The promised is a debt (Priv)

Ni siquiera me percaté de cuando el cliente buscaba de nuevo algún objeto en la caja de regalos y sólo seguí complaciéndolo, para luego ver algo sorprendido y con disgusto cuando se quitó de encima mío, pudiendo divisar así el consolador que traía en sus manos, sólo lo miré mientras me relamía por mis acciones anteriores, aún sintiendo algo de su sabor en mis labios. - Sabe muy bien... - Afirmé, asintiendo con una leve sonrisa aunque aún algo disgustado, porque sabía que no me dejaría acabar hasta que él no lo hiciera, y sin ningún tipo de estímulo en su cuerpo no podría hacerlo. Sabía que iba a sufrir bastante mientras no me podía correr.
Me dejé abrir de piernas, y asentí ante su pedido, abriendo mi boca para recibir el consolador en ella, lamiéndolo y succionándolo con insistencia para lubricarlo lo más que podía, humedeciéndolo tanto como mi boca permitía, sin dejar de gemir aún contra el plástico por el movimiento de sus dedos, siendo hasta algo bruscos, algo que me encantaba de sobremanera. Dejé salir al juguete de mi boca y me estremecí de manera leve ante el contacto de su lengua en mi glande, viéndolo con una mueca algo disgustada por su pregunta. - Sabes que sí... haces que me quiera venir tan rápido... - Suspiré con algo de desgano, quejándome un poco cuando quitó sus dedos, pero algo más satisfecho ante sus palabras.
Me removí un poco bajo su cuerpo al sentir el juguete rozando en mi entrada con insistencia, desesperándome ante esto y el hecho de la lenta manera en que tocaba mi pene, haciéndome jadear de ojos entrecerrados. Cerré finalmente mis ojos por completo al sentir el juguete abriéndose paso por mi interior de aquella manera tan lenta, definitivamente se sentía raro, ya que nunca había tenido un juguete en mi interior.

Le miraba y sabía que estaba disgustado por no poder seguir atendiéndolo, pero poco le importo dado que jugaban bajo sus reglas. Al introducirlo por completo comenzó a darle vueltas para dilatar el interior del joven-¿Has tenido alguno dentro?- Le cuestiono paciente volviendo a sacarlo para introducirlo nuevamente, en un suave vaivén, se inclino sobre el cuerpo del joven, besando la boca con pasión, metiendo la lengua en la cavidad bucal, jugando con la del otro a enredarla y succionarla, absorbiendo el aliento del empleado, mordiendo los labios y succionando el inferior- Vamos, no te enojes- Le susurro soltando la cadena del collar, le empujo con un poco de fuerza para que se sentara haciendo a propósito que se sentara sobre el dildo- Vamos cariño, aun no terminas de comer- Le volvió a jalar del collar para hacer que cayera de cara a la cama; le acomodó mejor para que quedara con las caderas alzadas, y el rostro entre las piernas de Uruha- Sigue comiendo cariño- Sonrió tomando el mentón del joven, haciendo que su miembro delineara la comisura de los labios, le miraba- Es lo que querías – Y tras decir aquello paso la mano por la columna del joven hasta la entrada, sintiendo el borde del juguete

-Te lo has comido todo- paso los dedos en el borde para accionar el primer botón- Y también tiene velocidades de vibración- Sacaba y metía el objeto apenas, tratando de ladearlo, haciendo círculos, le saco por completo y volvió a meter, de forma lenta- Lo haces bien… has que me corra para liberarte

Elevé mis hombros entre gemidos mientras negaba a su pregunta, ya que no me placía contestarle en palabras en aquél momento, sólo queriéndome concentrar en lo que sentía en mi cuerpo, que era más placentero de lo que pensaba. Correspondí al beso sin dudarlo ningún momento, ya ansiaba sentir el sabor de su boca, por lo que correspondí con la misma pasión, buscando su lengua constantemente con la mía, jugando con ésta mientras el más alto me lo permitía, sin quejarme en cuando mordía y succionaba mis labios.

Sonreí de lado ante su pedido y asentí, después de todo estaba disfrutando. Vi curioso cómo desataba la cadena del collar y sentí un tirón en mi cuello que hizo que me sentara, y en consecuencia sobre el dildo, haciendo que entrara por completo en mi interior, por lo que gemí fuerte, mordiendo mi labio inferior con el placer en cuanto sentía un nuevo tirón en mi cuello, sintiendo el colchón chocar contra uno de los lados de mi cara, alzando mis caderas sin quejarme, elevando la mirada para encontrarme con el miembro del cliente, el cual miré deseoso, relamiéndome y entreabriendo mis labios cuando su pene delineaba mis labios, y sin demorarme más lo metí por completo en mi boca, comiéndolo con la misma desesperación de antes, aumentada aún más cuando sentí aquél objeto comenzar a vibrar en mi interior, estremeciéndome mientras engullía su miembro, haciéndolo vibrar una vez más a causa de mis continuos gemidos.

Le miraba deseoso por la forma en que seguía devorando el sonido de los gemidos mezclados con el temblor de su cuerpo- Tienes un cuerpo muy lujurioso- Delineaba el anillo extendido, metiendo un dedo en el interior para estirarlo más- Hazlo más aggggg… rápido Aoi- Apretó la espalda del empleado, empujando las caderas a la boca, frotando el glande en el paladar, busco entonces con la mano el miembro, abrazando, de alguna manera, el cuerpo del joven para seguir masturbando , jalando y frotando- Parece que te estoy ordeñando – Dijo entre jadeos, metiendo y sacando el aparato con todo y los dedos, dándole vueltas en el interior, apretaba los testículos con un poco de fuerza, presionándolos hasta el fondo para obligar a que saliera algo- Estas… escurriendo- Noto al sentir el liquido preseminal apenas en el glande; pasaba los dedos sobando el glande, metiendo los dedos en la piel, aumento el vibrar del aparato a todo la máxima vibración, lo que hacía casi moverse solo l aparato en el interior, metió dos dedos en busca de la próstata, hurgando con trabajo al estar su cavidad ya ocupada- Estas… completamente abierto- Su cuerpo comenzaba a tensar señal de que pronto llegaría al orgasmo.

-Más rápido- Le susurro sosteniéndolo de la cabeza, obligándolo a comer por completo el miembro, mas rápido y sin pausas, busco con una mano el anillo que opresaba el miembro de Aoi y sin más lo quito para correrse por completo en la boca del joven, moviéndose en el interior aun, pegando por completo la cabeza del empleado a su entrepierna mientras un fuerte gemido salió de la boca de Uruha

Sentí apenas algo de dolor al sentir sus dedos junto el juguete, pero era un dolor bastante placentero, por lo que no alcancé a quejarme. Traté de complacer al cliente, moviendo más rápido mi boca en torno a su miembro, frotando con fuerza mis labios en la piel, haciendo que su glande rozara fuertemente contra mis mejillas, mi paladar y mi lengua mientras iba inclinando mi rostro para lograr esto, tratando de no reír por el comentario, logrando hacerlo al estar tan concentrado en el trabajo. Gemí con más fuerza, siendo el gemido apagado por su piel al sentir como comenzaba a escurrir algo de líquido de mi pene, mojándolo un poco, al igual que a las manos del castaño cuando frotó mi glande.
No pude evitar morder con algo de fuerza su miembro cuando sentí aquél aparato vibrar a esa velocidad tan placentera, succioné la zona de la mordida como una disculpa, pero aquél placer había sido demasiado inesperado, junto luego a sus dedos buscando mi próstata, oyendo sus palabras con una sensación de morbo ante ellas.
Seguí chupando el miembro ahora a la velocidad que él me marcaba, haciéndolo tan rápido como podía, tratando de no atragantarme, sintiendo su semen escurrirse en mi boca a la vez que alcancé mi orgasmo al sentirme libre del anillo, casi en un grito de placer, ocupándome apenas después de tragar el semen del cliente, sin poder evitar que algo se escurriera de la comisura de mis labios, ya que me era bastante dificultoso tragarlo con todas las sensaciones que sentía.

Se relamió los labios al notar como escurría de la boca de Aoi su semen, una vista hermosa que le regalaba sin duda- Estas abierto ahora de los dos lados- Le susurro sacando el miembro de la boca del joven, para levantarse de la cama, sin sacar aun el dildo de la cavidad de este. Saco de la caja otro lindo juguete – Este también te hará gemir de placer- Le susurro sosteniendo el miembro del joven; el cual comenzó a envolver con látex negro con un vibrador en el glande- Te dará placer en la punta- le sonrió muy satisfecho por cómo se comportaba el cuerpo del joven, cuando termino de colocarlo lo encendió y el aparato comenzó su trabajo- Lo sientes, es electrizante- Saco entonces el dildo de la cavidad del joven, sin apagarlo siquiera lo coloco en la espada del joven, recorriendo la columna vertebral; ajusto un poco más las cuerdas para que los glúteos se separaran más- Aún no terminamos es el inicio cariño- Le comento con una sonrisa ladina, acomodo el miembro en la cavidad, y sin más se adentro en él, penetrándolo hasta el fondo, sacando por completo y volverlo a invadir- Claro, lo olvidaba- Dijo en un tono de preocupación fingida, para volver apretar el anillo que estaba alrededor de su miembro; impidiendo nuevamente que volviera a correrse- No puedes correrte si yo no lo hago- Acciono el juguete nuevamente, ahora las vibraciones se concentraban en la base del tronco y el glande.

Mientras estaba con los vaivén lentes y fuertes volvió a sujetar la tira que estaba unida a los pezones y volvió amarrarlo al miembro- ¿No es placentero?- le pregunto con sarcasmo, sintiendo como el interior de la cavidad anal le apretaba con fuerza, se contraía de manera exquisita- Agggg… aprieta más, concéntrate solo en mi pene- Le decía entre jadeos, golpeando el interior del joven, rozando las paredes anales, alzando las caderas para que Aoi también las alzara.

Me relamí un par de veces para quitar los restos de semen que yacían en mis labios, limpiándolos por completo mientras le seguía con la mirada, removiéndome algo incómodo por el juguete aún en mi interior. - ¿Lo hará? - Reí apenas, levantando mi cadera para que pusiera aquél juguete sobre mi glande, oyendo complacido sus palabras, sin darme tiempo a responder cuando sentí que aquél aparato comenzó a vibrar, haciéndome gemir casi al instante, mirando atento al más alto mientras jadeaba, asintiendo ante sus palabras. - Se siente... nghh... bien... - Respondí entre suspiros, sin poder evitar arquear mi espalda con fuerza al sentir el consolador rozarse con mi espalda, notando mis glúteos separarse aún más apenas después, notándome una vez más un poco incómodo al estar tan expuesto, aunque no me importaba estarlo con él y hasta me daba morbo. - Sé que no terminará hasta en un largo rato... - Musité, gimiendo casi en un grito cuando lo sentí en mi interior de aquella manera tan brusca, haciéndome cerrar los ojos con fuerza. Gruñí cuando recordó colocarme aquél anillo sobre el tronco de mi miembro, evitando hacer algún comentario ofensivo para no arruinar el momento, dándole aún menos importancia cuando lo sentí vibrar junto al otro juguete y el nuevo comienzo de las embestidas, obligándome a morder con fuerza las sábanas de la cama, tratando de no gemir con tanta desesperación, sin lograrlo en absoluto, contrayéndome insistentemente al rededor de su pene, involuntariamente, sintiéndolo así aún más en mi interior. - ¡Ahh, ah sí! Sí... ¡Ngh, Taka.... Takashima! - Alcé más mis caderas como me lo exigía, tratando de apretar aún más su miembro con mis caderas.

Escuchaba gritar de placer al empleado, lo que le satisfacía por completo, tomo con fuerza los glúteos de Aoi para ayudarse a empujarse dentro del joven, moviendo las caderas de un lado a otro cuando está en el interior del joven y sacando casi por completo el miembro para volver a embestirlo, se mordía el labio por el placer de las contracciones alrededor del miembro, rozando el glande por todas las paredes anales, sintiendo esa carne blanda y caliente- ¿Cómo… lo quieres?- Le pregunto al momento que aumento el vaivén, golpeando directo en la próstata, sintiendo con la punta como era que el bultito se hundía y sacándolo casi por completo para volver a invadirlo. Se inclino sobre el cuerpo para pasar las manos al pecho del joven, tomando entre los dedos los pezones, frotando incontables veces uno mientras el otro lo apretaba y estrujaba entre los dedos. Movías las caderas sin parar en cortas, continuas y rápidas envestidas para alternarlas después con envestidas más lentas pero fuertes, lamía y besaba la nuca del hombre, probando el sudor y el sabor de su cuerpo- Sabes bien…. Si no bajas la voz…. Todos te escucharan- Dijo en juego disfrutándolo de oírlo gritar.

Bajo entonces una mano a la hombría del pelirojo, masturbando el tronco con una fuerza opresión de la mano, teniendo cuidado de no zafar el vibrador que atendía la punta del joven- ¿Dónde te gusta más?- Le pregunto lamiendo la oreja, metiendo la lengua en el oído- ¿Qué parte de tu cuerpo… quieres que atienda más?

Mordía con fuerza mis labios y las sábanas, intercalando entre ellos a causa de la desesperación que me causaban sus arremetidas contra mi cuerpo y los dos juguetes que poseía mi miembro, haciéndolo vibrar sin parar de una manera exquisita. No respondí a su primer pregunta, estaba demasiado concentrado en sentirlo dentro de mí, estimulando mi próstata de esa manera tan brutal, haciendo mi cuerpo temblar hasta casi más que los anillos al rededor de mi pene, gimiendo sin detenerme una y otra vez, de la manera más alta que lo hubiese hecho nunca.
Asentí a sus palabras y cerré con fuerza mis ojos, tratando de contener los alaridos que se escapaban de mi boca. - Lo s-siento... ¡¡Ah, lo siento!! - En cambio no pude más que disculparme por mis gritos, irónicamente con más gritos, sin poder detener el impulso de por lo menos descargarme a través de mi ruidosa garganta.

Me removí inquieto cuando empezó a masturbarme, era demasiado placer junto, y simplemente no podía abrir mis ojos, oí su pregunta y esta vez me digné de contestar, suponiendo que si no lo hacía detendría sus acciones. - S-sigue penetrándome...y...nhh... toca mi pene....así, por favor... n-no pares...dámela toda... - Traté de usar el tono menos rogante posible, pero de mis labios salía todo lo contrario, no podía pretender normalidad y no podía ocultar mi actual desesperación, las ganas de que siguiera dándome tanto placer como lo hacía, sintiendo la piel de su pene frotarse con brusquedad en mi interior, y esperando poder sentirlo terminar dentro de mi.

¿Toda?- Le cuestiono con una sonrisa y se inclino sobre el cuerpo del joven para morder el hombro con un poco de fuerza mientras embestía con fuerza el anillo, entrando a golpes directos en la próstata, jadeando en la piel del joven que llenaba de besos lamidas, mordiendo en diferentes partes de su cuerpo, mientras le sujetaba el miembro con un poco de fuerza, sin parar de frotarlo- ¿Te vas a correr? ¿Cariño te quieres correr?- Le preguntaba al oído, hundiendo el cuerpo del empleado en la sabanas cada dejaba caer las caderas a la entrada, haciendo sonar los cuerpos, y fregando los testículos en los glúteos- Dime Aoi, deseas correrte de una vez- Le seguía cuestionando con diversión, casi levantándole las caderas, porque cuando esta por completo el pene adentro levantaba las caderas de un lado a otro, queriendo que sintiera la fuerza en todas las paredes anales-Mi mano se está cansando- Le susurro sin dejar de frotar, queriendo en cierta forma ordeñar al menor , se empujaba más y más rápido y fuerte sin dejar pausa n ningún momento hasta que sintió que su cuerpo se tenso por el placer-Aoi… estoy…- Le decía entrecortado y en jadeos, apretó con desesperación el miembro del hombre para quitar el primer vibrador y en cuento le libero del anillo se corrió dentro de él, entre un fuerte y alto gemido, llenando por completo las paredes del otro- No dejes… salir nada…- Le ordeno con una sonrisa.

Sentía la mano caliente y húmeda- Ha sido bastante- Le expresó saliendo del trasero de Aoi para comenzar a lamerse la mano, probando la esencia de su acompañante, pasaba los dedos por la cavidad, frotándolos en el anillo abierto pero sin penetrarlo- No dejes salir nada- Volvió a advertirle, empujando el trasero del menor para que cayera de lado a la cama- Hermoso, me encanta como te vez amarrado

Asentí a su pregunta varias veces y me quejé apenas por su mordida en mi hombro, sintiendo mi cavidad expandirse y contraerse constantemente en torno a su miembro, apretándolo sin descanso una y otra vez, con infinitos escalofríos que recorrían mi entrepierna a causa de la dedicada estimulación que le daba el cliente, notando que me hubiese corrido hacía ya unos minutos de no ser por el anillo que apresaba mi miembro. - Sí... sí quiero... quiero correrme... quiero... - Balbuceaba de manera algo confusa, no podía concentrarme en demasía con todas las atenciones que me daba y el inmenso placer que experimentaba todo mi cuerpo, agravándolo aún más por el hecho de que sus preguntas eran hechas en mi oído, y su voz seguía haciendo los mismos estragos que hacía antes, causándome escalofríos.
No dejaba de asentir ante sus preguntas y dejaba que levantara mis caderas, sintiendo su miembro frotarse con fuerza en todas mis paredes, arrancándome más gemidos, frustándome al no poder mover mi cadera por mi cuenta a causa de el amarre que tenía mi cuerpo. Parecí asustarme un poco con sus palabras acerca de su mano, pensando que no seguiría estimulando mi miembro, pero agradecí que eso no hubiese pasado y siguiera frotando mi miembro a pesar de lo cansada que estaba su mano. No dejaba de mirarlo de reojo, lo más que mi vista alcanzaba, deleitándome con su figura y la totalidad de sus expresiones, y sonreí con sus palabras y jadeos, notando que estaba por venirse. Gemí entonces, con bastante fuerza, cuando el anillo fue removido de mi pene, permitiendo que me viniera a la vez que comenzaba a sentir su semen llenando mi interior, manchando con el mío las sábanas de mi cama al igual que su mano. Suspiré cuando sentí su miembro fuera de mi y lo vi, lamiendo mi semen y sólo pude sonreír, tensándome un poco con sus dedos recorriendo mi entrada, mientras trataba de normalizar mi respiración.
Me dejé caer de lado sobre la cama sin ninguna objeción o comentario, a pesar de sus halagos, y sólo lo miré, algo sonrojado por las sensaciones, sin tener que ver en absoluto con la vergüenza

Observo el rostro de placer del hombre y el sonrojo por la actividad resiente, se acomodo en la cama por la parte de la espalda del joven, paso la mano entre el hueco que hacia la mano unida al tobillo y alzo esa pierna para abrírselas por completo y con la ayuda del amarre que separaba los glúteos de Aoi volvió acomodarse entre las piernas para volver a penetrarle de lado, en una variación de la pose de cuchara, sentía la cavidad húmeda y caliente- No dejes salir nada Aoi- Le susurro al oído, sosteniendo su propio cuerpo ladeado con el codo del brazo y sin hacer esperar más se movió dentro, volviendo a recrear las penetraciones, de una manera más lenta-No, esto no funciona si tu miembro no siente placer- le sonrió para salirse de él de una sola vez y volvió a tomar las cuerdas que sujetaban los pezones, tensándolas una poco mas lo amarro debajo de la cabeza del miembro-Ahora si- Le susurro al oído, lamiendo la piel-Ante cada movimiento tu propio pene te dará placer en los pezones- Alzo descaradamente la pierna del hombre nuevamente y le invadió de una sola vez, frotándose en el anillo del hombre, salió por completo de él y lo volvió a clavar de una sola vez, repitió ese proceso entre jadeos, provocando que el cuerpo del pelirojo brincara y por ende el miembro jalara los botones de la piel- ¿No te gusta?- Le cuestiono besando el cuello, succionando la piel para comenzar a marcarlo, penetrando al hombre en golpes en el interior que chocaban con las paredes anales y se deslizaban pasando por la próstata hasta lo más profundo.

Le gustaba oírlo gemir, observaba el rostro lleno de placer al ser invadido y de vez en cuando lamia la piel sudorosa del hombre, metiendo la lengua en el oído, succionando la piel, recorriendo hasta detrás de la oreja, esa parte del cuerpo en él, le gustaba probar, su esencia era divida. Continuaba los arrebatos de penetraciones, moviéndolo sobre la cama, el sonido del cuerpo al chocar llenaron la habitación por completo, le insertaba sin descanso, duro y directo al bulto.

Creí que iba a esperar más antes de seguir jugando con mi cuerpo, pero vi que no era así apenas se acomodó detrás de mi, elevando mi algo cansada pierna que me esforcé en mantener arriba, sin demorar mucho más en volver a sentir su pene en mi interior, por lo cual comencé a jadear. - No.... no lo haré...- Prometí, ladeando mi rostro para ver el suyo, notando cómo se había acomodado para volver a penetrarme, de una manera lenta, pero demasiado placentera que me encantaba.
Me quejé entre dientes cuando salió de mi interior sin previo aviso, y vi atento como volvía a tensar la cuerda debajo de la cabeza de mi miembro, atento, sin hacer comentario sobre eso. Dejé que elevara mi pierna una vez más, y apenas con la primer embestida alcancé a sentir como mi pene tiraba de mis pezones, provocándome un dolor por demás de placentero.
Gemía con cada una de las estocadas, deseoso de tocar su cuerpo pero sin poder hacerlo a causa de las ataduras, pero no podía quejarme, se sentía demasiado bien, aún más cuando lo sentía chocar contra mi próstata deliciosamente, arqueándome por el placer producido, haciendo que, de esta manera, tirara aún más de mis pezones aquella cuerda, no había manera de que no sintiese placer de aquél modo.
Notaba que me miraba con atención, y eso sólo hacía que me gustase más, me gustaba ser observado por él y me gustaba que oyera mis gemidos con atención, sin dudas me gustaba gemir por y para él, mientras sentía su lengua recorrerme, dándome escalofríos por lo precisa que era. Sentía cómo mi cuerpo se arrastraba con ligereza por la cama por la manera en que se movía contra mi cuerpo, y sólo podía cerrar mis puños con fuerza, oyendo con atención sus gemidos, los míos, y el exquisito sonido que hacían nuestros cuerpos al chocar uno contra otro, y sus testículos contra mis glúteos.

Jadeaba por el placer, reprimiendo el deseo que le provocaba a su cuerpo, empujando con suavidad y a veces fuerza las caderas para seguir penetrándolo, deslizando el todo el miembro en el interior, cargando casi con el peso completo de la pierna, al notar que el otro no podía sostenerla muy bien por el cansancio y el éxtasis obtenido - ¿Te gusta?- Le susurro al oído, besando esa parte de su piel, buscando por momentos los labios de Aoi, tratando de meter la lengua en él para seguir ese vaivén de los cuerpos, arrastrando las sabanas cada que se impulsaba en él- Me gusta sentirte temblar, tus gemidos- Le susurraba al oído, oliendo el cabello perfumado del joven; introdujo una pierna entre las piernas abiertas del hombre, recostándose un poco en el cuerpo ladeado del pelirojo, besándole el cuello, apretando la pierna- Me gusta… me encanta como aprietas tan desesperadamente- Le describía para tomar impulso y fuerza en la nueva postura, chocando de lleno con el interior, entrando por completo, movía las caderas constantemente, obligando al cuerpo de Aoi a tensarse para tirara constantemente de los lazos de los pezones, comenzó, con un poco de trabajo a tirar de las cuerdas para que comenzaran apretar el cuerpo del joven.

Sonrió divertido por todo ello y salió de cuerpo para acomodarse mejor, recostó el cuerpo del otro boca arriba y le penetro enseguida, colocando las manos a los costados de la cabeza, mirándolo a lo ojos con una sonrisa, moviéndose frenéticamente en él sin pausa alguna- Me gusta tu rostro… dame más de esa expresión- Y poso la mano en el estomago del menor para apretarle y que sintiera su miembro como le taladraba, también jalando las ataduras de los pezones- Así… ese sonido me encanta

Agradecía interiormente que sostuviera mi pierna en aquella posición que era dificultosa para mí, pero por demás de deliciosa, como todo lo que me hacía, podía sentirlo realmente profundo una y otra vez, deleitándome de ello y la textura de su piel friccionando con fuerza en mis sensibles paredes interiores y en mi anillo, de una manera que se sentía casi áspera, y definitivamente ruda. - Me encanta... me....¡Ngh! - Ladeaba mi rostro constantemente para poder corresponder a los besos que me daba de manera desesperada, succionando su lengua con ansias, saboreando su saliva como si fuese el mejor de los elixir.
Sus palabras, sólo hacían que mi situación empeorase, aquellas cosas que decía eran imposibles de evitar en mi cuerpo, y mis temblores aumentaban por los escalofríos que producía su voz en mi cuerpo al igual que mis gemidos aumentaban por lo erótico de sus palabras y hasta el tono de su voz, que era bien sabido el hecho de que me excitaba.
Ladeé un poco mi cuerpo, permitiendo que el más alto se acomodara sobre mí, tratando de no moverme más de lo necesario, suspirando por los besos en mi cuello. Hice una mueca parecida a una sonrisa con su comentario, e instintivamente apreté con fuerza mi entrada, de la manera más fuerte que podía alrededor de su miembro, sólo demostrándole que podía hacerlo aún mejor, aún más desesperado. Eché mi cabeza hacia atrás con el nuevo comienzo de las embestidas, con gemidos desgarradores saliendo de mi garganta, sin querer ni poder detener éstos, sintiendo de la manera en que tiraban mis pezones con algo de brusquedad, para luego sentir cómo las cuerdas que rodeaban mi cuerpo se tensaban, lastimando un poco mi piel pero sin dejar de ser una sensación placentera.
Dejé que me acomodase boca arriba mientras respiraba agitado, aprovechando esos breves segundos para calmarme al menos un poco, pero sintiendo rápidamente su pene una vez más en mi interior. Volví entonces una vez más con mis gemidos, ladeé en una oportunidad mi rostro para dedicarle un pequeño beso a su brazo, acompañado con una lamida algo ansiosa, pero luego volví mi mirada a su rostro, como admirándolo, viendo lo hermoso que era y cuánto me excitaban sus facciones. Gruñí leve con su mano apretando mi estómago, pero no por disgusto, ya nada podía disgustarme de sus manos, se sentía todo demasiado delicioso.

Le contempló cuando lamio su brazo, moviéndose dentro de él, le gustaba verlo tan lascivo como era, empujaba las caderas con un poco de fuerza, alzandolas para llegar a la próstata mientras seguía apretando su estómago en una delicada presión sobre esta parte suave.Ladeaba las caderas entrnado en Aoi de lado mordienose el labio inferior por el placer, se inclinó sobre el joven para poderarse de los besos y gemidos que le regalaba- Me encanta tu voz- Le susurraba tomandolo de las caderas para alzarlas y moverlas a su gusto. Haciendo que ambas entrepiernas chocaran ruidosa y constantemente, queriendo comerle de alguna manera, le tomo entonces de las ataduras en la cadera para balancearse más contra su cuerpo, ayudándose de ello para golpearlo en diferentes direcciones, rozando todas las paredes anales, fortandose, por decirlo de alguna manera, en las pieles internar ya manchadas-Me gusta cuando aprietas...así...-Le susurraba alzando el rostro por el placer, sosteniendo las cuerdas con fuerza, obligandolo a que le aceptara en su interior, fozando a que las ataduras también jalaran el miembro unido a los pezones del hombre.

Sentia el placer acercarse, por lo que hizo las embestidas más pausadas pero fuertes, golpeandolo constantemente, gimiendo un poco por todo ese placer que le proporcionaba, le gustaba mucho los gritos y gemidos de Aoi, lo que hacia que el orgasmo se aproximara más-Aprieta...un poco más...agggg-Le miro con una sonrisa mientras las corrientes eléctricas desde su miembro invadian todo su cuerpo

Abrí mis labios para permitir que su lengua entrase en mi boca, mordiendo con ansiedad la suya, lleno de deseo, saboreando sus labios con calma tanto como quería y podía. Sonreía inevitablemente con cada uno de sus halagos, gimiendo con constancia, queriendo como demostrarle lo que podía hacer mi voz, y más que nada, lo que podía hacer él con mi cuerpo, cómo podía hacerme reaccionar, hacerme y deshacerme a su manera, llenándome siempre de placer.

Dejé que alzara mis caderas, arqueando mi espalda al sentirlo de aquella manera, haciéndome apretar mis puños con fuerza, clavando mis uñas en mi propia mano, llegando hasta lastimarme un poco pero sin darle importancia en absoluto, sólo dedicándome a disfrutar de aquello. Sentía en mi cuerpo el calor de nuestras acciones casi como quemándome la piel, aunque mi piel se erizaba de a momentos con cualquier pequeña brisa que la acariciara, ya que el sudor que recorría especialmente mi pecho y rostro tomaba esos efectos.
Notaba en su rostro cómo estaba cerca de correrse al igual que yo, y sentí sus embestidas comenzando a ser más lentas, pero mucho más certeras, golpeando mi próstata de manera deliciosa, obligándome a morder mis labios con fuerza aunque sin retener mis gemidos con mucho éxito, con la suma de mis pezones siendo estirados por aquellas cuerdas. No demoré mucho, en sentir como aquél líquido blancuzco comenzaba a escapar de la punta de mi entrepierna.

Se empujaba constantemente a su cuerpo obligándose a entrar más y más a él cuando de un tirón hizo que las pinzas s resbalaran de los pezones del joven y liberara el miembro sin lastimarlo para correrse al grito de Aoi, llenándolo por completo con su semen, moviéndose un poco tosco para prolongar su orgasmo, hasta que se dejo caer un poco en el cuerpo del hombre, jadeante de deseo –Me encanta cuando gritas- beso el labio del menor, mordiendo y succionándolo para dejar rojos e hinchados los labios- Déjame tomar un descanso- Le susurro al oído, lamiéndolo, metiendo la lengua en el interior de este, entonces salió del interior del pelirojo pero antes de que saliera su semen le metió el dildo en la cavidad, encendiendo las vibraciones- No podemos dejar que salga nada- Se relamió los labios al verle de esa manera tan suculenta y tomo su cuerpo para volverlo acomodar en la cama, soltando la esposas de las manos a los pies, volviendo a esposarlo en la cabecera de la cama, le bajo las piernas para que las descansara un rato y activo el anillo vibratorio que aun continuaba en el miembro del joven, volvió a besarlo un momento, tras ello se levanto de la cama, sentándose en el sillón bebiendo vino de la botella directamente- Guarda tus gemidos cariño, aún debemos continuar- le sonrió viéndolo sentando para recuperar el aire- ¿Quieres que te suelte de las manos?- le pregunto divertido acomodándose los cabellos hacia atrás.

Camino para sentarse en la cama, junto al cuerpo del menor y le dio a beber vino de la botella al mismo tiempo que movía el consolador en la cavidad, simulando suaves y delicados vaivén en la cavidad del joven- No te esfuerces tanto, debes descansar- le advirtió mirando su cuerpo retorcerse del placer y entonces empuño a su próstata, dejando que el dildo vibrara exactamente ahí

Dejé mis labios entreabiertos con un fuerte gemido que contenía el nombre del cliente que escapó de mis labios mientras me corría, sintiendo mi intimidad humedecerse de mis propios fluidos, al igual que mi interior que se llenaba del semen del contrario, sintiéndose cálido en mis paredes, y demasiado placentero. Sentí como se dejaba caer ligeramente sobre mi, distinguiendo su calor corporal sobre el mío, algo que me encantaba.
Asentí entonces a sus palabras, estremeciéndome por su lengua en mi oído.- Está bien... también quiero descansar un poco... - Reí levemente y lo vi de reojo. Abrí bastante ambos ojos cuando sentí el dildo ingresar en mi interior, y aún más cuando comenzó a vibrar y no pude evitar gemir al instante, aunque continuando luego con pequeños jadeos, viendo al cliente de reojo con cierto recelo, y respirando de manera aún más agitada cuando el anillo comenzó a vibrar una vez más.
Lo seguí con la mirada en cuanto se dirigió al sofá y lo vi atento mientras bebía aquél vino, mordiendo con fuerza mi labio inferior para evitar gemir demasiado por sus palabras, sintiendo mi cuerpo retorcerse de placer por las constantes vibraciones. - Sí... sí quiero... - Murmuré en un tono bajo y deseoso, con demasiadas ansias por tocarlo, cosa que no había podido hacer en toda la noche por culpa de las esposas.
Le sonreí levemente cuando se acercó y bebí de aquél vino con algo de dificultad por mis jadeos, tratando de controlarlos para dar varios tragos a aquella botella, arqueando mi espalda suavemente cuando movía el consolador. Cerré con fuerza mis ojos cuando sentí el dildo vibrar exactamente en mi próstata, no podía creer lo preciso que podía ser aquél juguete. Arqueé insistentemente mi espalda por el placer, gimiendo con más fuerza que antes, deseando más de aquello aunque estuviese exhausto.- A-ahí... ¡Sí, ahí! ¡Ah, p-por favor! - Aunque el más alto no se detuviera, no podía evitar rogar.

Sonrio mirándole en cada momento que el suplicaba, le encantaba esa voz tan llena de placer exhausta de Aoi, movió el consolador mas rápido, pegando uno y otra vez contra la próstata, fregándola con insistencia, agacho el rostro para capturar uno de los pezones con la boca, lamiendo y succionando tan sensible botón de la piel, estirándolo con los dientes para acariciarlo con la lengua mientras seguía moviendo el dildo. Bajo a besos, saboreando todo el semen de Aoi en su cuerpo, hasta el ombligo donde metió la lengua- Tu lefa es algo dulce- Le susurro lamiendo todo el abdomen, dedicándose a consentir esa área, metiendo la lengua debajo de las cuerdas para también saborear esa piel marcada pero no lastimada- ¿Quieres que use mi boca en tu pene?-Le pregunto con bastante diversión, mirando como temblaba, producto del vibrador, luchando por ponerse nuevamente erecto, paso apenas la punta por el tronco, un suave y sutil toque, lamiendo el anillo que vibraba al tratar de comerlo de lado, sonreía por los gemidos continuos del menor, los disfrutaba de sobremanera, lamio los testículos manchados también, limpiaba el cuerpo con su boca- Pareciera que quieres correr otra vez- Se burlo placenteramente de él, mordiendo, sin lastimar, la punta del miembro quitando de esa forma el liquido preseminal- Te vas a vaciar antes de que acabe la noche Aoi, y luego ¿Qué tomaré?- Cuestiono fingiendo decepción, queriendo sacar de él hasta lo ultimo.

Sin previo aviso comenzó a meter el pene a la boca, lentamente, tomando su tiempo tortuosamente al momento en que puso a vibrar el consolador a lo máximo, hasta que por fin trago todo el falo, dejando que el glande reposara un momento en el fondo de la garganta, donde de esa manera, principio a mover el rostro de un lado a otro y en forma de semi círculos y lo saco por fin-¿Quieres la boca o la mano?- pregunto viéndolo al rostro con una sonrisa

Mantuve mis ojos cerrados con fuerza, sintiendo enormes oleadas de placer invadiendo mi cuerpo por la manera en que el juguete se movía en mi interior, siendo de lo más preciso que podía pedir. Mi espalda se arqueaba involuntariamente como lo hacía cada vez que tocaban aquél punto y no podía reprimirlo, por lo que me retorcía constantemente. Me relamí entonces cuando sus labios se posaron en mi pezón y mordí mi labio inferior, sintiendo cosquillas en toda mi columna a causa de su lengua.
Abrí mis ojos cuando comenzó a bajar por mi pecho y lo vi con atención, notando como iba limpiando mi pecho con su lengua, sintiéndome bastante complacido por ello, aún más cuando metió su lengua dentro de mi ombligo, provocándome un jadeo placentero. Sonreí apenas por su comentario. - ¿Te gusta? - Hablé como pude con la respiración agitada, tratando de no gemir, sintiendo alivio cuando pasaba su lengua debajo de las cuerdas.
Asentí varias veces con su segunda frase, sin dudas lo quería. - Por favor Takashima... - Murmuré en un tono bajo, y como siempre rogante, no podía evitar ponerme así cuando se trataba de él. Mordí con bastante fuerza mi labio inferior una vez más cuando sentí su lengua pasearse por mi miembro. Ya me sentía a punto de explotar aún si ni siquiera había logrado ponerme erecto por completo, pero el placer que sentía era inimaginado, ya estaba pensando que toda mi vida me había acostado con principiantes que no sabían dar placer, al menos no uno tan inmenso.
Apreté mis labios entre sí al sentir cómo mordía la punta de mi miembro, y me sentí algo avergonzado por ver una vez más el líquido preseminal salir, pero era algo que no podía contener. - Lo siento... es que no puedo... es demasiado... - Traté de excusarme con voz baja, sintiendo mis labios algo resecos de tanto gemido, que volvieron a comenzar otra vez y con insistencia cuando engulló mi intimidad de manera tan placentera, haciéndome echar mi cabeza hacia atrás del gusto. - Quiero... quiero ambas... - Musité. - Quiero todo... - Le dije mirándole a los ojos, con una leve sonrisa.

Chupaba y lamia con mucho deseo el falo de Aoi, quería probar más de esa escénica y una ligera risa por la confrontación por el deseo del menor de sentir más; entonces quito el vibrador del menor para meter tres dedos en la cavidad, continuando con los vaivén, imitando los movimientos del vibrador, presionando la prostata, chupaba más deprisa el miembro, lamiendo por completo cuando lo tenia dentro, humedeciendo toda la extensión, banjo a besos hasta los testículos, mordia la piel para estirarlo, dejando marcas de los besos en la piel. Saco los dedos y detuvo las lamidas para desatarlo de la cama, besando los labios del menor, metiendo la lengua en su boca para succionar su lengua, sin darle tiempo a recuperar su aliento, mordia los labios con intensidad, le tomo con suavidad de las caderas para que diera la vuelta en la cama- Ponte en cuatro Aoi- Le susurro en el oído; sin esperar a que terminara de acomodarse volvió a invadir la cavidad anal con los dedos- ¿Quieres más?- Le pregunto besando la piel del cuello lamiendo entre las sogas, estirando un poco algunas de ellas para apretar más las cuerdas, tomo con la mano libre el miembro del pelirojo y seguir masturbandole.

Se inclino sobre el cuerpo del menor para poder lamer las muñecas del joven- ¿Lo quieres ya?- le pregunto metiendo con más fuerza la mano, queriendo abrirlo más mientras continuaba masajeando, besando su hombro, mordiendo la piel del joven, pasando su miembro, ya erecto, por los gluteos del joven, para que le sintiera.

Me removí algo incómodo cuando quitó el consolador de mi interior, pero complacido de volver a sentirme lleno, esta vez con sus dedos, cerrando mis ojos para notar con especial atención la textura de su piel en mi entrada, moviéndose de adentro hacia afuera de manera placentera, placer que liberaba como siempre a través de mi garganta, jadeando con más suavidad ahora, pero con la misma insistencia, más aún cuando sentía las presiones en mi próstata, que hacían que mordisqueara mis labios como descarga.
Mis piernas temblaban suave e involuntariamente con el trato que le daba a mis testículos, moviendo un poco mi cadera en señal de que me gustaba, y que quería más de ello.
Suspiré aliviado cuando me desató, y correspondí al beso con algo de desespero, sintiendo mis labios humedecerse una vez más gracias a la lengua del contrario, la cual saboreé cuidadosamente, a pesar de que el otro jugara con mi lengua. Apenas oí su voz asentí, y dejé que me volteara, alcanzando a acomodar mis piernas flexionadas hasta sentir la intromisión de sus dedos. Gemí y no me dio el tiempo de acomodar mis brazos, por lo que mi pecho quedó tendido sobre el colchón y mis brazos a su lado, manteniendo mi cadera bien en alto gracias a mis piernas. - Quiero más... - Asentí varias veces, temblando al sentir el aliento del otro en mi cuello, notando las cuerdas rasparme mientras se ajustaban, causándome gusto, aún más cuando comenzó a tocar mi pene.
- Ya lo quiero Takashima... lo quiero ya... -Respondí afirmativamente, jadeando fuerte por sus dedos moviéndose de manera tan brusca, mordiendo mi labio inferior al notar la entrepierna dura del otro en mis glúteos, deseándola con desespero.

Al escucharlo de esa manera se incorporo sobre las rodillas y le invadió sin más apenas saco los dedos de su interior y sin esperar a más arremetió contra él, saliendo por completo para volver a invadirlo, golpeándolo, en cierta manera, cada que entraba en él, provocando que el cuerpo del joven fuera hacia delante y atrás, al ritmo que le estaba marcando Uruha. Ocultaba un poco sus propios gemidos para escuchar lo de Aoi, provocándole a ir más rápido –Parece que te ha gustado… mi nombre- Le comentó al escucharlo tantas veces salir de su boca, salió por completo de él y le metió el vibrador nuevamente en la cavidad- Dije que sería una noche que jamás olvidarías- le comento dulcemente a pesar de lo que iba a hacer. Sin dejarle tiempo a pensar comenzó a forzar su miembro a entrar a la cavidad de Aoi ya invadida por el dildo- Relajate, relájate- le repita dulcemente al oído, inclinándose para someterle contra la cama un poco, podía sentir como su propio miembro era aprisionado y un poco estrujado por el vibrador y las paredes anales de Aoi, lo metía lento, abriéndose camino en el interior; acariciaba con una mano el glúteo del pelirojo, tratando de calmarlo, sabía que la estrada se estaba estirando de sobremanera hasta que sintió por fin todo su falo adentro- Sientes…. Estas comiendo a dos- Beso el cuello del menor, lamiendo el sudor que salía de su piel, pasando un dedo en el anillo estirado del otro- ¿Me pregunto si cabrá un tercero?- Amenazo besando su mejilla- Pero eso lo averiguaremos otra noche- Besaba toda la piel dejando que se acostumbrara primero a tenerlo dentro, busco entonces el encendido del dildo y lo acciono, en tercer nivel, lo que provoco algunos gemidos al oído del joven, dado que estaba completamente pegado el juguete, por el espacio en el interior de Aoi, al pene de Uruha.

Tu anito esta completamente invadido- Le advirtió lo evidente, sonriendo por el placer de estar así, apretó más las cuerdas para separar más los glúteos tanto como fuera posible y comenzó a moverse poco a poco, constándole un poco de trabajo por lo tenso que se encontraba el anillo- Vamos amor, relájate… Deja que tu hermoso cuerpo experimente los limites

Gemí fuerte, y complacido de sentirlo de nuevo en mi interior. Sin duda, ni sus dedos ni un juguete podían compararse a lo bien que se sentía la textura y la calidez de su pene, no podían causarme tanto placer. Sentía sus caderas golpear contra las mías, hasta alcanzando a mover mi cuerpo en la cama, impulsando mis caderas de atrás hacia adelante con cada embestida, dejándolo llegar profundo en mí. Me aseguraba de sostenerme con fuerza de las sábanas, apretándolas entre mis dedos como un descargue, notando mi pecho pegarse más y más al colchón, puesto el peso del cuerpo del otro lo provocaba.
Fruncí un poco el ceño cuando salió de mi interior, y aunque seguí jadeando por el consolador, no se sentía igual. Asentí ante sus palabras, era la verdad, de sólo oír su nombre hasta podía temblar. Bueno, casi no había cosa en él que no me hiciese temblar.
Abrí mis ojos de par en par y al instante los cerré, dejando salir un grito adolorido de mis labios sintiendo el miembro del otro, forzando a mi entrada a aceptar más que sólo en consolador. Comencé a respirar aún más agitado, gimiendo de dolor, y mordí la almohada con fuerza, sintiendo mis ojos humedecerse a medida que su pene entraba más en mi, abriendo mi entrada mucho más de lo que antes hubiese estado en toda mi vida. Suspiré varias veces y asentí ante las peticiones de que me calmara, e intentaba no contraer mi entrada para aceptarlo de manera más fácil, aunque mis mejillas se humedecieron con algunas lágrimas.
Cuando lo tuve por completo en mi interior abrí mis ojos y lo miré, tratando de acostumbrarme sin apretar mi entrada. - Cómo no sentirlo... -Susurré y soplé una muy leve risa aunque seguía doliendo horrores. Me calmé más al sentir sus besos en mi cuello, estremeciéndome por sus dedos rozando mi entrada y por sus palabras, asustándome por un momento. Agradecí que decidiese probarlo otro día, y me sorprendí al sentir el dildo comenzar a vibrar de esa manera. Gemí y grité, deseoso, casi abandonando el dolor, porque éste se comenzó a convertir en placer. Sonreí por los gemidos del otro y mis manos comenzaron a temblar, junto con mis piernas, por lo que me aferré más a las sábanas.
Me relamí con morbo por el comentario y dejé a mis glúteos separarse más, notando ahora la piel del otro rozarse en las paredes de mi entrada cuando comenzó a moverse, tratando de no apretarlo aún, asintiendo ante sus palabras. - Lo intento... ¡¡Ahh!! Ah... M-me encanta... mh... eres un Dios...