próstata- Aprieta cariño, si quieres que me corra en tu interior- Le susurro, volviendo a besarlo en los labios, ladeando el rostro, metiendo la lengua en él.

Acariciaba los glúteos de Aoi con un poco de fuerza, las caderas hasta la entrepierna pero sin volver a tomarla, le llenaba de caricias en lo que podía de la zona baja, nutriendo los labios resecos, saliendo por completo y entrando de una sola estocada- Más fuerte cariño, no me aprietas nada aun

Mordí mi labio inferior en cuanto lo sentí entrar, notando que ya no sentía tanto como antes su miembro. - Eres insaciable... - Repetí lo que había dicho momentos antes y sonreí, correspondiendo al beso con gusto, volviendo a sentir mis labios humedecidos gracias a su lengua, agradeciendo la delicadeza de sus estocadas para poder calmarme un poco, dudando que pudiese volver a excitarme una vez más. -Siento no poder conformarte hoy... - Suspiré algo desganado por la idea de que no pude saciar lo que quería, sin dejar de corresponder a cada uno de sus beso, asintiendo ante la atractiva propuesta de la noche en una habitación, riendo leve ante la idea de desmayarme de placer, sin imaginarme qué podría hacer para lograr que disfrutara más que en ese momento.

Arqueé leve mi espalda al sentir que rozaba mi próstata, contrayéndome de manera suave por el cansancio con un jadeo. -Intentaré apretar más... - hablé en un susurro, abrazándome mejor a su cuello y saboreando sus labios y su cavidad al igual que a su lengua.
Me dejaba hacer de ojos entrecerrados a cada una de sus caricias sin quejarme de lo brusco o de que no tomase mi entrepierna, conformándome con el húmedo beso que me daba y aquellas estocadas, pensando que quizás sí podría volverme a excitar. Me contraje con fuerza como lo pedía, haciéndolo lo mejor que podía, quería causarle el mayor placer posible.

Eso es…- le susurro conforme con la presión que ejercía, las caricias suaves le hacían entrar en placer, moviéndose suave, alternando con estocadas fuertes y repentinas, comiéndolo a besos a Aoi, humedeciendo su boca, jugando con la lengua para succionarla y hacerla suya, le acariciaba el pubis y cerca de los testículos, pasando por el estomago, apretando la piel manchada del joven, suspirando entre los besos, exigiéndole el aliento y los gemidos, ladeo un poco el cuerpo para entrar de otro ángulo, golpeando sutilmente las paredes pero violentamente la próstata, la cual ya la tenía bien ubicada, jadeaba de placer, sentía como el cuerpo de Aoi había llegado a lo más caliente y eso le excitaba más, se separo apenas cuando sintió la lucha por aire- La próxima vez… aggggmmm…. Te vaciare por completo- Beso su cuello, mordiéndolo repetidas veces, apenas marcándolo- Y te llenare aun mas…- le amenazaba, deseando cumplir con ello, besando la clavícula, volviendo a tomar el pezón, mordiendo y succionando. Tomo el miembro del joven masajeándolo apenas, por lo sensible si lo hacía fuerte lo lastimaría- Y te obligare a correrte…

Resbalaba la mano de arriba abajo, estrujando la punta a penas, gimiendo de placer un poco alto, lamiendo y besando los pectorales, mordiendo la piel para comenzar a llenarlo de marcas- A correrte al mismo tiempo que yo- Paso al otro pezón para seguir masturbándole, golpeando las paredes anales, la próstata, entrando mas violentamente-Aunque supliques que te libere, será a mi tiempo- le sonrió por la amenaza

Trataba de mantener constantemente la fuerza ejercida sobre su miembro con mi entrada aún si me costaba, el cansancio y lo dilatado que estaba lograban ganarme por algunos segundos, pero siempre podía volver a hacerlo, viéndome alentado por el constante beso del más alto, dejando que poseyera mi lengua, sin por eso privarme de jugar con la suya.
Sentía leves escalofríos con sus caricias en mi pubis, siempre me había gustado bastante que me acariciasen en esa zona, más si era de manera delicada.
Suspiraba de igual manera que el cliente en el beso, jadeando entre los suspiros inevitablemente, tratando de acallarlos lo más que podía para no separarme de sus labios y seguir saboreándolos.
Gemí por una punzada que sentí en mi entrepierna con su miembro chocando con mi próstata de manera violenta, haciéndome contraer con más fuerza de manera involuntaria, notando como mi pene volvía a despertar gracias a eso, maldiciendo leve por lo cansado que estaba y que aún mi sexo quisiera más de eso.
Me separé de sus labios y tomé aire, relamiéndome con sus palabras, viéndome más excitado por su significado y el mismísimo tono de voz mezclado con sus jadeos, dejando que marcara aún más de lo que ya se encontraba mi piel, sin ejercer queja, apretando mis labios con las mordidas sobre mi pezón que dolía un poco de tanta atención que le había dado.
Jadeaba más por las caricias otorgadas a mi miembro, agradeciendo su delicadeza por lo sensible que me encontraba, viéndome encantado con esta. Trataba de acallar mis gemidos lo más que podía, así oír los suyos con mayor detenimiento, sin duda esos gemidos lograban excitarme más, y al poco tiempo logré estar duro una vez más, rogando que fuera la última, ya mi excitación dolía junto al placer. - Córrete... c-conmigo ahora... - Reclamé, ya que podría quizás aguantarme hasta que el tuviese suficiente, me atraía demasiado la idea de correrme junto a él.

Le tomo de los glúteos con fuerza obligando de esa manera a sentir más presión a su miembro, entrando y saliendo con un poco de violencia, dando de lleno la próstata del hombre, jadeando, gimiendo de placer, sin descaro para que Aoi le escuchara con fuerza, sabiendo que ello le excitaba, se empujaba mas y mas, cada vez más rápido, le fue doblando el cuerpo, para alzarse el un poco, hundiéndolo en el sofá, jadeante de placer, cociente de que Aoi no duraría tanto, así que se obligaba a tener mayor placer , y pronto su cuerpo volvió a calentarse intensamente, sintiendo las corrientes eléctricas dispersarse por la columna hasta las puntas de los dedos- Aguanta… mmmg… un poco más- Le decía cerrando los ojos por el placer, creaba fricción en la entrada, en el anillo que tan desesperadamente trataba de apresarlo, le miro con una sonrisa y sin más eyaculo en el interior del joven con un fuerte gemido, arqueando la espalda sujeto el miembro del joven para masturbarle un poco, sintiendo nuevamente en su mano el liquido caliente, se movía aun en el interior, tratando de prolongar ambos orgasmos, relamiendo su labio y mordiendo el inferior, bastante complacido con lo que veía. Se detuvo por completo sin salir aun de Aoi, lamiendo la mano manchada- Cada vez sacas menos

Le sonrió probando los dedos manchados, comiendo y limpiando los restos de la eyaculación del otro ante su mirada, pensando seriamente si lo continuaría penetrando o detenerse ahí- Aoi…- Le llamo de forma sensual saliendo de su interior, acomodándose mejor en el sofá- La próxima vez, esto no se compara con lo que te hare- Le sonrió morbosamente

Sentía su miembro friccionarse con fuerza entre mis glúteos al igual que en mi entrada, haciéndome doler a penas, pero sin darle importancia por el gran placer que sentía cada vez que chocaba contra mi próstata, gimiendo junto al más alto sin pudor, oyendo cómo lo hacía el cliente con gusto, deleitándome de aquellos sonidos que salían de entre sus labios.
Dejé que me hundiese de aquella manera en el sofá, doblando como lo exigía mi cuerpo sin oponer resistencia, sintiendo aún mas su miembro dentro de mi gracias a la posición, contrayéndome una y otra vez exclusivamente para darle placer al contrario, notando que ya no podría aguantar mucho más con aquellos constantes golpes hacia mi próstata, por lo que apenas unos segundos después mi preseminal comenzaba a escurrirse de la punta de mi pene para ser seguido con mi semen junto a mi orgasmo, manchando con este la mano de Uruha, sonriendo ámpliamente al sentir ahora su semen en su interior y saber que habíamos logrado corrernos juntos después de todo, siendo nuestros orgasmos prologados por los movimientos que seguían, dándonos más placer a ambos.
Miré atento como volvía a probar mi semen de su mano y sólo sonreí complacido, casi haciendo caso omiso a su comentario.
Jadeé en cuantro salió de mi interior, siguiéndole con la mirada en cuanto se acomodó en el sofá, sin moverme del lugar en que me encontraba. - No puedo imaginar qué me harás... - Confesé con una mueca de felicidad, respirando agitadamente.

Le miro con una sonrisa para ir al mini bar y tomar una pequeña botella de wisky, tomo directamente de este, al abrirla, degustando el liquido con placer y un poco de sed, busco su pantalon para sacar un pañuelo con el cual limpio su mano con paciencia mirando el cuerpo cansado de Aoi, imaginando algunas cuantas cosas que podría hacerle, comenzó a vestirse para salir de la habitación, cuando se estaba colocando la camisa se acerco al joven para besar su labio, percibiendo el olor de lo acontecido hace poco- Eres muy hermoso Aoi, te comeré más seguido- Le coloco el saco encima para que descansara y se sentó con tranquilidad en el sofa junto al menor, haciendo que el empleado posara la cabeza en las piernas de Uruha, saco un cigarro del pantalon y lo encendió con su mechero, acariciando la frente del joven mientras se reponía para salir del lugar

-Tendrás que ir directo a tu habitación a limpiarte- Le propuso tirando el humo de lado, jugando con los cabellos, observaba el cuerpo manchado y cansado de Aoi, como había quedado el lugar- Llame cuando te repongas- Le sugirió dandole una tarjeta de presentación con el número privado de Uruha

Lo seguí con la mirada en cuanto se paró, y me recosté de lado, sólo viéndolo con una sonrisa, notando que no desviaba la mirada de mi cuerpo, mas no me oculté, sólo me mantuve como estaba, permitiendo que viese lo que quisiera.
Lo vi vestirse, algo frustrado cada vez que podía ver menos de su piel, sin embargo correspondí al beso y con gusto, sonriendo ámpliamente ante sus palabras. - Será un honor atenderle, y ser su cena una vez más... - Reí suave y me sorprendí en cuanto dejó su saco sobre mi cuerpo, no esperaba que dejara sobre mi cuerpo sudado y manchado aquella prenda de apariencia tan costosa, pero sólo me aferré a ella, aspirando su aroma gustoso, aquél aroma que poseía el más alto cuando llegó, y se perdió con cada uno de nuestros actos. - Usted... también es muy hermoso, si me permite decirle. - Confesé y algo extrañado ya que jamás pensaba decirle algo así a un cliente, mientras acomodaba mi cabeza sobre sus piernas, suspirando ante el contacto de su mano sobre mi frente, calmando mi respiración de a poco.
Asentí ante sus palabras. - Me dejaste hecho un desastre... sólo espero no tener que ocuparme de limpiar el lugar... - Bromeé, sin dejar de sonreír en ningún momento, acariciando con la yema de mis dedos sus piernas por encima del pantalón. - Lo haré. - Respondí seguro, y por qué no deseoso, mientras tomaba la tarjeta, viéndola atento, con su número y su... ¿Nombre real?